7. Contenido
Prólogo 13
Introducción 15
Libro I Caminos del Cuerpo 23
Momentos, somos seres espirituales 26
Espiritualidad y salud 32
Responsabilidad en el cuidado de la salud 38
El cuerpo, mis cuerpos 40
Construyo mis cuerpos 42
El lenguaje del cuerpo 48
Métodos de lectura corporal 50
Creatividad y salud 52
Bienestar 57
Salud y enfermedad, una unidad 59
La enfermedad, lección de vida 61
Intención – acción en la enfermedad y salud 64
Construyo mi enfermedad 69
El síntoma, nuestro aliado 80
Médico interior 83
Autocuración 88
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8. Libro II: Voces del Corazón 95
El reconocimiento 101
El sentimiento 102
La empatía 103
El asombro es salud 104
La siembra 105
Lo que me apasiona 106
Experimentar 107
El recogimiento 108
La respiración 109
Detenerse 110
Alimentación para transformar 111
La energía corporal 112
El hambre 113
La presencia 114
Ampliando horizontes 115
Los pies en la tierra, el corazón en el cielo 116
Los caminos 117
La guía 118
El Discernimiento 119
El talento 120
La resistencia 121
Auto-reconocimiento 122
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9. La gratitud 123
Lenguaje del amor 124
Actos de paz 125
El rescate 126
El estrés 127
El espejo 128
La unión 129
El todo 130
Ciclos de vida 131
Habitos saludables 132
Evitar 133
La integracion 134
La intención 135
La cualidad 136
La alegria 137
La despedida 138
La presencia 139
El corazón 140
La bondad hacia si mismo 141
Actitud de aprendizaje 142
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10. Epílogo 143
Agradecimientos 144
Apéndices:
1 Mapa conceptual 145
2 Reconociendo la interacción mente-cuerpo 146
3 Meditación: Meditando en el cuerpo 154
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13. Prólogo
Siendo el cuerpo, “el TEMPLO donde mora el ALMA”, considero que este fascinante
libro nos invita con sus instrucciones paso a paso, a auscultar y a transitar por los
caminos de nuestro cuerpo comprendiendo el poder y la fortaleza que habitan en
nosotros para sanar nuestras dolencias, nuestras emociones y nuestra mente y así
poder sacar algún día a la luz nuestra chispa divina del alma.
Con nuestra forma de pensar, de actuar y de sentir vamos moldeando el ambiente
que nos rodea y al planeta mismo lo vamos modificando para nuestro propio bien o
para nuestra propia destrucción. He aquí un reto a nuestra manera de actuar y de
sentir.
Como nos dice el autor, en cada momento de la vida debemos estar atentos a
superar etapas y a sacar de ellas como resultado la plenitud y la armonía de nuestra
vida. Nos muestra con sus innumerables ejemplos todo lo que debemos hacer para
poder amar, vivir y comprender. Este logro no llegara a nosotros si no estamos
dispuestos ha esforzarnos y a perseverar en nuestro trabajo para poder manifestar así
nuestra sensibilidad a través del amor.
Los mensajes que nos regala la lectura de esta obra son en verdad las voces del
corazón noble y sencillo que dándonos un gran ejemplo, a entregado abiertamente
toda su alma en ellos. Induce al lector a un análisis profundo de su ser y amplia la
dimensión de la unidad de la vida.
Pienso que no fue escrito con la finalidad de que fuera un texto de psicología sin
embargo contiene un profundo y delicado análisis del intrincado misterio de la
psique humana.
En el momento actual la principal función del medico holista es llevar a su paciente
a encontrar su verdadero medico interior, como lo hace magistralmente este libro
que tiene en sus manos.
Aunque no soy amiga de los grandes elogios, pues desde tiempo atrás he
comprendido que estos despiertan en el ser humano sentimientos de vanidad
nocivos y contrarios a la verdadera espiritualidad, no puedo ahora menos que
resaltar la noble y maravillosa labor de quien abriendo plenamente y sin ningún sigilo
las puertas de su alma, nos entrega un análisis del ser humano profundo, científico y
espiritual.
Realmente el espíritu de servicio desinteresado va despertando en nosotros la
armonía y la consciencia de la vida. Estoy plenamente segura de que el esfuerzo y la
dedicación puestos por nuestro amigo en este trabajo, lograran sus frutos, al
convertirse en libro de cabecera de todas aquellas personas que sabrán valorar el
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14. maravilloso conocimiento que estas paginas encierran.
Podrá abrirse en lugar cualquiera para encontrar un mensaje de esperanza y la
solución a las múltiples molestias de que adolecemos los seres humanos.
El verdadero hombre, (como dicen los grandes Seres) es Esencia Divina; trabajemos
haciendo consciencia para que esta se manifieste con todo su poder y su grandeza
a lo largo de nuestras vidas.
MARIA MERCEDES ANGEL
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15. Introducción
La vida sonreía al mostrar todas sus facetas. Los matices entre el colorido pleno y la
oscuridad absoluta se podían palpar en toda su extensión.
Treinta años más adelante, intuí que mi camino estaba trazado y simplemente me
dejé guiar y lo seguí con tesón y una dedicación hasta ese momento desconocida.
Inicié, más allá de la profesión, un camino de auto-curación. Empecé mi recorrido
para descubrir los caminos del cuerpo y las voces del corazón. En otras palabras fui
al rescate de mi médico interior.
Es este camino el que me impulsa a plasmar en estas letras el sentir, las vivencias y
los resultados de las acciones que han configurado mi vida, en la esperanza de
resonar con los lectores que a bien tengan acercarse. Esto hará que el caminar
juntos sea liviano, próspero y con crecimiento mutuo.
Al mirar hacia atrás, logro aclarar factores que han sido determinantes en mi vida.
Por decir, han sido los pilares sobre los cuales he construido todo mi quehacer, mis
relaciones, aquello que da el sello distintivo. De aquí quiero partir en este viaje por los
recónditos parajes del ser humano.
Los estados de salud, de auto-curación y de aprendizaje a partir de la enfermedad,
no se hubieran dado sin ellos, los pilares. Considero que cada ser humano viene con
unos ya establecidos. Son, como dije, su sello personal. Nuestra existencia se
construye con este material y por tanto nos otorgan la estabilidad, firmeza y
flexibilidad requeridas en la vida.
Pilar, visto como el cimiento que nuestra alma ha construido y que se pone de
presente en forma de cualidades, características y valores de la personalidad. Son la
chispa divina que habita en cada cual. Son el aporte que hacemos para construir
un mundo mejor.
Mi primer pilar es el poder de elección.
Recuerdo haber tenido que elegir en las primeras etapas de mi actividad laboral si
permanecía fiel a mis valores como la honestidad y rectitud ante la contratación y
cumplimiento de trabajos o si cedía ante la tentación del dinero obtenido de
contratos simultáneos, superponiendo horarios. Me vi abocado a decidir si
permanecía con la conciencia tranquila de apoyar las acciones que consideraba
más constructivas en un trabajo, o si cedía por escalar posiciones ante la facilidad
de cumplir con otros mandatos.
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16. Luego vino la elección de permanecer en el amor, en vez de odiar. También pude
elegir entre dar y dar económicamente o poner límites, aunque sí por ello, por un
tiempo las personas se retiraran de mi lado. Elegí dejar atrás mi temor a no sentirme
amado, a no merecer el amor. Años después encontré un amor sin fronteras, de
entrega total. Yo ya había aprendido a amar.
En mi interior ha existido la constante lucha entre el bien y el mal, lo justo y lo injusto,
lo correcto y lo incorrecto, y es allí en ese terreno donde he librado las mayores
batallas entre amar y temer, entre ser o no ser. El poder de elección ha sido,
entonces, una constante toma de conciencia en mi vida.
Permanentemente estamos abocados a elegir. Elegir desde lo más sencillo, como
qué ropa ponernos al inicio de un día, qué comer, cómo tratar a la persona a mi
lado, hasta lo de más profunda repercusión como es: cuándo comprometernos en
una gran empresa o cuándo renunciar a ella; cuándo unir mi vida a otra persona y
cuándo separarme; qué sendero laboral tomar; qué práctica espiritual seguir.
La intención que ponemos en nuestras elecciones marcará la diferencia en los
resultados que obtengamos de cada acción.
Elección e Intención están indisolublemente unidas. Discernir es traer a la conciencia
la intención detrás de una elección. En salud y enfermedad, esto es la base para el
auto-cuidado del cuerpo. Volveremos sobre elección, intención y discernimiento
más adelante. Diría yo que nuestro desarrollo espiritual se centra aquí.
El segundo pilar es la conciencia de la unión.
Surge la conciencia de la unión al transcurrir el ejercicio médico y caer en la cuenta
de que la unión es el único medio para conciliar posiciones aparentemente
opuestas como las llamadas medicina alopática y la medicina alternativa, en
beneficio de cada ser humano que llega a la consulta. Allí germina la semilla de un
querer profundo, ya que la unidad es mi anhelo más cierto. Se convierte en parte
fundamental de mi desarrollo y crecimiento como ser espiritual.
Con confusión al inicio, con lucha ante mi percepción de injusticia, con unión con
mis compañeros y oposición a mis jefes, y luego de repetir dicha experiencia en
varias instituciones donde ejercía al tiempo de médico y administrador, logré abrir
mis ojos y ver que el camino se allanaba cuando unía administración y ejercicio
profesional; cuando unía institución y empleados; cuando servía de puente entre
“jefes” y “subalternos”. Viví la paz de aliarme en vez de luchar.
La medicina ha sido desde tiempo atrás mi pasión, mi recreo, mi profesión. Ha sido la
entrega, ha sido una de las razones de mi existencia. Ya avanzada algunos años mi
vida y luego del famoso periodo de agnosticismo durante los estudios en la facultad
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17. de medicina, me llega con ímpetu la necesidad de abrir nuevos espacios en mi ser y
aparecen las circunstancias que me permiten iniciar un desarrollo en lo espiritual, en
este camino, inédito para cada cual.
¿Y cuál fue el catalizador que me permitió unir la experiencia espiritual con la
médica? Ni más ni menos que los llamados “mis pacientes”, aquellos seres que me
han acompañado a lo largo de la existencia, como seres que quieren algo de guía,
que al mirar con ojos más profundos me devuelven lo mismo, una guía. Los pacientes
fueron quienes me mostraron el camino de rehacer metas en la vida, cuando se
habían perdido por una minusvalía importante. Fueron quienes al compartir conmigo
sus logros y pesares, me abrieron la mirada más allá de la cura de la enfermedad a
la visión de la vida como algo en lo cual te sumerges y te entregas o en lo cual te
apartas y te hundes, en la luz o en la sombra del abismo.
Fueron los pacientes quienes rescataron mi ansia espiritual. Fueron ellos quienes me
permitieron la alianza ESPÍRITU, MENTE, CUERPO.
Ahora practico la unificación con mi mente y mi cuerpo. Soy fiel promotor de
alianzas estratégicas. Dejé de juzgar y pasé a concertar. Sigo aprendiendo.
La tríada de los pilares se completa con el pilar de la responsabilidad.
Responsabilidad ha sido un camino recorrido desde lo ecléctico. Desde la
diversidad. Aunque suene paradójico. Responsabilidad en la búsqueda de los
puntos comunes, de lo oculto tras las apariencias. Persistencia en el desarrollo de las
habilidades con pasatiempos como la fotografía, la pintura y la música, ninguno de
ellos desarrollado hasta el máximo, es mi forma de manifestar responsabilidad en el
desarrollo de la creatividad.
Responsabilidad en descubrir la unificación de caminos supuestamente opuestos
como el ejercicio simultáneo de la medicina alopática y la bioenergética. He visto
cómo las palabras y la comunicación sanan mientras realizas un examen médico
muy técnico (electro-miografía), cuando logras compenetrarte con el otro más allá
de la ciencia, cuando unes corazones.
En otras palabras, responsabilidad en crecer y brindar ejemplo en los dos pilares
anteriores, la elección y la unión. Unirme a otros al aceptar su ayuda para sanar mis
estados de ánimo, antes, ahora y en el futuro. La unión al elegir comprender y
actuar en armonía con mis compañeros y jefes; la unión al elegir desarrollar la
capacidad de aplicar la medicina alopática al mismo tiempo que la
complementaria; la unión al elegir tomar conciencia que lo material y lo espiritual
son la coherencia de la vida cotidiana. Es mi forma de ser responsable. Y finalmente,
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18. persistir, ya que todos estos aprendizajes se encuentran en constante desarrollo, no
están concluidos, simplemente son continuos.
Descubrir los pilares y persistir en el desarrollo de ellos, ha llevado al rescate del
médico interior y la capacidad de auto-curación, la esencia de este libro. Ha sido la
lógica consecuencia del desarrollo personal.
Los pilares me llevaron a encontrar que vivimos por el simple hecho de experimentar
una y otra vez situaciones que nos hacen sentir temor o amor, para en la próxima
experiencia decidir nuevamente con cuál escogemos actuar. Descubrí que la
intención que pongo al actuar, está detrás de todo como el principal elemento. Los
resultados se darán acordes con la intención. Encontré que podemos ser firmes al
tiempo que expresamos nuestro convencimiento amorosamente. Y llegué a
escuchar mi cuerpo, como el principal guía. Este cuerpo que nos da mensajes día a
día, hagámosle caso o no. Supe que la vida nos trae lecciones, que también se
reflejan en el cuerpo y especialmente en su manifestación de salud o enfermedad.
Finalmente estoy en el proceso de sanar, de ser coherente, de manifestar mi SER, ya
que así logro trabajar en alianza y sincronía con los demás seres y con el planeta.
El Médico Interior ha sido mi propio caminar. Ha sido la vida quien puso frente a mí al
médico interior. Lo conocí al mirar hacia atrás y ver que he sanado y sigo sanando
en mi vida, en mis relaciones, pensamientos y emociones. El cuerpo físico, como
verás más adelante, lo que ha hecho es seguir como sombra fiel el mismo camino. Ví
cómo ayudé a que mi médico interior creciera y se desarrollara al permitirle hacer su
tarea, al permitirle cumplir su deber.
Espero que este libro te permita acceder a tu propio médico interior. Dialogar con él.
Hacerle caso. Poner en práctica sus sugerencias y así al desarrollar y sanar tu
existencia, dar un paso más hacia tu realización.
Serás tu propio arquitecto, siempre reconociendo la interdependencia con el
universo, y mostrando tu gratitud hacia el amor, Dios, la energía suprema o como tus
creencias te muevan a llamarlo.
Encontrarás espacios, líneas, cuadros o páginas enteras en blanco. Te invito a
llenarlos con tus propias palabras. Te invito a ir escribiendo tu propia vida a medida
que avanzas en la lectura y la experiencia, en los ejercicios propuestos y en tu
descubrimiento y asombro interior.
Es al interior, a tu interior, donde te invito en este viaje de constante búsqueda del
equilibrio. Lo harás con tu más íntimo compañero, tu gran maestro: TU Cuerpo. Será
tu guía esa voz misteriosa que brota del interior, de arriba, de abajo, que viene sutil,
disfrazada o directa. Esa voz que llamamos intuición. Tu trabajo será escucharla,
seguirla, sin ambivalencias, sin dudas o con ellas, ya que te dará su más preciado
regalo.
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19. La invitación es a que continúes con tu lectura y al sentir lo que vaya resultando en
tu interior, al sentir tu vida transcurrir en estas páginas, al sentirte a ti mismo, al sentir al
universo, te estarás expandiendo, estarás siendo tú mismo, y alcanzarás tu propia
realización. Habrás sido responsable de tu propia creación.
De aquí en adelante, exploraremos juntos el camino del ser humano en lo espiritual,
en lo corporal, en su vivencia de la salud, la enfermedad y la auto-curación. Su
totalidad y el factor que unifica: El médico interior.
No quiero terminar la introducción sin antes contarte que una vez escrito el libro, se
me hizo caer en cuenta que sus dos partes son la clara representación por un lado
de la razón en la primera sección y por el otro del sentimiento, en los llamados
ejercicios y reflexiones. Unidos en un mismo libro. La primera parte se gestó a partir
del material escrito para seminarios, talleres y conferencias. La segunda fue la
recopilación de escritos producidos a lo largo de 5 años y de una forma tan
espontánea que cada uno no tomó más que unos minutos para estar listo, casi
como si fueran dictados por el corazón universal.
Se aconseja realizar la lectura de este libro, frase a
frase o párrafo a párrafo, con muchas pausas y
profunda reflexión.
Permite que aquello que vas sintiendo al leerlo, sea tu
principal experiencia.
Sigue adelante una vez tu corazón te lo indique y buen viaje.
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21. La vida se reflejaba en lo hondo y profundo del
estanque de ella misma. Salía veloz como rayos de
luz hacia el universo, formando un abanico de
esencias que la impregnaban. La vida era estanque,
profundidad hacia el centro y hacia el espacio, con
multitud de colores y fragancias, era ella, sólo vida.
Indefinible, apasionada vida.
Me senté y sentí que me impregnaba, que me hacía
disolver en ella. No me llamaba, no me invitaba,
simplemente me penetraba. Y al penetrarme su
esencia me transformaba, lenta, paulatina,
constante, sin cejar un minuto.
Y sigo siendo el mismo manojo de moléculas,
partículas y haces que se refleja en el espejo del
estanque, cada mañana y cada anochecer lleno de
gratitud.
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25. Salud
Caminos te brinda la visión espiritual del ser humano en su dimensión mundana,
material. Te permite ver, sentir y actuar lo espiritual en los hechos del día a día. Se te
ofrece como una oportunidad de elegir caminos, independiente de las
circunstancias que los acompañen. Requiere reconocer que en ti habitan fuerzas
opuestas y que tu trabajo es encontrar con cuál aportas amor a la vida.
Cuerpo te ofrece el camino a descubrir tu propio, único e intransferible maestro, tu
cuerpo. Cuerpo de pensamientos, cuerpo de emociones, cuerpo vital, cuerpo físico.
Descubrir los mensajes de cada uno de ellos, observando sus escondites, sus
evasiones, sus triquiñuelas y sus bondades. Descubrir cómo los construyes con tus
decisiones, encontrar el bienestar al reconocerlos y ver en ellos la manifestación de
tu amor.
Espíritu
Conciencia
Mente
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26. Momentos, somos seres espirituales
Viajaba por el camino que conducía de mi apartamento al consultorio. Era un día
soleado, de esos con cielo azul brillante y nubes por doquier. El contraste típico de la
sabana de Bogotá. Sucedió en la parte alta de la montaña. La ciudad se mecía
abajo, flotando amplia, muy amplia, sin que se alcanzara a divisar de extremo a
extremo. De repente, todo se volvió muy, pero muy luminoso, los contornos se
difundieron y entré en una sensación inexplicable. Fue un instante, no duró mucho,
pero ha sido uno de tantos momentos que por segundos se siente algo grandioso.
Fue la común unión con el universo, ni siquiera el planeta. Fue la esencia revelada
de Dios. Aunque no lo supe en ese momento, sólo lo sentí. Lo sentí en cada una de
mis células, lo sentí a profundidad y desapareció tan rápido como llegó, dejando su
huella imborrable.
Son aquellos instantes que como estrellas fugaces llegan, iluminan tu vida y siguen.
Sientes la comunión con el universo y te llevan a vivir una experiencia de armonía y
paz total y plena. Momentos que te impulsan a compartir lo que sientes con otros,
por medio de un abrazo, un gesto, una palabra o simplemente en el silencio. Esos
momentos son los que te muestran la espiritualidad en pleno. Son la vida de verdad,
son la vida pura, sin adjetivos, sin calificativos. Simplemente SON. Y son SANADORES,
más allá de cualquier comprensión.
Suceden donde y cuando menos lo esperas. Especialmente cuando NO los esperas.
Y suceden dentro de lo absolutamente cotidiano de la vida, conduciendo carro, en
la angustia plena o en el acercamiento a un ser que como tú sufre en un momento
dado. Suceden sin estar en retiros, ni con prácticas especiales. Suceden en lo más
común y corriente. La espiritualidad necesita sólo tu conexión y que estés dispuesto
a reconocerla cuando llega. Más aún, siempre esta ahí. Sólo necesita que le abras la
puerta del corazón y la mires de frente.
Una vez suceden, son indelebles, como la buena tinta. Pueden diluirse, no distinguirse
claramente, hasta que otra memoria los renueva en toda su intensidad. Y te
percatas de que la vida ha sido compuesta por esos momentos, por esos momentos
concatenados, uno tras otro. Cada vez más “frecuentes”, cada vez los reconoces
más en tus actos día a día. Al principio parecen separados por años. Luego, son
continuos.
En la medicina ha sido impactante. Simplemente el solo hecho de estar presentes
dos personas, médico y paciente, ambos en busca de ayuda, y abiertos de corazón,
hace que entren en un estado de sincronía para sanar. Sanan los dos al unísono,
paciente y médico. Esto sucede en Medicina y en toda actividad en que los seres
humanos de verdad se busquen el uno al otro. Esto es espiritualidad, el encuentro
con otro ser humano. Cada cual lo busca en su cotidiano quehacer. Y es salud.
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27. Momentos de espiritualidad. Así es la vida. Sólo momentos. Sólo espiritualidad.
Cuando abres tu corazón, los reconoces a diario, ya que así suceden. Suceden
mientras lees estas palabras, o mientras giras tu cabeza y prestas atención a quien te
está llamando, a quien reclama tu atención. Aparecen cuando sueltas tus
pensamientos y te permites sentir a plenitud las sensaciones que te llegan ya sea del
exterior o de tu interior. La clave es Sentir.
¿Recuerdas tus momentos? Haz una pausa. Haz una pausa en tu lectura y recuerda
TUS MOMENTOS, aquellos en que te has encontrado de frente sintiendo la
espiritualidad plena. Esa alegría sin razón, alegría cristalina.
Llega entonces un momento en la vida en el cual te percatas y experimentas en lo
más profundo de tu ser que eres, vives, sientes y te manifiestas como un ser espiritual.
De este momento en adelante tu vida será regida por esta convicción y caminarás
en pos de su realización.
Te presento, querido lector, un conjunto de conceptos y frases, que expresan el
cuerpo central de mis valores y creencias en este camino. Lee cada uno, una o
varias veces, sintiéndolo y comprendiéndolo según tus anhelos.
El ALMA, o el pilar de la elección.
Estamos aquí para manifestar nuestra más alta calidez humana. Los actos que
realizamos, la intención que los impregna y el sentimiento que transmitimos con ellos,
son el legado que hacemos.
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28. Reconocer la responsabilidad absoluta en nuestras elecciones o decisiones y sus
consecuencias, tanto cuando elegimos actuar como cuando nos quedamos
quietos, es permitir que el alma crezca y se manifieste a través de nosotros.
Nuestros actos son espiritualidad. Cada acto requiere primero una idea de el para
poder realizarlo, la idea nos llega primero al intelecto, tenemos un pensamiento
guiado por la intuición o sea por el alma. Luego le añadimos un sentimiento, una
emoción para finalmente decidirnos y actuar. La experiencia así vivida pasa a ser
parte constitutiva de nuestro ser, transforma el alma. La experiencia es a vez
manifestación y crecimiento del alma.
La vida se compone de experiencias sucesivas. Cada minuto decidimos que hacer,
cada instante hay una nueva vivencia. Cada vez el alma se guía y al tiempo se
alimenta.
Dudar es estancamiento espiritual.
Elijo y actúo con amor o dudo y permanezco en el temor.
Evolucionamos espiritualmente cuando escogemos el amor.
Nuestra alma viene a expresar armonía y bienestar.
La Tierra es la escuela del alma, nuestro cuerpo es el maestro.
El amor es la esencia del alma.
Nuestra alma sólo se lleva las intenciones puestas en los actos elegidos.
A QUÉ VENIMOS, o el pilar de la unión.
Venimos a vivir esta vida por nuestra libre escogencia. La escogencia la hace el
alma, no la personalidad o el ego. El país a donde llegamos, los padres que
tenemos, las circunstancias sociales que nos rodean, no son al azar. Están para
mostrarnos el camino de crecimiento que hemos escogido. Llegamos a este camino
con lecciones definidas por aprender y por tanto el ambiente que nos rodea es su
facilitador. Las lecciones son para perfeccionar nuestro ser. La lección por
excelencia es la unidad, la cual ponemos en marcha al manifestar nuestro DON o
talento, ya que éste es como la ficha del rompecabezas que aportamos para la
construcción del amor.
Don que traemos y que nos une con la humanidad y el planeta todo. Siendo el Don,
aquella característica que nos distingue y que los demás buscan en nosotros. Dones
son: la capacidad de escucha, la creatividad en el arte, el ingenio de montar
empresas, la humildad de limpiar una ciudad o conducir un bus, y tantos otros.
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29. Generalmente, si hemos seguido bien la orientación del alma, es lo que nos hace
únicos en nuestro diario quehacer. Al poner en práctica el Don manifestamos nuestro
anhelo de unión.
Buscar en aquello que sucede en el diario vivir las oportunidades de unirnos, de
hacer alianzas, de buscar los puntos en común, es una oportunidad bienaventurada
para nuestro propio bienestar y por extensión, al de la humanidad entera.
Mantenerse en la unidad con la humanidad sabiendo que somos una célula de ella,
y que dependemos de esta unión para nuestra propia existencia, es amar.
Venimos a amar.
Nuestra alma viene a fundirse con la humanidad.
La espiritualidad se halla centrada en el SER, en la unidad.
La meditación-oración-unión a la naturaleza, nos conecta con la divinidad.
Un ser espiritual acepta que todo cuanto ve en los demás es un espejo de sí
mismo y, por tanto, somos una unidad.
Observo aquello que rechazo y sé que eso es la parte de mí que me separa.
Sé que rechazar es el opuesto de amar.
El amor es unión, y la unión con Dios el fin último de la realización.
ASUMO MI VIDA, o el pilar de la responsabilidad.
Asumo mi vida cuando puedo soltar mis expectativas, en ocasiones rígidas y logro
vivir cada momento con lo que trae para hacer de él lo mejor posible. Vivir imbuido
en el momento presente, es ser responsable.
Responsabilidad es asumir la vida con conciencia. Es eliminar la ignorancia de la
culpa. Es obrar para el cuidado de nuestro cuerpo, como templo del alma. Es mirar
las consecuencias de nuestros actos. Es respetar a cada cual en la creación que
haga de su vida.
Asumo mi vida cuando mantengo una permanente actitud de aprendizaje y
cuando aprendo a discernir, esa capacidad de consultar al alma lo que más
conviene para todos y no sólo para mí o los míos.
Asumo mi vida cuando soy capaz de trascender viejos paradigmas, de abrir mis ojos
a nuevas opciones, de lanzarme a nuevas experiencias venciendo temores y
mostrando mis más ocultos rincones.
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30. Asumo mi vida cuando en cualquier momento logro preguntarme ¿qué tengo que
aprender aquí?, ¿de qué manera puedo amar (unirme)?, ¿cómo me hace esto un
mejor ser humano?
Mantengo mi responsabilidad sabiendo que cada acto que elijo para construir
nuestras circunstancias de vida, toca la vida de la humanidad entera a través de
aquella conciencia colectiva que tiene la raza humana.
Somos los creadores de nuestras circunstancias de vida.
Nuestra alma guía la mente y la guía con la intuición.
La mente crea, plasma en el plano físico.
El sentimiento nos hace integrar lo creado por la mente.
Las consecuencias de lo anterior, son nuestra responsabilidad.
Persisto en la conciencia de mis actos, de mi capacidad para elegir y la
unidad o desunión que cree.
Todo confluye, ya que si asumimos nuestra vida con responsabilidad, mantendremos
la atención puesta en el bien común o sea en la unidad. Pondremos nuestro grano
de arena, el Don, a disposición de la humanidad. Con certeza nuestra alma
aprenderá sus lecciones creando así un mundo mejor. En otras palabras habremos
cumplido nuestra misión y partiremos en paz al dejar este mundo.
Los pilares moldean el cuerpo, la personalidad, y son la matriz para nuestro accionar
en la vida.
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31. Los pilares
Estos tres pilares son la base de mi existencia, recuerda encontrar tus propios pilares.
Tus pilares son:
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32. Espiritualidad y salud
Los años de colegio me enseñaron el valor del compañerismo, el respeto por los
profesores y me dieron el deseo de emularlos en su honestidad y coherencia en la
vida. Los años de la facultad me llevaron por el rumbo de la inteligencia humana y,
paradójicamente, despertaron al tiempo la sensibilidad por el dolor de los demás, así
como la indiferencia por el ámbito espiritual. El sentido más trascendente de la
existencia quedó dormido en espera del momento indicado para despertar. Este se
produjo con toda fuerza en los primeros años de ejercicio profesional ya que la voz
del corazón puede dormir pero nada la aplaca para siempre.
En el camino espiritual, el ansia de conocimiento puede llevar al bloqueo de la
sabiduría del corazón.
La medicina se volvió el eje central de mi vida, como lo sigue siendo hoy en día. Es
mi legado espiritual. Ejercerla es mi propio remedio, mi propio proceso de curación.
Mi crecimiento personal se ha dado en total coherencia con el crecimiento en la
medicina. Seguí los dictados del alma.
Paralelamente, el trabajo en centros de rehabilitación me hacia cambiar mi
percepción de la enfermedad como algo curable, a la realidad de la discapacidad
como algo definitivo que implica un proceso de rehacer metas, sueños y propósitos.
La rehabilitación me introdujo en el acompañamiento a la persona, más que en la
prescripción de un tratamiento. Comencé a aprender aquello de construir bienestar,
no de combatir enfermedad. Es lo que actualmente todavía desarrollo. Aprendí y
aprendo a acompañar al ser humano desde el alma y desde la personalidad,
ambas necesarias para enfrentar la realidad cotidiana.
Los caminos en un comienzo paralelos, y al parecer disímiles, la profesión y la
espiritualidad, confluyeron en la unión de la espiritualidad y la salud. Dieron paso a
mi despertar espiritual y el aprendizaje de la salud y la vida. No puede estar aparte el
ser humano en su dimensión espiritual de su dimensión física.
Existe un camino que une las dos dimensiones, dándoles coherencia para el devenir
del ser. El uno tiene que reflejarse en el otro y viceversa. Ese camino lo encontré en
algún momento en que el ejercicio profesional técnico no satisfacía mi ser, en que la
divergencia de los dos aspectos no era tolerable por más tiempo. Sentía un ansia
profunda de integrar la espiritualidad que sentía, con la práctica médica alopática.
Intenté volver a los orígenes de mi profesión como médico general creyendo
encontrar allí la respuesta. La vida no me lo permitió, cerró todas las puertas que
toqué y qué sorpresa, abrió las puertas en que encontré médicos que ya unían la
filosofía de vida con su ejercicio profesional. Encontré entre otros, la homeopatía, las
esencias florales y la sanación, métodos que en su fundamento poseen bases
espirituales y materiales. Por un tiempo nuevamente fueron como dos rutas, no
lograba que la fisiatría y los nuevos conocimientos se integraran. Cuando mi
32
33. capacidad de escucha, mi sensibilidad en la percepción y la atención conciente se
desarrollaron suficientemente, pude con tranquilidad hablar con el paciente tanto
de lo físico como del alma. Uní corazones, corazón físico y corazón espiritual.
Espiritualidad y salud confluyen en el cuerpo. Salud y enfermedad confluyen en el
cuerpo. ¿Cómo es que los hemos separado durante tanto tiempo si la espiritualidad
es el arquitecto y el cuerpo su construcción. Si la enfermedad es el reformador y el
cuerpo lo reformado. Estudiando la construcción o sea el cuerpo, podremos
conocer al arquitecto, el ser espiritual.
Una de las formas como nos es dado hacerlo, es al observar nuestro ser y aprender
de él, es a través de la salud y la enfermedad, como polos complementarios que
son. Salud y enfermedad interactúan. El eje o columna vertebral que sigue, sustenta
la teoría y la práctica. Toma tu tiempo, léelo una y otra vez, figúrate lo que está
dicho en entrelíneas, lo no expresado en palabras, e interioriza. Luego, sigue con el
texto.
EL SER HUMANO POSEE UN PLAN DE VIDA, UN DON Y UNA MISIÓN PARA CUMPLIR.
El ESPÍRITU LO GUÍA CON LECCIONES DE VIDA.
EL CUERPO SE NUTRE CON ESTAS LECCIONES.
CADA ÓRGANO DEL CUERPO TOMA PARA SÍ UNA LECCIÓN, QUE REPRESENTA UNA
ACTITUD DE VIDA
CADA ACTITUD DA UN HÁBITO Y ÉSTE UN PATRÓN DE CONDUCTA
Si Elegimos VIVIR LA ACTITUD EN POSITIVO, el órgano se mantendrá sano
Si Elegimos VIVIR LA ACTITUD EN NEGATIVO, el órgano enfermará.
TOMANDO CONCIENCIA DE LAS ACTITUDES NEGATIVAS QUE REPRESENTAN NUESTROS
ÓRGANOS ENFERMOS, APRENDEMOS A TRANSMUTAR A POSITIVO.
Y ASÍ SANAMOS EL CUERPO, LAS EMOCIONES, LA MENTE.
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34. Existe un plan de vida universal que se refleja en nosotros, así como se reflejan el sol y
la luna en la superficie del mar. En él, no sólo podemos observarlos sino que vemos su
efecto sobre las mareas, el oleaje y la vida que sustenta. El plan de vida que nos
penetra hace su efecto para que cada célula del cuerpo lo refleje con la mayor
nitidez posible.
Es un holograma, cuya imagen permanece entera e intacta en cada pedazo que lo
dividamos. El ser humano es una partícula del universo y como tal refleja la totalidad
de éste.
El plan de vida consiste en el aprendizaje de cualidades coherentes con el amor de
Dios. Cualidades como compasión, bondad, entrega, humildad y tolerancia entre
muchas otras. Dichas cualidades se depositan en los órganos del cuerpo de
acuerdo con la similitud entre la cualidad y la función del órgano a nivel físico. Esto
hace que se refleje en el cuerpo el plan de vida maestro. También, ya que nuestro
cuerpo es lo más cercano e íntimo que tenemos, nos permite, al descifrar el cuerpo,
resonar y conocer el plan universal.
El plan de vida está construido con nuestras intenciones, con el don que escogimos
para aportar y con los hechos que realizamos. El cuerpo es a la vez vehículo del
plan y manifestación del mismo.
Es nuestro libre albedrío elegir si oponemos resistencia o no a la guía que nos llega, o
sea a las cualidades que debemos aprender a expresar en cada acto. Si las
aceptamos y sabemos utilizarlas o si las malgastamos se reflejará en el estado de
salud del cuerpo que se nutre de dicho plan (cualidades), tanto como se nutre del
alimento físico.
La salud es un estado que facilita, mas no es indispensable, para realizar el plan a
través de la entrega de nuestro Don, del que ya hemos hablado. En la enfermedad
también podemos realizar el plan de vida. Mas aun, la enfermedad es parte
coherente en el plan de vida. Es una de las maneras como el espíritu nos guía, para
mostrarnos el camino del plan escogido, cuando nos hemos desviado. Salud y
enfermedad se convierten en directoras de nuestro plan.
Y transcurre nuestra vida pensando que el péndulo, salud - enfermedad nos lleva de
un lado o a otro, cuando quisiéramos estar sólo en un lado, salud. Nos sentimos entre
dos mundos. Nos sentimos espirituales o materiales, buenos o malos, mejores o
peores, ganadores o perdedores, saludables o enfermos. Mientras buscamos
permanecer en un estado, nos perdemos de vivir el otro, sea cual sea. Nos
perdemos su orientación.
Algún día de aquellos en que nos sentimos “inspirados”, sin haberlo pensado nunca y
con una certeza mas allá de toda razón, surge la siguiente pregunta: ¿Cómo me
preparo para recibir y acoger la enfermedad? Todos los asistentes a la charla en que
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35. se planteó esta pregunta quedaron mudos o con los pelos de punta. “Pero si no
queremos enfermar”, “la enfermedad es dolor”, ¿cómo vamos entonces a
prepararnos para recibir la enfermedad como si fuera una fiesta? Fueron algunos de
los comentarios. Queremos quedarnos en un lado del balanceo del péndulo, el del
bienestar, cuando necesariamente por la naturaleza misma del péndulo volverá al
opuesto, el malestar.
Sí, nos preparamos para recibir la enfermedad, ya que la necesitamos para nuestro
crecimiento espiritual. Ya que complementa la salud.
¿Tienes la capacidad de ver en tu cuerpo y en tus estados de salud o enfermedad el
plan de vida reflejado? ¿Eres capaz de ver la salud como algo que se construye, no
como algo que nos es dado o arrebatado? ¿Te has dado cuenta de cuáles de tus
actos conducen a mantenerte saludable y cuáles a enfermar? Si logras contestar
estas preguntas, comenzarás a ver salud y enfermedad como complementarios,
acogerás las dos. Unirás espiritualidad y salud.
Y nos preparamos con el sentir. El sentir nos hace vibrar, es vida. Cuando pasamos
por nuevas experiencias que nos evocan hechos pasados, lo que hace la conexión
es aquello que sentimos tanto física como emocionalmente, luego llegan los
recuerdos. Si los hechos anteriores fueron dolorosos, rechazamos la nueva
experiencia, si fueron placenteros la acogemos. El sentir es la fuerza para acoger o
rechazar.
¿Qué es sino la sensación de dolor de una enfermedad lo que nos lleva a
rechazarla? ¿Qué es sino la sensación de bienestar y placer lo que nos lleva a buscar
repetir lo que los produjo? Las sensaciones son las que nos hacen actuar.
El dolor nos acerca a los demás solicitando su ayuda; la sensación de incapacidad
nos hace ejercitarnos hasta volver a la independencia; la impotencia ante la
enfermedad nos hace tolerantes. ¿Cómo vamos a rechazar la enfermedad que nos
impulsa a obtener logros tan importantes? Vivir plenamente tanto la salud como la
enfermedad nos hace seres completos.
Y es a través del desarrollo de tu don, aquella cualidad que traes innata para servir,
que se cumple esta unidad. Tu don tiene un lado positivo y uno negativo. Tú eliges
con cuál actuar. La enfermedad te recuerda cuándo te desvías en el cumplimiento
de tu responsabilidad, poner al servicio tu don, en positivo.
La responsabilidad es esencial si eliges el camino de la conciencia en tu cuerpo. En
salud y enfermedad es mantener el compromiso en la construcción de nuestro
cuerpo. Es explorar estos dos polos y aprender de su complementariedad. Es lo que
sentimos, lo que nos mueve a persistir en un camino. Estamos orientados, cual
brújula, siempre hacia el amor.
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36. El reto que afrontamos en el ámbito de la salud y la enfermedad es el mismo que en
cualquier otro campo, la coherencia entre:
Sentir Pensar Actuar
Inteligencia emocional Inteligencia racional Inteligencia motriz
Corazón Cerebro Cuerpo
Unión Elección Persistencia
ESPÍRITU MENTE CUERPO
El sentir, la inteligencia emocional y el corazón, o sea, la intuición, guían nuestros
actos que siempre, si seguimos este dictado, acabarán en unidad.
Mediante la inteligencia racional, el cerebro, la razón y el pensamiento,
concretamos en el mundo aquello que la intuición nos dictó. Elegimos cómo hacerlo
una realidad.
La inteligencia motriz, el cuerpo, la acción, materializan los proyectos dictados por la
intuición y concretados por la razón.
Si somos responsables entregamos a la humanidad lo que ella merece. Cumplimos
nuestra misión.
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37. Un alto en el camino, un alto en la lectura
Este gráfico se lee en el sentido de las manecillas del reloj. Percibe su sentido.
Conviértelo en una espiral, para que cada vez que vuelvas a pasar un punto, eleves
tu nivel de comprensión. SIÉNTELO.
SER humano
Desarrolla
Al realizar
Alma
Talento
Misión
A través de
Permite que en muchas partes del libro no te llegue la comprensión, el
entendimiento racional, permite que te llegue únicamente el sentir, con éste será
más que suficiente.
Identifica las emociones constructivas y las destructivas que te va suscitando el
texto, vívelas.
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38. Responsabilidad en el cuidado de la Salud
Somos los administradores de unos recursos que nos fueron entregados para con
ellos cumplir nuestra misión. Esos recursos se llaman Mente y Cuerpo, unidos a través
de las emociones, creados por el espíritu y sustentados por el medio ambiente.
Esos recursos son nuestro sustrato, los elementos, las herramientas, todo en uno. Los
queramos o no, nos gusten o no, es lo único que realmente poseemos. La mente y el
cuerpo. Al mismo tiempo son dinámicos. Cambian día a día. A través de cada
experiencia sus células y moléculas se transforman. Por tanto podemos moldearlos.
Los construimos. He allí nuestra administración, seleccionar con qué los nutrimos. El
alimento en cuanto al tipo de lecturas, conversaciones, relaciones, aquello que
decidimos mirar en el periódico y la televisión, la comida que ingerimos y otros
muchos. ¿A qué nos lleva dicho alimento? ¿Está el alimento acorde a nuestra
misión? Igual que un atleta en preparación para una competencia, que escoge su
alimento para que le provea suficiente energía, fortaleza, flexibilidad, tanto en
mente como en cuerpo, así debemos ser selectivos en nuestra alimentación. (pasa a
la pagina 53 – 54 y cambia la palabra “creativo” por “alimento” y encontraras todos
ellos.
Nuestra responsabilidad es entonces administrarnos a nosotros mismos para tener un
balance entre salud y enfermedad lo más positivo posible.
Asumir la responsabilidad personal en el cuidado de la salud, es una forma de vivir
en pleno la espiritualidad. Superar el temor al bienestar, también lo es. Sí, temor al
bienestar, has leído correctamente.
El bienestar causa temor cuando aunado a él llegan responsabilidades que no
queremos asumir. El bienestar causa temor cuando utilizamos la enfermedad para
poder decir NO o para poner límites, lo que sin ella no haríamos. El bienestar causa
temor si conlleva la posibilidad de que nos rechacen, el malestar es la excusa
perfecta para aislarnos. El bienestar causa temor si la realidad es tan insoportable
que sólo la enfermedad la transforma. Como reprimimos nuestros temores, como no
nos gusta verlos, la única vía que les queda a ellos para mostrarse, es la enfermedad,
perdemos el bienestar.
Algunos ejemplos: mi temor al éxito (bienestar) profesional, fue el temor a perder
espacios de soledad y privacidad; mi temor al éxito material es el temor a no ser
capaz de decir no a una petición económica, cuando considero que no debe
darse.
El temor al bienestar que trae el reconocimiento profesional, puede ser temor a
asumir nuevas responsabilidades; El temor a rebajar de peso, puede ser temor a
sentir carencia o falta de protección; El temor a sanar de dolor corporal
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39. generalizado (fibromialgia) puede ser temor a realizar cambios profundos en el
manejo de las emociones; el temor a una relación constructiva, amorosa, plena,
puede ser el temor a asumir que un día perderemos a esa persona.
Nos sentimos muy frecuentemente más cómodos con la forma como nos
conocemos, así nos haga sufrir, que aprendiendo nuevas formas de relacionarnos
con el cuerpo y con la humanidad. Es nuestra responsabilidad transformar hacia el
bienestar, así al inicio cause temor.
En un principio somos responsables en el cuidado del cuerpo para nuestro propio
bienestar. Sentirnos bien es agradable y esto es uno de los bienes que ansiamos. Sin
embargo, además de lo anterior, desde el punto de vista espiritual, la salud nos
permite utilizar al máximo aquel Don que poseemos. En el momento en que
cuidamos de nosotros mismos no solo para el bienestar personal sino con conciencia
de que al cuidarnos podemos potencializar el Don y servir mas plenamentente,
nuestro cuidado personal se vuelve cuestión de responsabilidad con los demás.
Podemos subir otro escalón al cumplir con nuestras responsabilidades para con los
demás, en el trabajo y en el servicio, cuando tenemos la enfermedad a cuestas,
activa y discapacitante.
La salud es una elección de hábitos
Recuerda, el fin último de la vida no somos nosotros mismos, es el aprendizaje y la
misión que tenemos. Tener conciencia sobre ellos aclara el camino en el cuidado
de la salud.
Repasa el eje de la espiritualidad y la salud. (Página 30). Sentirás que tus elecciones
se convierten en algo material, tus elecciones se transforman en cuerpo físico, por
tanto tu biografía, aquello que has pensado, sentido y actuado en la vida, se
convierte en biología, transforma el cuerpo con el que viniste al mundo.
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40. El cuerpo, mis cuerpos
El CUERPO:
donde la
BIOGRAFÍA
se convierte en
BIOLOGÍA
Cuando consideramos que existe algo más que la materia, cuando consideramos
que el amor tiene diversas manifestaciones, podemos conocer que como seres
humanos tenemos no sólo un cuerpo, no sólo el CUERPO FÍSICO, esta amigable
envoltura que nos transporta, sino que también tenemos otros cuerpos. Cuerpo físico
que se convierte en el depositario por excelencia de aquello que sucede en los otros
cuerpos.
El más cercano, aquel que se pega a nuestra piel y que penetra por canales
milenarios conocidos como los canales de acupuntura, es el CUERPO VITAL. Es el
puente de unión entre nuestro mundo físico, entre nuestras hormonas, nuestros
nervios, cada órgano y cada célula con la energía nutriente. Es el que nos hace
sentir vitales, como su nombre lo indica, o que nos hace sentir pequeñitos, sin ánimo,
en respuesta directa a aquello que sucede en los siguientes dos cuerpos, el
emocional y el mental. Cuerpo vital, sin duda el menos conocido, el más maltratado,
el menos cuidado y el fundamental en el intercambio con la energía creadora.
o Maltratado por las toxinas del medio ambiente
o Desnutrido por la comida contaminada
o Vitalizado por las emociones positivas
o Reconstruido por los pensamientos sublimes
El CUERPO EMOCIONAL, aquel que nos rodea, como si fuera una cascada de agua,
menos densa, más sutil, está compuesto por todas las emociones que tenemos
durante el día y durante nuestra vida. Es aquel que entra en contacto, antes que
nuestra piel, con otro ser humano y con el que percibimos “esta persona nos gusta”,
“esta persona no me cae muy bien”. Es aquel que nos advierte y señala la empatía,
aquello que decimos la química, que nos atrae o repele.
Lo alimentamos constantemente en las relaciones con amigos, parientes, la esposa
los hijos, la gente que pasa a nuestro lado. Lo alimentamos cada vez que
identificamos una emoción, la ternura, el agrado, la indiferencia, el odio. Y así como
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41. el cuerpo físico se construye a partir de los alimentos físicos, nuestro cuerpo
emocional se construye a partir de las emociones que vivimos y que anidan en
nuestro ser. Es el cuerpo de las relaciones.
Es el cuerpo de los deseos, apetitos sensuales, anhelos, estados de ánimo,
sentimientos, codicias y temores.
Es por tanto el que matiza (le da color, forma, textura, etc.) al mental, para
expresarlo ( que tome forma) en el físico.
Deposita su legado en el cuerpo físico, flexibilizándolo o volviéndolo rígido.
Otorga bienestar o malestar al depositar las emociones en los órganos físicos.
Podemos hablar también de nuestro CUERPO MENTAL, que al igual que el emocional
nos rodea como una capa más. Está situado más externamente, todavía más sutil,
como una nube en ocasiones suave, en ocasiones densa. Suave con pensamientos
armoniosos, densa con pensamientos pesados. Los pensamientos tienen forma, la
forma de aquello que representan, de aquello que finalmente creamos en la vida
material. Los pensamientos son formas concretas y por serlo son un cuerpo, no los
vemos pero lo sentimos, los tenemos navegando en torno a nosotros, para algún día
manifestarse. Podríamos decir que son nuestros sueños más íntimos. Es aquello que
construimos cada vez que pensamos “mi jefe es muy buena persona”, “mi esposa es
muy buena mamá”, “mi compañero es envidioso”, “mi casa es agradable u
horrible”. Cada uno de estos y todos los pensamientos que tenemos crean una
realidad. Y esa realidad será más fuerte, cuanto más repitamos el pensamiento.
La mente es como la luz normal, dispersa, requiere la meditación o alguna otra
práctica espiritual para ser como la luz láser, coherente, armónica. Para dejarse
guiar por el amor.
El cuerpo mental es el yo, el ego. La personalidad.
Toma decisiones basado en experiencias previas de amor o temor.
En éste residen las “formas pensamiento”, nuestros patrones mentales,
creencias, valores, etc.
Es el cuerpo de las ideas y los conceptos abstractos.
Se ocupa de la esencia, tanto como de los detalles de los asuntos cotidianos.
Dirigiéndolo está la energía Divina que lo hace mediante la intuición.
Hagamos un paralelo entre el agua y los cuerpos; el agua en su estado sólido, el
hielo, sería el cuerpo físico; el agua en su estado líquido, sería el cuerpo emocional;
el agua en su estado de vapor sería el cuerpo mental. El cuerpo vital es la energía
que cohesiona las moléculas del agua. Todos son agua, H2O, pero la densidad hace
que nos parezcan diferentes teniendo la misma esencia. Así somos los seres
humanos, una misma esencia manifestada en mente, emociones y cuerpo. Inmersos
en un espíritu y sostenidos por el medio ambiente, el planeta.
Si equilibramos cuerpo mental y cuerpo emocional otorgándoles igual relevancia y
espacio en la vida, con seguridad el cuerpo vital podrá nutrir mejor al cuerpo físico y
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42. por tanto el bienestar será mas duradero o mayor la capacidad de enfrentar el
malestar.
El CUERPO ESPIRITUAL: Sustento de los anteriores entre sí y puente de unión con el
universo. El sólo hecho de reconocerlo en la conciencia, es suficiente. Hablar de él
está mas allá de nuestros limites. Es incomprensible, solo es posible percibirlo en
momentos esenciales.
Es así como existe una conexión completa y permanente entre los cuerpos físico,
vital, emocional, mental, y espiritual explicable dentro del contexto del universo y el
amor. Se retro-alimentan entre sí, se influyen mutuamente en doble vía. Esto nos
brinda la oportunidad de poder conocer que lo que se manifiesta en nuestro cuerpo
físico viene de aquello que hemos pensado y sentido y viceversa. También nos
hace, por tanto, responsables de nuestra situación de vida y del estado de salud y
enfermedad.
Si hacemos ejercicio, produciremos endorfinas, que nos dan la sensación de
bienestar y despejan la mente para poder pensar con claridad.
Si tenemos una emoción, como por ejemplo la sensación de estar con toda la
carga del trabajo, de sentir que somos los responsables por lo que sucede en
la empresa, podremos tener espasmos musculares en los hombros y en la
nuca, al tiempo que la mente empieza como un disco rayado a dar vueltas
para encontrar la solución a todos los problemas.
Si la emoción es de júbilo, de alegría, el cuerpo se tornará liviano.
Si tenemos un problema no resuelto, como no poder pagar una deuda, esto
se convierte en un pensamiento de esos que no dejan dormir, continuo, que
invade cuando estamos comiendo o conversando, que se vuelve habitante
continuo mientras no tomemos decisiones; así nuestras emociones se ven
alteradas, nos deprimimos, hasta llegar al físico, donde de tanto pensar
podremos desarrollar un dolor de cabeza.
Si tomamos decisiones sentiremos un gran alivio y nuestro cuerpo se relajará.
Construyo mis cuerpos
Has oído decir “somos el arquitecto de nuestro propio destino”. Eso somos,
literalmente.
Exploremos la construcción de nuestros cuerpos, en el presente.
El alma es una semilla, un potencial presto a desarrollarse. El alma está lista a ponerse
de manifiesto, a mostrarse a través de aquello que somos capaces de percibir, la
mente, las emociones y el cuerpo físico. El alma es el arquitecto que guía la
construcción del cuerpo, de los cuerpos. El canal directo de comunicación del alma
hacia nuestros cuerpos se llama la intuición. A través de ella el alma envía sus
42
43. mensajes, nos guía. Los receptores son el corazón, la mente y los cinco sentidos.
Percibimos la intuición como una sensación interna, indefinida, también llega como
una idea, un pensamiento y con frecuencia como un sentimiento. Si la mente en ese
instante está ocupada viviendo en los recuerdos o soñando con el futuro, perderá el
mensaje. Si, por el contrario, se encuentra imbuida en el presente, despejada, clara,
capta el mensaje. La mente entonces lo procesa y toma la decisión, planea y pone
en ejecución el plan de acción. Tiene el libre albedrío de seguir los dictados del
alma o de rebelarse, poner obstáculos y actuar contrario a la intuición. En el primer
caso actuamos con conciencia, en el segundo perdemos la oportunidad de
crecimiento dictada por el alma.
Veamos un ejemplo. Estamos inmersos en el trabajo, llevamos ya un tiempo largo en
él, sentimos al cuerpo inquieto, comienza a doler, a pedir descanso, nos movemos, el
dolor pasa momentáneamente y luego llega con más fuerza (el dolor en este caso
es la forma como el alma, a través del cuerpo, nos llama la atención). El mensaje en
la mente crece, se intensifica “es hora de relajarme”. La mente toma una decisión.
Para el trabajo, nos levantamos, hacemos una pausa, algo de ejercicio relajante,
tomamos una fruta. Hemos reducido la tensión, nos hemos amado. La otra opción es
que la mente nos urge, “no hay tiempo para el ejercicio, debemos entregar el
trabajo”, si no vendrán consecuencias que no queremos, sensación de
irresponsabilidad, temor a fallar, sanciones, pérdidas, llamados de atención.
Continuamos, el cuerpo se adormece y terminamos el trabajo. Luego todo estalla,
nos enfermamos, hemos construido malestar, el cuerpo rebasó sus límites. Será hora
de hacer caso y para sanar, realizar las mismas actividades que nos pedía el cuerpo,
con mayor tiempo y dedicación, seguramente.
Mientras tanto las emociones han jugado con nosotros todo el tiempo, pasando del
desespero del dolor corporal al placer del ejercicio o a la frustración del deseo
truncado de poder hacer un alto. Y estas emociones se fijan en el cuerpo, lo tiñen
de color opaco o brillante, de flexibilidad o de rigidez. Hemos construido el cuerpo.
La gente y la naturaleza a nuestro derredor lo perciben, se impregnan de lo mismo,
placer o dolor, amor o temor.
El medio ambiente nos ha proporcionado los medios para uno u otro acto. Nos dio la
ropa y el campo para el ejercicio, o el sitio de trabajo con sus instrumentos. Nosotros
le agradecemos o lo culpamos, según nuestro sentir.
He decidido sobre cada uno de mis cuerpos: Mental, Emocional, Físico. He seguido o
no la guía del alma y el medio ambiente me ha proporcionado tanto lo que
necesité, como ha recibido aquello que produje, malestar o bienestar. Es en esta
forma que construyo mis cuerpos, con la elección de parar o seguir, de hacer una
cosa u otra, expresar o reprimir. Si los construyo livianos, así serán. Si los construyo
pesados, así permanecerán. Recuerda: Todo se deposita en el cuerpo,
pensamientos, sentimientos, emociones.
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44. La construcción por tanto se realiza en cinco ambientes básicos. Son cinco aspectos
que cada día, concientes o no, trabajamos en ellos. En los cuadros encontraras la
matriz base de la propuesta del libro. La conciencia de los 5 aspectos a trabajar en
pos del bienestar, de la curación y de la responsabilidad que cada cual tiene
consigo mismo.
Cuerpo Su función
ESPÍRITUAL Guía
MENTAL Planea y decide
EMOCIONAL Matiza
FÍSICO Manifiesta y actúa
AMBIENTAL Provee los recursos
He aquí el cuadro convertido en un ejemplo práctico.
Espíritu Guía Dice: El cuerpo requiere frutas y verduras
Existen dos caminos a seguir
Mente Decide Acepto la guía No la acepto
Lo rechazo con ansiedad,
Escojo con agrado mi
Matiza rabia u otra emoción
régimen alimenticio
Emoción negativa
Asimilo los alimentos y
Manifiesta Los rechazo y enfermo
Físico obtengo salud
Suministra lo elegido y no es responsable de su efecto
Provee
Ambiente
Si deseas, día a día reflexiona cómo vas en tu camino en cada aspecto.
A manera de “cómo” llevar a la práctica lo anterior, te pongo otro ejemplo en la
construcción del cuerpo:
Primer paso: deseas un abrazo de alguien determinado, piensas en él y
mágicamente tu cuerpo se pone liviano o pesado. ¿Lo has notado? Sí, si estás
conectado con tu intuición. Es el alma comunicándote si resultará benéfico o no.
Segundo paso: tu mente decide abrazar dicha persona.
Tercer paso: tus emociones te muestran de inmediato con sensación de satisfacción
que vas a suplir una necesidad emocional o te entra el sentimiento de desasosiego
cuando no lo necesitaras. De todas maneras das el abrazo.
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45. Cuarto paso: El abrazo es correspondido y tu cuerpo se vuelve liviano, el abrazo es lo
que necesitabas y crecerás en salud. Si es lo contrario, no se te lo corresponde, tu
cuerpo se volverá pesado y seguramente lo manifestara en un malestar físico.
Quinto paso, agradeces a la persona que te lo proporcionó o le echas la culpa de
cómo te sentiste. ¿Quién eligió?
Y así puedes encontrar otros ejemplos, como cuando tu cuerpo te avisa que es hora
de no seguir con la actividad en que te encuentras; de parar o continuar el
ejercicio; de reposar o trabajar; de dar un abrazo o tomar distancia; de hablar o
callar; de mostrar tus dones u observar los de alguien más.
Revisa con qué frecuencia eres coherente entre lo que tu cuerpo te avisa y aquello
que finalmente haces.
LA CLAVE para la construcción de los cuerpos es estar atento con el SENTIR.
Sentir el cuerpo físico, sentir las emociones, sentir los pensamientos. Sentir es estar
atento al momento presente. Los cambios que ocurren en el cuerpo con cada
comportamiento, actuación; con cada rumbo, hábito, práctica; con cada cualidad
puesta en marcha, se reflejan inmediatamente en sensaciones de bienestar o
malestar. Somos capaces de identificarlas si prestamos atención a los sutiles cambios
que suceden en el estado de ánimo, en la postura, en las funciones fisiológicas, en
nuestra capacidad de desempeño y, muy importante, en lo que otras personas nos
dicen, cuestionan o preguntan.
El sentir nos ayuda a tomar decisiones acertadas para la alimentación del cuerpo en
los ámbitos ya mencionados. Nos libera de la prisión de la mente educada en
patrones de conducta impuestos por la norma social y rescata la sabiduría
individual. Esta sabiduría está en conexión con la universal.
Una corta disertación sobre lo masculino y lo femenino en la construcción del
cuerpo, más a manera de ejercicio que de teoría.
Son estas fuerzas complementarias las que se requiere utilizar en sincronía y equilibrio.
Para construirse, el cuerpo realiza acciones que están regidas por ellas. Cada ser
humano, independiente de su género, hombre o mujer, posee en su interior
características de ambos polos, lo masculino y lo femenino. El cuerpo las manifiesta
en una sola unidad, el cuerpo mismo. El conocimiento de las características que
poseemos y las acciones que realicemos con intención de unificar, proveen el
equilibrio y la armonía que buscamos.
Parte del camino es la aceptación y desarrollo de nuestras características
personales, Masculinas y Femeninas.
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46. Te invito a explorar en qué circunstancias de tu vida actúas en mayor grado con una
u otra. Como dije, independiente de que seas hombre o mujer. Yo personalmente
actúo más masculino en mi profesión y más femenino en sociedad.
Explora el siguiente cuadro, complétalo y finalmente descubre qué prima en tu vida.
Masculino Femenino Masculino Femenino
Fuerza Arte Pujanza Ternura
Lógica Abandono Nobleza Pureza
Racionalidad Decisión Grandeza Delicadeza
Autonomía Creatividad Valentía Belleza
Perseverancia Intuición Justicia Dulzura
Coraje Armonía Voluntad Encanto
Otra más, de las múltiples decisiones de vida para construir el cuerpo, es querer
desarrollar una característica en especial.
¿Cuál escoges? __________________________________________________________
¿Qué intención tienes al escogerla? ___________________________________________
¿Qué te aporta en tu camino hacia la unidad de lo espiritual y lo material?
________________________________________________________________________
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47. He aquí otro gráfico integrador.
AREAS DE VIDA
ESPIRITUAL
DESARROLLA
ORIENTA
BIENESTAR,
FÍSICO MENTAL
SALUD,
PLAN VIDA PERSONAL
IMPULSA
ACTÚA
EMOCIONAL
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48. El lenguaje del cuerpo
La vida se refleja en el hogar más íntimo, nuestro cuerpo. El
cuerpo nos habla constantemente. Nos pide, demanda,
aconseja y deja que hagamos. Nos apoya y lleva a través de la
existencia. Nos soporta en el sentido más amplio de la palabra.
Es un vehículo con gran inteligencia física, emocional, mental y
espiritual. Dejémonos llevar por él. Que sea nuestra primera y
más íntima guía.
Conocer nuestro cuerpo y sus señales nos lleva a saber
nuestras fortalezas, limitaciones y debilidades. Con formato: Fuente: Cursiva
Hasta ahora en el libro hemos transitado por la ruta que nos conduce desde la
espiritualidad hasta el cuerpo, con la salud como legado de nuestras decisiones
responsables. Es hora de aprender a descifrar sus mensajes y la herramienta principal
es la observación.
La observación, principio básico de la ciencia y la espiritualidad, deja enseñanzas
indispensables para el quehacer humano. La observación en la ciencia ha permitido
hallar los medicamentos, encontrar las causas de las enfermedades, señalar los
principios de control de epidemias y, gran demás descubrimientos médicos. La
observación en la espiritualidad es la única herramienta real que permite entrar en
contacto con nuestro ser interior. No están entonces tan separadas la ciencia de la
espiritualidad.
Es la observación la que ha permitido interpretar el lenguaje del cuerpo. Es la
observación de nosotros mismos la que permitirá entrar en diálogo constante con el
cuerpo. La observación potencia la sensibilidad, el sentir y por tanto permanecer en
el momento presente, en el aquí y ahora. Lo que se ha descubierto es que cada
órgano o sistema del cuerpo humano representa una actitud, sentimiento, emoción,
valor o creencia con la que actuamos en nuestra vida. Como ya se expuso, la
función del órgano está en sincronía con ellas.
Aprendemos por observación a interpretar y descubrir, a partir de un órgano
enfermo, la actitud o patrón mental que predispuso a su mal funcionamiento.
Implica la observación, llevar un registro cuidadoso de las relaciones existentes entre
síntomas físicos, enfermedades y por ende los órganos involucrados, con las
circunstancias de vida que rodearon su aparición. Al observar un patrón continuo en
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49. la relación, sabemos por ejemplo, que la rabia puede transformarse en cálculos, la
indecisión en dolor de cabeza, la agresividad consigo mismo en gastritis o la
incapacidad de cambiar una situación vital en un accidente. Tenemos un mapa
posible. Se revela entonces, el lenguaje del cuerpo.
He aquí un condensado de lo que han recogido los libros.
Sistema u órgano Representa:
Sistema respiratorio, Libertad. Respeto a la vida. Amabilidad. Tolerancia. Con
pulmones, bronquios. ellos literalmente inhalamos y exhalamos la vida.
Sistema circulatorio, Los afectos positivos y negativos que fluyen como en un río.
arterias, venas. Soy sincero conmigo y con los demás.
Sentimientos: simpatía, amor, sensibilidad, tacto, perdón,
Corazón
gratitud.
Si el sistema digestivo ingiere alimentos y los procesa,
Sistema digestivo, boca,
representa la forma como nosotros ingerimos, asimilamos y
estómago, intestinos
desechamos las ideas y los conceptos nuevos y viejos en
delgado y grueso.
nuestra vida.
Aparato renal La convivencia, sobretodo en pareja.
Los principios Masculino y Femenino. Sentirnos bien, como
Aparato genital
hombre o como mujer, al expresar nuestra sexualidad.
Sistema inmunológico Es la identidad. Rechazo o amo mi propio ser.
Osteo-articular Soporte, adherencia, protección, flexibilidad y entereza.
Contacto, protección, barrera o cercanía que ponemos
Piel
ante los demás y el mundo.
La capacidad de Visión y Escucha, exterior y especialmente
Órganos sentidos
interior.
Sistema nervioso Integrador de la totalidad.
Es aquel que convierte las emociones en acción, convierte
Sistema muscular
nuestras decisiones en movimiento.
Existe una correlación muy directa y con frecuencia pasmosamente literal, entre la
función fisiológica de nuestros sistemas, aparatos, órganos y el funcionamiento
mental, emocional, de nosotros como seres humanos. Esto quiere decir que las
emociones y pensamientos tienen, en general, no en absoluto, una ruta diseñada en
el cuerpo físico para manifestarse.
Son los pensamientos y sentimientos que nos ocupan con mayor frecuencia y en
especial de aquellos que no hemos soltado, los que se depositan en el cuerpo. Al
revisarlos sabrás de qué está compuesto tu cuerpo.
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50. Otras visiones sobre el lenguaje del cuerpo las tomamos de las siguientes definiciones
durante el transcurso de un taller sobre el tema. Los participantes anotaron
literalmente luego de plantearles la pregunta ¿Qué es el lenguaje del cuerpo?:
Manifestación física del amor de Dios.
Expresión sin palabras de lo que se siente y se piensa.
Expresión 96% de cosas que no se pueden poner en palabras.
Expresión física, en la enfermedad, de las emociones o sentimientos.
Forma de comunicación auténtica.
Expresión de llamado de atención, manifiesta conformidad o inconformidad.
Oír los sonidos del cuerpo.
Voz interna que se refleja en movimientos.
Puede decir algo diferente a lo que se piensa, es más auténtico.
Lleva nuestra historia, pasado, presente y herencia, reflejo de nuestra vida
para la interacción.
Nos demanda lo que necesitamos.
El lenguaje del cuerpo es en este enfoque el método para develar los significados
ocultos en la vida, a partir de nuestro más próximo e íntimo compañero, el cuerpo.
Apreciamos una oportunidad para conocer las lecciones que estamos aprendiendo
en la vida, cuando con humildad y corazón abierto escuchamos con atención. De
aquí sólo queda pasar a la acción, que es la única liberadora.
Métodos de Lectura Corporal
No puede quedar el lenguaje del cuerpo reducido a aquello que encontramos en
los libros, ni lo que nos digan los demás que perciben en nosotros, ni en la similitud
con lo que le ha pasado al amigo o familiar. Es un trabajo personal e indelegable,
aprender a escucharse a si mismo.
He insistido con vehemencia en el uso de la intuición. Dejar de lado la mente con sus
“yo creo...; yo pienso....; yo considero...; analizo que....; pero....” y priorizar el “yo
siento....” es el primer paso para hacer una adecuada lectura del cuerpo.
Observa al leer el párrafo anterior cómo la mente posee múltiples formas de iniciar su
diálogo, la intuición sólo una, “Siento”.
Observar y sentir son los elementos esenciales para la lectura, diría que SON la
lectura misma. Aquí no existe teoría, únicamente la práctica sirve. Por tanto los
métodos que encontrarás en el siguiente cuadro y aquel que tú concibas, sólo sirven
al ejecutarlos, al persistir en hacerlos, al elegir el más apropiado para cada persona
y situación.
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51. Llegan entonces los métodos de lectura corporal. Aquellos que nos llevan a
compenetrarnos con nuestro cuerpo. Los que permiten escucharlo como se escucha
la voz de la naturaleza.
Leer el cuerpo es estar atento a sus sensaciones.
Leer el cuerpo es estar atento a las emociones que nos produce.
Leer el cuerpo es estar atento a sus reacciones con los cambios de pensamientos.
SÓLO cada cual es capaz de saber en su corazón qué se aplica a sí mismo.
Leer el cuerpo es leer nuestra vida escrita y grabada en él. ¿Escrita por quién? Por
nosotros mismos, grabada por las emociones que hemos tenido. O sea que leemos el
libro que hemos escrito sin saber que lo hacíamos.
En el recuadro encontrarás algunos métodos de lectura corporal. Persisto en invitarte
a descubrir los tuyos propios e innatos.
Método Resultado
Mirarse a los ojos, dos personas, fijo, Es entregarse. Es sentirse uno, con el otro. Es
en silencio. O mirarse a los propios quitar barreras. Es acoger, compartir,
ojos en un espejo. reconocer y despertar la empatía.
Sentir la energía del cuerpo, cómo Resolver dudas, para luego pasar a la
varía al pensar en un problema y acción.
dejar que nos lleguen las soluciones.
Postura, observa tus manos qué Es mirar nuestros verdaderos sentimientos,
hacen, tus pies a dónde se dirigen, los deseos ocultos, cada instante de la vida.
tus ojos cómo miran, tu tronco qué
postura adopta, tu voz qué expresa.
Intuición. Entra en el silencio para tener certezas.
Libros. Escoger uno de tantos libros Consultar lo que la sabiduría popular ha
en los que se interpretan los dicho nos lleva no sólo a descubrir y
significados del cuerpo y las asombrarnos con ella, sino a identificarnos
enfermedades. con la humanidad en nuestras alegrías y
pesares.
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52. La lectura corporal es para aplicarla a nosotros mismos con el fin de ayudarnos en
las decisiones que tenemos que hacer.
Escucha tu cuerpo, ¿cómo te habla?
El cuerpo te habla: Siente su energía
Siente si es liviano o pesado
Siente si está alegre o triste
Siente si está flexible o rígido
Siente si hay paz o temor
Siente si hay ausencia de dolor o hay dolor físico
Cuando sientas en tu cuerpo, con claridad, la diferencia entre bienestar y malestar
puedes hacer lo que sigue:
SIENTE cómo se pone el cuerpo al ingerir determinado alimento, al tener ciertos
pensamientos, al vivir alguna emoción, al tomar medicamentos, al estar con una
persona o en determinada situación, SIÉNTELO, en cada acto de tu vida.
¿QUÉ SUCEDE?
Si la sensación es de bienestar, lo que pasó es por tu bien y el de la humanidad.
Si la sensación es de malestar, lo que sucedió NO es por tu bien ni el de los demás.
¿QUÉ ESCOGES?, la próxima vez que enfrentes la persona, la situación, el
pensamiento, la emoción, el alimento o el acto que estés haciendo.
¿ESCOGES el que te da bienestar, o por alguna razón, todavía el que te da
malestar?
Toma conciencia y trabaja hacia el bienestar. Eso es amar.
Creatividad y salud
El bienestar requiere ser creativo para mantenerlo. El malestar nos impele a ser
creativos para volver al estado de bienestar.
Creatividad es aquella capacidad que tiene todo ser humano de realizar los actos
de la vida en forma diferente a la habitual, si las circunstancias lo exigen. Es el
desarrollo de nuevas aptitudes, habilidades, comportamientos con el fin de
acercarnos a los hechos tal como la vida nos los presenta y no como deseariamos
que fueran, en contra de los dictados de ella misma.
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53. Soy creativo en mi salud, cuando al realizar ejercicio pongo cuidado a cuando
requiero fortalecer, cuando estirar, cuando relajar y no siguiendo la misma rutina por
años de años. Admito e incorporo formas alternativas de ejercicios que equilibren el
balance entre la fuerza y la flexibilidad, la tonificacion y la relajacion. Por ejemplo
practico ciclismo y tai-chi o aerobicos y yoga. Utilizo tecnicas acordes a mis dos
hemisferios cerebrales.
Soy creativo en mi salud, cuando en el trabajo soy capaz de escuchar y no solo
hablar; acato ordenes al tiempo que soy propositivo; mantengo firmes mis
convicciones mientras que aprendo lo positivo de aquellas antagonicas.
Soy creativo en mis relaciones y mantengo una buena salud emocional, cuando
asumo que el mundo es un excelente espejo para cada cual. La alegria o la rabia
que veo en el otro le pertenecen a él, así quiera pasrmelas haciendo sentir que las
tiene por mis comportamientos. ASI MISMO mis propias emociones positivas y
negativas me pertenecen y NO son creadas por lo que los demás “me hacen”, sino
por el amor o el temor que haya sembrado a lo largo de mi vida. Busco en mi interior
la causa de mis emociones destructivas y no hago responsable de ellas a los que me
rodean o a las circunstancias.
Soy creativo en la alimentación cuando, sigo los dictados de mi cuerpo en cuanto a
cantidad, tipo y calidad de aquello que ingiero. No sigo una dieta dictada por quien
no conoce mi cuerpo, o por creencias sociales, religiosas, filosoficas o cientificas.
Experimento por mi mismo la utilidad que me proporcionan los alimentos, con la
sensacion de bienestar o malestar que tengo una vez los he tomado. Mejor aun,
consulto al cuerpo antes de tomarlos, sintiendo su energía.
Rescatar la creatividad es unir corazon y mente.
Ser creativo proporciona el mejor alimento en la construccion de loss cuerpos y
rescata la sabiduria del lenguaje corporal.
Ser creativo en las relaciones: ALIMENTO EMOCIONAL
Ser creativo con el entorno: ALIMENTO AMBIENTE
Ser creativo con la salud física: ALIMENTO CUERPO
Ser creativo en el talento: ALIMENTO MENTAL
Ser creativo en el servicio: ALIMENTO ESPIRITUAL
Que agradable es ser creativo con mi AMBIENTE (personal, casa, oficina):
Vistiendo con ropas que me dan placer y comodidad. Iluminando, dando color y
sonido a mi hogar el cual procuro que sea agradable. Aireando mi sitio de trabajo,
nutriéndolo con olores agradables. Con la naturaleza, saliendo a ella y
protegiéndola. Personalizando, mi ambiente físico de trabajo y hogar con objetos
que tienen mi sello personal.
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54. Que bienestar me procura ser creativo con mi cuerpo:
Respirando con el abdomen, pausado. Ingiriendo mis alimentos pausado, atento,
saboreando. Digiriendo, con tiempo, en reposo. Eliminando con facilidad.
Exploración, al hacer Ejercicio y al explorar nuevos entornos.
Que alegría siento al expresar creativamente mis EMOCIONES:
Rodeándome de belleza. Siendo ingenioso con mi pareja, hijos y compañeros.
Teniendo confianza al estar seguro de mis decisiones y actos. Perteneciendo a un
grupo con un interés común. A través de la esperanza teniendo fe en el porvenir. Al
expresar afecto con facilidad lo recibo de los demás y de mi mismo.
Que paz obtengo al desarrollar la creatividad MENTAL
Actuando con la verdad, lo cual es el pensar, sentir y actuar coherente. Con la
individualidad, siento que soy yo mismo, sin pensar en “el que dirán” Con el Respeto,
no deseo cambiar al otro. Con seguridad, siendo firme en mis actos. Con Integridad,
soy honrado, cumplo mis promesas. Sabiendo que Dirigir, es ayudar con el
consentimiento del otro. Con Razón de Ser, SOY orgulloso de mí, tengo entusiasmo.
Que Sensación de Unidad y realización obtengo permitirle a mi ESPIRITU
manifestar su creatividad:
Filosófico – religioso, poseo y realizo una búsqueda espiritual. Meditación – oración,
hago actos que me conecten con la divinidad. Servicio, veo en los todos los seres
humanos mis compañeros de existencia a los cuales deseo aliviar su sufrimiento.
La creatividad ha sido la madre por excelencia de todos los adelantos en la
medicina con sus muy variados metodos de curar y sanar. La creatividad permitió el
descubrimiento de la acupuntura hace milenios y de los antibioticos hace unos
cientos de años. La creatividad es la herramienta de los cientificos en el desarrollo
de todas las innovaciones que facilitan el manejo de la enfermedad, y de los
médicos en ejercicio de su profesión como arte para acompañar al paciente en su
camino de sanar.
Adelantandome algo a la proxima sección del libro, la enfermedad nos impone la
necesidad de ser creativos o sea de adaptarnos a realizar nuestras actividades de
un forma novedosa, cuando nos restringe a traves del dolor o de la incomodidad
que nos trae, el continuar actuando en forma habitual.
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55. Síntesis
Salud
La espiritualidad lo es todo en la vida. Como seres espirituales que somos venimos a
cumplir una misión, a aportar un don. Concomitante con estos viene el trabajo
personal, las lecciones que debemos aprender para evolucionar en el amor. Se nos
han entregado un cuerpo y una mente para llevar a cabo la tarea. El cuerpo,
nuestro vehículo, lo construimos a partir de los pensamientos y sentimientos, por tanto
es un fiel reflejo de ellos, así como de las lecciones que estamos aprendiendo. Con
sólo observar el cuerpo podemos reconocer aquellos pensamientos y emociones de
amor y aquellos de temor que construyen nuestra vida. Escuchamos y leemos el
cuerpo, así éste se convierte en el mejor guía y aliado a la hora de tomar decisiones.
Sólo experimentando, actuando, logramos hacer el camino. Día a día asumimos
creativamente la transformacion de nuestro Ser, en beneficio propio y en el de la
humanidad.
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56. Enfermedad
Voces amoroso llamado a escuchar los mensajes que tu cuerpo trae a través de tus estados
de salud y enfermedad. En especial a acoger esa compañera a quien poco atendemos y
mucho rechazamos, la enfermedad, para que te revele su mensaje de amor, oculto, pero
veraz. Mensaje de observación silenciosa que revela tus actitudes con el fin de elegir
aprender de ellas en pos de tu crecimiento, construcción y transformación en un ser integral.
Corazón te entrega los medios, las herramientas y los útiles que puedes aplicar, vivir,
experimentar en el camino de mantener la salud, de curar, sanar y amar tu vida. Te propone
construir, integrar y experimentar la sensación de la unificación del espíritu con los cuerpos y
tu ambiente.
SALUD
ENFERMEDAD
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57. BIENESTAR
A raíz de mi trabajo con personas con discapacidad y enfermedades “incurables”,
llegó el conocimiento de que, más allá de la curación de una dolencia pasajera o
de una enfermedad crónica, las personas buscan y obtienen BIENESTAR. Bienestar
que se consigue aun dentro de la enfermedad o la discapacidad.
El bienestar es una sensación del Ser, Ser cuyo cuerpo puede tener o no una
enfermedad. Una revelación que permite trascender la necesidad imperiosa de
curar. Todo médico considera que curar la enfermedad es su deber, y que con ello
restablece el estado de salud, cuando lo que realmente logra es devolver el
bienestar, así sea en forma temporal. Ya reaparecerá una sensación de malestar,
ligado a una enfermedad con sus síntomas presentes.
Entonces, ¿qué es lo que buscamos?, ¿realmente buscamos salud? No, buscamos
BIENESTAR. El ser humano no puede buscar salud, la salud es un estado natural y se
produce espontáneamente tanto en el cuerpo, como en la mente. Es la expresión
del amor en la vida. La enfermedad es igualmente un estado que se da
naturalmente, llega en aquellos momentos que requerimos de ella como una de las
formas en que el amor se presenta firme e insondable.
Realmente lo que hacemos es balancear estos dos estados, salud – enfermedad, en
busca constante del tan anhelado bienestar. Esa sensación que se da como
resultado de nuestra expresión como seres espirituales. Se produce cuando
actuamos con alegría y amor desde nuestro interior, cuando el gozo y la
espontaneidad son el motor de nuestro quehacer. Se convierte el bienestar en un
estado precioso.
¿Has sentido alguna vez que en medio de un dolor de espalda o cualquier otra
dolencia te llegan momentos que se llenan de bienestar, de ánimo, y logras llevar a
cabo tus actividades a buen término, así luego te reaparezca la dolencia previa?
¿Tienes algún conocido con una enfermedad crónica y que va por la vida haciendo
su labor, “a pesar de ella”, como si nada? Eso es el bienestar en medio de la
enfermedad, con la salud de fondo.
Recuerda que cuando tienes gripa, una enfermedad sencilla, aquello que logras
con la medicacion, no es la erradicacion del virus o sea de la enfermedad, logras
controlar los sintomas para sentirte bien, mientras en el fondo la enfermedad cura
espontaneamente en su ciclo natural.
¿Qué pasa con la diabetes o la tensión alta, la artritis o el cáncer? Sucede
exactamente lo mismo, el individuo busca es el bienestar, que le alivien los síntomas,
que el dolor desaparezca, mientras la enfermedad sigue su curso de por vida o se
cura mediante la combinación de la capacidad auto-curativa del cuerpo y las
medidas ejercidas por la Medicina. Lo esencial, el bienestar.
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58. El bienestar se construye al igual que el cuerpo. El bienestar es la alegría y el regocijo
sentido en el cuerpo. Instantes plenos en que percibimos nuestro ser.
El sentir bienestar o malestar es lo que hace que nos juzguemos saludables o
enfermos.
Si entendemos, sentimos y vivimos esta realidad de salud-enfermedad como estados
naturales, dejaremos de luchar por una o contra la otra y comenzaremos a construir
bienestar.
Qué bello saber que construyo bienestar en vez de que combato la enfermedad. Si
construyo bienestar, la enfermedad-malestar no tendrá cabida completa dentro de
mi ser, igual que una habitación en la que mientras tengamos la luz encendida la
oscuridad y las sombras estarán relegadas a un rincón.
Mi sensación corporal al construir es agradable, al destruir sólo deja al final una
sensación de frustración, en las batallas no hay ganadores ni perdedores, ambos
desgastan sus fuerzas. Al construir se potencian las fuerzas ya que hacemos un
trabajo mancomunado.
El bienestar se convierte en un estado que facilita la verdadera expresión de
nuestro ser, la expresión a través del talento, del don que poseemos y que tanto
hemos recalcado en el libro como, este sí, el fin último de nuestro aporte a la
humanidad. Salud y enfermedad son estados que nos redireccionan hacia la
expresion del talento.
La enfermedad-malestar es el invasor que irrumpe y perturba dichos instantes de
bienestar, haciéndonos caer en la cuenta de nuestra naturaleza humana, de la
volatilidad del cuerpo y de las emociones que nos persiguen, de los pensamientos
que perturban y del amor que cristaliza el retorno a la sensación de bienestar.
La salud pasa inadvertida. La enfermedad-malestar y el bienestar se sienten. El amor
es el catalizador entre ellos, y el corazón su gestor.
Estamos en una época de apertura del corazón. Tuvimos épocas de despliegue de
la razón, de superación del instinto, de transformación de las emociones. Es el
momento de dejar salir el caudaloso río de los sentimientos. Son nuestro vínculo
hacia todo el planeta. Con ellos nutrimos y al tiempo somos alimentados. Producimos
bienestar.
Porque corazón no es sólo el órgano físico que bombea la sangre llevando el
oxígeno, fuente de vida, a cada célula, sino que el corazón también lo tenemos
representado en cada uno de los otros cuerpos que hemos mencionado, siendo el
reflejo fiel del gran corazón espiritual. En el cuerpo vital el corazón es representado
por la fuerza de la cohesión. En el cuerpo emocional lo constituye el acumulo de
actos de amor. En el cuerpo mental está incorporado en la capacidad de
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59. discernimiento, aquella toma de decisiones coherentes y sincronizadas con el plan
de vida maestro.
Corazón, alma gemela inédita y trascendente. Compañero fiel y fiel maestro.
Corazón, palabra sin par que evoca los más dulces recuerdos y las más
amargas experiencias. Corazón, al unísono motor de vida, remanso de paz,
puente de unión. Tanto se dice de ti, tanto se te pide; tanto se te habla y tanto
dejamos de escucharte. A ti dedico este momento, tú me acoges y a través tuyo
recibo las bendiciones. Mi bienestar te reclama, reclama tu compañía.
Salud y enfermedad, una unidad.
Reconocí en la salud y en la enfermedad los ingredientes para la receta completa
del ser humano, como las dos caras de una moneda, vi que la salud necesita la
enfermedad para existir. Supe que los polos opuestos, salud y enfermedad,
masculino y femenino, espiritual y material, conviven en armonía y que el
instrumento para unificarlos se llama AMOR.
Salud y enfermedad coexisten permanentemente en un mismo cuerpo, en cada
persona.
Todos nosotros, en forma continua, mantenemos parte de nuestro cuerpo en estado
de salud y parte de él enfermo. Mírate, revisa tus sensaciones corporales durante
todo un día, observarás que, aunque no sientas una gran enfermedad, el cuerpo
todos los días te recuerda que alguna de sus partes, algún órgano, siente malestar.
Los dientes que rechinan, el dolor muscular que atribuimos al ejercicio del día
anterior, el ardor en el estómago ante una situación de tensión, los ojos rojos, y
muchos otros ejemplos, son estados que reflejan enfermedad, así sea ésta pasajera.
Son avisos de aprendizajes pendientes.
También mira las personas con dolencias crónicas, (hipertensión, diabetes, artritis)
mantienen un estado de enfermedad continuo que compromete algunos de sus
órganos, mientras que el resto de ellos se mantienen saludables. O sea que somos
seres que en todo momento estamos a la vez saludables y enfermos.
Al reconocer la coexistencia permanente de estados de salud y enfermedad en
nosotros mismos, asumimos con mayor facilidad la responsabilidad de ser los
creadores del bienestar. Utilizamos ambos estados para el crecimiento personal.
Permanecemos atentos a cada minuto de la vida, con el fin de sumergirnos en
aquello que estamos viviendo y no en lo que esperaríamos. Vivir entregados al
presente logra su transformación y facilita el arribo de las siguientes vivencias.
Recordemos que alternamos siempre entre los estados de bienestar y malestar y que
mientras lo hacemos, podemos permanecer centrados en nuestro ser con la paz y
alegría interna, así el cuerpo duela y proteste.
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60. Si la salud y la enfermedad se producen espontáneamente, son nuestros estados de
amor o temor, la elección de acciones impregnadas de estas actitudes, las que
harán un balance cuyo resultado será sentirse bien o mal. Cuidar la dieta en la
diabetes, hacer ejercicio en la hipertensión, denotan actitudes de cuidado corporal
que se reflejarán en bienestar. Nuevamente aparece el poder de elección, la
conciencia de nuestras decisiones, la responsabilidad y la unidad intrínseca a
nosotros mismos, aquello que exploramos al comienzo del libro en los pilares.
Aprende
Decide
Despierta
Actúa
Recibe
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61. La enfermedad, lección de vida
Reconozcamos la sabiduría recogida de diversos textos y personas sobre la
enfermedad; transcribo textualmente:
Cada enfermedad es un grito espiritual, es un llamado del espíritu.
En la enfermedad se es auténtico.
La enfermedad es el resultado de olvidar quién es uno.
La enfermedad es consecuencia de esquemas mentales equivocados.
La enfermedad es el conflicto entre el alma y la mente.
La enfermedad está en la mente y se manifiesta en el cuerpo.
La enfermedad es pérdida de armonía con el universo. Es individualista.
La enfermedad es el punto de inflexión donde lo incompleto puede
completarse.
Es un error afirmar que el cuerpo está enfermo. Enfermo sólo puede estarlo el
ser humano, por más que la enfermedad se manifieste en el cuerpo con sus
síntomas.
La enfermedad está en el plano de la conciencia y el síntoma en el plano
corporal.
La enfermedad es signo de un aspecto de tu vida en que falta amor a ti
mismo, hacia los otros o la vida en general.
No nos enfermamos, no contraemos una enfermedad, la creamos, la
construimos. Somos los únicos autores de ella.
La enfermedad es un llamado del alma y ya que el alma somos nosotros
mismos, soy yo mismo el que estoy dando la voz de alerta.
Definiciones (transcritas textualmente)
o Enfermedad, estado inherente al ser humano que le afecta tanto psíquica
como somáticamente su representación en el cuerpo, los síntomas se
traducen en escucha y búsqueda de transformación, su aparición se
relaciona con falta de bienestar, pero realmente significa proceso dinámico
de cambio.
o Cuando estamos enfermos sentimos que necesitamos apoyo tanto de
personas que en una u otra forma nos aprecian, como de Dios para salir
adelante. Si nos quedamos solos, solo pensamos en nuestra enfermedad, nos
volvemos dependientes de ella, nos hundimos, nos estancamos. Estar sano es
sentirse libre.
o La enfermedad es la manifestación en el cuerpo físico de un problema o una
dificultad del alma que nos negamos a ver. La enfermedad me habla, pero si
no me detengo a escucharla, cada vez gritará con más fuerza y podrá
convertirse en algo muy difícil de solucionar. Dialogar con ella y conocer su
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