La fisioterapia cardiaca tiene como objetivo lograr la rehabilitación de pacientes con afecciones cardiacas a través de un enfoque multidisciplinario que incluye ejercicios, apoyo médico, psicológico y nutricional. El tratamiento se divide en tres fases con diferentes niveles de actividad física supervisada. El papel del fisioterapeuta es diseñar y supervisar los ejercicios para mejorar la función cardíaca y reducir síntomas, mejorando la calidad de vida del paciente.