Cuando el autor llegó al orfanato, este disponía de 33 hectáreas de terreno, de las cuales 25 se usaban para cultivo para alimentar a los niños. Sin embargo, los niños trabajaban en promedio 4 horas diarias en la granja y campo sin recibir una buena nutrición. La dirección prefería vender la cosecha para ganancias en lugar de alimentar a los niños. Esto constituía explotación infantil. Varias ONG intentaron luchar contra esto sin éxito debido a influencias. El autor decidió entonces tomar medidas más drá