El bullying o acoso escolar se caracteriza por la intimidación repetida de una víctima por parte de un agresor más fuerte, causando daño psicológico y emocional. Las consecuencias del bullying incluyen problemas de salud mental, depresión y en algunos casos suicidio. Para prevenir el bullying, se requiere una intervención simultánea a nivel individual, familiar y social, incluyendo la educación, la denuncia de casos y el apoyo a víctimas y agresores.