Elaborar el organigrama no es tan fácil. En muchos ayuntamientos aclarar quién manda en qué y hasta qué punto puede ser complicado, puede ser incluso conflictivo revolver el tema... pero hay que hacerlo.
Cómo se elabora el organigrama de un ayuntamiento de tamaño medio
1. Cómo se elabora el organigrama de un ayuntamiento
de tamaño medio: 6 problemas y 6 soluciones
(publicado en www.estrategialocal.com el 19 de julio de 2016)
Albert Calderó
Las leyes de transparencia exigen que todos los ayuntamientos aprueben y hagan público en la
web el organigrama municipal. Es lógico y elemental: Lo mínimo que se le puede pedir a una
institución democrática es que explique claramente quién toma qué decisiones y quién es
responsable de qué.
Es fácil, dicen, se trata de dibujar en una sola hoja muchos rectángulos y flechitas. Pero no es tan
fácil. En muchos ayuntamientos aclarar quién manda en qué y hasta qué punto puede ser
complicado, puede ser incluso conflictivo revolver el tema... pero hay que hacerlo. ¿Cómo? He
aquí algunos problemas y las soluciones.
Problemas frecuentes Soluciones posibles
A muchos concejales/as les hace mucha
ilusión ejercer de jefes de su personal, pero
como tienen dedicación parcial casi no
coinciden con ese personal... ¡Y a menudo la
mayoría tampoco tienen mucha experiencia ni
habilidad en eso de mandar! Muchos pasan
rápidamente de querer decidirlo todo a
desaparecer por no asumir responsabilidades
en situaciones conflictivas...
Todo el mundo del gobierno debe asumir la
responsabilidad, o bien de mandar de verdad,
asumiendo los derechos pero también las
obligaciones del mando jerárquico, los que
tengan tiempo de dedicación y también
capacidad de mando; o bien dejar que dirijan
otros y hacer un papel de responsable
funcional, con capacidad de dar instrucciones
pero sin responsabilidad jerárquica.
Muchos técnicos municipales piensan que
tienen que mandar porque sí, pero quieren
poder dar órdenes sin asumir las
responsabilidades del mando: Quieren el
derecho de mandar sin la obligación de
hacerse responsables del buen trabajo y la
buena disposición de sus subordinados.
Hay que explicar muy bien qué es el mando en
el siglo 21: No es hacer de señor feudal. Se
debe de formar a todos los mandos, políticos y
técnicos, en métodos y habilidades jerárquicas.
Y se ha de cesar a los malos mandos de los
puestos de mando. Ningún cargo municipal
debe ser un mando irresponsable ni
despótico.
Hay tendencia a organizar todo el
ayuntamiento en función de las concejalías
delegadas, que siempre son muchas: Esto
crea un organigrama fragmentario, con
muchos jefes con muy pocos subordinados
cada jefe, que en teoría hacen a la vez de
técnicos y de jefes.
Si alguien tiene que hacer a la vez de jefe y de
técnico es segurísimo que hará sólo de
técnico, porque el trabajo de jefe es el más
difícil e ingrato que existe. Y así se acabará no
ejerciendo nadie de jefe y haciendo todos lo
que les dé la gana. Debe haber pocos jefes,
que cada uno mande a mucha gente (mínimo
10 personas) y que nunca un jefe haga a la
vez de técnico.
En un ayuntamiento de tamaño medio, entre la
alcaldía y los técnicos, existe a menudo una
El organigrama debe definir una sola línea
jerárquica, bien clara y lo más corta
2. cierta "maraña" de tenencias de alcaldía,
concejalías delegadas, directivos, eventuales y
mandos más o menos formalizados y más o
menos efectivos, pero todos más o menos
quieren mandar; y que es difícil e incómodo de
ordenar... pero que convendría ordenar.
posible, entre la alcaldía y cualquier empleado
municipal. Y tiene que tener como máximo dos
escalones intermedios, aunque lo ideal sería
que hubiera sólo uno. Cuanta más gente
manda en teoría más seguro es que nadie
manda en la práctica.
Las leyes no dicen qué órgano es el
competente para aprobar el organigrama; por
aplicación de la competencia residual debería
ser de la alcaldía, pero la decisión sobre
organigrama debe estar coordinada con
decisiones que son del Pleno, como el
Reglamento Orgánico, la Relación de Puestos
de Trabajo, la plantilla presupuestaria, la
plantilla de plazas...
La solución práctica es que lo apruebe el
Pleno a propuesta de la alcaldía; pero en el
Pleno debería aprobarse de forma que se
respeten las competencias de la alcaldía en
cuanto a nombramientos, delegaciones, y
ajustes de recursos a las necesidades
cambiantes. Hay que aprobar un acuerdo
sobre organigrama que sea normativo y a la
vez flexible.
Y cómo se hace esto? Quizás quizás, contratando a alguien
entendido...