El documento contrasta concepciones tradicionales y nuevos planteamientos sobre la autoridad. Tradicionalmente, la autoridad se concibió como el poder de dominar y obligar a obedecer emanado de instituciones o personas por su cargo. Actualmente se plantea como un reconocimiento ganado a través del compromiso con los demás y basado en satisfacer sus necesidades, distinguiéndose de la imposición arbitraria del poder. También aborda la violencia escolar como acciones u omisiones dañinas entre miembros de una comunidad educativa.