La medicina tradicional china clasifica los alimentos según su energía (caliente, templado, frío), sabor (ácido, amargo, salado, dulce) y color (rojo, amarillo, verde, negro, blanco). Cada categoría tiene un efecto diferente en el cuerpo y se relaciona con uno de los cinco elementos y órganos. Por ejemplo, los alimentos amargos favorecen la evacuación y actúan sobre el corazón y el intestino delgado, relacionados con el elemento fuego.