La Biblia enseña que no debemos juzgar a otros que sufren, sino mostrarles compasión y apoyo. El documento analiza cómo Elifaz juzgó erróneamente a Job, asumiendo que sus sufrimientos eran un castigo por pecados. También describe la responsabilidad de comunicarnos con amor y sensibilidad hacia los que sufren, en lugar de hacer juicios o sermones. La Biblia nos llama a consolar a otros durante sus pruebas con empatía y comprensión.