Este documento discute cómo las marcas significativas pueden mejorar la calidad de vida de las personas al proporcionar un sentido de pertenencia y relaciones más fluidas. Señala que solo el 17% de las marcas aportan valor a nuestras vidas y que a las personas no les importaría si el 70% de las marcas desaparecieran, lo que sugiere que muchas marcas no son significativas. Argumenta que las marcas deben enfocarse en hacer la diferencia en lugar de simplemente diferenciarse, e innovar con licencia para generar confianza