La spina era una pieza central del circo romano que dividía la pista de carreras. Era una estructura arquitectónica funcional y ornamental de baja altura que permitía a los espectadores ver las carreras desde cualquier lado. La película Ben-Hur recreó de forma muy precisa el aspecto del Circo Máximo romano, incluyendo la posición y dimensiones de la spina.
El arte en la Antigua Roma. Historia, generalidades, características de la arquitectura romana, escultura, pintura. Hechos históricos importantes. Simbolismo. Personajes. Historia del arte.
El arte en la Antigua Roma. Historia, generalidades, características de la arquitectura romana, escultura, pintura. Hechos históricos importantes. Simbolismo. Personajes. Historia del arte.
El Real Convento de la Encarnación de Madrid, una joya arquitectónica y cultural fundada en 1611 por la reina Margarita de Austria, ha sido revitalizado gracias a una avanzada reconstrucción en 3D. Este convento, una maravilla del barroco madrileño, ha sido un pilar en la vida religiosa y cultural de la ciudad durante siglos. Su rica historia y su valor patrimonial han sido capturados en esta innovadora reconstrucción, diseñada para su exploración, una tecnología que combina la realidad virtual y aumentada para ofrecer una experiencia inmersiva y educativa.
La reconstrucción comenzó con una exhaustiva recopilación de datos históricos y arquitectónicos, incluyendo planos originales y fotografías de alta resolución. Estos recursos permitieron a los especialistas crear una réplica digital precisa del convento. Utilizando software de modelado avanzado, cada elemento arquitectónico y decorativo fue cuidadosamente recreado, desde los majestuosos muros exteriores hasta los intrincados detalles del interior, como los frescos y el retablo mayor.
El resultado es un modelo 3D que no solo respeta la integridad histórica y artística del convento, esto permite que un futuro los usuarios pueden explorar virtualmente el convento, navegando por sus pasillos, admirando su arte sacro y descubriendo detalles ocultos que, de otro modo, serían inaccesibles.
Esta reconstrucción no solo preserva la historia del Real Convento de la Encarnación, sino que la hace accesible a un público global, permitiendo a estudiantes, historiadores y amantes del arte experimentar la grandeza del convento desde cualquier lugar del mundo. Además, la implementación de tecnologías de realidad virtual y aumentada ofrece nuevas oportunidades para la educación y el turismo cultural, haciendo del convento un ejemplo brillante de cómo la tecnología puede ayudar a preservar y difundir el patrimonio histórico.
En resumen, la reconstrucción 3D del Real Convento de la Encarnación es un proyecto que combina el respeto por la historia con la innovación tecnológica, asegurando que este tesoro del barroco madrileño continúe inspirando y educando a futuras generaciones
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Los muros paramétricos son una herramienta poderosa en el diseño arquitectónico que ofrece diversas ventajas, tanto en el proceso creativo como en la ejecución del proyecto.
1. “La spina”.
Febrero 2.015. La “spina”, pieza arquitectónica
y muestra de la civilización romana. Javier Alcober.
2. 1.- Descripción.
Con la denominación “spina” designamos la pieza central que el genio
arquitectónico romano utilizaba para dividir su conocido “circo”, que
tuvo una importancia en número de espectadores, de seguidores, y
de apostantes a los cuatro colores de las facciones, con una
influencia cultural tan importante y reflejo por tanto de la sociedad,
que fue superior sin duda incluso a la del colosal Anfiteatro Flavio,
al que sin embargo tenemos la suerte de poder contemplar de un
modo que recuerda de modo fidedigno al original, contrariamente al
Circus Maximus, con el que hay que recurrir a la proyectiva y a la
imaginación arqueologica.
Bartoli en el año 1.699 realizó el siguiente gráfico recreando el llamado
“Circus Flaminius” donde podemos contemplar la espina, del circo
máximo como parte clave de esta instalación, sin embargo, la
imaginería contemporánea no puede sino rendir tributo al
oscarizado film “BEN-HUR”, que desde 1.959 recrea el aspecto del
Circus Maximus.
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5. 2.- El estereotipo.
• “Ben-Hur (1959): una de las escenas más grandes y
espectaculares jamás filmadas fue la carrera de
cuádrigas que acontece en la cinta. Los estudios
Cineccita de Roma fueron el escenario elegido porla
Metro Goldwyn Mayer para que 42 cámaras, 18 réplicas
de los carros y 78 caballos llevaran a cabo durante 5
semanas una proeza hasta entonces no vista en
pantalla. La presión del rodaje fue tal, que el productor
de la misma Sam Zimbalist falleció de un ataque al
corazón a los 54 años en la misma Roma (no pudo
recoger uno de los 11 Oscars con los que fue
premiada)”.
• (www.enfermosdecine.com)
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8. • 4.- ARCO MÁXIMO: Enfoque de la arena y la espina desde el ángulo contrario a las cárceres.
Cuatro colores compétían, y las apuestas y toda la expectación de Roma recaía sobre las
carreras. Diocles fue un auriga tan famoso y que ganó tanto dinero que superaría las
barbaridades que cobran hoy día algunos por darle patadas al balón. Claro, obviamente es por
el dinero que genera el espectáculo. Panem et circenses. Otro auriga famoso fue Martianus, del
que existe un mosaico en el impresionante Museo de Arte Romano de Mérida, que no hay que
perderse. Quizá sólo superado por el Museo del Bardo en Túnez, en cuanto a mosaicos
romanos.
• Es evidente que William Wyler y “la Metro” contaron con un buen asesoramiento histórico
artístico que se conjugó con la espectacularidad requerida por la ocasión para un resultado
magnífico, merecedor de once premios “oscar”, pues el aspecto del Circus Máximus sería sin
duda muy similar al recreado en las secuencias que se desarrollan en la arena del circo.
9. • “Salida controlada”: en esta instantánea podemos apreciar las cárceres, desde donde áccedían a
la arena los carros, para competir en carreras que normalmente eran de las llamadas bigas, o
cuádrigas, y, protegiendo la spina, las tres metae que protegían cada extremo de la misma, que
no faltan en ninguna de las múltiples representaciones de escenas del circo que podemos
encontrar.
• Precediendo al desfile de los contendientes, el “safety car de la época”. Después de bajar el
primer delfín, ya todo era una batalla sin más regla que conseguir que tu carro, con o sin auriga,
llegara el primero a la meta en la última vuelta.
• En el film, como en el precedente de 1.925, las metae se ubican protegiendo la spina de un
modo natural, triangulado, en vez del pareado de otros gráficos que, hemos visto, son artísticos
10.
11. • Los restos arqueológicos de Emérita Augusta nos muestran cómo la realidad de las dimensiones de un circo romano y la posición y dimensiones de la
“spina” no coinciden con los diseños o más bien ilustraciones clásicas, por otra parte de indudable belleza. El arco principal de la construcción se
encontraba en el umbral que como U invertida suponía el circo, una entrada quizás principal, de cara al espectáculo. Sin embargo, en el cierre bajo de
esa “U” invertida, encontramos el edificio sustentado por las “carceres”. Al observar la diferencia de terreno existente entre ese extremo de la esquina,
el de las “carceres”, y la contraria, se deduce perfectamente, aparte de que pueda encontrarse en textos a los que aún no he accedido, que
Posteguillo en su espectacular carrera de “Circo Máximo, La ira de Trajano” en sus capítulos iniciales relata como una salida “sincronizada” con la
apertura simultánea de todas las cárceres, desde luego que tras una vuelta inicial de reconocimiento. Tras la carrera, muchos de ellos no estarían ya
quizás ni reconocibles. De no salir en este modo, no sería necesario todo este terreno adicional para ganar las “pole positions” de la carrera, partiendo
del axioma de que la ruptura de la simetría del canon clásico ha de estar siempre justificado, pues la arquitectura venía al servicio del juego.
12. La carrera tenía lugar en el sentido de las agujas del reloj, al salir en tromba e intentar ganar la primera posición más cercana a la
spina sin dejarse las ruedas en el intento, los aurigas competían para optimizar el rendimiento de sus caballos y de su vehículo.
Mentalmente debían resolver un problema matemático, un cálculo de función derivada, que optimizara la trayectoria que se podía
permitir el auriga, contando con la fuerza de sus caballos, el peso y resistencia del vehículo, obviamente, una biga o una cuádriga, no
caben los impares. La variable más importante, la fuerza y maestría propias y las del resto de aurigas, sin olvidar los látigos de los
competidores.
Como en el fragor de la batalla que sin ambages era la carrera, el público o los mismos aurigas podían olvidar cuántas vueltas
llevaban compitiendo, el doble sistema de los delfines a un lado de la spina y unos grandes huevos de piedra en el otro, se constituían
en el primer marcador electrónico de todos los tiempos. Los delfines se bajaban, permaneciendo pero en posición baja, mientras que los
huevos se iban retirando lo cual, con la típica eficiencia romana, no permitía lugar a dudas sobre las vueltas que quedaban: ¡quedarían
tantas como huevos!. Nuestra protagonista, la spina, era la muda testigo de todo, pero para la “foto finish” final, la mejor butaca se
encontraba en la tribuna principal, o tribuna imperial en el caso de la Roma postrepublicana.
La única manera de disimular la falta de simetría que seguro “pondría nerviosos” a los cuadriculados arquitectos romanos, era tener
otra tribuna similar en el lado contrario, pero la presidencia del evento no podía estar en dos lugares, y la tribuna principal dominaba
todo el campo visual de la salida desde las cárceres para intentar ganar la mejor posición cerca de la spina y libre de adversarios que
pudieran encerrar al más veloz haciéndo peligrar su estabilidad.
Desde luego, la tribuna dominaba ese momento final porque estaba, como vemos en gráficos y telefilmes, y se
comprueba por los restos arqueológicos, al final de la vuelta completa, con una visión directa del marcador situado en la spina, y del
propio espectáculo, por la posición tal como he descrito tanto respecto de la salida, momento fundamental, como de la llegada. A eso
sumamos la cercanía a una de las dos curvas obligadas, donde los aurigas más experimentados podían adelantar a sus rivales. El
adecuado balanceado del tiro, y la compenetración con los nobles brutos del auriga, era la clave para la victoria, como se retrata
perfectamente en BenHur.
•
13. • 5.- Dimensiones de la Spina. La spina del circo máximo en Roma podia medir 340 metros de
longitud. La altura no está muy clara pero el carácter funcional del elemento arquitectónico
hace suponer que no debía ser muy alta en aquél como en otros circos romanos, lo cual es
lógico porque de ese modo dejaría entrever la carrera a los espectadores cuando se
desarrollaba en el lado contrario del estadio. Hasta 150.000 espectadores cabían en el Circo
Máximo en tiempo de Augusto, antes que el estrafalario Nerón ampliara su capacidad para
poder albergar hasta a 250.000. La baja cota de la “spina” se compadece con la necesidad de
las tres “metae” a cada extremo de la misma, las cuales serían innecesarias si se tratara de
una potente edificación realizada a base de sillería. No, sin duda alguna la spina era un
elemento funcional a la vez que ornamental, de baja altura.
14. Fuentes / agradecimientos /
recomendaciones:
1.- Wikipedia.
2.- Santiago Posteguillo. “Circo máximo. La ira de Trajano.
3.- BEN-HUR. 1956. Wyliam Wyler. FOTOS Metro-G-M,
4.- Fuente info y foto b/n: www.enfermosdecine.com/30-grandes-fotos-de-detras-de-las-
escenas/
5.- Herminia Medina, en
http://losojosdehipatia.com.es/cultura/historia/las-carreras-de-cuadrigas-en-roma
6.- Imagen medida de la SPINA: http://clg-langevin.jimdo.com/mardi/le-circus-maximus/
15. • Derechos de autor reservados: En esta publicación se han respetado y cuidado los derechos de imagen y autor,
y citado convenientemente las fuentes utilizadas.
Cabe citar este artículo en todo o en parte, simplemente, citando la fuente, o publicarlo íntegramente siempre
que sea con previa autorización del autor, mediante petición al correo
javieralcober@gmail.com
Notas del editor
Bartoli en el año 1.699 realizó este gráfico del “circus flaminius” donde podemos contemplar la espina, como parte fundamental de la instalación.
En esta foto del rodaje podemos apreciar lo colosal de los escenarios recreados en Cinecittá, Roma, con el protagonismo obligado de la SPINA, nuestra protagonista. ¿Se fue de las manos que incluso hubiera público habitando la propia división central de la arena, nuestra espina, o parece bien recreada la situación?.
3.- Tan protagonista es la “espina” que no pudo faltar en el encuadre de esta imagen de recuerdo que se tomaron durante el rodaje con el director, William Wyler, los dos protagonistas, Charlton Heston y Stephen Boyd, que sin duda encarnó de un modo magistral a uno de los mejores malos malísimos de la historia del cine. El guerrero que ocupa la espina agazapado sujeta un escudo pequeño -rodela- en la mano izquierda y lleva barba lo que no fue uso de la cultura romana hasta los últimos emperadores.
Posición del circo en un mapa de la Roma clásica. Junto al meandro del tíber al norte de la colina del monte Aventino.
En la actualidad, la forma ovalada de la arena del circo se recrea por la Piazza Nabonna, que se ubica hoy donde antes se erguía aquél.