La historieta española de posguerra reflejaba la realidad cotidiana de forma humorística y ácida. Se caracterizaba por historias costumbristas con personajes caricaturescos como oficinistas mal pagados y amas de casa, y una estructura fija de deseo frustrado del protagonista que terminaba en golpe físico o decepción. Las historietas también parodiaban y criticaban la familia y sociedad tradicionales de la época a través de familias disfuncionales y excéntricos personajes.