CURSO DE INICIACIÓN Á ASTRONOMÍA Eclipses na Coruña
Bienaventuranzas, LOS MANSOS, LOS PACIFICADORESII.pptx
1.
2.
3. LOS PACIFICADORES
Ser un pacificador no es fácil ni simple. Requiere una serie de diferentes
características de acuerdo a Dios que trabajan juntas.
La forma en que la gente utiliza el término pacificador es irónica, porque a
menudo lo aplican a instrumentos de guerra y violencia.
Ya sea el Pacificador Colt el que “conquistó el Oeste”
O el bombardero B-36 de la época de la Guerra Fría.
El “pacificador” a menudo se refiere a un arma diseñada para matar
al enemigo antes de que éste lo mate a usted.
ESTO ESTÁ LEJOS DE LA DEFINICIÓN DE DIOS
Dios ve al pacificador como alguien que vive de tal manera que
trae paz a los demás.
Un pacificador no sólo previene los conflictos.
También trabaja para lograr el mayor beneficio para los demás.
6. Para ayudar a llevar la paz a los demás, es esencial que los pacificadores
practiquen la paz en sus vidas.
Esta paz se obtiene siguiendo la justa ley de Dios. “Mucha paz tienen los
que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo” Salmos 119:165. Escuchar y
obedecer a Dios nos da paz.
Es nuestra responsabilidad como cristianos, “Si es posible, en cuanto
dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres” Romanos 12:18
I. ¿CUÁL ES EL SIGNIFICADO DE PACIFICADOR?
El compromiso de hacer la paz se valora mucho a lo largo de la Biblia,
pero ¿qué significa ser un pacificador?
Bíblicamente, un pacificador es alguien que reconcilia a las
personas que se encuentran en medio de un conflicto.
7. Se entiende por pacificador al que pacifica, tranquiliza, aquieta, aplaca,
calma, apacigua, sosiega, amansa o serena.
En el diccionario, la palabra pacificador es uno que “pacifica o restablece la
paz.” Suena difícil viviendo en un mundo donde existen tantas guerras,
discusiones, discordias, celos y envidias, por eso si hay algo que se necesita
son los pacificadores…
II. ¿CÓMO SER UN PACIFICADOR?
Está claro que Dios espera que seamos pacificadores. Pero…
¿Cómo es en realidad un pacificador?
¿Cuáles son algunos de los detalles que necesitamos saber para
hacer la paz?
8. Un pacificador no se sienta a
esperar la paz, sino que
continuamente la está buscando
mientras evita el camino del mal
que destruye esa paz. Salmos 34:14
Una de las cosas más importantes
que puede hacer un pacificador
es buscar la paz
El pueblo de Dios tampoco puede
darse el lujo de buscar la paz
SELECTIVAMENTE, sino que debe
“Seguir la paz con todos…” He 12:14
9. En Génesis 13:8-12 se nos da un excelente ejemplo de cómo ser un
pacificador. Cuando surgió el conflicto entre los pastores de Abraham y los
pastores de su sobrino Lot, Abraham buscó la paz.
En vez de defender sus derechos como anciano y demandar cosas para él.
Se acercó pacíficamente a Lot y voluntariamente cedió al ofrecer la mejor
tierra a Lot para que hubiera paz.
A veces la paz requiere sacrificio. Un pacificador debe estar dispuesto a
sufrir las ofensas 1 Co 6:7
• Los pacificadores también evitan y eliminan las fuentes de conflicto.
• Éstos son a menudo fallas en el carácter o tendencias al pecado que
combatimos regularmente.
10. Una de estas fallas es la tendencia a
juzgar y condenar a otros, aun
cuando somos culpables del mismo
pecado. Mt 7:1-5
La violencia y el odio hacia los demás
también es algo que un verdadero
pacificador debe evitar. Mt 5:43-48
Repitiendo: “El pacificador
evita y elimina las fuentes
de conflicto”
11. Algo más…
Ser un pacificador no es fácil, pero la Biblia nos da algunas directrices
claras sobre cómo podemos trabajar por la paz y la reconciliación en
nuestras vidas y en el mundo que nos rodea.
PRIMERO, debemos buscar la paz con Dios a través de Jesucristo.
En Romanos 5:1, se nos dice que «justificados, pues, por la fe,
tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo».
Solo a través de la reconciliación con Dios podemos encontrar la
verdadera paz y ser instrumentos de paz en el mundo.
12. SEGUNDO, debemos buscar la paz con
los demás. En Mateo 18:15, Jesús nos da
instrucciones claras sobre cómo resolver
conflictos entre hermanos: «Si tu
hermano peca contra ti, ve y repréndele
estando tú y él solos; si te oyere, has
ganado a tu hermano». Debemos estar
dispuestos a confrontar el pecado y la
injusticia, pero siempre con amor y
humildad, buscando la reconciliación y la
restauración de la relación.
13. TERCERO, debemos trabajar por la paz en el mundo.
En Romanos 12:18, se nos dice: «Si es posible, en cuanto dependa de
vosotros, estad en paz con todos los hombres». Esto implica que
debemos hacer todo lo posible por vivir en paz con los demás, incluso
con aquellos que nos parecen difíciles o diferentes a nosotros.
Un pacificador es alguien que busca establecer la paz donde hay
guerra o discordia, busca reconciliar a quienes están enemistados.
Esto lo hace porque ama la paz. El pacificador no responde a los
llamados a contiendas.
Ser pacificador no es algo natural en el corazón del ser humano. Pero
sí debe ser una característica de los hijos de Dios.
14. MOISÉS ERA UN PACIFICADOR. Cuando María y Aarón buscaban generar
contienda contra Moisés es cuando la Biblia nos dice que «aquel varón
Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la
tierra» Números 12:3. También los hijos de Israel murmuraron muchas
veces contra él, pero Moisés no intentó pagar con la misma moneda, no
era su intención generar un problema o causar contienda para tratar de
ganar su argumento.
El Señor Jesucristo es el ejemplo de un pacificador. Cuando los
samaritanos no quisieron recibir al Señor, Juan y Jacobo reaccionaron
como muchos de nosotros hubiese reaccionado: «Al ver esto, sus
discípulos Jacobo y Juan dijeron: «Señor, ¿quieres que mandemos que
caiga fuego del cielo, como hizo Elías, para que los destruya?»» Lucas 9:54,
sin embargo, el Señor les reprende porque Él sabe que el reaccionar así lo
que trae es pérdida, nunca ganancia.
15. El apóstol Pedro nos exhorta a seguir las pisadas de Cristo, «quien cuando
le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no
amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente» 1 P 2:23
Una de las mejores herramientas que tiene un pacificador es el
perdón. Si podemos perdonar a alguien por hacernos mal, entonces
la paz siempre es posible.
19. La persecución de los cristianos no es algo extraño. Por ejemplo en
2 Timoteo 3:12 leemos: “Todos los que quieren vivir piadosamente en
Cristo Jesús serán perseguidos”.
Las personas justas en el lugar de trabajo pueden estar sujetas a
una persecución activa e incluso severa por parte de personas que
se benefician o creen que se benefician de la injusticia.
Por ejemplo, si defiende a — o apenas se hace amigo de personas
que son víctimas de chismes o discriminación en su lugar de trabajo,
espere persecución.
Si es el presidente de una asociación comercial y se pronuncia en
contra de un subsidio injusto que están recibiendo sus miembros, no
espere que lo reelijan. La bendición es que la persecución activa por
las razones correctas.
20. Nadie es perfecto. La octava bienaventuranza sirve como un
recordatorio para nosotros de que trabajar en un mundo caído
requiere valentía.
En la vida cristiana, se encuentran paradojas (rarezas)
sorprendentes.
El versículo 10 describe la experiencia que inevitablemente
enfrentarán aquellos cuyo carácter ha sido descrito por Cristo en los
versículos anteriores. ¿Por qué el mundo odia a aquellos que,
siguiendo el ejemplo de su maestro, son pacificadores,
misericordiosos, justos, puros de corazón y además, mansos y
humildes?
La respuesta es sencilla: la mente carnal es enemiga de Dios.
Ser «perseguido por causa de la justicia» implica enfrentar
21. En el versículo 11, nuestro Señor menciona tres clases de sufrimiento
que sus discípulos deben esperar soportar en el cumplimiento del
deber. EL PRIMERO ES EL VITUPERIO, es decir, el abuso verbal.
La palabra traducida como vituperio se traduce del griego ὀνειδίζω
(oneidízo) que significa difamar, atacar, molestar, acosar o injuriar;
así como también oprobio, reproche, o injuria.
EL SEGUNDO ES LA PERSECUCIÓN. Esta palabra es una
traducción correcta de La palabra griega διώκω (dióko), que significa
perseguir, padecer persecución, acosar, afligir u ofender” (ya sea física
o verbalmente). Dicha persecución puede incluir la clase de
manipulación o acoso a los que Saulo de Tarso sometía a la Iglesia
antes de que Cristo lo llamara Hechos 8, 9
EL TERCERO, TODA CLASE DE MAL MINTIENDO
22. ¿QUÉ ES PRACTICAR LA JUSTICIA?
Consiste en obrar conforme a la Palabra de Dios en todos los
asuntos de la vida diaria, con el único propósito de mostrar a Dios
como el hacedor de todo lo justo y el dueño de nuestra vida. El que
practica la justicia bíblica no se atribuye así mismo lo bueno que
hace, sino que retoma las palabras: "Pero por la gracia de Dios soy
lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he
trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios
conmigo" 1 Co 15:10
ALGUNOS PRACTICAN UNA JUSTICIA EXTERNA.
Conocemos personas que moralmente son correctas: son fieles a su
cónyuge, son correctos en su trabajo y negocios, obedientes a los
padres; no se meten en problemas con otros y hasta se esfuerzan por
23. Muchos de estos llegan incluso a sentirse mártires porque realizan
algunas acciones que consideran los ponen en un nivel importante a los
ojos de Dios: en su corazón dicen como el fariseo: "... Dios, te doy
gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos,
adúlteros, ni aun como este publicano; ayuno dos veces a la semana,
doy diezmo de todo lo que gano." Lucas 18:11-12.
Otro ejemplo de justicia externa concebida por el hombre, es el joven
rico: no adulteraba, no mataba, no robaba, no era mentiroso, honraba a
sus padres, pero cuando Jesús le pidió dejar sus riquezas y entregarlas
a los pobres y que tendría tesoro en el Cielo, el joven rico se entristeció.
El contexto nos muestra que despreció la salvación que Jesús le ofreció,
por la posesión de sus riquezas. ESTE ERA "UN JUSTO" INJUSTO.
Lucas 18:18-23.
LA PERSECUCIÓN SIEMPRE HA SIDO EL DESTINO DEL
24. Caín mató a Abel.
A José sus hermanos lo persiguieron y en Egipto lo echaron en la
cárcel por causa de la justicia Gn 37, 39
A Moisés lo vituperaron una y otra y otra vez Éxodo 5:21; 14:11; 16:2;
17:2
A Samuel lo rechazaron 1 Samuel 8:5
A Elías lo despreciaron 1 Reyes 18:17 y lo persiguieron 1 Reyes 19:2
A Micaías lo aborrecieron 1 Reyes 22:8
A Nehemías lo maltrataron y lo difamaron Nehemías 4
Al Salvador mismo, el fiel testigo de Dios, lo mató el pueblo al que
servía.
A Esteban lo apedrearon.
A Pedro y Juan los echaron en la cárcel.
25. La oposición del mundo se manifiesta de diversas maneras: burlas,
reproches, difamaciones y exclusión.
Que la gracia divina nos conceda la sabiduría para entender estas
palabras: «Si sufren por hacer lo bueno y lo soportan con paciencia,
eso es agradable a Dios» 1 Pedro 2:20
Jesús declaró dichosos a aquellos que, por seguirlo, enfrentarían
sufrimientos.
Son dichosos porque tienen el privilegio de compartir en los
sufrimientos del Salvador.
Son dichosos porque la tribulación produce paciencia, la paciencia lleva
a la prueba, la prueba a la esperanza, y esta esperanza no defrauda.
Son dichosos porque serán recompensados plenamente en el día
venidero.
26. ESTO BRINDA UN CONSUELO PROFUNDO
Que aquel que lleva la cruz no se desanime ante los ataques del
enemigo.
Que se afiance en la armadura divina.
Que el hijo de Dios no se desaliente cuando sus esfuerzos por agradar
a Cristo sean objeto de críticas de aquellos que se llaman cristianos.
Que el creyente no interprete las pruebas severas como un signo de la
desaprobación divina.
El Señor nos exhorta: «GOZAOS Y ALEGRAOS»
¿Pero por qué deberíamos regocijarnos ante la persecución, la
burla y el menosprecio?
Hay por lo menos tres razones fundamentales…
27. Estas tribulaciones surgen a causa de nuestra identificación con
Cristo; considerando que él padeció tanto por nuestra redención,
deberíamos regocijarnos cuando somos llamados a sufrir un poco por
su causa.
Estas pruebas nos conectan con una noble comunidad de mártires, ya
que al enfrentar las adversidades nos unimos a los santos profetas y
apóstoles.
Aquellos que soportamos persecución por amor a Cristo recibimos la
promesa de una gran recompensa celestial. Podemos regocijarnos
plenamente sin importar cuán intensa sea la lucha actual. Al elegir
sufrir con Cristo en lugar de disfrutar de los placeres temporales del
pecado, también compartiremos su reinado, conforme a su firme
promesa.
28. Por lo tanto, la cuestión para nosotros no es cómo evitar la persecución,
sino cómo reaccionar ante lo que sabemos que va a pasar. Debemos
tener la actitud correcta frente a ella y verla como Dios la ve.
- Las tribulaciones ponen a prueba nuestra fe, lo que nos lleva al
crecimiento cristiano.
- Nuestra actitud frente a la persecución por causa de Jesús debe ser
considerada como algo positivo.
- No es algo que debamos buscar, pero es algo que enfrentaremos y el
resultado es bueno para nosotros.
- Así como José les dijo a sus hermanos en Egipto: "Vosotros
pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien", Gn 50:20
cuando se refirió a su venta como esclavo.
La persecución es algo que el mundo utiliza para hacer el mal,
pero Dios la utiliza para nuestro bien.