Las circunstancias que agravan la punibilidad y pueden hacer que un juez imponga una condena mayor incluyen: (1) cometer el delito sobre bienes o recursos de utilidad pública o para satisfacer necesidades básicas; (2) cometer el delito por motivos abyectos, fútiles o mediante pago; (3) cometer el delito por motivos de intolerancia o discriminación. El juez debe examinar cuidadosamente cada caso para determinar cuáles circunstancias agravantes son aplicables y así fijar la pena final.