El documento habla sobre el desarrollo de iniciativas para diversificar la matriz energética en Chile ante el alto costo y contaminación de los combustibles fósiles. Menciona que la ley estipula que para 2010 el 5% de la electricidad debe provenir de energías renovables no convencionales como eólica y solar. Luego describe un proyecto de la Universidad de Chile para generar energía a partir de biomasa forestal e implementarlo en un año más en una región del sur de Chile.