4. SESIÓN 02
• Propuesta de Emmi Pikler.
• Movimiento libre y actividad autónoma.
• Escala de Desarrollo de Emmi Pikler.
• Organización del espacio y materiales.
• Principios pedagógicos de Emmi Pikler.
ACOMPAÑAMIENTO
TEMPRANO
5. LOGROS ESPERADOS DE LA
SESIÓN
• Conocer la propuesta de Emmi Pikler.
• Valorar el movimiento libre y actividad autónoma.
• Conocer la escala de Desarrollo de Emmi Pikler.
• Organización del espacio y materiales.
• Aprender los principios pedagógicos de Emmi Pikler.
6. Emmi Pikler (1902-1984) fue una pediatra húngara a la que en
1947 le encargaron la dirección del Instituto (orfanato) Loczy de
Budapest. El Instituto Loczy acogía a niños y niñas desde el
nacimiento a los 3 años como máximo y con una cantidad de unos
10 infantes por adulto.
7. propuesta de Emmi Pikler
En 1946, el gobierno húngaro le pidió que dirigiera una Casa-Cuna en
Budapest para niños privados de sus padres. A partir de sus
observaciones que ya había iniciado desde hace tiempo, en este
espacio la Dra. Emmi Pikler planteó una nueva propuesta de educación
y cuidados para bebés y niños pequeños. La base de su propuesta se
encuentra en que todos los niños nacen con habilidades y
competencias como parte de la propia genética teniendo así la
capacidad de desarrollarlas a su propio tiempo, predominando la
libertad de movimiento durante la adquisición de posturas y
desplazamientos, lo que favorece la autonomía en el juego.
8. La inclusión en circuitos del triángulo Pikler ayuda a los niños
en el impulso de las habilidades de autonomía por medio de la
exploración y del aprendizaje a partir de la prueba y error que
ha logrado identificar. Esta autonomía permite a los pequeños
desarrollar y perfeccionar los movimientos, fomentando así el
libre conocimiento de sus capacidades logrando poco a poco
subir a la cima y llegar al otro lado del triángulo como un reto y
estimulando sus habilidades.
9. Una de las cosas que más preocupaban a Emmi Plkler y aquello que la llevó
a sus investigaciones más exhaustivas sobre el desarrollo de la motricidad,
fue que en Loczy no se diera lo que se conoce como síntomas de
hospitalismo, un fenómeno que hace que bebés y niños/as criados en
instituciones se vuelvan apáticos, indiferentes al mundo y las relaciones,
tristes y con un desarrollo psicomotriz y cognitivo deficiente.
10. Para evitar estos síntomas de hospitalismo, Pikler construyó una
pedagogía diferenciada en 2 tiempos fundamentales:
1.Un vinculo seguro con la figura adulta a través de los cuidados
cotidianos. Una relación adulto-infante de confianza que permita al
infante sentirse tranquilo y satisfecho consigo mismo y con el
mundo que le rodea. Una relación y una forma de comunicación
efectiva que acompañe al bebé niño en el desarrollo de
un sentimiento de competencia sólido y una personalidad
armónica.
2.El adulto prepara el material y el espacio para apoyar el desarrollo
motor y la actividad autónoma y que el bebé/niño/a
pueda desplegar sus capacidades, pero el adulto no coloca al
infante en posiciones a las que no ha llegado por sí mismo.
11. ¿En qué se basa el movimiento libre?
•Confianza plena en la iniciativa del infante y en su capacidad para moverse y
relacionarse con el mundo que le rodea, objetos y seres, así como su
capacidad para la autonomía y la comunicación.
•El desarrollo psicomotor es un proceso madurativo que no necesita de
enseñanza.
•Un desarrollo armónico de la lateralidad, el equilibrio y el movimiento solo
puede estar asegurado cuando dejamos que estos maduren y se desarrollen
a su propio ritmo, un ritmo que debe estar marcado por la iniciativa del
infante y no por la del adulto.
12. ¿Cómo es el desarrollo motor de un niño/a criado desde el movimiento
libre?
Los niños/as así criados tienen una evolución en sus movimientos y
posiciones distinta a los infantes que han sido intervenidos y colocados en
una u otra posición a lo largo, sobre todo, del primer año.
El bebé siempre se coloca boca arriba como posición inicial, sobre la
espalda, hasta que no alcanza otra posición por sí mismo. De esta forma,
siempre que dejamos al bebé en una superficie para cambiarlo, dormir,
descansar, jugar… se le deja boca arriba.
13. De esta posición primera, boca arriba, parten el resto de movimientos. Esta
posición, siempre que hablamos de dejar al bebé en una superficie, es la
que menos oposición ejerce a la fuerza de la gravedad y en la que más
relajada puede encontrarse su musculatura y articulaciones.
La actividad autónoma
La autonomía es una capacidad y una potencia que reside en todos y
cada uno de nosotros. El ser autónomo es un ser que conoce su propia
potencia, su voluntad, que va en su búsqueda y que puede tomar
decisiones de forma responsable.
14. Tampoco esto quiere decir que no debamos atender al niño o
dejarlo a su suerte, es sumamente importante el acompañamiento
de una figura de apego que le de seguridad y tranquilidad.
Tanto para Emmi Pikler como para el Instituto Loczy, no puede
entenderse el Movimiento Libre sin autonomía.
Se podría decir que permitir a un infante moverse en libertad no
solo va a favorecer que desarrolle una mejor salud corporal, en su
fisiología, equilibrio y movimientos, sino que le va a conferir un
mayor conocimiento de sí mismo y de sus posibilidades o límites,
así como una mayor confianza en su capacidad de tomar
decisiones, lo que también llamamos un sentimiento de
competencia sólido.
15. Cuando le decimos a un niño/a cómo debe jugar o lo colocamos en
cierta posición, estamos promoviendo su dependencia del adulto.
Ya sea porque el pequeño/a va a buscar constantemente nuestra
aprobación y no va a realizar los juegos o movimientos por propia
iniciativa o placer, o porque lo estamos inmovilizando en el sentido más
literal.
Sentar a un niño que aún no puede sentarse por sí mismo implica en la
mayor parte de casos inmovilizarlo, ya que no saben salir de esta
posición por sí solos.
Los niños que son colocados en posiciones a las que no han llegado por
sí mismos tampoco suelen saber salir de estas, por lo que la
dependencia del adulto se establece como dinámica cada vez con más
fuerza, además de que puede provocar estados de irritabilidad y
frustración con más frecuencia que en niños/as que pueden moverse
con libertad y de forma autónoma.
16. Por supuesto que realizará ejercicios que lo preparen para las posiciones
y movimientos siguientes, pero estos ejercicios y prácticas se darán de
forma espontánea y autónoma, en la medida que le niño pueda, desee y
esté preparado para ello.
Pensemos que un niño que es puesto en posturas a las que no ha
llegado por sí mismo está siempre en una batalla constante por
sostenerse en esa posición, cosa que no solo crispa su musculatura, sino
que reduce al mínimo su capacidad de exploración y movimiento.
17. Este niño que ha sido puesto boca a bajo, o sentado o de pie antes de
que él lo decidiese está invirtiendo prácticamente todo su primer año
de vida en esta batalla constante y no logrará esa autonomía de
movimiento hasta que empiece a caminar con seguridad (eso si no es
llevado de la mano la mayor parte del tiempo).
Decirle a un niño/a como debe jugar (otra cosa son los juegos de reglas
que empiezan sobre los 3 o 4 años) es limitar su capacidad y su
iniciativa espontánea de experimentación, descubrimiento, raciocinio,
voluntad y creatividad.
18. De esta forma el niño pierde la confianza en sus iniciativas y en su
capacidad de tomar decisiones. Puede tender a la pasividad y la
inseguridad en sí mismo.
Un infante criado en el movimiento libre, por el contrario, podrá emplear
todo este tiempo en explorar su propio cuerpo y su entorno con calma,
tranquilidad y confianza en sí mismo.
El papel del adulto
el papel y el acompañamiento del adulto es fundamental en esta forma
pedagógica y su puesta en práctica. Se puede acompañar con la mirada,
verbalmente, con una caricia o cogiendo en brazos, la relación infante adulto es
sumamente importante además de que es responsabilidad del adulto procurar
para que el infante disponga del tiempo, el espacio y la confianza para que
pueda desarrollarse con tranquilidad.
19. •El vinculo infante-adulto es fundamental, el adulto debe ser
una figura de apego seguro para que éste pueda sentirse
realmente confiando y colmado en sus necesidades para
poder sentir esa iniciativa que lo interpela a conocer mundo,
explorar, investigar, moverse y relacionarse.
•El adulto respetará la capacidad autónoma del infante.
20. •El adulto le anticipará verbalmente al bebé niño/a cualquier acción o
movimiento que vaya a ejercer sobre el pequeño/a: voy a cogerte, te voy a
dejar en el suelo, voy a lavarte las manos…
•El adulto debe estar siempre disponible para responder al infante. Esta
respuesta puede ir de la simple presencia y/o acompañamiento verbal a
cogerle en brazos.
•El adulto debe dar tiempo suficiente sin exigencias ni presiones para la
actividad autónoma del infante. No le animará ni lo juzgará. El adulto no tendrá
prisa.
•El adulto no le dirá al infante como debe jugar ni explorar ni manipular
objetos.
21. •El adulto no establecerá una dinámica de dependencia motora con el
infante. No lo sentará, no lo llevará de la mano. El adulto se regocija con el
niño/a y comparte su alegría, pero no es la figura que aprueba o
desaprueba.
•El adulto no establecerá una dinámica de dependencia con el infante en el
juego y la exploración. No le diremos cómo jugar, cómo pintar, cómo hacer
encajes o cualquier cosa que se le parezca. No resolveremos las situaciones
por él ni buscaremos soluciones por él.
•El adulto organizará el espacio y los materiales de forma que estos
favorezcan el libre movimiento y la actividad autónoma
22. Organización del espacio y materiales
Cuando hablo de la organización del espacio y los materiales,
además de la parte más practica, es fundamental pensar en
un espacio que promueva y facilite este movimiento libre y
esta actividad autónoma. Esto quiere decir que será un
espacio seguro, en el cuál el infante podrá moverse con
confianza y podrá coger y tocar todo aquello que encuentre.
23. El espacio y los materiales deben ser siempre seguros y adaptados. No
dejar ventanas abiertas a las que puedan llegar, objetos punzantes sobre
los que puedan caer, los muebles bien pegados a las paredes…
•Adecuar espacios amplios y lo más diáfanos posibles y con suelos firmes que no
se hundan ni se arruguen dificultando el movimiento y el desplazamiento.
•Vallar los espacios no adaptados.
•Mobiliario adaptado que permita subir y bajar, moverse en planos inclinados,
pasar por túneles, etc
Puntos clave son:
•Que la ropa permita y facilite el movimiento libre. Se evita vestirles con mucha
ropa si no hace frío. Se evitan las capuchas, la ropa demasiado gruesa o
estrecha. Siempre que sea posible se recomienda dejarlos descalzos, ya que los
pies son un punto de agarre y equilibrio fundamental en el equilibrio.
24. •Materiales siempre a su alcance, sin exceso y adecuados a
cada etapa. Materiales fáciles de manipular, que no necesiten
la «ayuda» del adulto. En general se recomiendan lo que se
llama «materiales desestructurados«, que no son más
que materiales sin un fin en concreto y que en su mayoría
forman parte de la vida cotidiana (tapas, botes, telas, objetos
de madera, piedras, aros, tapones de corcho, telas…). Se
pueden combinar perfectamente con otro tipo de material
más estructurado siempre y cuando no se «enseñen» a usar.
25. Los bebés y niño/as necesitan sentirse seguros con el espacio y
con los adultos que lo acompañan, lo suficientemente tranquilo
para sentir que no hay peligro y poder dedicar su atención en
explorar.
Esto seguramente querrá decir que van a necesitar nuestra
presencia y si hablamos de bebés, que no vamos a poder irnos de
la habitación sin que reclamen nuestra presencia o la de otra
persona. Esto es completamente natural y se irá pasando a medida
que el infante madure.
Toda esta organización del espacio, el mobiliario y el material
tiene el objetivo de que nuestros hijos e hijas puedan moverse y
explorar libremente, de forma autónoma y por propia iniciativa.
No quiere decir solos, quiere decir por sí mismos. De eso se trata.
26.
27. Actividad 1
En pequeños grupos organizan sus aprendizajes sobre el
tema de hoy, propuestas de Emmi Pikler (mapa mental).
Video
https://www.youtube.com/watch?v=J3GQWiJmv9E
28. REFERENCIAS
Arango de Narváez, María Teresa (1999). Estimulación temprana: segundo año / María
Teresa Arango de Narváez, Eloísa Infante de Ospina, María Elena López de Bernal
(primera). Santa Fé de Bogotá: Gramma.
https://books.google.com.pe/books?id=hWCSG2HYwWgC&printsec=frontcover&hl=es&source=g
bs_ge_summary_r&cad=0#v=onepage&q&f=false
https://tetaaporter.com/2015/10/05/movimiento-libre-y-actividad-autonoma-que-implican/
https://www.youtube.com/watch?v=J3GQWiJmv9E