La fotosíntesis permite a las plantas y algas convertir la energía solar en energía química mediante la captura de CO2 y la liberación de O2. Esto ocurre en dos fases: la fase lumínica, donde se producen ATP y NADPH en los cloroplastos, y la fase oscura, donde se usa esta energía para fijar el CO2 en compuestos orgánicos como la glucosa. Otros procesos anabólicos incluyen la gluconeogénesis, la síntesis de lípidos y la reducción de