1. El General Mires, sin esperar órdenes de Sucre, inicia la persecución de las tropas realistas en Huachi, desorganizando a las tropas patriotas. 2. La caballería realista aprovecha la desorganización y embiste a los patriotas, derrotándolos una vez más. 3. A pesar de los esfuerzos de Sucre por organizar a sus tropas, la imprudencia de Mires y la ventaja del terreno para la caballería realista llevan a otro desastre patriota en el Segundo Huachi.
El Día del Arma de Ingenieros y el Desembarco, Asalto y Toma de Pisagua.academiahistoriamilitar
Entre las tradiciones militares de nuestro Ejército de Chile, como del mismo modo debe suceder en muchos otros ejércitos del mundo, se encuentra la celebración del “Día del Arma, del Servicio o de las diferentes especialidades.” El motivo de tales celebraciones no es otro que recordar algún hecho de relevancia que sea común a la respectiva organización, como lo podrían ser el aniversario de su fecha de fundación, la participación destacada y gloriosa en alguna acción guerrera, o alguna otra circunstancia de tal relevancia que permita darle la señalada denominación.
La batalla de Tarapacá constituyó uno de los encuentros más importantes, pero también uno de los más complejos, de la Guerra del Pacífico. Su desarrollo táctico suele ser difícil de describir, debido a las diversas incidencias que en él tuvieron lugar.
Sentido, espiritualidad y universalidad del Estado Militar
Dn. René Artigas Moreira [Página 5]
Diego Portales Palazuelo y el Ejército
MGL. Manuel Barros Recabarren [Página 23]
Tradición religiosa en nuestras FF.AA.
R.P. Iván Wells León [Página 39]
Análisis histórico y jurídico de las Actas 1898
Dn. Christian Grollmus Fritz [Página 47]
La Guerra en el Golfo Pérsico
CRL. Eduardo Rodríguez Soto [Página 81]
Evolución del perfil cultural de las FF.AA. de Chile
Sra. Cristina Yáñez Valderrama [Página 90]
Relaciones de Poder y de Influencia entre los Militares y la sociedad civil
CRL. Julio von Chrismar Escuti [Página 102]
El Día del Arma de Ingenieros y el Desembarco, Asalto y Toma de Pisagua.academiahistoriamilitar
Entre las tradiciones militares de nuestro Ejército de Chile, como del mismo modo debe suceder en muchos otros ejércitos del mundo, se encuentra la celebración del “Día del Arma, del Servicio o de las diferentes especialidades.” El motivo de tales celebraciones no es otro que recordar algún hecho de relevancia que sea común a la respectiva organización, como lo podrían ser el aniversario de su fecha de fundación, la participación destacada y gloriosa en alguna acción guerrera, o alguna otra circunstancia de tal relevancia que permita darle la señalada denominación.
La batalla de Tarapacá constituyó uno de los encuentros más importantes, pero también uno de los más complejos, de la Guerra del Pacífico. Su desarrollo táctico suele ser difícil de describir, debido a las diversas incidencias que en él tuvieron lugar.
Sentido, espiritualidad y universalidad del Estado Militar
Dn. René Artigas Moreira [Página 5]
Diego Portales Palazuelo y el Ejército
MGL. Manuel Barros Recabarren [Página 23]
Tradición religiosa en nuestras FF.AA.
R.P. Iván Wells León [Página 39]
Análisis histórico y jurídico de las Actas 1898
Dn. Christian Grollmus Fritz [Página 47]
La Guerra en el Golfo Pérsico
CRL. Eduardo Rodríguez Soto [Página 81]
Evolución del perfil cultural de las FF.AA. de Chile
Sra. Cristina Yáñez Valderrama [Página 90]
Relaciones de Poder y de Influencia entre los Militares y la sociedad civil
CRL. Julio von Chrismar Escuti [Página 102]
Determinación de la fecha de creación del Ejército chileno
Academia de Historia Militar [Página 4]
El Ejército y la República
MGL. Ramón Valdés Martínez [Página 11]
La Conquista de Valdivia: el Gibraltar de América
BGR. Juan de Dios Barriga Muñoz [Página 13]
Evolución Histórica del Ejército de Chile
CRL. Walter Dörner Andrade [Página 27]
El reclutamiento durante la Guerra del Pacífico 1879 - 1884
Sr. Lisandro Aravena Carrasco [Página 40]
Biografía del General de Ejército Ramón A. Cañas Montalva
Academia de Historia Militar (Sede Punta Arenas) [Página 68]
Francisco Valdés Carrera, Presbítero, Capellán y cronista de la Guerra del Pacífico
CRL. Carlos Méndez Notari [Página 93]
La estructura del Ejército de Chile en el período 1892-1910
CRL. Rafael Pizarro Barahona [Página 101]
El precio de la "vecindad"
Academia de Historia Militar [Página 133]
El GDD. Baquedano en el centenario de su muerte
GDD. Ramón Valdés Martínez [Página 5]
Los errores de la Traza Poligonal en los Campos de Hielo Patagónico Sur
Dn. Eduardo A. García Soto [Página 34]
Campos de Hielo Sur (Reflexiones acerca del protocolo de 1996)
CRL. Julio Von Chrismar E. [Página 45]
La Guardia Nacional de Chile 1808-1898
Sr. Roberto Hernández Ponce [Página 63]
Reflexiones en torno al concepto de héroe y figura histórica
Sra. Ilse Sasso Olivares [Página 74]
50 años de la Base del Libertador O'Higgins
TCL. Luis Komlos Martínez [Página 81]
Expediciones y toma posesión Isla de Pascua
Sra. Carmen Espinoza Abarzúa [Página 95]
Versión militar de las Batallas de Concón y Placilla
TCL. Álvaro Casanova Mora [Página 108]
Doctrina Militar en el acontecer político Sudamericano
CRL. Juan Gallardo Miranda [Página 117]
Paradas militares a través de la Historia
Dn. Sergio Pizarro Soto [Página 127]
Willhelm Ekdahl: Historia Militar de la Guerra del Pacífico. Tomo II. 1919.Jhonny Antelo Films
Historia Militar de la Guerra del Pacífico entre Bolivia, Chile y Perú.
Tomo II.
Willhelm Ekdahl.
Sociedad Imprenta y Litografia Universo.
Galería Alesandri Nº 20.
Santiago de Chile.
1919.
Willhelm Ekdahl: Historia Militar de la Guerra del Pacífico. Tomo I. 1919.Jhonny Antelo Films
Historia Militar de la Guerra del Pacífico entre Bolivia, Chile y Perú.
Tomo I.
Willhelm Ekdahl.
Sociedad Imprenta y Litografia Universo.
Galería Alesandri Nº 20.
Santiago de Chile.
1919.
Combate naval desarrollado entre las Goletas "Pichincha" y la "Guayaquileña", con tripulación Grancolombiana (ecuatoriana) y la fragata "Libertad", el día 31-AGO-1828, cuyo objetivo era neutralizar el bloqueo peruano al canal de acceso al puerto de Guayaquil, fuente primordial de la economía de lo que es hoy la República del Ecuador.
Determinación de la fecha de creación del Ejército chileno
Academia de Historia Militar [Página 4]
El Ejército y la República
MGL. Ramón Valdés Martínez [Página 11]
La Conquista de Valdivia: el Gibraltar de América
BGR. Juan de Dios Barriga Muñoz [Página 13]
Evolución Histórica del Ejército de Chile
CRL. Walter Dörner Andrade [Página 27]
El reclutamiento durante la Guerra del Pacífico 1879 - 1884
Sr. Lisandro Aravena Carrasco [Página 40]
Biografía del General de Ejército Ramón A. Cañas Montalva
Academia de Historia Militar (Sede Punta Arenas) [Página 68]
Francisco Valdés Carrera, Presbítero, Capellán y cronista de la Guerra del Pacífico
CRL. Carlos Méndez Notari [Página 93]
La estructura del Ejército de Chile en el período 1892-1910
CRL. Rafael Pizarro Barahona [Página 101]
El precio de la "vecindad"
Academia de Historia Militar [Página 133]
El GDD. Baquedano en el centenario de su muerte
GDD. Ramón Valdés Martínez [Página 5]
Los errores de la Traza Poligonal en los Campos de Hielo Patagónico Sur
Dn. Eduardo A. García Soto [Página 34]
Campos de Hielo Sur (Reflexiones acerca del protocolo de 1996)
CRL. Julio Von Chrismar E. [Página 45]
La Guardia Nacional de Chile 1808-1898
Sr. Roberto Hernández Ponce [Página 63]
Reflexiones en torno al concepto de héroe y figura histórica
Sra. Ilse Sasso Olivares [Página 74]
50 años de la Base del Libertador O'Higgins
TCL. Luis Komlos Martínez [Página 81]
Expediciones y toma posesión Isla de Pascua
Sra. Carmen Espinoza Abarzúa [Página 95]
Versión militar de las Batallas de Concón y Placilla
TCL. Álvaro Casanova Mora [Página 108]
Doctrina Militar en el acontecer político Sudamericano
CRL. Juan Gallardo Miranda [Página 117]
Paradas militares a través de la Historia
Dn. Sergio Pizarro Soto [Página 127]
Willhelm Ekdahl: Historia Militar de la Guerra del Pacífico. Tomo II. 1919.Jhonny Antelo Films
Historia Militar de la Guerra del Pacífico entre Bolivia, Chile y Perú.
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Willhelm Ekdahl.
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1919.
Willhelm Ekdahl: Historia Militar de la Guerra del Pacífico. Tomo I. 1919.Jhonny Antelo Films
Historia Militar de la Guerra del Pacífico entre Bolivia, Chile y Perú.
Tomo I.
Willhelm Ekdahl.
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Galería Alesandri Nº 20.
Santiago de Chile.
1919.
Combate naval desarrollado entre las Goletas "Pichincha" y la "Guayaquileña", con tripulación Grancolombiana (ecuatoriana) y la fragata "Libertad", el día 31-AGO-1828, cuyo objetivo era neutralizar el bloqueo peruano al canal de acceso al puerto de Guayaquil, fuente primordial de la economía de lo que es hoy la República del Ecuador.
Historia maritima naval del ecuador 2009Luis Pacheco
Este documento fue elaborado en 2007, exclusivamente para los señores Tripulantes de la gloriosa Armada del Ecuador, en condición de ascenso al inmediato grado superior, bajo el Plan de Estudios de la Dirección General de Educación de la Armada; y, actualizado el 2009.
El combate naval de jambelí 25-jul-1941Luis Pacheco
La verdadera historia del Combate Naval de Jambelí, desarrollado el 25 de Julio de 1941, entre el Cañonero "Calderón" de la Armada del Ecuador y el "Almirante Villar" de la Marina de Guerra del Perú.
Combate Naval desarrollado en el área de Jambelí, el día 26-JUN-1865, entre las fuerzas del Gobierno de Gabriel García Moreno en contra de los Generales: José María Urvina y Francisco Robles, ex Presidentes de la República del Ecuador, por hacerse del Poder Supremo de la Nación.
Benjamin Vicuña Mackenna: Guerra del Pacífico. Historia de la Campaña de Tara...Jhonny Antelo Films
Guerra del Pacífico. Historia de la Campaña de Tarapaca. Desde la ocupación de Antofagasta hasta la proclamación de la dictadura en el Perú.
Tomo II.
2ª Parte.
Benjamin Vicuña Mackenna.
Rafel Jover editor - Calle del puente Nº 15
Santiago de Chile
1880.
El servicio de inteligencia en pichinchaLuis Pacheco
Un incipiente servicio de inteligencia que utilizó el Mariscal Antonio José de Sucre, antes y durante los combates previos a la gloriosa Batalla de Pichincha, el 24 de Mayo de 1822 y un personaje olvidado por la historia.
El documento adjunto pretende ser un avance en cuanto al tratamiento de la temática del desarrollo y del superdesarrollo, y en cuanto a arrojar luz sobre los conceptos de "potencia", "potencia emergente", y "superpotencia" o "potencia de primer nivel" o "primera potencia".
Si bien muchas de las argumentaciones que aquí se señalan están particularizadas en Brasil, por cierto muchas de ellas también podrían ser aplicadas con pertinencia y éxito a otras realidades.
A intervalos regulares estamos revisando este escrito, a efectos de ampliarlo y también tratando así de mejorarlo en cuanto a su redacción y en cuanto a sus argumentaciones y planteamientos de fondo, y de vez en cuando subimos al ciberespacio de SlideShare la nueva versión en esta misma página web.
La sustitución periódica del contenido de esta página digital con las nuevas versiones de este escrito que vamos generando, tiene por finalidad hacer llegar a los lectores estas ideas con mayor fluidez y rapidez, para que así y en la medida de lo posible, se progrese a más en el esfuerzo de reflexión sobre las estrategias aquí expuestas, lo que también podría dar lugar a alguna observación o a alguna recomendación de parte de los lectores frecuentes, que desde ya estamos alentando y agradeciendo.
Código Internacional de Señales Marítimas - 1898Luis Pacheco
El Almirantazgo Ingles, publicó un nuevo Código de Señales Marítimas para el comercio; y por Decreto de 11 de Julio último (1897), se adhirió el Ecuador, con excepción de las Estaciones de salvamento y de las señales para buques mercantes, por carecer la República de Marina Mercante Nacional de alto bordo.
Refutacion al combate naval de jaramijoLuis Pacheco
Manifiesto del señor General Reynaldo Flores al Gobierno del Ecuador, dándole cuenta de la Campaña de la Costa. Refutación de lo expuesto por el General Eloy Alfaro, sobre el Combate Naval de Jaramijó
Transcripción de varios documentos originales sobre la gloriosa Batalla de Pichincha, del 24-MAY-1822 y que liberó a lo que es hoy la República del Ecuador de la tiranía española.
Un personaje ilustre de nuestra gloriosa Marina de Guerra del Ecuador, pero que lamentablemente no ha sido ubicado en el sitial que se merece. Los historiadores "oficiales" lo dejaron en el ostracismo.
Un homenaje a este insigne Oficial de la Marina de Guerra del Ecuador, que con su inteligencia, visión y conocimientos logró iniciar la Escuela Superior Naval del siglo XX y por supuesto el desarrollo de nuestra noble Institución.
Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3.pdfsandradianelly
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2. Luis PACHECO Manya
CAUSAS DEL DESASTRE DE HUACHI
(12 de Septiembre de 1821)
Luis PACHECO Manya
Ex Suboficial Primero - ARE
“La Estrategia Militar es un arte porque requiere siempre imaginación
creativa, concepción adecuada a cada situación particular o conducción
flexible y oportuna de las fuerzas para la realización de las acciones”.
Imprudencia del General Mires o debilidad de Sucre?
Se manifiesta que el fallo histórico
es inapelable, porque es dictado
con la más severa y estricta
imparcialidad, luego de un examen
agudo de la causa; pero nada ni
nadie puede impedir la justa
revisión de ese proceso, o sea de
aquellos
documentos
que
influyeron en la mentalidad del
historiador, formaron su criterio e
hicieron inclinar fielmente la
balanza a un dictamen que las
generaciones, en el devenir de los
tiempos,
han
aceptado
sin
restricción alguna.
Mi actitud no puede ni debe
traducirse como una temeraria y
extemporánea pretensión. No soy
yo quien deseo poner en tela de
juicio la rectitud con que
procedieron nuestros probos e
ilustres
historiadores,
al
compaginar los documentos de
aquel libro de eterna y gran
justicia, que se llama Historia; lo
hago por un imperativo de
conciencia, por el deber a que
estoy obligado, en mi condición de
ciudadano, de ex alumno de la
Escuela de Infantería de la Fuerza Terrestre, ex miembro de la Fuerza Naval, y como
naturales depositarios que somos del esfuerzo y honradez de los que militaron ayer, a
velar y mantener sin mancha y sin tacha las glorias y la reputación de aquellos que
supieron ser virtuosos, ser buenos, y que se sacrificaron íntegramente por el bien de la
Patria y la prosperidad del género humano.
Los tiempos más difíciles de escribir, nos refería Eduardo Chao, son los muy distantes y
los muy próximos al historiador; pues le sucede lo que al dibujante con las montañas; que
de lejos sólo percibe los contornos, y al pie de ellas se ve distraído por los detalles y no
abraza el conjunto.
A estos conceptos, creo que debo agregar una nueva dificultad para el dictamen, y es la
que tiene el historiador cuando dista mucho de conocer los acontecimientos en que se
caracterizan los casos estudiados; pues, a su sentencia puede falta aquel requisito,
-2-
3. Luis PACHECO Manya
porque un simple detalle en la ejecución de los hechos, o detalles inherentes sólo a la
modalidad en el desarrollo y que se escapan a la mentalidad de los profanos en la
materia, puede hacer mucha luz y tergiversar el dictamen final por el sendero de la más
estricta injusticia.
He aquí la razón porque se impone sean los profesionales en cualquiera de las ramas de
la actividad humana, los que rectifiquen los conceptos históricos en los que
involuntariamente han incurrido algunos de nuestros historiadores. Queda, pues, en
evidencia el motivo que me impulsa a pedir la revisión del proceso que acusa al gran
Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre, culpable de “debilidad” en el combate del
Segundo Huachi, aquel 12 de Septiembre de 1821; y, por consiguiente, responsable de
aquel desastre para las armas libertadoras de la Real Audiencia de Quito.
PRIMER HUACHI
22-NOVIEMBRE-1820
1.- El 22 de Noviembre de
1820, las fuerzas realistas
divididas en dos bandos,
cruzan el río Ambato sin
hallar resistencia por parte
de los patriotas.
2.- El Coronel González
con su tropa ejecuta un
movimiento
envolvente
para comprometer el flanco
enemigo.
3.- Este movimiento toma
por sorpresa a Urdaneta,
quien decide retroceder
hacia el Sur de Ambato y
organizarse en las llanuras
de Huachi. El terreno
escogido por Urdaneta era
plano, lo cual favorecía el
uso de caballería; y, González decidió aprovechar esta ventaja.
4.- Cuando se encontraba a unos mil metros de las primeras filas de los patriotas,
dispuso que cuatro Compañías de Infantería, a órdenes del Coronel Tamariz, ataquen por
el flanco izquierdo, mientras tres Compañías azuzarían por el frente, con el fin de
mantener al enemigo en combate.
Pero, González tenía en reserva 200 soldados de caballería, que no participaron
inicialmente en el combate.
5.- Se enfrentaron los dos ejércitos. Los patriotas obligan a retroceder a los españoles,
pues su fuerza central es menor.
6.- Cuando Urdaneta no lo esperaba, avanza la caballería realista por los flancos y logra
equilibrar el combate.
7.- La aparición de la caballería desordenó las tropas libertarias. El coraje de Hilario
Álvarez, encargado de defender el flanco derecho, decayó al encontrarse en difícil
situación y se retira junto a los soldados cuzqueños aliados que él comandaba.
-3-
4. Luis PACHECO Manya
8.- La ausencia de Álvarez se sintió profundamente. Los patriotas fueron derrotados,
sufriendo grandes pérdidas humanas. Pocos fueron los que pudieron escapar a la
masacre.
SEGUNDO HUACHI
Antecedentes: El plan de Aymerich para
eliminar la resistencia guayaquileña se vino
abajo gracias a las maniobras del ejército
patriota al mando del General Sucre, quien no
permitió que los contingentes españoles se
reúnan para atacar Guayaquil.
Los patriotas se sentían optimistas y Sucre, a
toda prisa, planeó de manera inteligente la
invasión hacia Quito. Planificó la siguiente
estrategia: Dividir sus fuerzas en dos grupos
para obligar a las tropas realistas a dispersarse y
entrar en Quito por lados distintos, mientras que
un tercer grupo bajo las órdenes del Coronel
Santiago Lucio se apoderaría de Cuenca a fin de
frenar cualquier intento español del lado Sur por
evitar la liberación de Quito.
El plan se inició de la siguiente manera: El Coronel Illingworth con 300 soldados, se
adelantó a Guaranda para recibir a Sucre, que hace su arribo el 2 de Septiembre de
1821.
Por su parte, el Coronel Carlos Tolrá y el General Aymerich, decidieron bloquear el
avance patriota en un lugar estratégico, en donde ya habían obtenido un triunfo sonado:
Huachi.
El General Sucre, ante esta situación decide esperar, ya que el sitio no era el más
indicado para combatir; sin embargo, el 12 de Septiembre de 1821, el ímpetu del General
José Mires lo impulsó a atacar a los realistas ante una ligera provocación.
Hay que destacar que Huachi, era un plano árido y su suelo un arenal de grano muy fino.
Cuando más empeñadas se encontraban las infanterías, un impetuoso viento del sudeste
empezó a levantar espesas columnas de polvo que remolinaban, los realistas emplearon
correctamente su caballería. Corrían de un lado a otro, levando nubes de polvo cada vez
más densas, de suerte que los soldados patriotas, fatigados y con los ojos llenos de polvo
y tierra, no podían distinguir un objeto a corta distancia.
A la sombra de ese inesperado auxiliar, la caballería realista se fue acercando, y de
pronto cargó a nuestra Infantería, que casi ciega quedó desorganizada, aunque no
arrollada, pero no fue posible volver a entrar en formación.
-4-
5. Luis PACHECO Manya
El Combate
1.- El General
Mires,
sin
esperar
órdenes
del
General
Sucre, con su
batallón inicia
la persecución
de las tropas
realistas.
2.- El Batallón
“Albión” sigue
el
mismo
ejemplo y se
dispersa
en
busca de los
realistas que
aparentan la
retirada. Esto
originó que las
tropas
ingresaran a la
zona
de
combate sin
ningún tipo de
disposiciones.
3.Sucre
intenta organizar a los dos batallones y juntarlos con el de Santander, que empezaba a
hacer su ingreso al campo de batalla. Los soldados comandados por Mires, muchos de
ellos originarios del Chocó, inexpertos frente a caballerías, persisten en el combate sin
una formación táctica.
4.- Sucede entonces lo que Tolrá y González estaban aguardando. La caballería
enemiga, ordenada y disciplinada, aprovecha las llanuras y la desorganización de las
tropas de los patriotas y embiste con toda la fuerza. No hubo nada que nuestros
combatientes pudieran hacer. El General Sucre recibe varios golpes. Una vez más, los
patriotas son derrotados y en desbandada una vez más logran huir del campo de
combate en Huachi.
Gráfico del Diario Super-2012, impresos en C.A. El Universo.
-5-
6. Luis PACHECO Manya
CRNL Rafael URDANETA
Resumen: Se volvió a repetir el error del Coronel
Rafael Urdaneta, esto es, enfrentar la infantería
contra la caballería en campo abierto. Muy a su
pesar, Sucre cedió la iniciativa a Mires, quien con la
gloria de Yaguachi se empeñó en la acción. La
infantería realista ocupaba una hacienda bien
protegida por árboles y cercas, mientras que las
patriotas avanzaban a descubierto, ya diezmados por
la fusilería enemiga, cuando por el flanco toda la
caballería realista con más de mil hombres se hizo
presente. No es difícil imaginarnos la carnicería que
se armó, más de mil realistas dejaron la vida, número
mayor que las patriotas. El Segundo Huachi, con su
catástrofe. Ochocientos hombres del lado patriota,
entre muertos y heridos y no más de cincuenta
prisioneros, entre ellos, Mires, y para colmo de males,
perdido todo el armamento y municiones, fue el
balance negativo patriota.
Ningún reparo me habría quedado por hacer, si cronistas militares que han narrado el
mismo hecho de armas, y a quienes invitamos a destruir con razones la nobleza de
nuestra tesis, no fueran en sus juicios tan concluyentes como aquellos historiadores que
poco y casi nada conocieron del Arte Militar y juzgaron a priori operaciones de guerra. La
influencia de ese dictamen sigue siendo avasalladora, en tanto la reputación profesional y
la mancha de una responsabilidad enorme sigue pesando sobre uno de los soldados más
destacados de América, del más virtuoso, honrado y leal que haya conocido esa singular
generación de los que verdaderamente llamaron libertadores: Sucre.
Para, un juicio histórico decisivo, no solamente se impone el análisis sucinto de los
hechos, sino también se debe coordinarlos con el conocimiento exacto de la personalidad
del protagonista, porque en las operaciones de guerra se refleja la modalidad del carácter
que les impulsa; serán agresivas o vacilantes, de acuerdo a la energía y decisión del
mando; y así, las operaciones serán el resultado del cálculo sereno que les asegura el
éxito o el fracaso producido por la falta de carácter y energías del Comandante. Pero un
revés sufrido por quienes supieron prevenir, asegurar y obrar a fondo, no será juzgado de
la misma manera, en caso análogo, como a quienes no tomaron providencia alguna y se
caracterizan siempre por la vacilación.
Está por demás indicar que estos sucesos históricos no deberán ser juzgados con la
mentalidad actual, bajo parámetros militares de esta época; pero, si debemos y podemos
analizarlos para sacar conclusiones sobre los posibles errores tácticos, que sirvan de
lección y de experiencia, para jamás volverlos a cometer.
Es importante recordar que la Conducción Militar, trata de la planificación y dirección de las
operaciones militares realizadas por un Comandante, en un escenario decisivo, con una
fuerza competente y aplicando de manera armónica los Principios de la Guerra, (1) para
lograr los objetivos previstos que permitan llevar al fin propuesto dentro de los límites
determinados por el tiempo en el espacio; y, que dicha conducción militar se desarrolla en
tres campos: Estratégico, operativo y táctico.
La Conducción Militar Táctica, consiste en la preparación y ejecución de las operaciones
tácticas que conforman la batalla. Se caracteriza por el control directo que efectúa el
Comandante sobre las unidades subordinadas, con el objeto de lograr el objetivo táctico
impuesto.
Dentro de los Principios de la Guerra analicemos brevemente la Unidad de Mando, que
“Asegura la unidad de esfuerzo bajo la responsabilidad de un Comandante". En la
-6-
7. Luis PACHECO Manya
dimensión táctica es indiscutible
que el empleo de fuerzas
militares debe ser optimizado, de
manera que se despliegue toda
su potencia de combate bajo el
criterio de la unidad de mando.
Si el objetivo como principio de
la guerra, significa dirigir y
coordinar la acción de todas las
fuerzas hacia una meta común;
esto se lo puede hacer de mejor
manera, concediendo a un solo
comandante táctico la autoridad
necesaria para dirigir y coordinar
todas las fuerzas empleadas en
pos de esta meta común.
El Mariscal Sucre como militar es una figura compleja y muy superior, para que mi pluma
de principiante pueda trazar su silueta profesional; menos para que pueda cumplirse el fin
en un simple artículo de revista; queda para mentes poderosas, para profesionales que,
con gran acervo de conocimientos y experiencia, encontrarán motivos suficientes para
escribir muchos tomos acerca de este singular Abel Americano.
Sucre se había formado una verdadera escuela en las guerras de la independencia
venezolana y granadina, desde 1810; pero su figura alcanza a descollar brillantemente
sólo desde 1820, en que se incorpora al Estado Mayor del Libertador Bolívar.
Como militar poseía grandes caudales profesionales: de carácter tenaz, metódico y
sistemático en sus cálculos; ninguna de sus operaciones es violenta, rehúye los
encuentros que, constituyendo un triunfo parcial, no le reportan grandes e inmediatas
consecuencias favorables y definitivas.
Gran organizador, siendo su mejor obra, la reorganización del Ejército del Perú, en la
campaña de 1823 a 1824, cuya moral y disciplina habían sido socavadas por las
ambiciones políticas internas y por la reacción realista y, cuyos avances, fue impotente de
contenerlos San Martín.
El Ejército del Perú estaba tan corrompido y desorganizado, como el de Italia de 1796, y
su obra es muy semejante, en este caso a la de Napoleón I, quien logra salvar a Francia,
y aquél, sellar la libertad de un continente, después de darles moral e inspirarles
confianza a ejércitos corrompidos y desorganizados.
Es avaro de la sangre de sus soldados; siempre economizó las fuerzas vivas de su
instrumento de combate para las acciones decisivas. Por esto es que, en sus tres
gloriosas campañas en el Ecuador y en la del Perú, los acontecimientos tácticos son
pocos, pero llevan el sello de la decisión.
En el campo estratégico era audaz: sus maniobras confundieron casi siempre a su
adversario: gustaba mucho de esta operación (con especialidad aplicó en las campañas
de 1821-22 y 1824, siendo las más notables: las del 5 al 10 de Septiembre de 1821;
Guayaquil - Cuenca, enero de 1822; del 20 y 24 de Mayo de 1822 (Campaña de Quito);
del 18 al 22 de Octubre de 1822 (Campaña de Pasto) y, Arequipa - Uchumayo (Campaña
del Perú 1823 -24).
Los reveces nunca amenguaron su férrea voluntad, y su inquebrantable perseverancia
volvía a darle, a su turno, la victoria.
-7-
8. Luis PACHECO Manya
Es panegirista de aquel principio napoleónico de la diversión
de fuerzas y atención del adversario, para obrar sobre un
punto preestablecido, (paso del Chibunga, 1822;
operaciones del 19 y 20 de Mayo, 1822; paso del Guáytara,
campaña sobre Pasto, 1823-25. (Primer período 18 al 22 de
diciembre de 1822).
Como Alejandro, como Federico II, como Napoleón I, deja
siempre en el campo táctico una fuerte reserva, que en sus
manos sabía hacer prodigios (Pichincha, segundo Taindalá,
22 de diciembre de 1822, Pasto, Ayacucho y Tarqui) y en
más de una ocasión aseguró el triunfo; como sus maestros
aplicó bien el principio de la masa, o sea de la economía de
fuerzas, especialmente en Ayacucho.
Gral. José MIRES
Supo aplicar también las maniobras por Líneas Interiores
(operaciones del 17 al 22 de agosto de 1821. Segundo
período de la campaña Libertadora en el Ecuador); que para
ser cumplidas, debieron estar caracterizadas por la movilidad
absoluta.
Aplicó exactamente aquel principio napoleónico: de la explotación integral de la victoria.
Fue magnánimo con el vencido, proceder que le atrajo las simpatías de sus adversarios,
de los que no pocos se pasaban a sus filas.
A estas cualidades unía la de ser un hábil y sagaz político, con la gran virtud de estar
exento de ambiciones. Siempre fue honrado y justo en sus procedimientos.
Además, sus energías físicas estaban en pleno vigor. Cuando inició la campana de Quito,
Sucre contaba con 26 años de dad, pues nació el 23 de febrero de 1795; y, según opinión
de Bolívar “era la mejor cabeza organizada de Colombia”; “en quien habían madrugado
los dones del espíritu”.
Desde los 27 años cumple sus mejores hazañas, como sólo pudieron cumplir sus
grandes hechos en la Historia Militar y de la humanidad, los colosos en quienes culminó
el genio prematuramente: como Alejandro Magno, a los 28 años; Bolívar a la misma edad
del Macedonio; Napoleón I a los 27; Turena a los 33 y Gustavo Adolfo a los 38.
Ciertamente, en Sucre, “habían madrugado los dones del espíritu”.
Sucre interviene en la campaña de Quito, sólo desde el segundo período, como
Comandante en Jefe de Operaciones; después de las inimitables maniobras interiores de
los días 17 al 22 de agosto de 1821, que le dieron el triunfo en Cone (19 de agosto) y el
quebrantamiento de la ofensiva realista en su desarrollo de doble acción, es cohibida su
iniciativa en Guayaquil: ligado a “estrechas instrucciones” (2), e impulsado a tomar
prematuramente la ofensiva estratégica. ¿De dónde dimanaban estas “estrechas
instrucciones”? ¿Acaso del Generalísimo de la Guerra, Libertador Simón Bolívar?
Sus instrucciones son muy claras (las del 11 de enero de 1821); en lineamientos
generales traza a Sucre el plan de campaña o sea la determinación del principal objetivo
estratégico; y, en cuanto al plan de operaciones, deja a entera iniciativa del Comandante
en Jefe, pudiendo obrar, en consecuencia, de acuerdo con las necesidades y
circunstancias.
Grave peligro será siempre el que elementos ajenos a la profesión intervengan en los
problemas de la guerra, ya se llamen esos elementos “Consejos Áulicos”, “Directorios”, o
“Juntas de Gobierno” ... Seguramente, Francia habría ido al fracaso, a pesar de los
esfuerzos del Directorio en el que Carnot lleva la preponderancia sobre los problemas de
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9. Luis PACHECO Manya
defensa armada, si después Napoleón no concentra en sí el mando de las tropas de Italia
en 1796, con lo cual dio comienzo a la dictadura militar, que acabó por salvar a Francia y
llevar a los demás países, por medio de las armas, la propagación de los grandes
principios proclamados en 1789.
Acá una Junta de Gobierno se arroga atribuciones militares y sus primeras órdenes
trajeron como consecuencia el desastre de Tanizagua (3 de enero de 1821); y, ahora, sus
“estrechas instrucciones” son el prólogo de su desgraciada obra, cuyo epílogo se
escribirá con sangre y con las puntas de las bayonetas en las llanuras de Huachi.
A raíz del combate de Cone, todos vieron la oportunidad de destruir al Ejército Realista;
sólo el Comandante en Jefe se apartaba de esa creencia general y juzgaba de distinta
manera esa oportunidad, porque, si el combate de Cone aumenta la moral de las tropas,
de ninguna manera, este solo acto pudo capacitarles, en relación a su adversario,
técnica, material y numéricamente.
Esta opinión pública y aquellas “estrechas instrucciones”, no podían sino contrarrestarse
con una dictadura militar; pero, seguramente, esto hubiera venido en perjuicio de la
política colombiana, aunque si habría sido beneficiosa para las operaciones.
Sólo con el ánimo de formar antecedentes, y porque viene a nuestro propósito,
esbozaremos a grandes rasgos el curso de las principales operaciones que, en conjunto,
forman los preliminares de Huachi.
Ninguna oposición y dificultades tuvo la ofensiva revolucionaria, hasta que puso pie en
las comarcas interandinas del país, con la ocupación de Guaranda, el 5 de septiembre.
En tanto, 300 hombres fueron desplazados por la vía Zapotal - Angamarca para que
operaran a las espaldas del enemigo y cortaran sus comunicaciones
Al mismo tiempo Aymerich ocupaba Riobamba con 1.500 bayonetas y 600 sables, fuerza
a la cual los revolucionarios sólo podían oponer 1.300 hombres de infantería y 150 de
caballería.
Desde el primer momento se nota que, por inferioridad numérica, Sucre tenía que
maniobrar y ser móvil; y, en efecto, desde el 6 inicia una maniobra excéntrica sobre el
flanco izquierdo del enemigo, intentando caer a sus espaldas y cortarle el puente del río
Mocha; pero por la estreches del teatro de operaciones; limitado por las dos cordilleras de
los Andes, y por la escasez de vías de comunicación, ambos contendores se mueven
paralelamente, casi rozándose, lo que dificulta los designios de Sucre.
Aymerich, Comandante en Jefe realista, descubre la intención de Sucre y, como marcha
por el camino más corto, logra ganar el paso del río Mocha (10 de septiembre),
desbaratando, con esta operación, el plan estratégico de su enemigo, y alcanzando para
sí, libertad de acción y de maniobra.
De esto y de los demás acontecimientos habidos en las demás campañas del interior del
país, que las hemos estudiado, por la estrechez del teatro de operaciones y por la falta
absoluta de vías estratégicas, estas campañas son de corta duración y se han resuelto
no por la maniobra, sino por el choque inevitable. Todas tienen estas dos únicas
características, influyendo también, para la primera conclusión que hemos sentado, la
poca densidad de nuestra población, por lo cual se ha operado siempre con reducidos
efectos de tropas.
A partir de entonces, ya a Sucre lo sería difícil volver a iniciar una nueva maniobra, por
cuanto los realistas, que están hacia el Norte, tomarían posiciones de espera por
cualquiera vía que los revolucionarios hubieran pretendido hacerlo. Y era lo que convenía
precisamente a los realistas, obligar a su adversario a combatir, para poder sacar, lo
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10. Luis PACHECO Manya
antes posible, la mayor ventaja de su potencialidad numérica; en tanto que para Sucre,
un combate de encuentro, le sería siempre desfavorable. El Comando revolucionario
queda, pues, en la disyuntiva de rehuír la acción o empeñarse en ella con pocas
probabilidades; y en este caso le conviene más bien desarrollar una acción táctica por
sorpresa o quedarse en determinadas posiciones, para obligar a su adversario a atacarlo:
sólo así se equilibraba con la sorpresa o con la calidad de las posiciones elegidas, el
número y la capacidad técnica de sus tropas, con relación a las de su adversario.
El día 10, los realistas habían alcanzado Ambato; el 11 reconocían Huachi, con el
deliberado intento de contramarchar a este lugar, para sorprender en su avance a los
revolucionarios.
“Huachi es una vasta llanura arenosa, de extensión de más o menos 15 kilómetros,
ligeramente ondulada, sin ninguna elevación considerable; y se halla limitada al Sur por la
quebrada Terremoto; al Este por la quebrada Pachanlica; y al Norte y Oeste, por el río
Ambato”.
“Un combate en este terreno no permite un avance seguro, porque no existen obstáculos
contra el fuego y la vista; el triunfo corresponderá a la tropa que más maniobre, y
dependerá en gran parte de la energía en la ejecución y de un avance metódico y tenaz”.
“Está caracterizado este terreno para al óptimo empleo del arma de caballería (3).
En efecto, en la mañana del 12 los realistas ocupan esta posición de espera, ubicando la
tercera parte de los efectivos de Infantería en primera línea y asegurando sus flancos con
dos Escuadrones de Caballería cada una. Como segunda línea de batalla, y a la vez
como reserva, queda el resto de Infantería y Caballería. Esto ordenamiento pertenece al
tipo clásico de la época.
Como era natural, con la perspectiva de encontrarse de un momento a otro con el
adversario, los revolucionarios, a partir del día 10, ejecutan sus movimientos con toda
precaución y mesura, lo que trajo como consecuencia la pérdida de celeridad.
Veamos lo que manifiesta el Coronel Cayetano Cestaris, Primer Comandante del
Escuadrón “Dragones", y Jefe Interino del Estado Mayor de la División Republicana, a
raíz del combate de Huachi, y transcribo algunos acápites del parte que, en cumplimiento
de su elevado cargo, eleva a la superioridad; parte contraído a detallar la acción de
armas que nos ocupa. El análisis de este documento nos servirá para realizar nuestras
propias conclusiones.
“El 12 del corriente (septiembre), salió la División de Pilahuín a las seis de la mañana,
para ir directamente a Ambato. A las 10 llegó a Santa Rosa, donde se confirmó la noticia
recibida en marcha, que el enemigo bajaba al llano de Huachi. El Sr. Comandante
General (Sucre) marchó en persona para reconocer la fuerza enemiga; pero le fue
imposible a causa del viento que levantaba nubes de polvo”.
Nótese que fracasa este primer intento de reconocimiento.
“A las 11 y media se continuó la marcha”.... “Mas se conoció bien pronto que ellos (los
realistas) eran más adelante y que sin duda habrían ocupado el puente (del río Ambato).
Entonces el señor Comandante General mandó a hacer alto de frente a la Hacienda de
Huachi; hizo formar los cuerpos en columna, los “Dragones” a los flancos, y mandó una
guerrilla de caballería que se acercase al enemigo, con el objeto de reconocer sus
fuerzas y posiciones. “Marché yo mismo con la guerrilla”… “Me fue imposible descubrir el
campo contrario (se le opusieron patrullas de caballería)”…
Nuevamente se observa que fracasa un segundo reconocimiento.
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11. Luis PACHECO Manya
“Di parte al señor Comandante General, que estaba observando con su anteojo; consulto
al señor General Mires sobre las disposiciones que debían tomarse, opinando él (Sucre)
por evitar el combate; y por último, resolvieron bajar en columnas hasta la cerca y la casa
de dicha hacienda, donde había arboleda y una chamba, que abrigaba a nuestra
infantería de cualquier tentativa del enemigo”...
Para nuestras conclusiones será preciso no olvidarnos que, después de conferenciar el
Comandante en Jefe con el señor General Mires, no llegó a conclusión alguna, Sucre
decidió sólo como medida preventiva; y aconsejado por la prudencia, que fueran sus
tropas tras la hacienda de Huachi, donde estarían a salvo de cualquier tentativa del
enemigo.
El parte en mención dice: “El señor Comandante General previno al señor General Mires
que marchase con los cuerpos cerrados en columna conforme estaban, y, pasando la
chamba, los apoyase contra la casa y se mantuviese firme, en tanto que él se dirigía al
bosquecito para descubrir la infantería enemiga”…
Esta orden es terminante para el señor General Mires: “que se mantuviese firme”; es
decir, que no empeñara combate...
Cestaris indica que, “el señor General Mires mandó marchar la Compañía Cazadores del
2°. Batallón con su Edecán Castellano para desalojar unos piquetes de Caballería (raro
que para esta operación no se haya empleado caballería), que estaban muy inmediatos.
Vi que dicho Batallón, en lugar de seguir el movimiento del “Albión”, seguía a los
Cazadores, por cuyo motivo corrí a averiguarlo la causa; y el señor Alcázar (Primer
Comandante del 2º. Del “Libertadores”), me dijo que así lo había ordenado el Sr. General
Mires”...
La orden de Sucre, fue de mantenerse firmes, en tanto él reconoce, no se cumple.
Agrega Cayetano Cestaris, “llegó el resto del Batallón Guayaquil, (2º. del “Libertadores”),
que comenzó el fuego, y después “Albión” (que había venido sin orden), que lo rompió
inmediatamente por la derecha del enemigo”.
“En este momento vino el Edecán Jordán repitiendo la orden del señor Comandante
General al señor General Mires y a mí, para que los cuerpos, formados en columna, en
masa se apoyasen en la casa y permaneciesen firmes; pero ya estos dos batallones
estaban en batalla y bastante separados, empeñados vivamente en el fuego”…
Este acápite es el más concluyente y arroja mucha luz en el asunto, lo comenta
posteriormente.
En cuanto a la sinceridad del documento, la personalidad de Sucre lo garantiza
plenamente: “siempre fue honrado y justo en sus procedimientos”.
Hecha la aclaración anterior, me resta manifestar a los lectores que ningún análisis
técnico realizaré sobre los movimientos estratégicos y el desarrollo táctico integral de
Huachi; sólo haré algunas consideraciones a los párrafos del ya referido parte del
combate.
En primer término, se conoce que había fracasado todo intento de reconocimiento sobre
los efectivos y posiciones del enemigo, aún el reconocimiento de fuerza, efectuado por el
“Dragones”; y nada se consiguió de un enemigo astuto, que se guardó bien de mostrar
sus fuerzas al pequeñísimo núcleo de tropas enemigas. Ante un fracaso así, ningún plan
táctico podía concebir el Mando, y nada más lógico que rehuír una acción que se
desarrollaría al ocaso. He aquí por qué Sucre opinó que no era razonable empeñarle en
una acción sin un plan preconcebido.
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12. Luis PACHECO Manya
A lo anterior, debemos añadir una de las características profesionales de Sucre: rehuía
las acciones que no le eran definitivas. En el presente caso, comprendió que aún no era
llegado el momento. Buscaría la oportunidad para conseguir aquel fin.
Formada así la opinión del Comandante en Jefe, sobre bases justas y razonables, y
sumada además su entereza de carácter, me permito juzgar que ninguna influencia pudo
desorientar al Jefe que, como Sucre, tenía una visión clara y valoraba perfectamente los
problemas que se presentaban, por inesperados que fueran. Es así como hasta el
momento que, por un resabio de la fortuna, se desarrolló la acción intempestivamente.
Sucre controlaba sus movimientos y los ajustaba por el momento a lo que le aconsejaba
la experiencia profesional, su prudencia bien comprobada. En los preliminares de la
acción, nada nos descubre el que Sucre haya pecado por vacilación o inexperto.
El hecho de haber consultado al General Mires sobre las disposiciones que debían
tomarse, tampoco puede implicar vacilación por parte de Sucre; la cortesía y la prudencia
lo aconsejaban. Las opiniones de Mires por aceptar el combate, no influyeron de manera
alguna en el ánimo del Comandante en Jefe, quien siempre creyó inoportuno el
empeñarse en esta acción, para cuyo desarrollo se presentaba la dificultad de no poderse
elaborar el plan táctico, por la carencia de datos. Si después de aquella conferencia,
Sucre ordenó a Mires conducir las tropas hasta la hacienda de Huachi, no olvidemos que
ello fue solamente una medida preventiva para evitar cualquier intento de reconocimiento
o ataque de los realistas; y en esta nueva posición debían mantenerse firmes, en tanto
Sucre se adelantaba a un pequeño bosque en su izquierda con el ánimo de efectuar
desde allí algunos reconocimientos sobre fuerzas y posiciones adversaria, requisito sin el
cual ninguna disposición podía tomarse para combatir.
El General Mires encargado de la ejecución de este movimiento y de mantener firmes las
fuerzas tras la hacienda, faltó al cumplimiento de la segunda parte; y, con gran
aturdimiento, no sólo muestra sino que compromete casi todas sus fuerzas sólo a la
presencia de pequeñas patrullas de caballería que intentaban un reconocimiento,
pudiendo contrarrestar con caballería o por el fuego de la infantería "que ningún riesgo
corría, porque parapetada tras las cercas de la hacienda, difícilmente sería desalojada,
aun interviniendo todas las fuerzas realistas”.
Efectivamente. Sucre, desde el bosque a donde fuera por intentar un nuevo
reconocimiento, para estudiar la situación que se le presentaba, y hechas sus primeras
observaciones, reitera la orden por conducto del Capitán Jordán, de mantenerse firmes y
en masa tras de la hacienda; (4) pero esta orden llega cuando las dos terceras partes
están empeñadas en la lucha, y lo que es peor, dejando un gran claro en el centro, por
donde el enemigo podía poner cuña...
Me pregunto: ¿Cuáles fueron las intenciones de Sucre, al reiterar dicha orden al General
Mires? ¿Combatir, resistir parapetado tras las zanjas de la hacienda o retirarse? .... Sea
cual fuere las respuestas, lo cierto es que el General Mires, Subjefe de Operaciones, se
arrogó atribuciones que no le correspondían; es decir, empeñó combate sin orden y sin la
intervención del Mando Superior, quien aun no había prefijado el plan táctico que, si lo
tuvo ya en su mente, la “imprudencia” de Mires lo desbarató por completo, sin darle
tiempo para su ejecución.
Luego del análisis realizado, cabe preguntarse: ¿Cuál fue la “debilidad” de Sucre?
¿Cómo es que se manifiesta su falta de carácter? Francamente no encontramos ni lo
uno ni lo otro, porque él no ordenó el combate ni estuvo presente cuando se inició;
intervino después. Como es lógico, no podía dejar solos a los suyos empeñados en el
combate; era su Jefe Superior y se vio, por consiguiente, envuelto en esa lucha, a donde
una mueca del destino, el espíritu de solidaridad, su valor a toda prueba y el noble afán
de salvar a sus soldados, o el de arrancar, en medio de lo imposible, a la diosa Fortuna
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13. Luis PACHECO Manya
un lauro más para entretejer con ella la diadema inmortal de la República, y afianzar el
imperio de la Libertad, lo llevó, a esa lucha que principió perdida ....
Tampoco vemos cómo con esta conducta, que se esfuerza por rehacer los batallones
dispersos en la llanura y busca una oportunidad para tentar la fortuna, haya “debilidad”
por parte de Sucre, quien en el curso de la acción fue herido en la mano izquierda. Su
conducta es altamente recomendable, y no vemos ni por un momento aquella “debilidad”
de que se le acusa a este noble cumanés, a este hidalgo soldado que, de haber nacido
en la época Antigua, lo habríamos encontrado, seguramente, como el mejor espartano,
junto a Leonidas.
Se pretende echar una sombra en la limpia, honrada y perfecta carrera profesional de
Sucre. ¿Por qué? Talvez por falta de comprensión o de análisis del proceso que ha
motivado ese fallo, a todas luces injusto.
El procedimiento correcto, leal, honrado del virtuoso Sucre, lo reconocieron el Gobierno
de Colombia y el mismo Libertador; pues este último no accedió a la petición que en una
correspondencia le hacía… “Si Ud. conserva alguna amistad por mí, recibiré un favor de
su amistad, si sujeta mi conducta militar a un Consejo de Guerra. Yo deberé a Ud. este
bien, como recompensa a mis trabajos en el Sur y aun me permitirá Ud., que lo exija,
para vindicar mi honor”...
Mi opinión está formada; Sucre no es responsable del desastre de Huachi, menos, de
haber incurrido en la “debilidad” de que se le pretende inculpar. Comparto la opinión del
señor Carlos H. De La Torre, que para nosotros, la vida profesional del vencedor del
Pichincha, Taindalá, Pasto, Ayacucho y Tarqui, no tiene mancha alguna; y entre la
constelación grandiosa de Alejandro, Aníbal, Julio César, Gustavo Adolfo, Federico II,
Napoleón Bonaparte y Bolívar, brillará siempre con luz propia y refulgente, que alcanzará
a iluminar mientras este planeta, antes de quedar frío y petrificado como la Luna y sin
habitantes ni vegetación, gire en el espacio infinito, hasta ser detenido por la mano del
Tiempo y la voluntad del Hacedor de todas las cosas.
(1)
Manual de Conducción Táctica, CAPT-I Marlon Luna.- 2006. Los Principios de la Guerra. (Objetivo, Libertad de Acción,
Ofensiva, Masa, Economía de Fuerzas, Unidad de Mando, Seguridad y Sorpresa).
(2)
Carta de Sucre al Libertador, después de Huachi.- Cevallos, tomo II
(3)
“Apuntes de Historia Militar Nacional”. “Campaña Libertadora en el Ecuador: 1820 – 1822”. “Primer período”. Capitán
Carlos H. de la Torre.- pág. 97 (Texto de los Cadetes de la Escuela Militar).
(4)
El Capitán don Manuel Jordán, sirvió como Edecán de Sucre, hasta la terminación de la Campaña de Quito.
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