Julio César construyó el primer banco de piedra del Circo Máximo en el 46 a.C. y Augusto lo restauró después de un incendio, completándolo y añadiendo un obelisco egipcio. El Circo Máximo era un circo romano dedicado a las carreras de caballos, construido por Rómulo y Remo, donde se realizaban carreras de aurigas y cuadrigas. La pista rectangular estaba separada por una spina y contenía gradas y una entrada para los participantes.