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Universidad Michoacana de
San Nicolás de Hidalgo
Facultad de Agrobiología
“Presidente Juárez”
Estimación del contenido y captura de carbono en biomasa
aérea del predio “Cerro Grande” municipio de Tancítaro
Michoacán México
T E S I S
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE:
Ingeniero Agrónomo
Especialista en Bosques
P R E S E N T A
Pablo Irving Fragoso López
Director: Candidato a Dr. Biól. José Antonio Benjamín Ordóñez Díaz
Uruapan Michoacán 2003
DEDICATORIA.
A Dios
Por darme la existencia que día a día trato de vivir lo mejor que puedo y sobre todo
la gran oportunidad de realizar este sueño.
A mi Padre
El Sr. Pablo Fragoso Ramírez, por inculcar en mí, la responsabilidad, la educación y
sobre todo el coraje para enfrentar los retos de la vida.
A mi Madre
La Sra. Pilar López Valderrama, que junto con mi padre son mi gran tesoro, por
darme su amor y consejos, que día a día trato de compensarlos con triunfos.
A mis Hermanos
Freddy, Nahum, Luis y Alyn, que son mi orgullo y el motivo de mi superación.
A mis Sobrinos
Pablo Naim, Araly Eunice y Darío.
A la mujer que amo
Alma Delia Calderón Magaña, que es la dueña de mis sentimientos y mi motivo de
superación.
AGRADECIMIENTOS
A mis Padres y a mis hermanos, por brindarme el apoyo para realizar este sueño, al
igual agradezco a mis sobrinos, agradezco también a mis cuñadas Josefina y Jessica,
por su apoyo moral.
A nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Michoacana de San Nicolás de
Hidalgo, por darme la gran oportunidad de cursar esta hermosa carrera.
A la Facultad de Agrobiología “Presidente Juárez”, por haberme dado la
oportunidad de prepararme en sus aulas.
Al Centro de Educación y Capacitación Forestal No.1 “Dr. Manuel Martínez
Solórzano” por haberme dado la oportunidad de formarme como Técnico Forestal.
Al Candidato a Dr. Biol. José Antonio Benjamín Ordóñez Díaz, por dirigir las
actividades de este trabajo, al igual que su valiosa amistad y apoyo.
A Servicios Técnicos Forestales encabezados por el Ing. José Guadalupe Lazos
Figueroa, por brindarme la confianza y la oportunidad colaborar con el en algunas
actividades forestales, así mismo agradezco el apoyo bibliográfico brindado.
Al Sr. José Luis Ayala Andrade, por permitir la utilización de su predio para la
realización de este trabajo.
A Asesoría Técnica Forestal dirigida por el Ing. Juan Cosme Velarde Ramírez, por el
apoyo brindado en la realización de este trabajo, al igual que la confianza brindada
para la realización de trabajos forestales, agradezco infinitamente su valiosa amistad.
Al Dr J. Jesús García Magaña, Por las observaciones realizadas a este trabajo, también
agradezco su amistad y apoyo.
Al Biol. Eduardo Jarquin y la MC. María Guadalupe de la Luz Rivas. Por sus valiosas
observaciones durante la revisión del presente documento.
Al Ing. Adolfo Huerta Zamora, agradezco su apoyo en la revisión de este documento
al igual que sus valiosas observaciones en algunos aspectos del mismo.
Al Ing. Martín E. Lara Rubio agradezco sus puntos de vista y consejos durante la
elaboración de este trabajo.
Al Ing. Francisco Javier Sagrero Ginori, agradezco su amistad y apoyo en los trabajos
de cartografía.
Al Dr Omar Masera, al Físico Jaime Navia Antezana, al M.C Rene David Martínez
Bravo, y a la Biól. Marcela Olguín por sus conocimientos aportados, que sin ellos, no
se hubiera despertado en mi el interés de realizar este trabajo.
Al Ing. Melquíades García Morales, agradezco el apoyo bibliográfico brindado, al
igual que los consejos y recomendaciones, también gracias por tu amistad.
Al Biol. Francisco Aviña Cervantes, por haber revisado este documento, al igual
agradezco tu amistad y apoyo.
A mis compañeros de trabajo, los Ingenieros Mario Alberto Cortes Núñez, Omar
Corona, Antonio Olivares y demás personas que laboran en CONAFOR Qro.
Agradezco su valiosa amistad, al igual que todo el apoyo brindado en mi desempeño
profesional.
A mi colega y gran amigo Ing. Ernesto Felipe Martínez y su esposa Ararat, agradezco
su valioso apoyo, al igual que su gran amistad.
A la Ing. Alejandra González M. agradezco su valiosa amistad y apoyo brindado en el
desempeño de mi profesión.
A mis Padrinos el Sr. José Delgadillo y Florelia Delgado e hijos, por el gran apoyo
moral y amistad que han brindado a mi y toda mi familia.
A la H. Casa del Estudiante Universitario “Benito Canales”, por todos los apoyos que
recibí de ella, que sin ellos, hubiera hecho más difícil la realización de este trabajo.
A mis colegas y grandes amigos: Ángel Fernando López Barrios, Juan Carlos Zamora,
Edgar Hugo Olvera Delgadillo, Francisco Gallegos Pérez, Manuel Cortés Jaramillo, y
Severiano Hernández Campos. Agradezco su valiosa amistad y apoyo.
A mis amigos: Rodolfo López, Ángel Badillo, Ángel Martínez, Roberto Hernández,
Jacobo Carmona, Edgar Hernández, José Luis Holguín y Gabriel Martínez, agradezco
su amistad y en algunos casos el apoyo en la realización del inventario.
Agradezco especialmente a Alma Delia Calderón Magaña, por darme la gran
oportunidad de estar con ella en estos momentos.
Y a todas las personas que directa o indirectamente participaron en mi formación.
“Sinceramente Gracias”
2.6.4. Propuestas de mitigación de las emisiones del CO2....................................15
2.6.5. Los mecanismos de Kyoto...............................................................................16
2.6.6. Aspectos básicos de los proyectos forestales de mitigación......................17
III. MATERIALES Y MÉTODOS
3.1.Descripción del área de estudio......................................................................................20
3.1.1. Ubicación del área de estudio..........................................................................20
3.1.2. Información general..........................................................................................22
3.1.2.1. Estado legal.........................................................................................23
3.1.2.2. Geografía.............................................................................................23
3.1.2.3. Hidrografía..........................................................................................23
3.1.2.4. Fisiografía............................................................................................23
3.1.3. Características físicas........................................................................................24
3.1.3.1. Clima....................................................................................................24
3.1.3.2. Suelo.....................................................................................................24
3.1.3.3. Hidrología...........................................................................................24
3.1.3.4. Topografía...........................................................................................24
3.1.3.5. Zonas de erosión................................................................................24
3.1.3.6. Susceptibilidad natural del predio respecto a la
erosión hídrica y eólica...................................................................................25
3.1.3.7. Minerales.............................................................................................25
3.1.4. Características biológicas.................................................................................25
3.1.4.1. Vegetación..........................................................................................25
3.1.4.2. Fauna...................................................................................................27
3.1.5. Aspectos socioeconómicos...............................................................................29
3.1.5.1. Población más cercana al área de estudio. .....................................29
3.1.5.2.- Infraestructura y servicios...............................................................29
3.2. Método de muestreo........................................................................................................29
3.2.1. Diseño de muestreo..........................................................................................29
3.2.2. Tamaño de la muestra......................................................................................30
3.2.3. Forma y tamaños de los sitios de muestreo.................................................30
3.2.4. Material y equipo utilizado.............................................................................31
3.2.4.1. Material de gabinete...........................................................................31
3.2.4.2. Material y equipo utilizado en la toma de datos de campo.........31
3.2.5. Toma de la información de campo................................................................32
ii
3.3. Métodos empleados para obtener los parámetros dendrométricos y
epidométricos de la masa forestal.................................................................................32
3.3.1. Existencias reales por hectárea y totales........................................................32
3.3.2. Cálculo de incrementos (I.C.A) en m3 y en (%)............................................33
3.3.3. Cálculo de volumen de corta y residual/ ha y total....................................34
3.4. Estimación del contenido de carbono...........................................................................34
3.5. Captura de carbono.........................................................................................................35
IV. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
4.1. Existencias reales por hectárea y totales.......................................................................36
4.2. Resumen de cálculo de incrementos...........................................................................38
4.3. Contenido de carbono.....................................................................................................40
4.3.1. Especie Abies religiosa........................................................................................40
4.3.2. Especie: Pinus pseudostrobus. ...........................................................................41
4.3.3. Especie: Quercus laurina....................................................................................41
4.3.4. Otras hojosas. ....................................................................................................42
4.4. Almacén de carbono actual. ..........................................................................................42
4.5. Potencial de captura de carbono...................................................................................43
4.5.1. Captura de carbono. ........................................................................................43
4.5.2. Proyección de la captura anual de carbono
en un periodo de 10 años.................................................................................44
4.6. Comparación de los resultados con otros estudios.....................................................45
4.7. Plan de manejo.................................................................................................................46
4.7.1. Sistema silvícola................................................................................................46
4.7.2. Método de ordenación......................................................................................46
4.6.2.1. Tratamientos a utilizar.......................................................................47
4.7.3. Horizonte de planeación o ciclo de corta.......................................................47
4.7.4. Obtención de volumen de corta y residual por ha y total...........................47
4.7.4.1. Volumen de corta y residual por ha y total........................48
4.7.5. Programación de las cortas o intervenciones. ..............................................50
4.8. Integración de áreas al proyecto....................................................................................52
4.9. Valor de la producción....................................................................................................52
4.10. Almacén de carbono después de la intervención......................................................54
V. CONCLUSIONES............................................................................................................59
VI. LITERATURA CITADA................................................................................................60
VII. APÉNDICE.....................................................................................................................66
iii
CONTENIDO
Pag.
CONTENIDO............................................................................................................................i
RESUMEN ..............................................................................................................................iv
ÍNDICE DE CUADROS.........................................................................................................v
ÍNDICE DE FIGURAS...........................................................................................................vi
I. INTRODUCCIÓN................................................................................................................1
1.1. Objetivos..............................................................................................................................2
II. REVISIÓN DE LITERATURA
2.1. Efecto invernadero.............................................................................................................3
2.1.1. Gases de efecto invernadero.............................................................................4
2.1.2. El cambio climático: causas y consecuencias..................................................4
2.2. El carbono...........................................................................................................................5
2.2.1. Propiedades.........................................................................................................5
2.2.2. Estado natural .....................................................................................................6
2.2.3. Ciclo biológico del carbono...............................................................................6
2.3. Recursos naturales.............................................................................................................9
2.4. Recursos forestales.............................................................................................................9
2.5. La valoración de los recursos naturales..........................................................................9
2.5.1. Consideraciones generales................................................................................9
2.5.2. Bienes y servicios ambientales........................................................................10
2.5.3. Definición de gastos ambientales .................................................................11
2.5.4. Valor económico total......................................................................................11
2.6. Los bosques y el cambio climático global.....................................................................13
2.6.1. Los bosques y sus emisiones de carbono.......................................................13
2.6.2. Los bosques como reservorios de carbono....................................................13
2.6.3. El protocolo de Kyoto.......................................................................................14
2.6.3.1. Hacia una visión integral del cambio climático.............................14
i
RESUMEN
La situación del recurso forestal, año con año se torna más crítica, debido a la
falta de una cultura dirigida a la preservación y uso racional de los recursos
forestales, por décadas se han aplicado técnicas de aprovechamiento heredadas por
generaciones y que es necesario mejorar.
El uso irracional del bosque ha ocasionado daños que cada día son más
difíciles de solucionar, un ejemplo de ello es el incremento en las emisiones de gases
de efecto invernadero, derivadas de la conversión de la cobertura vegetal,
concretamente en el aumento de las concentraciones de carbono en la atmósfera, este
trabajo muestra una forma de mitigar dicho efecto, mediante la preservación del
recurso forestal, ya que la concentración y velocidad a la que estos gases se ha
incrementado dan origen al cambio climático, que es un fenómeno global.
Este estudio, presenta una propuesta integral de un plan de manejo del predio
“Cerro Grande”municipio de Tancítaro Michoacán; los resultados obtenidos
muestran datos positivos en lo que al almacenamiento de carbono se refiere.
Tomando en cuenta el volumen en m3 por especie, se calculó el contenido de carbono
en biomasa aérea en este predio, proyectando los siguientes resultados: Abies religiosa.
presenta 15, 800 tC1, Pinus pseudostrobus 5, 433 tC, Quercus laurina 3,040 tC y una
agrupación de hojosas presenta 367 tC, sumando una cantidad de 24, 640 tC.
Tomando en cuenta el incremento corriente anual se obtuvo el potencial de
carbono capturado en el predio y su proyección se realizó a 10 años. Con la aplicación
de técnicas de manejo se pretende aumentar el número de toneladas de carbono
capturadas y además preservar el recurso natural de este predio.
1
tC. Toneladas de carbono.
iv
ÍNDICE DE CUADROS
Cuadro Pag.
1. Bienes y/o servicios ambientales....................................................................................12
2. Clasificación de superficies..............................................................................................22
3. Colindantes del predio.....................................................................................................22
4. Coordenadas de localización del área de estudio........................................................23
5. Principales especies que conforman el estrato arbóreo...............................................25
6. Principales especies que conforman el estrato arbustivo............................................25
7. Principales especies que conforman el estrato herbáceo.............................................29
8. Especies aprovechables....................................................................................................26
9. Principales mamíferos. ....................................................................................................27
10. Principales aves. ...............................................................................................................28
11. Principales reptiles. ..........................................................................................................28
12. Principales insectos. .........................................................................................................28
13. Número de sitios de muestreo por rodal.......................................................................30
14. Metodología para el cálculo de incrementos. ..............................................................33
15. Procedimiento para la estimación de carbono almacenado.......................................35
16. Existencias reales por hectárea m3 V.T.A......................................................................36
17. Existencias reales totales por especie m3 V.T.A............................................................37
18. Incremento Corriente Anual Abies religiosa...................................................................38
19. Incremento Corriente Anual Pinus pseudostrobus.........................................................39
20. Estimación de carbono almacenado en Abies religiosa.................................................40
21. Estimación de carbono almacenado en Pinus pseudostrobus......................................41
22. Estimación de carbono almacenado en Quercus laurina..............................................41
23. Estimación de carbono almacenado en Otras hojosas.................................................42
24. Contenido de carbono (resumen). .................................................................................42
25. Toneladas de carbono capturadas en Abies religiosa...................................................43
26. Toneladas de carbono capturadas en Pinus pseudostrobus.........................................44
27. Proyección de captura de carbono a 10 años................................................................45
28. Comparación de resultados.............................................................................................45
29. Volumen de corta y residual por hectárea y total Abies religiosa................................48
30. Volumen de corta y residual por hectárea y total Pinus pseudostrobus......................49
31. Volumen de corta y residual por hectárea y total Quercus laurina............................49
32. Plan de cortas.....................................................................................................................51
33. Numero de plantas a reforestar......................................................................................52
34. Valor de la producción de madera.................................................................................52
35. Valor de la captura de carbono.......................................................................................53
36. Valor de la producción total en 10 años.........................................................................53
v
ÍNDICE DE FIGURAS
Figura Pag.
1. Efecto invernadero.......................................................................................................3
2. Fuentes y sumideros de carbono. ..............................................................................7
3. Flujos y almacenes de carbono de un sistema
forestal............................................................................................................................8
4. Localización del área de estudio...............................................................................20
5. Localización del predio en el Parque Nacional Pico de
Tancítaro.......................................................................................................................21
6. Existencias reales totales y volumen de corta total en
toneladas de carbono en Abies religiosa....................................................................54
6.1 Almacén de carbono a 10 años.................................................................................55
7. Existencias reales totales y volumen de corta total en
toneladas de carbono en Pinus pseudostrobus..........................................................56
7.1 Almacén de carbono a 10 años.................................................................................56
8. Existencias reales totales y volumen de corta total en
toneladas de carbono en Quercus laurina.................................................................57
9. Almacén de carbono total a 10 años. .........................................................................58
vi
I. INTRODUCCIÓN
Durante los últimos siglos, el clima de la tierra ha sido beneficioso para la
humanidad. La mayoría de los seres vivos que habitan el planeta se han desarrollado bajo
una atmósfera benigna, tal desarrollo ha generado grandes cambios, uno de ellos
podemos señalarlo como un “experimento mundial” que sin darnos cuenta el resultado
es el cambio de aspecto del planeta, este experimento en la actualidad se conoce como
Cambio Climático Global (CCG).
El cambio climático global se puede definir como el posible aumento de la
temperatura del aire del planeta, dado principalmente por la alta concentración en la
atmósfera de gases de efecto invernadero (GEI) como: el bióxido de carbono, vapor de
agua, metano, oxido nitroso, ozono, bióxido de azufre y clorofluorocarbonos, los cuales
tienen la capacidad de actuar como el vidrio que cubre la estructura de un invernadero,
el cual absorbe los rayos solares en vez de reflejarlos.
El aumento de GEI en la atmósfera se debe principalmente a el desarrollo de
actividades que a diario realizamos como son: la mayor parte de los procesos
productivos, el transporte, la producción de cemento, la generación de electricidad y los
sistemas domésticos éstos dependen principalmente de la energía derivada del consumo
de combustibles fósiles (combustibles provenientes de depósitos de carbón, petróleo,
gas, esquistos bituminosos, turba, lignito y antracita) esto es más común en las naciones
industrializadas.
Otra causa que contribuye con grandes emisiones de GEI sin duda es el cambio en
el uso del suelo ya que anualmente se deforestan 17 millones de hectáreas en el mundo,
lo que significa una liberación de cerca de 1.8 billones de toneladas de carbono, que es del
20 al 30% de las emisiones antropogénicas (Montoya et al., 1995).
Una forma de mitigar el CCG es con la ayuda de la vegetación ya que esta actúa
como reservorio o almacén de carbono. Debemos de tomar en cuenta que la capacidad de
almacenamiento de carbono en los bosques se está perdiendo rápidamente debido a los
procesos de deforestación y degradación de los ecosistemas forestales. Para proponer
estrategias viables y dirigidas a la mitigación del cambio climático es imprescindible; por
un lado, conocer la dinámica del carbono en los ecosistemas forestales, y por otra, las
modificaciones a los flujos de carbono derivadas de los patrones de cambio de uso del
suelo.
Debido al la importancia de este fenómeno, nace la inquietud de realizar este
trabajo, ya que se espera contribuir en aspectos como pueden ser económicos, al tener
una base para la posible obtención de recursos por medio del pago por servicios
ambientales., aspectos sociales y ecológicos, al brindar una forma alternativa del uso de
los recursos forestales y al mismo tiempo contribuir al conocimiento y difusión de este
problema.
1
1.1 Objetivos
Estimar el contenido y captura potencial de carbono en especies maderables
del predio “Cerro grande”, municipio de Tancítaro Michoacán.
Proponer un plan de manejo forestal para aumentar y asegurar la captura de
carbono a largo plazo.
2
II. REVISIÓN DE LITERATURA
2.1. Efecto invernadero
Nuestro planeta está rodeado por una delgada capa de gases denominada
atmósfera, compuesta por nitrógeno (78.3%), oxígeno (21.0%), argón (0.3%), bióxido
de carbono (0.03%) y otros gases en cantidades menores como helio, neón y xenón.
Además contiene aerosoles (partículas) en cantidades variables, dependiendo de su
origen y concentración, y vapor de agua en concentraciones fluctuantes. Este último
es responsable de gran parte de los fenómenos meteorológicos (Salati, 1990).
El efecto invernadero se debe a que ciertos gases en la atmósfera permiten que
la mayor parte de la radiación solar incidente penetre hasta la superficie del planeta,
mientras que se absorbe y reemite parte de la radiación infrarroja que el planeta
regresa al espacio exterior. Cuanto mayor es la concentración de los gases de
invernadero, menor es la cantidad de radiación infrarroja que el planeta remite
libremente al espacio exterior. De esta manera, al aumentar la concentración de gases
de invernadero, se incrementa la cantidad de calor atrapado en la atmósfera, dando
origen a que se eleve la temperatura superficial del planeta (Ordóñez, 1999).
La figura 1 ilustra como la radiación infrarroja liberada es absorbida por las nubes y
los gases de efecto invernadero, manteniendo así la temperatura de la tierra a 33°C
más caliente de lo que de otra manera estaría.
Figura 1. Efecto invernadero (Colegio de la Frontera Sur, 2003).
3
2.1.1. Gases de efecto invernadero
El clima de la Tierra está dado por el balance radiactivo de la atmósfera, el cual
depende, a su vez, de la entrada de energía en forma de radiación solar, su actividad
radiactiva, la abundancia de gases de efecto invernadero en la atmósfera, nubes y
aerosoles (IPCC, 1992).
Diferentes autores (Schneider, 1989; Houghton y Woodwell, 1989; Goudie,
1990; Dixon et al., 1994; Masera, 1995) afirman que el bióxido de carbono (CO2) es el
principal gas de efecto invernadero. Otros gases con concentraciones menores
producen el mismo efecto con diversas intensidades, tales como metano (CH4), óxido
nitroso (N2O), clorofluorocarbonos (CFC) y ozono (O3).
Desde la revolución industrial, la concentración de gases de efecto invernadero
se ha incrementado rápidamente la concentración de 360 ppmv2 del bióxido de
carbono (CO2) en 1990, resultó 25% mayor que en la etapa preindustrial (antes de
1750), cuyo valor era de alrededor de 280 ppmv, y por arriba, a su vez, de cualquier
periodo durante los últimos 160 años (Goudie, 1990; Masera, 1991 citado por
Ordóñez, 1999), sobre todo como resultado de las actividades humanas.
Muchos de estos gases tienen tiempos de vida (residencia atmosférica) que van
desde décadas hasta centenares de años, por lo que los cambios en las
concentraciones de la atmósfera se manifiestan lentamente como respuesta a los que
se dan en las tasas de emisión (Goudie, 1990; IPCC, 1990).
2.1.2. El cambio climático: causas y consecuencias
Como se señaló anteriormente, se define al cambio climático como el aumento
en la temperatura superficial del planeta que se produce como consecuencia de un
aumento importante y rápido de las concentraciones de gases de efecto invernadero
en la atmósfera (IPCC, 2001 citado por Ordóñez, 2002).
La causa fundamental de este incremento es la emisión de estos gases (CO2,
N2O, CFC, CH4), provocados por actividades humanas (antropogénicas) que alteran
la composición original de la atmósfera.
2
ppvm: partes por millón por volumen.
4
El Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, 2001) estima que un
cambio de las emisiones de gases de efecto invernadero que duplique las
concentraciones de CO2 con respecto al nivel preindustrial daría como resultado un
incremento de temperatura de 1.5 a 5.8 ºC. Este cambio de temperatura provocaría, a
su vez:
Cambios en los patrones mundiales de precipitación pluvial, con
diferencias regionales significativas.
•
•
•
Elevación del nivel del mar de 0.2 a 0.6 metros, tanto por la expansión
térmica de los océanos como por el derretimiento parcial de glaciares en las
montañas y de la capa de hielo en las regiones polares, como el caso de la
Antártica, para la que se estima un desprendimiento de 200 km. de masas
de hielo.
Cambios en la humedad del suelo al aumentar la evaporación del agua.
Estos tres factores afectarían directamente todas aquellas actividades humanas
que dependen de la precipitación, la temperatura, la humedad y de los cuerpos de
agua. El producto de esta alteración sería equivalente a desplazar una región
cualquiera en 200 km de latitud, lo que provocaría, por ejemplo, la migración de las
comunidades de las zonas costeras al interior de los continentes y cambios en el uso
del suelo, entre otros factores, con las consiguientes crisis de tipo social, económico y
político (Ordóñez, 1999).
2.2. El carbono
El carbono es un elemento crucial para la existencia de los organismos, y que
tiene muchas aplicaciones industriales importantes. Su número atómico es 6; y
pertenece al grupo 14 ó IVA del sistema periódico (Encarta, 1999).
2.2.1. Propiedades
La masa atómica del carbono es 12.01115 Las tres formas más comunes de
carbono elemental existentes en la naturaleza (diamante, grafito y carbono amorfo)
son sólidos con puntos de fusión extremadamente altos, e insolubles en todos los
disolventes a temperaturas ordinarias. Las propiedades físicas de las tres formas
difieren considerablemente a causa de las diferencias en su estructura cristalina.
En el diamante, el material más duro que se conoce, cada átomo está unido a
otros cuatro en una estructura tridimensional, mientras que el grafito consiste en
láminas débilmente unidas de átomos dispuestos en hexágonos.
5
El carbono amorfo se caracteriza por un grado de cristalización muy bajo.
Puede obtenerse en estado puro calentando azúcar purificada a 900 °C en ausencia
de aire.
El carbono tiene la capacidad única de enlazarse con otros átomos de carbono
para formar compuestos en cadena y cíclicos muy complejos. Esta propiedad
conduce a un número casi infinito de compuestos de carbono, siendo los más
comunes los que contienen carbono e hidrógeno. Sus primeros compuestos fueron
identificados a principios del siglo XIX en la materia viva, y debido a eso, el estudio
de los compuestos de carbono se denominó química orgánica. A temperaturas
normales, el carbono se caracteriza por su baja reactividad. A altas temperaturas,
reacciona directamente con la mayoría de los metales formando carburos, y con el
oxígeno formando monóxido de carbono (CO) y bióxido de carbono (CO2). El
carbono en forma de coque se utiliza para eliminar el oxígeno de las menas que
contienen óxidos de metales, obteniendo así el metal puro. El carbono forma
también compuestos con la mayoría de los elementos no metálicos, aunque algunos
de esos compuestos, como el tetracloruro de carbono (CCl4), han de ser obtenidos
indirectamente (Encarta, 1999).
2.2.2. Estado natural
El carbono es ampliamente distribuido en la naturaleza, aunque sólo
constituye un 0.025% de la corteza terrestre, donde existe principalmente en forma
de carbonatos. El bióxido de carbono es un componente importante de la atmósfera
y la principal fuente de carbono que se incorpora a la materia viva (Encarta, 1999).
2.2.3. Ciclo biológico del carbono
El principal almacén de carbono lo constituye la atmósfera, que está asociado
al oxígeno formando el CO2 (como producto de la respiración y/o de algún proceso
de combustión), el cual es incorporado a través de los estomas al interior de las hojas
de las plantas, por medio de un proceso fotoquímico conocido como fotosíntesis.
Mediante la fotosíntesis, los árboles toman CO2 del aire, lo combinan con
hidrógeno que obtienen del agua del suelo utilizando la energía almacenada en los
cloroplastos y, a partir de estos, se sintetizan los carbohidratos básicos que, al
combinarse con otros elementos minerales del suelo, pueden ser utilizados para
aumentar el tamaño de los órganos vegetales y de esta forma satisfacer las
necesidades reproductivas, por lo que la función biológica de las plantas es tomar los
factores de crecimiento disponibles sobre una área determinada y transformarlos en
compuestos orgánicos de diversas composiciones (Harold, 1984).
6
La figura 2 muestra el intercambio de carbono que se da entre la atmósfera y
la biosfera; donde se aprecian los ciclos existentes (uno sobre tierra firme-
representado por la vegetación y otro por los océanos
Fotosintesis
110
Respiración
55
Descomposición
54-55
Deforestación
1-2
Océano
38,500
Procesos
Químicos y
Biológicos
93
Combustibles
fósiles
5000-10000
Suelo, detritus,
turba 172
Uso de
combustibles
fósiles 5
ATMOSFERA 740 (en 1988)
+ 3 por año (Unidades en GtC/año)
Procesos
Químicos y
Biológicos
90
Fuentes y sumideros de carbono
Figura 2. Fuentes y sumideros de carbono (Ordóñez, 1999).
Las plantas y los animales mueren y son finalmente descompuestos por
microorganismos del suelo, lo que da como resultado que el carbono de sus tejidos se
oxide en anhídrido carbónico, y éste regrese a la atmósfera (Schimel, 1995; Smith et al.,
1993).
7
Una parte del carbono fijado es transformado en biomasa3 y la otra parte es
liberada a la atmósfera por medio de la respiración. Los bosques del mundo absorben
110 Gt C año4, mientras que mediante la respiración emiten 55 Gt C año y por medio
de la descomposición emiten de 54 a 55 Gt C año (Ordóñez, 1999).
En la figura 3 se muestran los flujos y almacenes de carbono en un ecosistema
forestal, donde el follaje, las ramas, el tallo, los desechos, los productos y el humus
estable son almacenes de carbono, que se reincorporaran al ciclo por descomposición
y/o quema de biomasa forestal.
CO2
RESPIRACION(f)
FOLLAJE(a) RAMAS(a) RAICES(a) TRONCO(a)
PRODUCTOS(a)
MATERIA
ORGANICA(a)
CO2
CO2
CO2
CO2
DESCOMPOSICION
DESCOMPOSICION
HUMUS
ESTABLE(a)
DIAGRAMA SIMPLIFICADO DE LOS FLUJOS (f) Y
ALMACENES(a) DE CARBONO EN UN
ECOSISTEMA FORESTAL
FOTOSINTESIS(a)
(f)
(f)
(f)
Figura 3. Flujos y almacenes de carbono en un ecosistema forestal (Ordóñez, 1998 y
1999).
3
La biomasa es definida como el conjunto de materia orgánica que conforma un ecosistema presente en los
organismos vivos o muertos o segregados por ellos, pero ningún caso fósil (Ayala, 1998)
4
1 Gt de carbono, equivale a 109 toneladas de carbono
8
2.3. Recursos naturales
La Secretaría de Medio Ambiente Recursos Naturales y Pesca (SEMARNAP,
1997), señala que en México, el medio ambiente y los recursos naturales están
sometidos a un uso intensivo cuyo resultado se expresa en elevadas tasas de pérdida
de biodiversidad, deforestación, erosión de suelos, desertificación, contaminación de
las principales cuencas hidrológicas y contaminación atmosférica.
Estas tendencias se agravan por una distribución irregular y extensiva de
asentamientos humanos, actividades económicas totalmente inadecuadas y la falta
de una conciencia y educación dirigida hacia el manejo y conservación de los recursos
naturales del país.
2.4. Recursos forestales
En México, los bosques, las selvas y otras áreas con vegetación natural ocupan
141.7 millones de hectáreas, aproximadamente un 72% del territorio nacional. De esta
superficie, 56 millones de ha son de bosques y selvas, de las cuales 32.5 millones de
ha están ocupadas por formaciones cerradas y 22.9 millones de ha son abiertas. Los
bosques de coníferas ocupan 21 millones de ha, las latifoliadas 9.5 y 1.4 los mesófilos.
Las selvas incluyen en su integración vegetación del trópico húmedo y del seco.
La vegetación del trópico húmedo incluye selvas altas y medianas y ocupa
aproximadamente 14.1 millones de hectáreas (SEMARNAP, 1997).
2.5. La valoración de los recursos naturales
2.5.1. Consideraciones generales
Los elementos naturales que conforman a un ecosistema (recursos bióticos y
abióticos) así como las interacciones que ocurren entre estos (procesos ecológicos),
constituyen un factor determinante en la formación y establecimiento de cualquier
sociedad humana. Cada grupo cultural aprovecha de manera directa como indirecta
la gama de funciones ecológicas presentes en su entorno natural (Scott et al., 1998), lo
que no sólo garantiza su bienestar inmediato, sino que promueve en ellos la creación
de una serie de valores al respecto (GEF-UNEP, 1999; tomado de Olguín, 2001)
La valoración de la naturaleza implica la resolución de temas filosóficos
fundamentales respecto al establecimiento de un contexto socio-cultural, la definición
de objetivos y de sus preferencias (Daily, 1997). De esta manera, la caracterización de
la biodiversidad y otros servicios en el ambiente no constituye únicamente una
propiedad de los sistemas biológicos, sino también de los culturales (Toledo, 1998;
tomado de Olguín, 2001).
9
Uno de los factores más importantes del deterioro ambiental y pérdida de la
biodiversidad actual, ha sido el valor que las sociedades les han asignado en términos
de su utilidad económica (Daily, 1997). De hecho, con la industrialización de las
sociedades se consolidó un sistema económico en donde la valoración de los recursos
naturales fue subordinada a la producción y consumo masivo de éstos (Challenger,
1998; tomado de Olguín, 2001).
Entre los elementos que han dominado esta visión destacan:
a) El creer que los recursos naturales son ilimitados. Se refiere a la visión
judeocristiana en donde el hombre se considera “amo de la naturaleza”,
esta creencia como base del pensamiento de la economía capitalista. (Max
Weber, 1904; tomado de Olguín, 2001),
b) El perseguir la eficiencia económica sin importar los costos sociales. Este aspecto
se relaciona con la eficiencia económica de un proceso de producción. Es
decir, se refiere únicamente a los beneficios netos maximizados generados
de este proceso, sin distinguir qué personas acumulan los beneficios y por
ende no importa la equidad social (Field, 1995; tomado de Olguín, 2001).
c) El seguir un sistema económico con fallas de mercado. Se refiere a que los costos
sociales y ambientales derivados de los procesos de producción no son
reflejados en las transacciones monetarias o de mercado (Azqueta, 1994;
Belausteguigoitia y Soriano, 1996; Challenger, 1998). Un ejemplo es la
calidad ambiental, que por considerarse un bien público y no tener un
lugar definido en el mercado, se emplea y degrada sin que por ello exista
alguna compensación (Field, 1995; tomado de Olguín, 2001)
2.5.2. Bienes y servicios ambientales
Desde la celebración de la “Cumbre de la Tierra” en Río de Janeiro, se enfatizó
que a fin de alcanzar la conservación y manejo sostenible de los recursos naturales es
necesario generar estructuras que internalicen los costos y beneficios de los sistemas
de mercado (Montoya et al., 1995). En este sentido varios autores han coincidido en
incorporar una perspectiva integral económico-ecológica, basada principalmente en
los bienes y servicios ambientales (BSA). El reconocimiento de los BSA, además de
establecer un valor económico a los beneficios que la naturaleza brinda de forma
gratuita, alerta a las sociedades sobre pérdidas de elementos y funciones ecológicas
que son sustento de la actividad económica y de su propio bienestar (Daily et al.,
1996). Los BSA son diferentes entre sí. Mientras los bienes ambientales son producto
de las funciones ecológicas (e.g., alimentos y agua), los servicios son atributos de
estas; por ejemplo: ciclaje de nutrientes, formación y retención del suelo, flujo y
10
almacenamiento del agua (Constanza et al., 1997; Scott et al., 1998). Sin embargo
ambos dependen de la estructura y diversidad presente en cada ecosistema
(Christensen y Franklin, 1997), por lo que la cantidad y calidad de los BSA se pone en
peligro, al deteriorarse los procesos u otros elementos de base que mantienen las
condiciones óptimas de los ecosistemas. (Scott et al., 1998; tomado de Olguín, 2001).
2.5.3.- Definición de gastos ambientales
Al tratar de captar la magnitud de la "industria ambiental", lo más
problemático es asignar una cifra exacta en dólares al total de gastos ambientales.
Esto, a su vez, refleja la ausencia de una definición clara de lo que constituye
exactamente el "sector verde". A diferencia de los sectores conocidos y bien definidos,
como pueden ser minería y telecomunicaciones, el gasto ambiental, por definición,
atraviesa todo un abanico de sectores, desde los sectores industriales muy
contaminadores hasta el energético, el de transporte y el agrícola, así como diversos
sectores de servicios, por ejemplo el turístico.
Se han hecho varios esfuerzos para clasificar y calcular los gastos ambientales
(Comisión para la Cooperación Ambiental, 2001)
Un experto en este ámbito arguye que las inversiones ambientales deberían
abarcar todos los bienes y servicios que mejoran las condiciones del medio ambiente,
sea reduciendo el derroche de recursos naturales (e.g., técnicas de ecoeficiencia o de
producción asociadas con ella), sea reduciendo las emisiones (Gentry 1995, citado por
Comisión para la Cooperación Ambiental, 2001)
2.5.4. Valor económico total
Dependiendo de si los BSA son consumidos directamente, su importancia en
el sostenimiento de la vida y de su capacidad para proveer valores éticos y culturales,
se han agrupado en 4 clases: valor de uso directo, valor de uso indirecto, valor de
opción y valor de existencia (Belausteguigoitia y Soriano, 1996). Esta clasificación se
conoce dentro de la economía ambiental como valor económico total (Tomado de
Olguín, 2001).
11
Los ecosistemas forestales se encuentran involucrados directamente en los
siguientes aspectos (Cuadro 1; modificado de Olguín, 2001) considerados como
bienes y/o servicios ambientales. (Constanza et al., 1997).
Cuadro 1. Bienes y servicios ambientales.
Número Función Bien o Servicio
1 Regulación de la composición química atmosférica Regulación de gases.
2
Regulación de la temperatura global, la precipitación y
otros procesos biológicos mediados por el clima a niveles
local y global.
Regulación del clima
3
Amortiguamiento e integridad de los ecosistemas en
respuesta a las fluctuaciones ambientales.
Regulación de disturbios
4 Regulación de flujos hidrológicos. Regulación del agua.
5 Almacenamiento y retención de agua. Provisión de agua.
6 Retención del suelo dentro de un ecosistema.
Control de la erosión y
retención de los
sedimentos.
7 Proceso de formación de suelos Formación del suelo.
8
Almacenamiento, ciclaje interno, procesamiento y
adquisición de nutrientes
Ciclaje de nutrientes.
9 Movimientos de gametos de la flora. Polinización.
10 Regulaciones tróficas dinámicas de las poblaciones. Control biológico.
11 Hábitat para poblaciones residentes y pasajeras. Refugio.
12
Porción de la producción primaria bruta extraíble como
comida
Comida.
13
Porción de la producción primaria bruta extraíble como
materia prima.
Materias primas.
14 Fuente de materiales y productos biológicamente únicos. Recursos genéticos.
15
Ofrecimiento de oportunidades para actividades
recreativas
Recreación.
16 Ofrecimiento de oportunidades para usos no comerciales.
Valores estéticos,
artísticos, científicos entre
otros.
12
2.6. Los bosques y el cambio climático global
2.6.1. Los bosques y sus emisiones de carbono
Aproximadamente el 15.7% del área forestal total del país está clasificada en el
inventario nacional como área forestal perturbada, es decir, que ha perdido "calidad"
de recurso forestal debido a los procesos de degradación y fragmentación
relacionados con la reducción y pérdida de biomasa y a la pérdida de potencial
productivo del área, así como a la alteración de suelos y de su correspondiente flora y
fauna. En la actualidad, el sector de cambio de uso del suelo y silvícultura en México
es una fuente neta de emisiones de gases de invernadero. Según el Instituto Nacional
de Ecología en su Inventario de emisiones de gases de invernadero, la deforestación y
degradación forestal representan la segunda fuente de emisiones de GEI en
importancia en México, con emisiones netas de 37 millones de toneladas métricas de
carbón por año en 1990. Estas emisiones representaron ese año 31.4% del total de
emisiones de C02 en el país (INE, 1997).
Las áreas forestales se desmontan por diversas razones a menudo relacionadas
entre sí. Se desmontan las tierras para ampliar la producción agrícola, en particular
para el cultivo y la ganadería. También se pierden los bosques debido a los incendios
(Conabio 1998; Food and Agricultural Organization 1999). Además, se desmontan
para la obtención de madera destinada a la industria del ramo.
2.6.2. Los bosques como reservorios de carbono
La superficie forestal estimada en la Tierra es de 4.1 x 109 ha, y donde las áreas
naturales protegidas abarcan el 2.3%, y menos del 10% de dichas áreas que se
encuentran bajo manejo. Aproximadamente el 37% de carbono se encuentra en
latitudes bajas (0º a 25º Lat.), 14% en las medias (25º a 50º Lat.) y 49% en las altas (50º
a 75º Lat.). Por esto Dixon et al (1994), afirman que la proporción de carbono
capturado por la vegetación y suelo difiere en cuanto a su ubicación geográfica
respecto de su latitud. Dos terceras partes del carbono en ecosistemas forestales se
encuentra contenido en el suelo (Ordóñez, 1999).
Los biomas boreales y circumpolares tienen una cobertura de 2x109 ha en el
hemisferio norte, y contienen 800 GtC en reservas de carbono contenido en la
biomasa, detritus, suelo y turba. En los ecosistemas forestales boreales, la biomasa,
el mantillo, la turba (con 419 GtC) y el suelo (con 290 GtC) contienen en su totalidad
709 GtC (Apps et al., 1993). Los bosques tropicales almacenan en la vegetación y el
suelo 159 GtC y 216 GtC, respectivamente, para un total de 375 GtC (Brown et al.,
1993).
13
Actualmente la deforestación y la degradación forestal son factores
importantes para el cambio climático global, puesto que producen emisiones netas de
bióxido de carbono. Además generan grandes problemas locales y regionales, como el
incremento de la erosión y el abatimiento de los mantos acuíferos, entre otros. Sin
embargo, se ha estimado que, combinando estrategias de conservación forestal con
proyectos de reforestación en todo el mundo, los bosques podrían resultar un
sumidero neto de carbono durante los próximos cien años, permitiendo reducir de 20
a 50% de las emisiones netas de bióxido de carbono a la atmósfera (IPCC, 1995).
Por lo anterior, es necesario conservar los bosques y manejarlos
adecuadamente, y comenzar a reforestar en zonas altamente degradadas,
permitiendo una regeneración de la cobertura vegetal acorde al tipo de suelo,
fisonomía del terreno y cercanía de cuerpos de agua, e integrando este proceso en
todo momento a las actividades agrícolas y pecuarias de una región determinada.
2.6.3. El protocolo de Kyoto
2.6.3.1. Hacia una visión integral del cambio climático
El IPCC (1997), menciona que ante la preocupación mundial sobre las
repercusiones ecológicas, económicas, políticas y sociales de un cambio climático
global, en las ultimas dos décadas se han realizado importantes foros, convenciones y
acuerdos internacionales en torno a la reducción de las emisiones por actividades
humanas de los gases de efecto invernadero (GEI) a la atmósfera (tomado de Olguín,
2001).
De ellos destacan, el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (PICC),
formado en 1988 por el Programa de las Naciones Unidas para El Medio Ambiente
(PNUMA) y la Organización Meteorológica Mundial (OMM); y la Convención Marco
de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) aceptada en 1992
durante la “Cumbre de la Tierra”, cuyo órgano máximo de decisión es la Conferencia
de las Partes (COP; tomado de Olguín, 2001).
Los representantes de gobiernos y científicos de todas las partes del mundo
promueven la investigación en torno al sistema climático, sus posibles impactos y
plantean mecanismos para enfrentarlos. Lo que se persigue es estabilizar la
concentración de los GEI en la atmósfera, en un periodo en el cual los ecosistemas se
adapten de manera natural al incremento de estos gases y en el que las actividades
relacionadas al desarrollo económico y a la producción de alimentos continúen de
forma sustentable, sin afectar al sistema climático (CMNUCC, 1992; tomado de Olgín,
2001).
14
Debido a lo poco exitoso que resultaron en un principio las medidas
establecidas por la CMNUCC para la reducción voluntaria de las emisiones, en 1997
durante la tercera Conferencia de las Partes en Japón (COP-3), se aprobó la
implementación del Protocolo de Kyoto (PK). El PK impone a los países de mayor
emisión de GEI medidas adicionales de GEI y al abastecimiento de mecanismos de
flexibilidad para lograrla (Beaumont y Merenson, 1999; INE-SEMARNAP, 2000;
tomado de Olguín, 2001).
El protocolo y la CMNUCC reconocen responsabilidades comunes pero
diferenciadas entre los países, pues si bien los países industrializados han contribuido
significativamente a la emisión de estos gases, su efectiva mitigación requiere de la
participación de todos, conforme a sus capacidades, condiciones sociales y
económicas (INE-SEMARNAP, 2000; Olander, 2000; tomado de Olguín, 2001). Las
tres categorías en las que el PK designa las responsabilidades de los países firmantes
son:
a) Países del anexo I, se conforman por 39 países desarrollados o con economías de
mercado en transición y son los de mayor responsabilidad y capacidad de acción ante
el cambio climático. En 1990 produjeron cerca del 55% de las emisiones totales (PK,
1997; INE-SEMARNAP, 2000; tomado de Olguín, 2001).
b) Países del anexo II, Constituido por un subconjunto de 25 países desarrollados del
Anexo I, los cuales proporcionan ayuda económica y tecnológica a los países del No
Anexo I a fin de enfrentar el cambio climático (PK, 1997; tomado de Olguín, 2001).
c) Países del no anexo I, son los países cuyas economías están en desarrollo, a los
cuales no se les obliga a reducir o a contabilizar sus emisiones del GEI. México forma
parte de esta categoría (PK, 1997; INE-SEMARNAP, 2000; tomado de Olguín, 2001).
2.6.4. Propuestas de mitigación de las emisiones del CO2
Una opción de mitigación del carbono es cualquier acción que de como
resultado la reducción del incremento neto en las emisiones de Co2 de una área
determinada y/o por la sustitución de combustibles fósiles. Asimismo, identifica dos
opciones básicas de mitigación de carbono en el sector forestal: a) conservación, que
consiste en evitar las emisiones de carbono preservando las áreas naturales
protegidas, fomentando el manejo sostenible de bosques naturales y el uso renovable
de la leña, y mediante la reducción de incendios; y (b) reforestación, dedicada a
recuperar áreas degradadas mediante acciones como la protección de cuencas, la
reforestación urbana, la restauración para fines de subsistencia (leña), el desarrollo de
plantaciones comerciales para madera, pulpa para papel, hule, etc., así como de las
plantaciones energéticas (producción de leña y generación de electricidad) y de los
15
sistemas agroforestales. Acciones como éstas tienen por objetivo incrementar la
fijación y almacenaje de carbono (Masera y Ordóñez, 1997 en Ordóñez 1998 y 1999).
En resumen, la primera meta podría ser alcanzada evitando la degradación y
aclareo de las áreas forestales. Esto usualmente se lleva a cabo mediante el cuidado
propio de las áreas naturales protegidas y del manejo sustentable de los bosques
nativos. Las emisiones de carbono también pueden ser evitadas por la quema de
biomasa cosechada de forma sustentable, en lugar del uso de combustibles fósiles
para energía (e.g., utilizando plantaciones energéticas para hacer funcionar plantas de
energía) y la sustitución de productos industriales en proceso, que requieren del uso
de combustibles fósiles, por productos hechos de madera (por ejemplo, sustituyendo
cemento por madera, como señalan Schlamardinger y Marland, 1996). El segundo
aprovechamiento incluye el incremento de la densidad de carbono en un área dada
y/o los sumideros y almacenes de carbono.
Aquí la opción básica es la reforestación de áreas (por ejemplo instrumentar en
plantaciones industriales y/o bioenergéticas en zonas degradadas). También se
pueden considerar opciones para incrementar la densidad de carbono en los bosques
existentes (e.g., aplicando sistemas de manejo integral, como el tiempo de rotación,
aclareo, baja intensidad de corta selectiva, entre otros).
Una vez identificadas las opciones de mitigación, es necesario estimar la
captura unitaria y el secuestro neto de carbono para cada una de las opciones. Estos
parámetros serán la base para estimar las implicaciones del secuestro de carbono de
futuros escenarios alternativos en el sector forestal (Masera y Ordóñez, 1999).
2.6.5. Los mecanismos de Kyoto
La iniciativa del Protocolo de Kyoto arranca de la Tercera Conferencia de las
Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático
celebrada en diciembre de 1997. Uno de los principales resultados del acuerdo fue el
compromiso de todos los países del Anexo 1 de reducir sus emisiones de gases de
efecto invernadero al menos 5% respecto de los niveles de 1990, con una fecha meta
entre 2008 y 2012.
Para que los países industrializados compensen parte de sus compromisos de
reducciones de emisión de GEI, el protocolo de Kyoto prevé mecanismos de
flexibilidad mediante el establecimiento de acciones de captación de emisiones en
participación con países del anexo II y del no anexo I. Los mecanismos de
instrumentación son: Aplicación conjunta (AC), Mecanismo de Desarrollo Limpio
(MDL), el Comercio de Emisiones (CE) y Burbujas y se describen a continuación
(tomado de Olguín, 2001):
16
Aplicación Conjunta. Se basa en que la reducción de los GEI en la atmósfera no
dependen del sitio de sumidero o de la fuente, por lo que un país puede
compensar algunas de sus emisiones domésticas y cubrir parcialmente su
compromiso de reducción de los niveles de emisión mediante el financiamiento de
proyectos de mitigación en otro país (Artículos 3.3 y 4. 2ª del PK, 1997; modificado
de Olguín, 2001).
El Mecanismo de desarrollo limpio. (Articulo 12 del PK) Fue inspirado en la
instrumentación conjunta sólo que a diferencia de ésta se reconocen créditos de
reducción de emisiones. El mecanismo para el desarrollo limpio (MDL) resulta
muy importante para los países en desarrollo ya que es la única vía de
comparación entre éstos y los países industrializados (Haites y Yamin, 2000). Es
decir, por un lado ayuda a los países del anexo I a cumplir con sus compromisos
de reducción de emisiones establecidas en el artículo del PK, a la ves que ayuda a
los del No anexo a lograr un desarrollo sostenible y cumplir con el objetivo último
de la convención. Así, para la adopción del MDL se requiere la certificación de
cada parte implicada y la cuantificación de beneficios reales a largo plazo
(adicionalidad ambiental y financiera), respecto a la mitigación del cambio
climático (INE-SEMARNAP, 1997; tomado de Olguín, 2001)
Comercio internacional de emisiones Establece la transferencia de unidades de
cantidad atribuida (UCA) entre las Partes del Anexo I. La cantidad atribuida de
una parte es su presupuesto de emisiones netas de GEI basado en su compromiso
de reducción de emisiones en virtud del Protocolo de Kyoto.
Burbujas. Una burbuja es un concepto normativo por el cual dos o más fuentes de
emisiones se consideran como una sola. Crea flexibilidad para aplicar tecnologías
de control de contaminación a la fuente que, dentro de la burbuja, tenga las
opciones de control de la contaminación que mejor relación costo-beneficio
ofrezcan y al mismo tiempo garantiza que la cantidad total de emisiones de la
burbuja cumpla los requisitos ambientales para la entidad de que se trate.
Por último, la forma de que los países del No anexo I pueden obtener la
bonificación y financiamiento de créditos de reducción de emisiones es mediante el
cumplimiento de ciertos requisitos para la instrumentación de proyectos forestales,
los cuales se describen en la siguiente sección (tomado de Olguín, 2001).
2.6.6. Aspectos básicos de los proyectos forestales de mitigación
Para hacer efectiva la captura de carbono en el marco del PK se requiere de
desarrollo de un proyecto que mitigue las emisiones de carbono, ya sea un proyecto
de reforestación, sustitución de combustibles fósiles o de preservación de bosques; en
cualquier caso el elemento de partida es la estimación del contenido de carbono en cada
17
uno de sus almacenes y en todo el sistema. La estimación del contenido de carbono
permite posteriormente establecer un criterio de base de cálculo de la dinámica de
este gas cuando no se ejecuta una medida de mitigación (Masera et al., 2000). Es decir,
generar un caso de referencia o línea de base con la cual se pueda comparar el cambio en
las emisiones de los GEI y verificar los beneficios adicionales posteriores (IPCC, 1995;
Tipper y De Jong, 2000; tomado de Olguín, 2001).
El objetivo de la línea base es proporcionar un criterio preciso, práctico,
incluyente y conservador para la comparación entre proyectos de captura de carbono.
Sin embargo, no hay un patrón único para desarrollarlas (Brown et al., 2000). Por
ejemplo, dependiendo del enfoque pueden ser “genéricos”, si parten de información
agregada a nivel regional o nacional (e.g., basadas en modelos macroeconómicos o de
crecimiento demográfico); o “específicos”, elaborados de cada proyecto. También
dependiendo de su permanencia pueden ser “dinámicos”, modificándose en el
transcurso del proyecto, o “fijos” si permanecen constantes a lo largo de éste (tomado
de Olguín, 2001).
Como cada opción presenta ventajas y desventajas en función y de la precisión
de la certidumbre y de los costos, lo importante es que las partes implicadas en el
proyecto usen una estructura común para su establecimiento, análisis y supervisión
(IPCC, 2001; tomado de Olguín, 2001).
Una vez establecida la línea de base se requiere del cálculo de la captura de
carbono. La estimación de la captura permite acreditar la diferencia de carbono entre
el proyecto instrumentado y la línea de base, o sea la adicionalidad del proyecto. Al
igual que en el caso anterior existen varios métodos entre los que destacan (Tipper y
De Jong, 2000): 1) Almacén de carbono, estima el cambio en el contenido de carbono
entre los almacenes del proyecto y la línea de base en un tiempo determinado; 2)
Almacenamiento de carbono promedio, calcula el carbono promedio almacenado
durante la permanencia del proyecto, considerando la dinámica del carbono en el
sistema de manejo; y 3) El método de tonelada año, el cual acredita solo una
proporción del cambio total de las emisiones o almacenes de carbono por año del
proyecto. Además, la captura también depende del tiempo de duración de los
proyectos. Así, para algunos de los autores de los proyectos deben mantenerse a
perpetuidad, otros consideran que la duración debe de variar según los tiempos de
operación de cada proyecto y otros más consideran que la duración de los proyectos
deben establecerse en el periodo de 100 años propuesto en el PK (Brown, et al., 2000;
Masera et al., 2000; tomado de Olguín, 2001).
Para calcular el valor económico de la captura de carbono de los proyectos de
mitigación, se deben considerar los costos de establecimiento, monitoreo y operación
a largo plazo del proyecto (e.g valor de la tierra, mano de obra, beneficios perdidos
por el uso alterno del suelo), así como los beneficios del proyecto con evaluación del
18
mercado y otros beneficios como el control de la erosión, incremento de la
biodiversidad y estéticos (Montoya et al., 1995; Masera, et al., 2000). De esta forma se
establece el valor presente de los beneficios netos (VPBN), el cual sirve para estimar si
el proyecto propuesto es económicamente viable respecto a si no se instrumentara. En
ese sentido Beaumont y Merenson (1999) mencionan que los proyectos forestales bajo
el MDL podrían tener un precio de venta por tonelada capturada de entre 13 y 42 US$
por tonelada, mientras que los costos varían de 2 a 3 US$ por tonelada en manejo de
bosque primarios, de US$ 1 a 10 ton por proyectos de forestación y 1 a 10 US$ por
tonelada por proyectos de preservación de áreas protegidas (tomado de Olguín,
2001).
Además de los aspectos descritos anteriormente, el éxito de un proyecto de
valoración de la captura de carbono, también depende de que se consideren
constantemente algunos factores como (tomado de Olguín, 2001):
a) Fugas. Cuando la implementación de un proyecto de mitigación desplaza o
incrementa la emisión de GEI en otro lugar (Masera et al., 2000). Las fugas evitan
lograr beneficios netos, por lo que se han propuesto medidas para anticiparlas, como
el diseño de proyectos que consideren las causas que subyacen a las emisiones; o para
evitarlas, como sustraer las fugas del total capturado en los proyectos mediante
cuantificación y monitoreo de los GEI (Brown et al., 2000). Esto es muy importante en
el caso de los países del No Anexo I, pues al no requerir de inventarios nacionales de
GEI, las fugas son más difíciles de detectar (Brown et al., 2000; tomado de Olguín,
2001).
b) Riesgos. Los proyectos forestales siempre tienen el riesgo de revertir el contenido
de carbono a la atmósfera. Así, ya sea por causas naturales (e.g. incendios,
enfermedades) antrópicas (e.g., tala, uso del suelo), políticas (e.g. cambios políticos,
derechos de propiedad) y económicas (e.g., riesgos financieros, institucionales y de
mercado), los riesgos afectan de manera negativa a los beneficios esperados por el
proyecto (Brown et al., 2000; tomado de Olguín, 2001)
c) Sustentabilidad. Como queda implícito en el PK, la adicionalidad de cualquier
proyecto debe también de contribuir a alcanzar el desarrollo sustentable del país
anfitrión. Se supone que la inversiones en los países en desarrollo, proporcionan
capital que pueden disponer en sectores prioritarios de sus economías y así promover
el desarrollo sustentable (Masera et al., 2000). Esta parte requiere de mayor análisis y
negociación, sobre todo en cuanto a los criterios e indicadores de su evaluación, pero
al menos una primera aproximación se ha considerado de los proyectos (tomado de
Olguín, 2001).
19
III. MATERIALES Y MÉTODOS
3.1.- Descripción del área de estudio
3.1.1.- Ubicación del área de estudio
El predio se encuentra ubicado en la parte baja del cerro conocido como Cerro
Grande, el paraje de ubicación se conoce como Barranca del Tigre y Risco Colorado.
MEXICO
MICHOACAN
AREA DE ESTUDIO
Tancítaro
Predio Cerro Grande
20
Figura 4. Localización del área de estudio.
Figura 5. Localización del predio en el Parque Nacional “Pico de Tancítaro” (Navia
y Velarde, 2002; modificada por Fragoso, 2003).
21
3.1.2. Información general
3.1.2.1.- Estado legal
Nombre del predio
El predio motivo del presente estudio se denomina, “Cerro Grande”.
Tipo de propiedad
Este predio corresponde al tipo de propiedad particular y pertenece al C. José
Luis Ayala Andrade.
Registro
Es de propiedad particular según escritura número 1721 debidamente inscrita
en el registro público de la propiedad raíz en el Estado bajo el No. 52957, tomo 268,
del libro de la propiedad ante el Notario Público No. 11 Lic. Ignacio Martínez Uribe,
con ejercicio en esta Ciudad de Uruapan, Michoacán.
Superficie
El predio posee en su totalidad 388.750 ha distribuidas según el cuadro
siguiente:
Cuadro 2. Clasificación de superficies.
CLASIFICACIÓN DE SUPERFICIES EN ha.
ARBOLADA
APROVECHABLE
ARBOLADA NO
APROVECHABLE
PASTIZAL
ARBUSTIVA
FRUTÍCOLA TOTAL
340.700 32.050 15.000 1.500 388.750
Colindancias
De acuerdo con la documentación legal del predio, las colindancias son las
que se mencionan a continuación:
Cuadro 3. Colindantes del predio.
ORIENTACIÓN COLINDANTES
Norte Ejido de Apo
22
Sur José Ortíz
Este Jesús Caballero
Oeste Delfina Ortíz Cervantes y Federico Guerrero Ortíz
Situación especial
El predio se encuentra ubicado dentro del Parque Nacional Pico de Tancítaro,
decretado el 27 de julio de 1940 (SARH, 1993), en lo que se refiere al aspecto legal y
como se menciono anteriormente es de propiedad particular y no presenta problemas
de litigio.
3.1.2.2. Geografía
El predio se localiza geográficamente entre los puntos indicados en el cuadro
siguiente:
Cuadro 4. Coordenadas de localización del área de estudio.
No. LATITUD(N) LONGITUD (W) A.S.N.M
1 19° 24´42.16” 102° 19´55.26” 3580
2 19° 25´39.32” 102° 20´23.14” 3160
3 19° 24´58.37” 102° 22´08.11” 1435
4 19° 24´40.54” 102° 22´05.14” 1425
5 19° 24´32.02” 102° 22´09.43” 1382
6 19° 24´20.27” 102° 22´05.14” 1427
7 19° 24´20.26” 102° 21´49.26” 1485
8 19° 24´47.03” 102° 21´17.14” 2760
9 19° 24´42.16” 102° 20´58.29” 2990
3.1.2.3. Hidrografía
Según el INEGI, (1985) El área de estudio se localiza dentro de la cuenca
hidrológica del Río Balsas de acuerdo al cuadro siguiente:
Región hidrológica...........RH18 “Río Balsas”
Cuenca hidrológica..........RH18J “Río Tepalcatepec”
Subcuenca..........................RH18Je “Río Apatzingán”
3.1.2.4. Fisiografía
El Predio se ubica en la Provincia Eje Neovolcánico, de la Subprovincia
Neovolcánica Tarasca (X9), Estrato Volcán (S1), Símbolo completo X9S1(INEGI, 1985).
23
3.1.3. Características físicas
3.1.3.1. Clima
El clima predominante en esta área es del tipo cálido subhúmedo con
abundantes lluvias en verano; de acuerdo con la clasificación de Köppen modificada
por Enriqueta García es del tipo C(m)(w), y que se desglosa de la siguiente manera:
C.- Templados húmedos y subhúmedos.
(m)(w).- Húmedo con lluvias intensas en verano que compensan la sequía de
invierno, precipitación del mes más seco inferior a 40 mm, % de lluvia invernal mayor
de 5. Precipitación media anual de 1000-1200 mm, temperatura media anual de 10-12
ºC, con una frecuencia de granizadas de 2-4 días anuales y una frecuencia de heladas
de 20-40 días anuales (García, 1964).
3.1.3.2. Suelo
La unidad dominante de suelo es Andosol ocríco y presenta textura gruesa
(To + 1), son suelos que se encuentran en áreas donde se ha presentado actividad
volcánica de manera reciente, puesto que se originaron a partir de cenizas volcánicas,
en condiciones naturales tienen vegetación de bosque de pino, abeto y encino
principalmente. Se caracterizan por tener una capa superficial de color negro o muy
oscuro (aunque a veces es clara) presentan textura esponjosa o muy sueltos.
Generalmente se encuentran en áreas que se usan en agricultura (INEGI, 1985).
3.1.3.3. Hidrología
Dentro del predio no se localizan escurrimientos permanentes o cuerpos de
agua de importancia. Lo anterior se corroboro durante los recorridos de campo
efectuados durante las actividades de muestreo.
3.1.3.4. Topografía
El área de estudio comprende altitudes que van de 2,400 a 3500 m.s.n.m.
predominando las pendientes del 15, 35 y 56 %, y exposiciones con orientaciones
noreste (NE) y suroeste (SW).
3.1.3.5. Zonas de erosión
24
En la actualidad el predio se encuentra no presenta este problema, durante los
recorridos en campo no se observaron zonas afectadas.
3.1.3.6. Susceptibilidad natural del predio respecto a la erosión hídrica y eólica
El suelo se encuentra protegido por una capa de materia orgánica gruesa, esto
hace que en el predio, no sea perceptible la susceptibilidad a la erosión hídrica o
eólica en el área.
3.1.3.7. Minerales
No se reporta la existencia de minerales dentro de la cobertura del predio.
3.1.4. Características biológicas
3.1.4.1. Vegetación
Tipos de vegetación
La vegetación arbórea esta representada principalmente por asociaciones de
los siguientes géneros: Abies, Pinus, Quercus y Otras hojosas (agrupación de
latifoliadas con escasa densidad), presentándose como géneros dominantes el Abies y
Pinus, sobre
las especies asociada.
Composición de la población (estrato arbóreo, arbustivo y herbáceo)
La cobertura vegetal existente se encuentra integrada por el estrato arbóreo
(Cuadro 5), arbustivo (Cuadro 6) y herbáceo (Cuadro 7), los cuales se encuentran bien
definidos y están compuestos principalmente por las siguientes especies:
Estrato arbóreo:
Cuadro 5. Principales especies que conforman el estrato arbóreo.
N. CIENTÍFICO N. COMÚN
Abies religiosa. Oyamel
Pinus pseudostrobus. Pino canís
Quercus laurina. Encino
Cletra mexicana. Pacata
Alnus jorullensis. Aile
25
Cuadro 6. Principales especies que conforman el estrato arbustivo.
N. CIENTÍFICO N. COMÚN
Arbutus xalapensis Madroño
Acacia farmeciana Huizache
Cuadro 7. Principales especies que conforman el estrato herbáceo.
N. CIENTÍFICO N. COMÚN
Baccharis conferta Escobilla
Lupinus elegans Tabardillo
Muhlembergia macroura Zurumuta
Verbesina acuntifolia Capitaneja
Satureja macrostema Nurite
Distribución
La densidad que presenta el área parte desde escasa hasta abundante,
dependiendo del suelo y la humedad ambiental presente en el área, en este caso
corresponde una densidad media, tanto diamétrica, como en las alturas que
presentan los rodales.
Especies Aprovechables
Tomando en cuenta aspectos como: la importancia silvícola y comercial las
especies aprovechables (Cuadro 8), en esta área son las siguientes:
Cuadro 8. Especies aprovechables.
N. CIENTÍFICO N. COMÚN
Abies religiosa. Oyamel
Pinus pseudostrobus. Pino canís
Quercus laurina. Encino
Cletra mexicana. Pacata
Alnus jorullensis. Aile
Especies de importancia ecológica
De acuerdo a la Norma Oficial Mexicana NOM-059-ECOL-94., publicada en el
diario Oficial de la Federación el día 16 de Mayo de 1994, que determina las especies
y subespecies de flora y fauna silvestre, terrestres y acuáticas, raras, endémicas,
amenazadas, en peligro de extinción y sujetas a protección especial, no se encuentran
en el área de aplicación del presente proyecto, ninguna especie de flora bajo estas
prescripciones.
26
Especies de importancia económica
Según sus características son las correspondientes a los Géneros Abies, Pinus,
Quercus y Otras Hojosas, dado que son las que presentan mayor densidad, por lo
tanto su importancia silvícola y comercial es mayor.
Especies no maderables
Es importante mencionar la proliferación en época de lluvias de especies
comestibles de hongos que son empleados por personas como complemento de su
alimentación.
De estos destacan el Hongo amarillo, Pata de gallina y Trompa de puerco, que
corresponden al género Ammanita, los cuales crecen en forma silvestre, debido a que
la proliferación de estos hongos es solamente en la temporada de lluvias y por lo
tanto su abundancia es ciertamente restringida, las posibilidades de establecer una
actividad productiva con la comercialización de estos productos son relativamente
escasas.
Existen así mismo algunas plantas y hierbas las cuales son sometidas a usos
alimenticio y/o medicinal.
3.1.4.2. Fauna
Especies localizadas en el área
La fauna existente en el predio se presenta en los cuadros 9, 10, 11 y 12 esto
según Lazos (2001), y los recorridos efectuados en campo durante las actividades de
inventario.
Cuadro 9. Principales mamíferos.
N. Común N. Científico
Ardilla Sciurus aureogaster
Ardilla voladora Glaucomys volans
Armadillo Dasypus novencinctus
Conejo Sylvilagus floridanus
Coyote Canis latrans
Liebre Lepus callotis
Ratón tlacuache Marmosa canesecens
27
Tejon Nasua narica
Tlacuache Didelphis marsupialis
Tuza Pappogeomys gymnurus
Zorrillo Mephitis macroura
Zorro Vulpes macrotis
gato montés Lynx rufus
Cuadro 10. Principales aves.
N. Común N. Científico
Jilguero Myadestes obscuros
Halcon Falcón mexicanus
Colibri Amazilia beryllina
Coa Trogon elegans
Terengo Pipilo foscus
Ruín Aphelocoma ultramarina
Primavera Turdus migratorius
Huilota Zenaida macroura
Conguita Scardefella inca
Tecolotito Otus trichopsis
Buho blanco Bubo virginiatus
Pajaro carpintero Colaptes cafer
Cuadro 11. Principales reptiles.
N. Común N. Científico
Vivora de cascabel Crotalus basiliscus
Alicante Pitouphis deppel
Coralillo Micrurus fulvis
Cuadro 12. Principales insectos.
N. Común N. Científico
Grillo de campo Ancheta assimilis
Araña viuda negra Latrodectus mactans
Descortezador Dendroctonus sp.
Algunas otras especies pertenecientes a ordenes como: Himenóptera,
Lepidóptera y Homóptera.
Especies de importancia ecológica
Las especies citadas que habitan en el predio son de importancia ecológica, por
lo anterior las cadenas alimenticias se mantienen en equilibrio.
Especies de importancia económica
28
El nombre común de las principales especies de importancia económica son:
Conejo, Ardilla, Tlacuache, Liebre, Armadillo y Tejón.
Zonas de Refugio
Los mamíferos son la fauna principal y característica que transita por el,
predio; su hábitat lo desarrollan en madrigueras bajo el suelo, en el interior de los
troncos secos, derribados y en pie; así como en nidos, ejemplo de ello son: las aves
diversas y las ardillas ubicadas en las ramas de los árboles, además se observan
rastros de liebres y zorras que descansan en matorrales que existen en el predio; las
aves habitan los árboles secos y verdes que a su vez le sirven como refugio, como es
el caso de los pájaros: carpintero, primavera, coa y jilguero.
Problemática
La problemática que presenta la fauna existente es, principalmente el
desequilibrio que existe en las asociaciones de animales, debido a la caza furtiva y
sin control en el campo.
En el caso de las aves particularmente del jilguero, primavera y coa, son
capturadas por sus características como el canto y plumaje y son comercializadas en
la ciudad de Uruapan y Apatzingán, Michoacán.
3.1.5. Aspectos socioeconómicos
3.1.5.1. Población más cercana al área de estudio
La población total del Rancho El Jazmín, que corresponde a la población más
cercana al predio, es de 255 Habitantes y de ellos 133 corresponden a la población
económicamente activa (INEGI, 1995).
3.1.5.2. Infraestructura y servicios
La infraestructura es buena contando con servicio de vehículos particulares,
así como varios caminos de terracería transitables todo el año, las viviendas no
cuentan con drenaje, solo con agua potable, la radio es sintonizada con las estaciones
de Morelia y Pátzcuaro, no se cuenta con servicios médicos y en lo que respecta a
educación solo cuentan con primaria.
3.2. Método de muestreo
29
3.2.1. Diseño de muestreo
El diseño de muestreo elegido para la toma de datos de campo fue el de tipo
“sistemático”, apoyado en sitios circulares de 1,000 m2. Este tipo de muestreo consiste en
el trazo de líneas equidistantes (140 X 140 m) con rumbos francos en campo y
representadas en material cartográfico.
3.2.2. Tamaño de la muestra
Se levantaron 169 sitios de un décimo de hectárea cubriendo un total de 16.9 ha,
muestreadas esto equivale a 4.97% de intensidad de muestra, como se presenta en el
cuadro 13. Es importante mencionar que para la obtención de la intensidad de muestra se
tomo en cuenta la actual normatividad, la cual menciona que para la realización de
Programas de Manejo Forestal la intensidad de muestra a utilizar debe ser de 5 % en
promedio.
Cuadro 13. Número de sitios de muestreo por rodal.
Rodal
Superficie
ha.
No. sitios Rodal
Superficie
ha.
No. sitios
I 5.05 2.51 XIII 6.9 3.43
II 15.2 7.55 XIV 16.6 8.25
III 10.25 5.09 XV 11.9 5.91
IV 20.15 10.01 XVI 8.35 4.15
V 28.2 14.02 XVII 10.75 5.34
VI 20.6 10.24 XVIII 1.35 0.67
VII 16.25 8.08 XIX 5.6 2.78
VIII 23.85 11.85 XX 26.65 13.25
IX 19.15 9.52 XXI 5.45 2.71
X 6.8 3.38 XXII 22.55 11.21
XI 32.9 16.35 XXIII 9.2 4.57
XII 4.55 2.26 XXIV 12.45 6.19
340.7 169
3.2.3. Forma y tamaños de los sitios de muestreo
Se establecieron sitios de muestreo de dimensiones fijas de 1,000 m2 en donde
se consideraron todos los árboles que se encontraron dentro del círculo, cuyo radio es
de 17.84m. (este radio fue compensado según el porcentaje de pendiente existente en
el sitio) y a los cuales se les realizaron mediciones como diámetro (DN), altura (h),
además se seleccionaron tres el árboles que presentaran características representativas
del sitio, para determinar edad e incremento.
30
3.2.4. Material y equipo utilizado
3.2.4.1. Material de gabinete
Este apartado es importante ya que de este depende la eficiencia de las
actividades en campo, para esto se recomienda colectar la mayor cantidad de
materiales posibles como: planos, cartas topográficas, fotografías aéreas, etc.
Se utilizaron los siguientes materiales: Plano fotogramétrico Esc: 1:25,000 Carta
topográfica E13B78 Tancítaro, Esc. 1: 50,000, elaborada por INEGI, fotografías aéreas
Esc. 1:25,000 del vuelo de Diciembre de 1990, lápiz graso, regla graduada
3.2.4.2. Material y equipo utilizado en la toma de datos de campo
En la realización del inventario se utilizo el material siguiente: fotografías
aéreas Esc. 1:25,000 estas fueron utilizadas para la ubicación de los sitios de muestreo
y elaboración del catastro forestal y predial con ayuda de equipo como estereoscopio
de espejos y de bolsillo, una cumplidas las actividades anteriores se procedió a
realizar el Plano fotogramétrico del predio, el cual contiene información básica del
predio como clasificación de superficies, así como la clave de identificación de cada
rodal, esta clave esta compuesta de letras y números por ejemplo: ApIII-3,3 quiere
decir que se trata de un rodal con genero Abies (la primera letra se escribe con
mayúsculas y corresponde al genero con mayor densidad) y Pinus, presenta una
densidad 3 y una altura de 3 para Abies y 3 para Pinus.
Una vez realizada las actividades anteriores se procedió realizar el plano con
diseño de muestreo, el cual servirá de guía para el trazo de las líneas y ubicación de
los sitios de muestreo, esto con ayuda de brújulas marca Silva Ranger , GPS marca
Garmin, modelo III y una cuerda compensada de 35 m.
Durante el desarrollo de las actividades de campo se utilizo equipo como
clinómetros marca Suunto, los cuales sirvieron para la medición de alturas,
forcípulas para la medición de diámetros, taladro de Pressler marca Suunto de 14”;
auxiliar en la obtención de edades y tiempo de paso y diversos materiales como
formatos de registro (se presenta en apéndice), tabla de apoyo, lápiz graso, lápiz y
goma.
31
Para el procesamiento de la información de campo se utilizaron materiales y
equipo como: computadora, paquetes de software y material de gabinete.
3.2.5. Toma de la información de campo
Se tomaron los datos básicos por rodal, como son; número de árboles
existentes en un décimo de hectárea, incrementos de los árboles representativos
(tiempo de paso y edad) del sitio de medición, pendiente, exposición, grado de
perturbación del bosque, especies existentes, así como los daños presentes en el
arbolado como suelen ser: Los ocasionados por incendios forestales, plagas,
enfermedades y algún otro.
Los datos fueron asentados en formatos de registro, para su posterior
concentración y proceso en gabinete (ver Apéndice).
3.3. Métodos empleados para obtener los parámetros dendrométricos y
epidométricos de la masa forestal
El área mínima considerada para el presente estudio es el rodal, por lo que el
cálculo de los datos del muestreo se refieren básicamente a esta unidad a través de
su hectárea tipo. Estos cálculos son: Existencias Reales Totales (ERT), Incremento
Corriente Anual (I.C.A).
3.3.1. Existencias reales por hectárea y totales
Las existencias reales por hectárea (E.R./ha) son obtenidas en base al
inventario, una vez que la información es ordenada según el rodal correspondiente,
se obtiene la hectárea tipo, la cual posee información como número de árboles/ha,
volumen del árbol tipo. Lo anterior da como resultado los volúmenes por hectárea y
por rodal.
Las existencias reales totales (E.R.T.) corresponden a los metros cúbicos de
madera existente en un rodal o una superficie determinada, su determinación es
sencilla, solo se necesita multiplicar la superficie arbolada por el volumen producto
de la hectárea tipo.
Número de árboles/ha. Se obtiene básicamente de la información del
inventario, una vez que esta es ordenada por rodal, se procede a realizar este
cálculo de la siguiente manera:
32
n
10*A
boles/haNo..de..ar =
Donde:
A= Número de árboles por categoría diamétrica por rodal.
n= Número de sitios del rodal.
Existencias reales/ha m3 V.T.A. Para obtener este dato es necesario multiplicar
el volumen tipo por el número de árboles/ha. (El volumen tipo puede
obtenerse de tablas o tarifas de volúmenes)
Existencias reales totales m3 V.T.A : Se multiplica las existencias reales/ha.
por la superficie del rodal.
3.3.2. Cálculo de incrementos (I.C.A) en m3 y en (%)
La determinación del ICA por estrato, se obtuvo con el método de Loetsch, el
cual se describe a en el cuadro 14.
Cuadro 14. Metodología para el cálculo de incrementos.
Descripción del método de Loetsch
Columna 1 Se anotan las categorías diamétricas
Columna 2 Volumen tipo por árbol regular
Columna 3 Diferencias de volúmenes de categoría diamétricas sucesivas
Columna 4
Volumen para cada centímetro en diámetro, generado a través de la expresión
V/CM= (dv- a) + (dv.- a)/10 de donde:
(dv.- a)= Diferencia de volumen entre la clase de interés a la anterior
(dv.-a)= Diferencia de volumen entre la clase de interés siguiente a la posterior
Columna 5
Se anotan para clase diamétrica la madia aritmética de los incrementos obtenidos
en campo
Columna 6
Se transforma el incremento anual en diámetro sin corteza en incremento anual en
diámetro con corteza, multiplicando la columna 5 por el factor de conversión. el
cual resulta de dividir el diámetro con corteza con el diámetro sin corteza
nota: cuando las tablas de volúmenes se refieren a valores sin corteza no será
necesario hacer esta transformación ya que directamente relacionamos el
incremento con el volumen sin corteza
Columna 7
Se calcula el incremento en volumen por árbol para cada clase diamétrica
multiplicando el incremento anual en diámetro (columna 6) por el volumen de un
centímetro de diámetro de la clase diamétrica considerada (columna 4).
Columna 8
Se determina el porcentaje de incremento en volumen por árbol para cada clase
diamétrica multiplicando por 100 el cociente que resulta al dividir el incremento
en volumen (columna 7) entre el volumen por árbol de la misma clase diamétrica
(columna 2)
Columna 9
Se registra para cada clase diamétrica el numero de árboles que hay en la hectárea
tipo, por estrato que se esta considerando.
Columna 10
Para cada clase diamétrica se obtiene el volumen por hectárea multiplicando
el número de árboles por hectárea (columna 9) por el volumen tipo de un árbol de
esa clase diamétrica (columna 2)
Columna 11 Para cada clase diamétrica se obtiene el incremento en volumen por hectárea
33
multiplicando el numero de árboles por hectárea (columna 9) por el incremento en
volumen por árbol (columna 7).
El I.C.A, en m3 resulta de sumar los valores de la columna 11.
El I.C.A en % resulta de dividir el ICA en m3 entre las E.R./ha. por 100.
E.R./ha
..100*..ICA..m
ICA..%
3
=
3.3.3. Cálculo de volumen de corta y residual/ ha y total
Partiendo de ER/ha y totales se procede a realizar los cálculos como se indica a
continuación:
Posibilidad o volumen de corta en m3 /ha. Se obtiene multiplicando las
existencias reales/ ha por la intensidad de corta en %.
Posibilidad o volumen de corta total en m3. Es necesario multiplicar la
posibilidad /ha. por la superficie del rodal o bien aplicar el porcentaje de
corta (I.C) a las existencias reales totales.
Volumen residual/ ha = Existencias reales /ha - Posibilidad/ha.
Volumen residual total = Existencias reales totales – Posibilidad total.
3.4. Estimación del contenido de carbono
Para llegar al cálculo del contenido de carbono se procedió a la determinación
de existencias reales por ha y por rodal, esto con el apoyo de tablas de volúmenes
elaboradas para esta región. Calculado el volumen se obtuvo el incremento corriente
anual en m3 y en porcentaje (%).
Posteriormente se procedió a revisar los materiales bibliográficos referentes a
información sobre las metodologías para estimar el contenido de carbono a partir de
existencias reales en m3 V.T.A.
Se optó por utilizar el método propuesto por el Panel Intergubernamental del
Cambio Climático (IPCC, 1994) que sugiere la aplicación de a..b..c... variables que
sirvieron para estimar el carbono almacenado en cada uno de los rodales que
34
conforman el área de estudio, el siguiente cuadro muestra los pasos seguidos para el
cálculo del carbono almacenado.
Cuadro 15. Procedimiento para la estimación de carbono almacenado.
Metodología para estimar carbono almacenado utilizando los factores
propuestos por el IPCC (1994).
Columna 1 Número de rodal
Columna 2 Clave del rodal
Columna 3 Existencias reales por hectárea
Columna 4
Factor de densidad para coníferas 0.48 y 0.60 para latifoliadas
(toneladas de materia seca/m3)
Columna 5
Factor de contenido de carbono 0.45
(toneladas de Carbono /toneladas de materia seca)
Columna 6 Cálculo de biomasa (col. 3)*(col. 4)*(col. 5)
Columna 7 Bs Factor 1.3 (toneladas de carbono/ ha)
Columna 8 Toneladas de carbono/ ha (col. 6)*(col. 7)
Columna 9 Superficie por rodal en ha
Columna 10 Toneladas de carbono/ rodal (col. 8)*(col. 9)
3.5. Captura de carbono
Para el cálculo del potencial de captura de carbono se tomo en cuenta las
especies de coníferas, debido que es posible conocer su incremento, partiendo de este
parámetro (cuadro 18 y 19) se utilizó la sumatoria del ICA en m3 por especie, para
posteriormente aplicar los factores utilizados en el cálculo de contenido de carbono
(cuadro 15) cabe mencionar que en este caso no se utilizo el factor de expansión que
corresponde al crecimiento de raíces, debido a que no se tienen estimaciones de
incremento en el sistema radicular de estas especies.
35
36
IV. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
4.1. Existencias reales por hectárea y totales
Las existencias reales por hectárea y totales son los metros cúbicos de madera
existentes ya sea en una hectárea o en un rodal a continuación en el cuadro 16 y 17 se
presenta las existencias reales por hectárea y totales en el predio.
Cuadro 16. Existencias reales por hectárea m3 V.T.A.
RODAL CLAVE
SUPERFICIE
ha
Abies
religiosa
m3 V.T.A.
Pinus
pseudostrobus
m3 V.T.A.
Quercus
laurina
m3 V.T.A.
Otras
hojosas
m3 V.T.A.
E.R/ha
m3 V.T.A.
I PIV-3 5.05 6.684 25.271 12.972 0.000 44.927
II ApIV-3,3 15.20 122.971 13.808 0.000 0.000 136.779
III AV-3 10.25 272.844 0.000 0.000 0.000 272.844
IV ApIII-3,3 20.15 159.492 50.532 0.000 0.000 210.024
V ApV-3,3 28.20 144.156 32.308 0.000 0.000 176.464
VI ApIV-3,3 20.60 255.174 66.216 0.000 0.000 321.390
VII ApIII-3,3 16.25 154.512 118.398 0.000 0.000 272.910
VIII ApV-3,3 23.85 372.151 37.824 0.000 0.000 409.975
IX AV-3 19.15 312.745 0.000 0.000 0.000 312.745
X AIV-3 6.80 330.148 0.000 0.000 0.000 330.148
XI ApIV-3,3 32.90 251.865 86.456 0.000 0.000 338.321
XII AIII-3 4.55 265.880 0.000 0.000 0.000 265.880
XIII PIII-3 6.90 0.000 88.241 0.000 5.490 93.731
XIV ApIV-3,3 16.60 265.491 35.099 9.951 0.000 310.541
XV ApV-3 11.90 121.449 82.184 0.000 0.000 203.633
XVI AqIV-3,2 8.35 327.719 0.000 103.464 0.000 431.183
XVII PaqIV-3,3,2 10.75 82.670 90.874 45.758 0.000 219.302
XVIII PaqIV-3,3,3 1.35 152.210 152.680 64.130 0.000 369.020
XIX QpaII-3,3,3 5.60 41.334 72.513 66.371 0.727 180.945
XX PqhIII-3,2,1 26.65 0.000 78.064 106.979 36.427 221.470
XXI PqhIV-3,2,1 5.45 0.000 44.182 55.821 6.080 106.083
XXII PqV-3,3 22.55 0.000 97.729 75.915 0.000 173.644
XXIII QpIV-3,3 9.20 0.000 53.776 64.698 0.000 118.474
XXIV QpIII-3,4 12.45 0.000 101.934 92.724 0.000 194.658
TOTAL 340.70 3639.495 1328.089 698.783 48.724 5715.091
37
El cuadro 16 presenta el volumen por ha en el predio, según los resultados se
observa que la mayoría de los rodales la especie Abies religiosa presenta una densidad
mayor que las especies restantes, consecuencia de esto el volumen correspondiente a
esta especie es mayor.
En casos como el rodal I, el volumen por ha resulta menor en comparación a el
resto de los rodales, esto se debe principalmente a factores como lo es la ubicación del
rodal entre otros.
Cuadro 17. Existencias reales totales m3 V.T.A.
RODAL CLAVE
SUPERFICIE
ha
Abies
religiosa
m3 V.T.A.
Pinus
pseudostrobus
m3 V.T.A.
Quercus
laurina
m3 V.T.A.
Otras
hojosas
m3 V.T.A.
E.R/ha
m3 V.T.A.
I PIV-3 5.05 33.754 127.619 65.509 0.000 226.881
II ApIV-3,3 15.2 1869.159 209.882 0.000 0.000 2079.041
III AV-3 10.25 2796.651 0.000 0.000 0.000 2796.651
IV ApIII-3,3 20.15 3213.764 1018.220 0.000 0.000 4231.984
V ApV-3,3 28.2 4065.199 911.086 0.000 0.000 4976.285
VI ApIV-3,3 20.6 5256.584 1364.050 0.000 0.000 6620.634
VII ApIII-3,3 16.25 2510.820 1923.968 0.000 0.000 4434.788
VIII ApV-3,3 23.85 8875.801 902.102 0.000 0.000 9777.904
IX AV-3 19.15 5989.067 0.000 0.000 0.000 5989.067
X AIV-3 6.8 2245.006 0.000 0.000 0.000 2245.006
XI ApIV-3,3 32.9 8286.359 2844.402 0.000 0.000 11130.761
XII AIII-3 4.55 1209.754 0.000 0.000 0.000 1209.754
XIII PIII-3 6.9 0.000 608.863 0.000 37.881 646.744
XIV ApIV-3,3 16.6 4407.151 582.643 165.187 0.000 5154.981
XV ApV-3 11.9 1445.243 977.990 0.000 0.000 2423.233
XVI AqIV-3,2 8.35 2736.454 0.000 863.924 0.000 3600.378
XVII PaqIV-3,3,2 10.75 888.703 976.896 491.899 0.000 2357.497
XVIII PaqIV-3,3,3 1.35 205.484 206.118 86.576 0.000 498.177
XIX QpaII-3,3,3 5.6 231.470 406.073 371.678 4.071 1013.292
XX PqhIII-3,2,1 26.65 0.000 2080.406 2850.990 970.780 5902.176
XXI PqhIV-3,2,1 5.45 0.000 240.792 304.224 33.136 578.152
XXII PqV-3,3 22.55 0.000 2203.789 1711.883 0.000 3915.672
XXIII QpIV-3,3 9.2 0.000 494.739 595.222 0.000 1089.961
XXIV QpIII-3,4 12.45 0.000 1269.078 1154.414 0.000 2423.492
TOTAL 340.7 56266.423 19348.714 8661.505 1045.868 85322.509
38
En el cuadro 17 se muestran los resultados de ERT que servirán para la
estimación del contenido de carbono en el predio. Como se ha observado en los
resultados de este cuadro y los del cuadro 16 la mayor concentración de volumen se
encuentra en la especie Abies religiosa seguida de Pinus pseudostrobus, Quercus laurina
y en menor concentración las hojosas.
4.2. Resumen de cálculo de incrementos
Para poder calcular el potencial de carbono en el predio es necesario conocer el
incremento de las especies de coníferas. El incremento corriente anual se obtuvo por
medio del método de Loetsch, que según García (2001), menciona que es uno de los
más usuales y exactos, en comparación con otros métodos. En el cuadro 18 y 19 se
presentan los resultados:
Especie: Abies religiosa
Cuadro 18. Incremento Corriente Anual.
RODAL SUPERFICIE ICA
CLAVE NUMERO ha % m3/ha m3/rodal
I PIV-3 5.05 2.971 0.199 1.003
II ApIV-3,3 15.2 3.03 2.464 46.056
III AV-3 10.25 5.959 2.184 61.079
IV ApIII-3,3 20.15 3.791 2.377 76.391
V ApIV-3,3 28.2 3.963 2.749 111.752
VI ApIV-3,3 20.6 5.086 1.993 104.764
VII ApIII-3,3 16.25 3.345 2.165 54.359
VIII ApV-3,3 23.85 10.837 2.912 258.463
IX PaqIV-3,3,2 19.15 9.589 3.066 183.625
X AV-3 6.8 11.625 3.521 79.047
XI ApIV-3,3 32.9 6.113 2.427 201.11
XII AIII-3 4.55 6.995 2.631 31.829
XIV ApIV-3,3 16.6 5.989 2.256 99.425
XV AV-3 11.9 4.328 3.564 51.508
XVI AqIV-3,2 8.35 8.96 2.734 74.815
XVII PaqIII-3,3,2 10.75 1.992 2.049 21.409
XVIII PaqIV-3,3,1 1.35 3.431 1.63 4.632
XIX QpaII-3,3,3 5.6 0.932 2.254 5.217
TOTALES 252.45 5.645 2.528 1465.481
39
Los resultados que se presentan en el cuadro 18 se refieren al ICA de la especie
Abies religiosa, se observa que este indicador varia significativamente en algunos
casos, lo anterior puede deberse a la ubicación del rodal, ya que las condiciones
físicas de cada zona pueden favorecer o no a la vegetación.
Especie: Pinus pseudostrobus
Cuadro 19. Incremento Corriente Anual.
RODAL SUPERFICIE ICA
NUMERO CLAVE ha % m3 m3/rodal
I PIV-3 5.05 1.625 0.411 2.074
II ApIV-3,3 15.2 3.252 0.449 6.825
IV ApIII-3,3 20.15 2.371 1.198 24.142
V ApV-3,3 28.2 1.8 0.582 16.4
VI ApIV-3,3 20.6 1.543 1.022 21.047
VII ApIII-3,3 16.25 2.541 3.008 48.888
VIII ApIII-3,3 23.85 1.928 0.729 17.393
XI ApIV-3,3 32.9 2.511 2.171 71.423
XIII PIII-3 6.9 3.474 3.065 21.152
XIV ApIV-3,3 16.6 2.531 0.888 14.747
XV ApV-3 11.9 2.296 1.887 22.455
XVII PaqIII-3,3,2 10.75 2.615 2.376 25.546
XVIII PaqIV-3,3,2 1.35 2.321 3.544 4.784
XIX QpaII-3,3,3 5.6 2.932 2.126 11.906
XX PqhIII-3,2,1 26.65 2.908 2.27 60.498
XXI PqhIV-3,2,1 5.45 2.11 0.932 5.081
XXII PqV-3,3 22.55 3.191 3.119 70.323
XXIII QpIV-3,3 9.2 2.653 1.427 13.125
XXIV QpIII-3,3 12.45 3.025 3.084 38.39
TOTALES 291.60 2.51 1.80 496.199
El cuadro anterior muestra los resultaos obtenidos del cálculo de incremento
en Pinus pseudostrobus si se hace una comparación entre los cuadros 18 y 19 se podrá
observar la diferencia entre incrementos de cada especie, como se menciono se debe
principalmente a que las condiciones físicas existentes en el predio resultan más
favorables para la especie Abies religiosa, lo anterior da como resultado que la
densidad e incremento de esta especie sea superior que en el resto de las especies.
40
4.3. Contenido de carbono
Partiendo de existencias reales por hectárea, se calculó el contenido de carbono
por especie, los resultados se presentan en los cuadros 20, 21, 22 y 23.
4.3.1. Especie: Abies religiosa
Cuadro 20. Estimación de carbono almacenado.
Rodal
No. Clave
SUPERFICIE
ha
E.R.
m3 / ha
DENSIDAD
tms / m3
CONT.CARB
tC / tms
BIOMASA
tC/ha
BIOMASA
tC/RODAL
Bs
factor
tC / ha
E.R.
tC/ha
E.R.T
tC/RODAL
I PIV-3 5.05 6.684 0.48 0.45 1.444 7.291 1.3 2 9
II ApIV-3,3 15.2 122.971 0.48 0.45 26.562 403.738 1.3 35 525
III AV-3 10.25 272.844 0.48 0.45 58.934 604.077 1.3 77 785
IV ApIII-3,3 20.15 159.492 0.48 0.45 34.45 694.173 1.3 45 902
V ApV-3,3 28.2 144.156 0.48 0.45 31.138 878.083 1.3 40 1142
VI ApIV-3,3 20.6 255.174 0.48 0.45 55.118 1135.422 1.3 72 1476
VII ApIII-3,3 16.25 154.512 0.48 0.45 33.375 542.337 1.3 43 705
VIII ApV-3,3 23.85 372.151 0.48 0.45 80.385 1917.173 1.3 105 2492
IX AV-3 19.15 312.745 0.48 0.45 67.553 1293.638 1.3 88 1682
X AIV-3 6.8 330.148 0.48 0.45 71.312 484.921 1.3 93 630
XI ApIV-3,3 32.9 251.865 0.48 0.45 54.403 1789.853 1.3 71 2327
XII AIII-3 4.55 265.88 0.48 0.45 57.43 261.307 1.3 75 340
XIV ApIV-3,3 16.6 265.491 0.48 0.45 57.346 951.945 1.3 75 1238
XV AV-3 11.9 121.449 0.48 0.45 26.233 312.173 1.3 34 406
XVI AqIV-3,2 8.35 327.719 0.48 0.45 70.787 591.074 1.3 92 768
XVII PaqIII-3,3,2 10.75 82.67 0.48 0.45 17.857 191.96 1.3 23 250
XVIII PaqIV-3,3,2 1.35 152.21 0.48 0.45 32.877 44.384 1.3 43 58
XIX QpaII-3,3,3 5.6 41.334 0.48 0.45 8.928 49.998 1.3 12 65
TOTALES 257.5 202.194 0.48 0.45 43.674 675.197 1.3 57 15800
Las masas forestales son consideradas como almacenes o sumideros de
carbono, esto es una forma de mitigar el efecto invernadero, ya que la vegetación
participa mediante el proceso de fotosíntesis en la reducción de bióxido de carbono.
Por lo anterior, se estimo el carbono almacenado por especie: Abies religiosa (cuadro
20) presenta un almacén neto5 de 15800 tC, en 18 rodales con una superficie
aproximada de 257.5 ha y un promedio de 57 tC/ha; Pinus pseudostrobus (cuadro 21)
5078 tC almacenadas en 279.15 ha distribuida en 18 rodales y un promedio de 19
tC/ha; Quercus laurina (cuadro 22) presenta un contenido de 3040 tC en una superficie
de 124 ha, distribuida en 11 rodales con un promedio de 22 tC/ha y Otras hojosas
muestra un contenido de 367 tC en una superficie de 44.6 ha distribuidas en 4 rodales
con un promedio de 4 tC/ha.
5
Almacén por especie.
41
Co2 tesis
Co2 tesis
Co2 tesis
Co2 tesis
Co2 tesis
Co2 tesis
Co2 tesis
Co2 tesis
Co2 tesis
Co2 tesis
Co2 tesis
Co2 tesis
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  • 1. Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo Facultad de Agrobiología “Presidente Juárez” Estimación del contenido y captura de carbono en biomasa aérea del predio “Cerro Grande” municipio de Tancítaro Michoacán México T E S I S QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE: Ingeniero Agrónomo Especialista en Bosques P R E S E N T A Pablo Irving Fragoso López Director: Candidato a Dr. Biól. José Antonio Benjamín Ordóñez Díaz Uruapan Michoacán 2003
  • 2.
  • 3. DEDICATORIA. A Dios Por darme la existencia que día a día trato de vivir lo mejor que puedo y sobre todo la gran oportunidad de realizar este sueño. A mi Padre El Sr. Pablo Fragoso Ramírez, por inculcar en mí, la responsabilidad, la educación y sobre todo el coraje para enfrentar los retos de la vida. A mi Madre La Sra. Pilar López Valderrama, que junto con mi padre son mi gran tesoro, por darme su amor y consejos, que día a día trato de compensarlos con triunfos. A mis Hermanos Freddy, Nahum, Luis y Alyn, que son mi orgullo y el motivo de mi superación. A mis Sobrinos Pablo Naim, Araly Eunice y Darío. A la mujer que amo Alma Delia Calderón Magaña, que es la dueña de mis sentimientos y mi motivo de superación.
  • 4. AGRADECIMIENTOS A mis Padres y a mis hermanos, por brindarme el apoyo para realizar este sueño, al igual agradezco a mis sobrinos, agradezco también a mis cuñadas Josefina y Jessica, por su apoyo moral. A nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, por darme la gran oportunidad de cursar esta hermosa carrera. A la Facultad de Agrobiología “Presidente Juárez”, por haberme dado la oportunidad de prepararme en sus aulas. Al Centro de Educación y Capacitación Forestal No.1 “Dr. Manuel Martínez Solórzano” por haberme dado la oportunidad de formarme como Técnico Forestal. Al Candidato a Dr. Biol. José Antonio Benjamín Ordóñez Díaz, por dirigir las actividades de este trabajo, al igual que su valiosa amistad y apoyo. A Servicios Técnicos Forestales encabezados por el Ing. José Guadalupe Lazos Figueroa, por brindarme la confianza y la oportunidad colaborar con el en algunas actividades forestales, así mismo agradezco el apoyo bibliográfico brindado. Al Sr. José Luis Ayala Andrade, por permitir la utilización de su predio para la realización de este trabajo. A Asesoría Técnica Forestal dirigida por el Ing. Juan Cosme Velarde Ramírez, por el apoyo brindado en la realización de este trabajo, al igual que la confianza brindada para la realización de trabajos forestales, agradezco infinitamente su valiosa amistad. Al Dr J. Jesús García Magaña, Por las observaciones realizadas a este trabajo, también agradezco su amistad y apoyo. Al Biol. Eduardo Jarquin y la MC. María Guadalupe de la Luz Rivas. Por sus valiosas observaciones durante la revisión del presente documento. Al Ing. Adolfo Huerta Zamora, agradezco su apoyo en la revisión de este documento al igual que sus valiosas observaciones en algunos aspectos del mismo. Al Ing. Martín E. Lara Rubio agradezco sus puntos de vista y consejos durante la elaboración de este trabajo. Al Ing. Francisco Javier Sagrero Ginori, agradezco su amistad y apoyo en los trabajos de cartografía.
  • 5. Al Dr Omar Masera, al Físico Jaime Navia Antezana, al M.C Rene David Martínez Bravo, y a la Biól. Marcela Olguín por sus conocimientos aportados, que sin ellos, no se hubiera despertado en mi el interés de realizar este trabajo. Al Ing. Melquíades García Morales, agradezco el apoyo bibliográfico brindado, al igual que los consejos y recomendaciones, también gracias por tu amistad. Al Biol. Francisco Aviña Cervantes, por haber revisado este documento, al igual agradezco tu amistad y apoyo. A mis compañeros de trabajo, los Ingenieros Mario Alberto Cortes Núñez, Omar Corona, Antonio Olivares y demás personas que laboran en CONAFOR Qro. Agradezco su valiosa amistad, al igual que todo el apoyo brindado en mi desempeño profesional. A mi colega y gran amigo Ing. Ernesto Felipe Martínez y su esposa Ararat, agradezco su valioso apoyo, al igual que su gran amistad. A la Ing. Alejandra González M. agradezco su valiosa amistad y apoyo brindado en el desempeño de mi profesión. A mis Padrinos el Sr. José Delgadillo y Florelia Delgado e hijos, por el gran apoyo moral y amistad que han brindado a mi y toda mi familia. A la H. Casa del Estudiante Universitario “Benito Canales”, por todos los apoyos que recibí de ella, que sin ellos, hubiera hecho más difícil la realización de este trabajo. A mis colegas y grandes amigos: Ángel Fernando López Barrios, Juan Carlos Zamora, Edgar Hugo Olvera Delgadillo, Francisco Gallegos Pérez, Manuel Cortés Jaramillo, y Severiano Hernández Campos. Agradezco su valiosa amistad y apoyo. A mis amigos: Rodolfo López, Ángel Badillo, Ángel Martínez, Roberto Hernández, Jacobo Carmona, Edgar Hernández, José Luis Holguín y Gabriel Martínez, agradezco su amistad y en algunos casos el apoyo en la realización del inventario. Agradezco especialmente a Alma Delia Calderón Magaña, por darme la gran oportunidad de estar con ella en estos momentos. Y a todas las personas que directa o indirectamente participaron en mi formación. “Sinceramente Gracias”
  • 6. 2.6.4. Propuestas de mitigación de las emisiones del CO2....................................15 2.6.5. Los mecanismos de Kyoto...............................................................................16 2.6.6. Aspectos básicos de los proyectos forestales de mitigación......................17 III. MATERIALES Y MÉTODOS 3.1.Descripción del área de estudio......................................................................................20 3.1.1. Ubicación del área de estudio..........................................................................20 3.1.2. Información general..........................................................................................22 3.1.2.1. Estado legal.........................................................................................23 3.1.2.2. Geografía.............................................................................................23 3.1.2.3. Hidrografía..........................................................................................23 3.1.2.4. Fisiografía............................................................................................23 3.1.3. Características físicas........................................................................................24 3.1.3.1. Clima....................................................................................................24 3.1.3.2. Suelo.....................................................................................................24 3.1.3.3. Hidrología...........................................................................................24 3.1.3.4. Topografía...........................................................................................24 3.1.3.5. Zonas de erosión................................................................................24 3.1.3.6. Susceptibilidad natural del predio respecto a la erosión hídrica y eólica...................................................................................25 3.1.3.7. Minerales.............................................................................................25 3.1.4. Características biológicas.................................................................................25 3.1.4.1. Vegetación..........................................................................................25 3.1.4.2. Fauna...................................................................................................27 3.1.5. Aspectos socioeconómicos...............................................................................29 3.1.5.1. Población más cercana al área de estudio. .....................................29 3.1.5.2.- Infraestructura y servicios...............................................................29 3.2. Método de muestreo........................................................................................................29 3.2.1. Diseño de muestreo..........................................................................................29 3.2.2. Tamaño de la muestra......................................................................................30 3.2.3. Forma y tamaños de los sitios de muestreo.................................................30 3.2.4. Material y equipo utilizado.............................................................................31 3.2.4.1. Material de gabinete...........................................................................31 3.2.4.2. Material y equipo utilizado en la toma de datos de campo.........31 3.2.5. Toma de la información de campo................................................................32 ii
  • 7. 3.3. Métodos empleados para obtener los parámetros dendrométricos y epidométricos de la masa forestal.................................................................................32 3.3.1. Existencias reales por hectárea y totales........................................................32 3.3.2. Cálculo de incrementos (I.C.A) en m3 y en (%)............................................33 3.3.3. Cálculo de volumen de corta y residual/ ha y total....................................34 3.4. Estimación del contenido de carbono...........................................................................34 3.5. Captura de carbono.........................................................................................................35 IV. RESULTADOS Y DISCUSIÓN 4.1. Existencias reales por hectárea y totales.......................................................................36 4.2. Resumen de cálculo de incrementos...........................................................................38 4.3. Contenido de carbono.....................................................................................................40 4.3.1. Especie Abies religiosa........................................................................................40 4.3.2. Especie: Pinus pseudostrobus. ...........................................................................41 4.3.3. Especie: Quercus laurina....................................................................................41 4.3.4. Otras hojosas. ....................................................................................................42 4.4. Almacén de carbono actual. ..........................................................................................42 4.5. Potencial de captura de carbono...................................................................................43 4.5.1. Captura de carbono. ........................................................................................43 4.5.2. Proyección de la captura anual de carbono en un periodo de 10 años.................................................................................44 4.6. Comparación de los resultados con otros estudios.....................................................45 4.7. Plan de manejo.................................................................................................................46 4.7.1. Sistema silvícola................................................................................................46 4.7.2. Método de ordenación......................................................................................46 4.6.2.1. Tratamientos a utilizar.......................................................................47 4.7.3. Horizonte de planeación o ciclo de corta.......................................................47 4.7.4. Obtención de volumen de corta y residual por ha y total...........................47 4.7.4.1. Volumen de corta y residual por ha y total........................48 4.7.5. Programación de las cortas o intervenciones. ..............................................50 4.8. Integración de áreas al proyecto....................................................................................52 4.9. Valor de la producción....................................................................................................52 4.10. Almacén de carbono después de la intervención......................................................54 V. CONCLUSIONES............................................................................................................59 VI. LITERATURA CITADA................................................................................................60 VII. APÉNDICE.....................................................................................................................66 iii
  • 8. CONTENIDO Pag. CONTENIDO............................................................................................................................i RESUMEN ..............................................................................................................................iv ÍNDICE DE CUADROS.........................................................................................................v ÍNDICE DE FIGURAS...........................................................................................................vi I. INTRODUCCIÓN................................................................................................................1 1.1. Objetivos..............................................................................................................................2 II. REVISIÓN DE LITERATURA 2.1. Efecto invernadero.............................................................................................................3 2.1.1. Gases de efecto invernadero.............................................................................4 2.1.2. El cambio climático: causas y consecuencias..................................................4 2.2. El carbono...........................................................................................................................5 2.2.1. Propiedades.........................................................................................................5 2.2.2. Estado natural .....................................................................................................6 2.2.3. Ciclo biológico del carbono...............................................................................6 2.3. Recursos naturales.............................................................................................................9 2.4. Recursos forestales.............................................................................................................9 2.5. La valoración de los recursos naturales..........................................................................9 2.5.1. Consideraciones generales................................................................................9 2.5.2. Bienes y servicios ambientales........................................................................10 2.5.3. Definición de gastos ambientales .................................................................11 2.5.4. Valor económico total......................................................................................11 2.6. Los bosques y el cambio climático global.....................................................................13 2.6.1. Los bosques y sus emisiones de carbono.......................................................13 2.6.2. Los bosques como reservorios de carbono....................................................13 2.6.3. El protocolo de Kyoto.......................................................................................14 2.6.3.1. Hacia una visión integral del cambio climático.............................14 i
  • 9. RESUMEN La situación del recurso forestal, año con año se torna más crítica, debido a la falta de una cultura dirigida a la preservación y uso racional de los recursos forestales, por décadas se han aplicado técnicas de aprovechamiento heredadas por generaciones y que es necesario mejorar. El uso irracional del bosque ha ocasionado daños que cada día son más difíciles de solucionar, un ejemplo de ello es el incremento en las emisiones de gases de efecto invernadero, derivadas de la conversión de la cobertura vegetal, concretamente en el aumento de las concentraciones de carbono en la atmósfera, este trabajo muestra una forma de mitigar dicho efecto, mediante la preservación del recurso forestal, ya que la concentración y velocidad a la que estos gases se ha incrementado dan origen al cambio climático, que es un fenómeno global. Este estudio, presenta una propuesta integral de un plan de manejo del predio “Cerro Grande”municipio de Tancítaro Michoacán; los resultados obtenidos muestran datos positivos en lo que al almacenamiento de carbono se refiere. Tomando en cuenta el volumen en m3 por especie, se calculó el contenido de carbono en biomasa aérea en este predio, proyectando los siguientes resultados: Abies religiosa. presenta 15, 800 tC1, Pinus pseudostrobus 5, 433 tC, Quercus laurina 3,040 tC y una agrupación de hojosas presenta 367 tC, sumando una cantidad de 24, 640 tC. Tomando en cuenta el incremento corriente anual se obtuvo el potencial de carbono capturado en el predio y su proyección se realizó a 10 años. Con la aplicación de técnicas de manejo se pretende aumentar el número de toneladas de carbono capturadas y además preservar el recurso natural de este predio. 1 tC. Toneladas de carbono. iv
  • 10. ÍNDICE DE CUADROS Cuadro Pag. 1. Bienes y/o servicios ambientales....................................................................................12 2. Clasificación de superficies..............................................................................................22 3. Colindantes del predio.....................................................................................................22 4. Coordenadas de localización del área de estudio........................................................23 5. Principales especies que conforman el estrato arbóreo...............................................25 6. Principales especies que conforman el estrato arbustivo............................................25 7. Principales especies que conforman el estrato herbáceo.............................................29 8. Especies aprovechables....................................................................................................26 9. Principales mamíferos. ....................................................................................................27 10. Principales aves. ...............................................................................................................28 11. Principales reptiles. ..........................................................................................................28 12. Principales insectos. .........................................................................................................28 13. Número de sitios de muestreo por rodal.......................................................................30 14. Metodología para el cálculo de incrementos. ..............................................................33 15. Procedimiento para la estimación de carbono almacenado.......................................35 16. Existencias reales por hectárea m3 V.T.A......................................................................36 17. Existencias reales totales por especie m3 V.T.A............................................................37 18. Incremento Corriente Anual Abies religiosa...................................................................38 19. Incremento Corriente Anual Pinus pseudostrobus.........................................................39 20. Estimación de carbono almacenado en Abies religiosa.................................................40 21. Estimación de carbono almacenado en Pinus pseudostrobus......................................41 22. Estimación de carbono almacenado en Quercus laurina..............................................41 23. Estimación de carbono almacenado en Otras hojosas.................................................42 24. Contenido de carbono (resumen). .................................................................................42 25. Toneladas de carbono capturadas en Abies religiosa...................................................43 26. Toneladas de carbono capturadas en Pinus pseudostrobus.........................................44 27. Proyección de captura de carbono a 10 años................................................................45 28. Comparación de resultados.............................................................................................45 29. Volumen de corta y residual por hectárea y total Abies religiosa................................48 30. Volumen de corta y residual por hectárea y total Pinus pseudostrobus......................49 31. Volumen de corta y residual por hectárea y total Quercus laurina............................49 32. Plan de cortas.....................................................................................................................51 33. Numero de plantas a reforestar......................................................................................52 34. Valor de la producción de madera.................................................................................52 35. Valor de la captura de carbono.......................................................................................53 36. Valor de la producción total en 10 años.........................................................................53 v
  • 11. ÍNDICE DE FIGURAS Figura Pag. 1. Efecto invernadero.......................................................................................................3 2. Fuentes y sumideros de carbono. ..............................................................................7 3. Flujos y almacenes de carbono de un sistema forestal............................................................................................................................8 4. Localización del área de estudio...............................................................................20 5. Localización del predio en el Parque Nacional Pico de Tancítaro.......................................................................................................................21 6. Existencias reales totales y volumen de corta total en toneladas de carbono en Abies religiosa....................................................................54 6.1 Almacén de carbono a 10 años.................................................................................55 7. Existencias reales totales y volumen de corta total en toneladas de carbono en Pinus pseudostrobus..........................................................56 7.1 Almacén de carbono a 10 años.................................................................................56 8. Existencias reales totales y volumen de corta total en toneladas de carbono en Quercus laurina.................................................................57 9. Almacén de carbono total a 10 años. .........................................................................58 vi
  • 12. I. INTRODUCCIÓN Durante los últimos siglos, el clima de la tierra ha sido beneficioso para la humanidad. La mayoría de los seres vivos que habitan el planeta se han desarrollado bajo una atmósfera benigna, tal desarrollo ha generado grandes cambios, uno de ellos podemos señalarlo como un “experimento mundial” que sin darnos cuenta el resultado es el cambio de aspecto del planeta, este experimento en la actualidad se conoce como Cambio Climático Global (CCG). El cambio climático global se puede definir como el posible aumento de la temperatura del aire del planeta, dado principalmente por la alta concentración en la atmósfera de gases de efecto invernadero (GEI) como: el bióxido de carbono, vapor de agua, metano, oxido nitroso, ozono, bióxido de azufre y clorofluorocarbonos, los cuales tienen la capacidad de actuar como el vidrio que cubre la estructura de un invernadero, el cual absorbe los rayos solares en vez de reflejarlos. El aumento de GEI en la atmósfera se debe principalmente a el desarrollo de actividades que a diario realizamos como son: la mayor parte de los procesos productivos, el transporte, la producción de cemento, la generación de electricidad y los sistemas domésticos éstos dependen principalmente de la energía derivada del consumo de combustibles fósiles (combustibles provenientes de depósitos de carbón, petróleo, gas, esquistos bituminosos, turba, lignito y antracita) esto es más común en las naciones industrializadas. Otra causa que contribuye con grandes emisiones de GEI sin duda es el cambio en el uso del suelo ya que anualmente se deforestan 17 millones de hectáreas en el mundo, lo que significa una liberación de cerca de 1.8 billones de toneladas de carbono, que es del 20 al 30% de las emisiones antropogénicas (Montoya et al., 1995). Una forma de mitigar el CCG es con la ayuda de la vegetación ya que esta actúa como reservorio o almacén de carbono. Debemos de tomar en cuenta que la capacidad de almacenamiento de carbono en los bosques se está perdiendo rápidamente debido a los procesos de deforestación y degradación de los ecosistemas forestales. Para proponer estrategias viables y dirigidas a la mitigación del cambio climático es imprescindible; por un lado, conocer la dinámica del carbono en los ecosistemas forestales, y por otra, las modificaciones a los flujos de carbono derivadas de los patrones de cambio de uso del suelo. Debido al la importancia de este fenómeno, nace la inquietud de realizar este trabajo, ya que se espera contribuir en aspectos como pueden ser económicos, al tener una base para la posible obtención de recursos por medio del pago por servicios ambientales., aspectos sociales y ecológicos, al brindar una forma alternativa del uso de los recursos forestales y al mismo tiempo contribuir al conocimiento y difusión de este problema. 1
  • 13. 1.1 Objetivos Estimar el contenido y captura potencial de carbono en especies maderables del predio “Cerro grande”, municipio de Tancítaro Michoacán. Proponer un plan de manejo forestal para aumentar y asegurar la captura de carbono a largo plazo. 2
  • 14. II. REVISIÓN DE LITERATURA 2.1. Efecto invernadero Nuestro planeta está rodeado por una delgada capa de gases denominada atmósfera, compuesta por nitrógeno (78.3%), oxígeno (21.0%), argón (0.3%), bióxido de carbono (0.03%) y otros gases en cantidades menores como helio, neón y xenón. Además contiene aerosoles (partículas) en cantidades variables, dependiendo de su origen y concentración, y vapor de agua en concentraciones fluctuantes. Este último es responsable de gran parte de los fenómenos meteorológicos (Salati, 1990). El efecto invernadero se debe a que ciertos gases en la atmósfera permiten que la mayor parte de la radiación solar incidente penetre hasta la superficie del planeta, mientras que se absorbe y reemite parte de la radiación infrarroja que el planeta regresa al espacio exterior. Cuanto mayor es la concentración de los gases de invernadero, menor es la cantidad de radiación infrarroja que el planeta remite libremente al espacio exterior. De esta manera, al aumentar la concentración de gases de invernadero, se incrementa la cantidad de calor atrapado en la atmósfera, dando origen a que se eleve la temperatura superficial del planeta (Ordóñez, 1999). La figura 1 ilustra como la radiación infrarroja liberada es absorbida por las nubes y los gases de efecto invernadero, manteniendo así la temperatura de la tierra a 33°C más caliente de lo que de otra manera estaría. Figura 1. Efecto invernadero (Colegio de la Frontera Sur, 2003). 3
  • 15. 2.1.1. Gases de efecto invernadero El clima de la Tierra está dado por el balance radiactivo de la atmósfera, el cual depende, a su vez, de la entrada de energía en forma de radiación solar, su actividad radiactiva, la abundancia de gases de efecto invernadero en la atmósfera, nubes y aerosoles (IPCC, 1992). Diferentes autores (Schneider, 1989; Houghton y Woodwell, 1989; Goudie, 1990; Dixon et al., 1994; Masera, 1995) afirman que el bióxido de carbono (CO2) es el principal gas de efecto invernadero. Otros gases con concentraciones menores producen el mismo efecto con diversas intensidades, tales como metano (CH4), óxido nitroso (N2O), clorofluorocarbonos (CFC) y ozono (O3). Desde la revolución industrial, la concentración de gases de efecto invernadero se ha incrementado rápidamente la concentración de 360 ppmv2 del bióxido de carbono (CO2) en 1990, resultó 25% mayor que en la etapa preindustrial (antes de 1750), cuyo valor era de alrededor de 280 ppmv, y por arriba, a su vez, de cualquier periodo durante los últimos 160 años (Goudie, 1990; Masera, 1991 citado por Ordóñez, 1999), sobre todo como resultado de las actividades humanas. Muchos de estos gases tienen tiempos de vida (residencia atmosférica) que van desde décadas hasta centenares de años, por lo que los cambios en las concentraciones de la atmósfera se manifiestan lentamente como respuesta a los que se dan en las tasas de emisión (Goudie, 1990; IPCC, 1990). 2.1.2. El cambio climático: causas y consecuencias Como se señaló anteriormente, se define al cambio climático como el aumento en la temperatura superficial del planeta que se produce como consecuencia de un aumento importante y rápido de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera (IPCC, 2001 citado por Ordóñez, 2002). La causa fundamental de este incremento es la emisión de estos gases (CO2, N2O, CFC, CH4), provocados por actividades humanas (antropogénicas) que alteran la composición original de la atmósfera. 2 ppvm: partes por millón por volumen. 4
  • 16. El Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, 2001) estima que un cambio de las emisiones de gases de efecto invernadero que duplique las concentraciones de CO2 con respecto al nivel preindustrial daría como resultado un incremento de temperatura de 1.5 a 5.8 ºC. Este cambio de temperatura provocaría, a su vez: Cambios en los patrones mundiales de precipitación pluvial, con diferencias regionales significativas. • • • Elevación del nivel del mar de 0.2 a 0.6 metros, tanto por la expansión térmica de los océanos como por el derretimiento parcial de glaciares en las montañas y de la capa de hielo en las regiones polares, como el caso de la Antártica, para la que se estima un desprendimiento de 200 km. de masas de hielo. Cambios en la humedad del suelo al aumentar la evaporación del agua. Estos tres factores afectarían directamente todas aquellas actividades humanas que dependen de la precipitación, la temperatura, la humedad y de los cuerpos de agua. El producto de esta alteración sería equivalente a desplazar una región cualquiera en 200 km de latitud, lo que provocaría, por ejemplo, la migración de las comunidades de las zonas costeras al interior de los continentes y cambios en el uso del suelo, entre otros factores, con las consiguientes crisis de tipo social, económico y político (Ordóñez, 1999). 2.2. El carbono El carbono es un elemento crucial para la existencia de los organismos, y que tiene muchas aplicaciones industriales importantes. Su número atómico es 6; y pertenece al grupo 14 ó IVA del sistema periódico (Encarta, 1999). 2.2.1. Propiedades La masa atómica del carbono es 12.01115 Las tres formas más comunes de carbono elemental existentes en la naturaleza (diamante, grafito y carbono amorfo) son sólidos con puntos de fusión extremadamente altos, e insolubles en todos los disolventes a temperaturas ordinarias. Las propiedades físicas de las tres formas difieren considerablemente a causa de las diferencias en su estructura cristalina. En el diamante, el material más duro que se conoce, cada átomo está unido a otros cuatro en una estructura tridimensional, mientras que el grafito consiste en láminas débilmente unidas de átomos dispuestos en hexágonos. 5
  • 17. El carbono amorfo se caracteriza por un grado de cristalización muy bajo. Puede obtenerse en estado puro calentando azúcar purificada a 900 °C en ausencia de aire. El carbono tiene la capacidad única de enlazarse con otros átomos de carbono para formar compuestos en cadena y cíclicos muy complejos. Esta propiedad conduce a un número casi infinito de compuestos de carbono, siendo los más comunes los que contienen carbono e hidrógeno. Sus primeros compuestos fueron identificados a principios del siglo XIX en la materia viva, y debido a eso, el estudio de los compuestos de carbono se denominó química orgánica. A temperaturas normales, el carbono se caracteriza por su baja reactividad. A altas temperaturas, reacciona directamente con la mayoría de los metales formando carburos, y con el oxígeno formando monóxido de carbono (CO) y bióxido de carbono (CO2). El carbono en forma de coque se utiliza para eliminar el oxígeno de las menas que contienen óxidos de metales, obteniendo así el metal puro. El carbono forma también compuestos con la mayoría de los elementos no metálicos, aunque algunos de esos compuestos, como el tetracloruro de carbono (CCl4), han de ser obtenidos indirectamente (Encarta, 1999). 2.2.2. Estado natural El carbono es ampliamente distribuido en la naturaleza, aunque sólo constituye un 0.025% de la corteza terrestre, donde existe principalmente en forma de carbonatos. El bióxido de carbono es un componente importante de la atmósfera y la principal fuente de carbono que se incorpora a la materia viva (Encarta, 1999). 2.2.3. Ciclo biológico del carbono El principal almacén de carbono lo constituye la atmósfera, que está asociado al oxígeno formando el CO2 (como producto de la respiración y/o de algún proceso de combustión), el cual es incorporado a través de los estomas al interior de las hojas de las plantas, por medio de un proceso fotoquímico conocido como fotosíntesis. Mediante la fotosíntesis, los árboles toman CO2 del aire, lo combinan con hidrógeno que obtienen del agua del suelo utilizando la energía almacenada en los cloroplastos y, a partir de estos, se sintetizan los carbohidratos básicos que, al combinarse con otros elementos minerales del suelo, pueden ser utilizados para aumentar el tamaño de los órganos vegetales y de esta forma satisfacer las necesidades reproductivas, por lo que la función biológica de las plantas es tomar los factores de crecimiento disponibles sobre una área determinada y transformarlos en compuestos orgánicos de diversas composiciones (Harold, 1984). 6
  • 18. La figura 2 muestra el intercambio de carbono que se da entre la atmósfera y la biosfera; donde se aprecian los ciclos existentes (uno sobre tierra firme- representado por la vegetación y otro por los océanos Fotosintesis 110 Respiración 55 Descomposición 54-55 Deforestación 1-2 Océano 38,500 Procesos Químicos y Biológicos 93 Combustibles fósiles 5000-10000 Suelo, detritus, turba 172 Uso de combustibles fósiles 5 ATMOSFERA 740 (en 1988) + 3 por año (Unidades en GtC/año) Procesos Químicos y Biológicos 90 Fuentes y sumideros de carbono Figura 2. Fuentes y sumideros de carbono (Ordóñez, 1999). Las plantas y los animales mueren y son finalmente descompuestos por microorganismos del suelo, lo que da como resultado que el carbono de sus tejidos se oxide en anhídrido carbónico, y éste regrese a la atmósfera (Schimel, 1995; Smith et al., 1993). 7
  • 19. Una parte del carbono fijado es transformado en biomasa3 y la otra parte es liberada a la atmósfera por medio de la respiración. Los bosques del mundo absorben 110 Gt C año4, mientras que mediante la respiración emiten 55 Gt C año y por medio de la descomposición emiten de 54 a 55 Gt C año (Ordóñez, 1999). En la figura 3 se muestran los flujos y almacenes de carbono en un ecosistema forestal, donde el follaje, las ramas, el tallo, los desechos, los productos y el humus estable son almacenes de carbono, que se reincorporaran al ciclo por descomposición y/o quema de biomasa forestal. CO2 RESPIRACION(f) FOLLAJE(a) RAMAS(a) RAICES(a) TRONCO(a) PRODUCTOS(a) MATERIA ORGANICA(a) CO2 CO2 CO2 CO2 DESCOMPOSICION DESCOMPOSICION HUMUS ESTABLE(a) DIAGRAMA SIMPLIFICADO DE LOS FLUJOS (f) Y ALMACENES(a) DE CARBONO EN UN ECOSISTEMA FORESTAL FOTOSINTESIS(a) (f) (f) (f) Figura 3. Flujos y almacenes de carbono en un ecosistema forestal (Ordóñez, 1998 y 1999). 3 La biomasa es definida como el conjunto de materia orgánica que conforma un ecosistema presente en los organismos vivos o muertos o segregados por ellos, pero ningún caso fósil (Ayala, 1998) 4 1 Gt de carbono, equivale a 109 toneladas de carbono 8
  • 20. 2.3. Recursos naturales La Secretaría de Medio Ambiente Recursos Naturales y Pesca (SEMARNAP, 1997), señala que en México, el medio ambiente y los recursos naturales están sometidos a un uso intensivo cuyo resultado se expresa en elevadas tasas de pérdida de biodiversidad, deforestación, erosión de suelos, desertificación, contaminación de las principales cuencas hidrológicas y contaminación atmosférica. Estas tendencias se agravan por una distribución irregular y extensiva de asentamientos humanos, actividades económicas totalmente inadecuadas y la falta de una conciencia y educación dirigida hacia el manejo y conservación de los recursos naturales del país. 2.4. Recursos forestales En México, los bosques, las selvas y otras áreas con vegetación natural ocupan 141.7 millones de hectáreas, aproximadamente un 72% del territorio nacional. De esta superficie, 56 millones de ha son de bosques y selvas, de las cuales 32.5 millones de ha están ocupadas por formaciones cerradas y 22.9 millones de ha son abiertas. Los bosques de coníferas ocupan 21 millones de ha, las latifoliadas 9.5 y 1.4 los mesófilos. Las selvas incluyen en su integración vegetación del trópico húmedo y del seco. La vegetación del trópico húmedo incluye selvas altas y medianas y ocupa aproximadamente 14.1 millones de hectáreas (SEMARNAP, 1997). 2.5. La valoración de los recursos naturales 2.5.1. Consideraciones generales Los elementos naturales que conforman a un ecosistema (recursos bióticos y abióticos) así como las interacciones que ocurren entre estos (procesos ecológicos), constituyen un factor determinante en la formación y establecimiento de cualquier sociedad humana. Cada grupo cultural aprovecha de manera directa como indirecta la gama de funciones ecológicas presentes en su entorno natural (Scott et al., 1998), lo que no sólo garantiza su bienestar inmediato, sino que promueve en ellos la creación de una serie de valores al respecto (GEF-UNEP, 1999; tomado de Olguín, 2001) La valoración de la naturaleza implica la resolución de temas filosóficos fundamentales respecto al establecimiento de un contexto socio-cultural, la definición de objetivos y de sus preferencias (Daily, 1997). De esta manera, la caracterización de la biodiversidad y otros servicios en el ambiente no constituye únicamente una propiedad de los sistemas biológicos, sino también de los culturales (Toledo, 1998; tomado de Olguín, 2001). 9
  • 21. Uno de los factores más importantes del deterioro ambiental y pérdida de la biodiversidad actual, ha sido el valor que las sociedades les han asignado en términos de su utilidad económica (Daily, 1997). De hecho, con la industrialización de las sociedades se consolidó un sistema económico en donde la valoración de los recursos naturales fue subordinada a la producción y consumo masivo de éstos (Challenger, 1998; tomado de Olguín, 2001). Entre los elementos que han dominado esta visión destacan: a) El creer que los recursos naturales son ilimitados. Se refiere a la visión judeocristiana en donde el hombre se considera “amo de la naturaleza”, esta creencia como base del pensamiento de la economía capitalista. (Max Weber, 1904; tomado de Olguín, 2001), b) El perseguir la eficiencia económica sin importar los costos sociales. Este aspecto se relaciona con la eficiencia económica de un proceso de producción. Es decir, se refiere únicamente a los beneficios netos maximizados generados de este proceso, sin distinguir qué personas acumulan los beneficios y por ende no importa la equidad social (Field, 1995; tomado de Olguín, 2001). c) El seguir un sistema económico con fallas de mercado. Se refiere a que los costos sociales y ambientales derivados de los procesos de producción no son reflejados en las transacciones monetarias o de mercado (Azqueta, 1994; Belausteguigoitia y Soriano, 1996; Challenger, 1998). Un ejemplo es la calidad ambiental, que por considerarse un bien público y no tener un lugar definido en el mercado, se emplea y degrada sin que por ello exista alguna compensación (Field, 1995; tomado de Olguín, 2001) 2.5.2. Bienes y servicios ambientales Desde la celebración de la “Cumbre de la Tierra” en Río de Janeiro, se enfatizó que a fin de alcanzar la conservación y manejo sostenible de los recursos naturales es necesario generar estructuras que internalicen los costos y beneficios de los sistemas de mercado (Montoya et al., 1995). En este sentido varios autores han coincidido en incorporar una perspectiva integral económico-ecológica, basada principalmente en los bienes y servicios ambientales (BSA). El reconocimiento de los BSA, además de establecer un valor económico a los beneficios que la naturaleza brinda de forma gratuita, alerta a las sociedades sobre pérdidas de elementos y funciones ecológicas que son sustento de la actividad económica y de su propio bienestar (Daily et al., 1996). Los BSA son diferentes entre sí. Mientras los bienes ambientales son producto de las funciones ecológicas (e.g., alimentos y agua), los servicios son atributos de estas; por ejemplo: ciclaje de nutrientes, formación y retención del suelo, flujo y 10
  • 22. almacenamiento del agua (Constanza et al., 1997; Scott et al., 1998). Sin embargo ambos dependen de la estructura y diversidad presente en cada ecosistema (Christensen y Franklin, 1997), por lo que la cantidad y calidad de los BSA se pone en peligro, al deteriorarse los procesos u otros elementos de base que mantienen las condiciones óptimas de los ecosistemas. (Scott et al., 1998; tomado de Olguín, 2001). 2.5.3.- Definición de gastos ambientales Al tratar de captar la magnitud de la "industria ambiental", lo más problemático es asignar una cifra exacta en dólares al total de gastos ambientales. Esto, a su vez, refleja la ausencia de una definición clara de lo que constituye exactamente el "sector verde". A diferencia de los sectores conocidos y bien definidos, como pueden ser minería y telecomunicaciones, el gasto ambiental, por definición, atraviesa todo un abanico de sectores, desde los sectores industriales muy contaminadores hasta el energético, el de transporte y el agrícola, así como diversos sectores de servicios, por ejemplo el turístico. Se han hecho varios esfuerzos para clasificar y calcular los gastos ambientales (Comisión para la Cooperación Ambiental, 2001) Un experto en este ámbito arguye que las inversiones ambientales deberían abarcar todos los bienes y servicios que mejoran las condiciones del medio ambiente, sea reduciendo el derroche de recursos naturales (e.g., técnicas de ecoeficiencia o de producción asociadas con ella), sea reduciendo las emisiones (Gentry 1995, citado por Comisión para la Cooperación Ambiental, 2001) 2.5.4. Valor económico total Dependiendo de si los BSA son consumidos directamente, su importancia en el sostenimiento de la vida y de su capacidad para proveer valores éticos y culturales, se han agrupado en 4 clases: valor de uso directo, valor de uso indirecto, valor de opción y valor de existencia (Belausteguigoitia y Soriano, 1996). Esta clasificación se conoce dentro de la economía ambiental como valor económico total (Tomado de Olguín, 2001). 11
  • 23. Los ecosistemas forestales se encuentran involucrados directamente en los siguientes aspectos (Cuadro 1; modificado de Olguín, 2001) considerados como bienes y/o servicios ambientales. (Constanza et al., 1997). Cuadro 1. Bienes y servicios ambientales. Número Función Bien o Servicio 1 Regulación de la composición química atmosférica Regulación de gases. 2 Regulación de la temperatura global, la precipitación y otros procesos biológicos mediados por el clima a niveles local y global. Regulación del clima 3 Amortiguamiento e integridad de los ecosistemas en respuesta a las fluctuaciones ambientales. Regulación de disturbios 4 Regulación de flujos hidrológicos. Regulación del agua. 5 Almacenamiento y retención de agua. Provisión de agua. 6 Retención del suelo dentro de un ecosistema. Control de la erosión y retención de los sedimentos. 7 Proceso de formación de suelos Formación del suelo. 8 Almacenamiento, ciclaje interno, procesamiento y adquisición de nutrientes Ciclaje de nutrientes. 9 Movimientos de gametos de la flora. Polinización. 10 Regulaciones tróficas dinámicas de las poblaciones. Control biológico. 11 Hábitat para poblaciones residentes y pasajeras. Refugio. 12 Porción de la producción primaria bruta extraíble como comida Comida. 13 Porción de la producción primaria bruta extraíble como materia prima. Materias primas. 14 Fuente de materiales y productos biológicamente únicos. Recursos genéticos. 15 Ofrecimiento de oportunidades para actividades recreativas Recreación. 16 Ofrecimiento de oportunidades para usos no comerciales. Valores estéticos, artísticos, científicos entre otros. 12
  • 24. 2.6. Los bosques y el cambio climático global 2.6.1. Los bosques y sus emisiones de carbono Aproximadamente el 15.7% del área forestal total del país está clasificada en el inventario nacional como área forestal perturbada, es decir, que ha perdido "calidad" de recurso forestal debido a los procesos de degradación y fragmentación relacionados con la reducción y pérdida de biomasa y a la pérdida de potencial productivo del área, así como a la alteración de suelos y de su correspondiente flora y fauna. En la actualidad, el sector de cambio de uso del suelo y silvícultura en México es una fuente neta de emisiones de gases de invernadero. Según el Instituto Nacional de Ecología en su Inventario de emisiones de gases de invernadero, la deforestación y degradación forestal representan la segunda fuente de emisiones de GEI en importancia en México, con emisiones netas de 37 millones de toneladas métricas de carbón por año en 1990. Estas emisiones representaron ese año 31.4% del total de emisiones de C02 en el país (INE, 1997). Las áreas forestales se desmontan por diversas razones a menudo relacionadas entre sí. Se desmontan las tierras para ampliar la producción agrícola, en particular para el cultivo y la ganadería. También se pierden los bosques debido a los incendios (Conabio 1998; Food and Agricultural Organization 1999). Además, se desmontan para la obtención de madera destinada a la industria del ramo. 2.6.2. Los bosques como reservorios de carbono La superficie forestal estimada en la Tierra es de 4.1 x 109 ha, y donde las áreas naturales protegidas abarcan el 2.3%, y menos del 10% de dichas áreas que se encuentran bajo manejo. Aproximadamente el 37% de carbono se encuentra en latitudes bajas (0º a 25º Lat.), 14% en las medias (25º a 50º Lat.) y 49% en las altas (50º a 75º Lat.). Por esto Dixon et al (1994), afirman que la proporción de carbono capturado por la vegetación y suelo difiere en cuanto a su ubicación geográfica respecto de su latitud. Dos terceras partes del carbono en ecosistemas forestales se encuentra contenido en el suelo (Ordóñez, 1999). Los biomas boreales y circumpolares tienen una cobertura de 2x109 ha en el hemisferio norte, y contienen 800 GtC en reservas de carbono contenido en la biomasa, detritus, suelo y turba. En los ecosistemas forestales boreales, la biomasa, el mantillo, la turba (con 419 GtC) y el suelo (con 290 GtC) contienen en su totalidad 709 GtC (Apps et al., 1993). Los bosques tropicales almacenan en la vegetación y el suelo 159 GtC y 216 GtC, respectivamente, para un total de 375 GtC (Brown et al., 1993). 13
  • 25. Actualmente la deforestación y la degradación forestal son factores importantes para el cambio climático global, puesto que producen emisiones netas de bióxido de carbono. Además generan grandes problemas locales y regionales, como el incremento de la erosión y el abatimiento de los mantos acuíferos, entre otros. Sin embargo, se ha estimado que, combinando estrategias de conservación forestal con proyectos de reforestación en todo el mundo, los bosques podrían resultar un sumidero neto de carbono durante los próximos cien años, permitiendo reducir de 20 a 50% de las emisiones netas de bióxido de carbono a la atmósfera (IPCC, 1995). Por lo anterior, es necesario conservar los bosques y manejarlos adecuadamente, y comenzar a reforestar en zonas altamente degradadas, permitiendo una regeneración de la cobertura vegetal acorde al tipo de suelo, fisonomía del terreno y cercanía de cuerpos de agua, e integrando este proceso en todo momento a las actividades agrícolas y pecuarias de una región determinada. 2.6.3. El protocolo de Kyoto 2.6.3.1. Hacia una visión integral del cambio climático El IPCC (1997), menciona que ante la preocupación mundial sobre las repercusiones ecológicas, económicas, políticas y sociales de un cambio climático global, en las ultimas dos décadas se han realizado importantes foros, convenciones y acuerdos internacionales en torno a la reducción de las emisiones por actividades humanas de los gases de efecto invernadero (GEI) a la atmósfera (tomado de Olguín, 2001). De ellos destacan, el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (PICC), formado en 1988 por el Programa de las Naciones Unidas para El Medio Ambiente (PNUMA) y la Organización Meteorológica Mundial (OMM); y la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) aceptada en 1992 durante la “Cumbre de la Tierra”, cuyo órgano máximo de decisión es la Conferencia de las Partes (COP; tomado de Olguín, 2001). Los representantes de gobiernos y científicos de todas las partes del mundo promueven la investigación en torno al sistema climático, sus posibles impactos y plantean mecanismos para enfrentarlos. Lo que se persigue es estabilizar la concentración de los GEI en la atmósfera, en un periodo en el cual los ecosistemas se adapten de manera natural al incremento de estos gases y en el que las actividades relacionadas al desarrollo económico y a la producción de alimentos continúen de forma sustentable, sin afectar al sistema climático (CMNUCC, 1992; tomado de Olgín, 2001). 14
  • 26. Debido a lo poco exitoso que resultaron en un principio las medidas establecidas por la CMNUCC para la reducción voluntaria de las emisiones, en 1997 durante la tercera Conferencia de las Partes en Japón (COP-3), se aprobó la implementación del Protocolo de Kyoto (PK). El PK impone a los países de mayor emisión de GEI medidas adicionales de GEI y al abastecimiento de mecanismos de flexibilidad para lograrla (Beaumont y Merenson, 1999; INE-SEMARNAP, 2000; tomado de Olguín, 2001). El protocolo y la CMNUCC reconocen responsabilidades comunes pero diferenciadas entre los países, pues si bien los países industrializados han contribuido significativamente a la emisión de estos gases, su efectiva mitigación requiere de la participación de todos, conforme a sus capacidades, condiciones sociales y económicas (INE-SEMARNAP, 2000; Olander, 2000; tomado de Olguín, 2001). Las tres categorías en las que el PK designa las responsabilidades de los países firmantes son: a) Países del anexo I, se conforman por 39 países desarrollados o con economías de mercado en transición y son los de mayor responsabilidad y capacidad de acción ante el cambio climático. En 1990 produjeron cerca del 55% de las emisiones totales (PK, 1997; INE-SEMARNAP, 2000; tomado de Olguín, 2001). b) Países del anexo II, Constituido por un subconjunto de 25 países desarrollados del Anexo I, los cuales proporcionan ayuda económica y tecnológica a los países del No Anexo I a fin de enfrentar el cambio climático (PK, 1997; tomado de Olguín, 2001). c) Países del no anexo I, son los países cuyas economías están en desarrollo, a los cuales no se les obliga a reducir o a contabilizar sus emisiones del GEI. México forma parte de esta categoría (PK, 1997; INE-SEMARNAP, 2000; tomado de Olguín, 2001). 2.6.4. Propuestas de mitigación de las emisiones del CO2 Una opción de mitigación del carbono es cualquier acción que de como resultado la reducción del incremento neto en las emisiones de Co2 de una área determinada y/o por la sustitución de combustibles fósiles. Asimismo, identifica dos opciones básicas de mitigación de carbono en el sector forestal: a) conservación, que consiste en evitar las emisiones de carbono preservando las áreas naturales protegidas, fomentando el manejo sostenible de bosques naturales y el uso renovable de la leña, y mediante la reducción de incendios; y (b) reforestación, dedicada a recuperar áreas degradadas mediante acciones como la protección de cuencas, la reforestación urbana, la restauración para fines de subsistencia (leña), el desarrollo de plantaciones comerciales para madera, pulpa para papel, hule, etc., así como de las plantaciones energéticas (producción de leña y generación de electricidad) y de los 15
  • 27. sistemas agroforestales. Acciones como éstas tienen por objetivo incrementar la fijación y almacenaje de carbono (Masera y Ordóñez, 1997 en Ordóñez 1998 y 1999). En resumen, la primera meta podría ser alcanzada evitando la degradación y aclareo de las áreas forestales. Esto usualmente se lleva a cabo mediante el cuidado propio de las áreas naturales protegidas y del manejo sustentable de los bosques nativos. Las emisiones de carbono también pueden ser evitadas por la quema de biomasa cosechada de forma sustentable, en lugar del uso de combustibles fósiles para energía (e.g., utilizando plantaciones energéticas para hacer funcionar plantas de energía) y la sustitución de productos industriales en proceso, que requieren del uso de combustibles fósiles, por productos hechos de madera (por ejemplo, sustituyendo cemento por madera, como señalan Schlamardinger y Marland, 1996). El segundo aprovechamiento incluye el incremento de la densidad de carbono en un área dada y/o los sumideros y almacenes de carbono. Aquí la opción básica es la reforestación de áreas (por ejemplo instrumentar en plantaciones industriales y/o bioenergéticas en zonas degradadas). También se pueden considerar opciones para incrementar la densidad de carbono en los bosques existentes (e.g., aplicando sistemas de manejo integral, como el tiempo de rotación, aclareo, baja intensidad de corta selectiva, entre otros). Una vez identificadas las opciones de mitigación, es necesario estimar la captura unitaria y el secuestro neto de carbono para cada una de las opciones. Estos parámetros serán la base para estimar las implicaciones del secuestro de carbono de futuros escenarios alternativos en el sector forestal (Masera y Ordóñez, 1999). 2.6.5. Los mecanismos de Kyoto La iniciativa del Protocolo de Kyoto arranca de la Tercera Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático celebrada en diciembre de 1997. Uno de los principales resultados del acuerdo fue el compromiso de todos los países del Anexo 1 de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero al menos 5% respecto de los niveles de 1990, con una fecha meta entre 2008 y 2012. Para que los países industrializados compensen parte de sus compromisos de reducciones de emisión de GEI, el protocolo de Kyoto prevé mecanismos de flexibilidad mediante el establecimiento de acciones de captación de emisiones en participación con países del anexo II y del no anexo I. Los mecanismos de instrumentación son: Aplicación conjunta (AC), Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL), el Comercio de Emisiones (CE) y Burbujas y se describen a continuación (tomado de Olguín, 2001): 16
  • 28. Aplicación Conjunta. Se basa en que la reducción de los GEI en la atmósfera no dependen del sitio de sumidero o de la fuente, por lo que un país puede compensar algunas de sus emisiones domésticas y cubrir parcialmente su compromiso de reducción de los niveles de emisión mediante el financiamiento de proyectos de mitigación en otro país (Artículos 3.3 y 4. 2ª del PK, 1997; modificado de Olguín, 2001). El Mecanismo de desarrollo limpio. (Articulo 12 del PK) Fue inspirado en la instrumentación conjunta sólo que a diferencia de ésta se reconocen créditos de reducción de emisiones. El mecanismo para el desarrollo limpio (MDL) resulta muy importante para los países en desarrollo ya que es la única vía de comparación entre éstos y los países industrializados (Haites y Yamin, 2000). Es decir, por un lado ayuda a los países del anexo I a cumplir con sus compromisos de reducción de emisiones establecidas en el artículo del PK, a la ves que ayuda a los del No anexo a lograr un desarrollo sostenible y cumplir con el objetivo último de la convención. Así, para la adopción del MDL se requiere la certificación de cada parte implicada y la cuantificación de beneficios reales a largo plazo (adicionalidad ambiental y financiera), respecto a la mitigación del cambio climático (INE-SEMARNAP, 1997; tomado de Olguín, 2001) Comercio internacional de emisiones Establece la transferencia de unidades de cantidad atribuida (UCA) entre las Partes del Anexo I. La cantidad atribuida de una parte es su presupuesto de emisiones netas de GEI basado en su compromiso de reducción de emisiones en virtud del Protocolo de Kyoto. Burbujas. Una burbuja es un concepto normativo por el cual dos o más fuentes de emisiones se consideran como una sola. Crea flexibilidad para aplicar tecnologías de control de contaminación a la fuente que, dentro de la burbuja, tenga las opciones de control de la contaminación que mejor relación costo-beneficio ofrezcan y al mismo tiempo garantiza que la cantidad total de emisiones de la burbuja cumpla los requisitos ambientales para la entidad de que se trate. Por último, la forma de que los países del No anexo I pueden obtener la bonificación y financiamiento de créditos de reducción de emisiones es mediante el cumplimiento de ciertos requisitos para la instrumentación de proyectos forestales, los cuales se describen en la siguiente sección (tomado de Olguín, 2001). 2.6.6. Aspectos básicos de los proyectos forestales de mitigación Para hacer efectiva la captura de carbono en el marco del PK se requiere de desarrollo de un proyecto que mitigue las emisiones de carbono, ya sea un proyecto de reforestación, sustitución de combustibles fósiles o de preservación de bosques; en cualquier caso el elemento de partida es la estimación del contenido de carbono en cada 17
  • 29. uno de sus almacenes y en todo el sistema. La estimación del contenido de carbono permite posteriormente establecer un criterio de base de cálculo de la dinámica de este gas cuando no se ejecuta una medida de mitigación (Masera et al., 2000). Es decir, generar un caso de referencia o línea de base con la cual se pueda comparar el cambio en las emisiones de los GEI y verificar los beneficios adicionales posteriores (IPCC, 1995; Tipper y De Jong, 2000; tomado de Olguín, 2001). El objetivo de la línea base es proporcionar un criterio preciso, práctico, incluyente y conservador para la comparación entre proyectos de captura de carbono. Sin embargo, no hay un patrón único para desarrollarlas (Brown et al., 2000). Por ejemplo, dependiendo del enfoque pueden ser “genéricos”, si parten de información agregada a nivel regional o nacional (e.g., basadas en modelos macroeconómicos o de crecimiento demográfico); o “específicos”, elaborados de cada proyecto. También dependiendo de su permanencia pueden ser “dinámicos”, modificándose en el transcurso del proyecto, o “fijos” si permanecen constantes a lo largo de éste (tomado de Olguín, 2001). Como cada opción presenta ventajas y desventajas en función y de la precisión de la certidumbre y de los costos, lo importante es que las partes implicadas en el proyecto usen una estructura común para su establecimiento, análisis y supervisión (IPCC, 2001; tomado de Olguín, 2001). Una vez establecida la línea de base se requiere del cálculo de la captura de carbono. La estimación de la captura permite acreditar la diferencia de carbono entre el proyecto instrumentado y la línea de base, o sea la adicionalidad del proyecto. Al igual que en el caso anterior existen varios métodos entre los que destacan (Tipper y De Jong, 2000): 1) Almacén de carbono, estima el cambio en el contenido de carbono entre los almacenes del proyecto y la línea de base en un tiempo determinado; 2) Almacenamiento de carbono promedio, calcula el carbono promedio almacenado durante la permanencia del proyecto, considerando la dinámica del carbono en el sistema de manejo; y 3) El método de tonelada año, el cual acredita solo una proporción del cambio total de las emisiones o almacenes de carbono por año del proyecto. Además, la captura también depende del tiempo de duración de los proyectos. Así, para algunos de los autores de los proyectos deben mantenerse a perpetuidad, otros consideran que la duración debe de variar según los tiempos de operación de cada proyecto y otros más consideran que la duración de los proyectos deben establecerse en el periodo de 100 años propuesto en el PK (Brown, et al., 2000; Masera et al., 2000; tomado de Olguín, 2001). Para calcular el valor económico de la captura de carbono de los proyectos de mitigación, se deben considerar los costos de establecimiento, monitoreo y operación a largo plazo del proyecto (e.g valor de la tierra, mano de obra, beneficios perdidos por el uso alterno del suelo), así como los beneficios del proyecto con evaluación del 18
  • 30. mercado y otros beneficios como el control de la erosión, incremento de la biodiversidad y estéticos (Montoya et al., 1995; Masera, et al., 2000). De esta forma se establece el valor presente de los beneficios netos (VPBN), el cual sirve para estimar si el proyecto propuesto es económicamente viable respecto a si no se instrumentara. En ese sentido Beaumont y Merenson (1999) mencionan que los proyectos forestales bajo el MDL podrían tener un precio de venta por tonelada capturada de entre 13 y 42 US$ por tonelada, mientras que los costos varían de 2 a 3 US$ por tonelada en manejo de bosque primarios, de US$ 1 a 10 ton por proyectos de forestación y 1 a 10 US$ por tonelada por proyectos de preservación de áreas protegidas (tomado de Olguín, 2001). Además de los aspectos descritos anteriormente, el éxito de un proyecto de valoración de la captura de carbono, también depende de que se consideren constantemente algunos factores como (tomado de Olguín, 2001): a) Fugas. Cuando la implementación de un proyecto de mitigación desplaza o incrementa la emisión de GEI en otro lugar (Masera et al., 2000). Las fugas evitan lograr beneficios netos, por lo que se han propuesto medidas para anticiparlas, como el diseño de proyectos que consideren las causas que subyacen a las emisiones; o para evitarlas, como sustraer las fugas del total capturado en los proyectos mediante cuantificación y monitoreo de los GEI (Brown et al., 2000). Esto es muy importante en el caso de los países del No Anexo I, pues al no requerir de inventarios nacionales de GEI, las fugas son más difíciles de detectar (Brown et al., 2000; tomado de Olguín, 2001). b) Riesgos. Los proyectos forestales siempre tienen el riesgo de revertir el contenido de carbono a la atmósfera. Así, ya sea por causas naturales (e.g. incendios, enfermedades) antrópicas (e.g., tala, uso del suelo), políticas (e.g. cambios políticos, derechos de propiedad) y económicas (e.g., riesgos financieros, institucionales y de mercado), los riesgos afectan de manera negativa a los beneficios esperados por el proyecto (Brown et al., 2000; tomado de Olguín, 2001) c) Sustentabilidad. Como queda implícito en el PK, la adicionalidad de cualquier proyecto debe también de contribuir a alcanzar el desarrollo sustentable del país anfitrión. Se supone que la inversiones en los países en desarrollo, proporcionan capital que pueden disponer en sectores prioritarios de sus economías y así promover el desarrollo sustentable (Masera et al., 2000). Esta parte requiere de mayor análisis y negociación, sobre todo en cuanto a los criterios e indicadores de su evaluación, pero al menos una primera aproximación se ha considerado de los proyectos (tomado de Olguín, 2001). 19
  • 31. III. MATERIALES Y MÉTODOS 3.1.- Descripción del área de estudio 3.1.1.- Ubicación del área de estudio El predio se encuentra ubicado en la parte baja del cerro conocido como Cerro Grande, el paraje de ubicación se conoce como Barranca del Tigre y Risco Colorado. MEXICO MICHOACAN AREA DE ESTUDIO Tancítaro Predio Cerro Grande 20
  • 32. Figura 4. Localización del área de estudio. Figura 5. Localización del predio en el Parque Nacional “Pico de Tancítaro” (Navia y Velarde, 2002; modificada por Fragoso, 2003). 21
  • 33. 3.1.2. Información general 3.1.2.1.- Estado legal Nombre del predio El predio motivo del presente estudio se denomina, “Cerro Grande”. Tipo de propiedad Este predio corresponde al tipo de propiedad particular y pertenece al C. José Luis Ayala Andrade. Registro Es de propiedad particular según escritura número 1721 debidamente inscrita en el registro público de la propiedad raíz en el Estado bajo el No. 52957, tomo 268, del libro de la propiedad ante el Notario Público No. 11 Lic. Ignacio Martínez Uribe, con ejercicio en esta Ciudad de Uruapan, Michoacán. Superficie El predio posee en su totalidad 388.750 ha distribuidas según el cuadro siguiente: Cuadro 2. Clasificación de superficies. CLASIFICACIÓN DE SUPERFICIES EN ha. ARBOLADA APROVECHABLE ARBOLADA NO APROVECHABLE PASTIZAL ARBUSTIVA FRUTÍCOLA TOTAL 340.700 32.050 15.000 1.500 388.750 Colindancias De acuerdo con la documentación legal del predio, las colindancias son las que se mencionan a continuación: Cuadro 3. Colindantes del predio. ORIENTACIÓN COLINDANTES Norte Ejido de Apo 22
  • 34. Sur José Ortíz Este Jesús Caballero Oeste Delfina Ortíz Cervantes y Federico Guerrero Ortíz Situación especial El predio se encuentra ubicado dentro del Parque Nacional Pico de Tancítaro, decretado el 27 de julio de 1940 (SARH, 1993), en lo que se refiere al aspecto legal y como se menciono anteriormente es de propiedad particular y no presenta problemas de litigio. 3.1.2.2. Geografía El predio se localiza geográficamente entre los puntos indicados en el cuadro siguiente: Cuadro 4. Coordenadas de localización del área de estudio. No. LATITUD(N) LONGITUD (W) A.S.N.M 1 19° 24´42.16” 102° 19´55.26” 3580 2 19° 25´39.32” 102° 20´23.14” 3160 3 19° 24´58.37” 102° 22´08.11” 1435 4 19° 24´40.54” 102° 22´05.14” 1425 5 19° 24´32.02” 102° 22´09.43” 1382 6 19° 24´20.27” 102° 22´05.14” 1427 7 19° 24´20.26” 102° 21´49.26” 1485 8 19° 24´47.03” 102° 21´17.14” 2760 9 19° 24´42.16” 102° 20´58.29” 2990 3.1.2.3. Hidrografía Según el INEGI, (1985) El área de estudio se localiza dentro de la cuenca hidrológica del Río Balsas de acuerdo al cuadro siguiente: Región hidrológica...........RH18 “Río Balsas” Cuenca hidrológica..........RH18J “Río Tepalcatepec” Subcuenca..........................RH18Je “Río Apatzingán” 3.1.2.4. Fisiografía El Predio se ubica en la Provincia Eje Neovolcánico, de la Subprovincia Neovolcánica Tarasca (X9), Estrato Volcán (S1), Símbolo completo X9S1(INEGI, 1985). 23
  • 35. 3.1.3. Características físicas 3.1.3.1. Clima El clima predominante en esta área es del tipo cálido subhúmedo con abundantes lluvias en verano; de acuerdo con la clasificación de Köppen modificada por Enriqueta García es del tipo C(m)(w), y que se desglosa de la siguiente manera: C.- Templados húmedos y subhúmedos. (m)(w).- Húmedo con lluvias intensas en verano que compensan la sequía de invierno, precipitación del mes más seco inferior a 40 mm, % de lluvia invernal mayor de 5. Precipitación media anual de 1000-1200 mm, temperatura media anual de 10-12 ºC, con una frecuencia de granizadas de 2-4 días anuales y una frecuencia de heladas de 20-40 días anuales (García, 1964). 3.1.3.2. Suelo La unidad dominante de suelo es Andosol ocríco y presenta textura gruesa (To + 1), son suelos que se encuentran en áreas donde se ha presentado actividad volcánica de manera reciente, puesto que se originaron a partir de cenizas volcánicas, en condiciones naturales tienen vegetación de bosque de pino, abeto y encino principalmente. Se caracterizan por tener una capa superficial de color negro o muy oscuro (aunque a veces es clara) presentan textura esponjosa o muy sueltos. Generalmente se encuentran en áreas que se usan en agricultura (INEGI, 1985). 3.1.3.3. Hidrología Dentro del predio no se localizan escurrimientos permanentes o cuerpos de agua de importancia. Lo anterior se corroboro durante los recorridos de campo efectuados durante las actividades de muestreo. 3.1.3.4. Topografía El área de estudio comprende altitudes que van de 2,400 a 3500 m.s.n.m. predominando las pendientes del 15, 35 y 56 %, y exposiciones con orientaciones noreste (NE) y suroeste (SW). 3.1.3.5. Zonas de erosión 24
  • 36. En la actualidad el predio se encuentra no presenta este problema, durante los recorridos en campo no se observaron zonas afectadas. 3.1.3.6. Susceptibilidad natural del predio respecto a la erosión hídrica y eólica El suelo se encuentra protegido por una capa de materia orgánica gruesa, esto hace que en el predio, no sea perceptible la susceptibilidad a la erosión hídrica o eólica en el área. 3.1.3.7. Minerales No se reporta la existencia de minerales dentro de la cobertura del predio. 3.1.4. Características biológicas 3.1.4.1. Vegetación Tipos de vegetación La vegetación arbórea esta representada principalmente por asociaciones de los siguientes géneros: Abies, Pinus, Quercus y Otras hojosas (agrupación de latifoliadas con escasa densidad), presentándose como géneros dominantes el Abies y Pinus, sobre las especies asociada. Composición de la población (estrato arbóreo, arbustivo y herbáceo) La cobertura vegetal existente se encuentra integrada por el estrato arbóreo (Cuadro 5), arbustivo (Cuadro 6) y herbáceo (Cuadro 7), los cuales se encuentran bien definidos y están compuestos principalmente por las siguientes especies: Estrato arbóreo: Cuadro 5. Principales especies que conforman el estrato arbóreo. N. CIENTÍFICO N. COMÚN Abies religiosa. Oyamel Pinus pseudostrobus. Pino canís Quercus laurina. Encino Cletra mexicana. Pacata Alnus jorullensis. Aile 25
  • 37. Cuadro 6. Principales especies que conforman el estrato arbustivo. N. CIENTÍFICO N. COMÚN Arbutus xalapensis Madroño Acacia farmeciana Huizache Cuadro 7. Principales especies que conforman el estrato herbáceo. N. CIENTÍFICO N. COMÚN Baccharis conferta Escobilla Lupinus elegans Tabardillo Muhlembergia macroura Zurumuta Verbesina acuntifolia Capitaneja Satureja macrostema Nurite Distribución La densidad que presenta el área parte desde escasa hasta abundante, dependiendo del suelo y la humedad ambiental presente en el área, en este caso corresponde una densidad media, tanto diamétrica, como en las alturas que presentan los rodales. Especies Aprovechables Tomando en cuenta aspectos como: la importancia silvícola y comercial las especies aprovechables (Cuadro 8), en esta área son las siguientes: Cuadro 8. Especies aprovechables. N. CIENTÍFICO N. COMÚN Abies religiosa. Oyamel Pinus pseudostrobus. Pino canís Quercus laurina. Encino Cletra mexicana. Pacata Alnus jorullensis. Aile Especies de importancia ecológica De acuerdo a la Norma Oficial Mexicana NOM-059-ECOL-94., publicada en el diario Oficial de la Federación el día 16 de Mayo de 1994, que determina las especies y subespecies de flora y fauna silvestre, terrestres y acuáticas, raras, endémicas, amenazadas, en peligro de extinción y sujetas a protección especial, no se encuentran en el área de aplicación del presente proyecto, ninguna especie de flora bajo estas prescripciones. 26
  • 38. Especies de importancia económica Según sus características son las correspondientes a los Géneros Abies, Pinus, Quercus y Otras Hojosas, dado que son las que presentan mayor densidad, por lo tanto su importancia silvícola y comercial es mayor. Especies no maderables Es importante mencionar la proliferación en época de lluvias de especies comestibles de hongos que son empleados por personas como complemento de su alimentación. De estos destacan el Hongo amarillo, Pata de gallina y Trompa de puerco, que corresponden al género Ammanita, los cuales crecen en forma silvestre, debido a que la proliferación de estos hongos es solamente en la temporada de lluvias y por lo tanto su abundancia es ciertamente restringida, las posibilidades de establecer una actividad productiva con la comercialización de estos productos son relativamente escasas. Existen así mismo algunas plantas y hierbas las cuales son sometidas a usos alimenticio y/o medicinal. 3.1.4.2. Fauna Especies localizadas en el área La fauna existente en el predio se presenta en los cuadros 9, 10, 11 y 12 esto según Lazos (2001), y los recorridos efectuados en campo durante las actividades de inventario. Cuadro 9. Principales mamíferos. N. Común N. Científico Ardilla Sciurus aureogaster Ardilla voladora Glaucomys volans Armadillo Dasypus novencinctus Conejo Sylvilagus floridanus Coyote Canis latrans Liebre Lepus callotis Ratón tlacuache Marmosa canesecens 27
  • 39. Tejon Nasua narica Tlacuache Didelphis marsupialis Tuza Pappogeomys gymnurus Zorrillo Mephitis macroura Zorro Vulpes macrotis gato montés Lynx rufus Cuadro 10. Principales aves. N. Común N. Científico Jilguero Myadestes obscuros Halcon Falcón mexicanus Colibri Amazilia beryllina Coa Trogon elegans Terengo Pipilo foscus Ruín Aphelocoma ultramarina Primavera Turdus migratorius Huilota Zenaida macroura Conguita Scardefella inca Tecolotito Otus trichopsis Buho blanco Bubo virginiatus Pajaro carpintero Colaptes cafer Cuadro 11. Principales reptiles. N. Común N. Científico Vivora de cascabel Crotalus basiliscus Alicante Pitouphis deppel Coralillo Micrurus fulvis Cuadro 12. Principales insectos. N. Común N. Científico Grillo de campo Ancheta assimilis Araña viuda negra Latrodectus mactans Descortezador Dendroctonus sp. Algunas otras especies pertenecientes a ordenes como: Himenóptera, Lepidóptera y Homóptera. Especies de importancia ecológica Las especies citadas que habitan en el predio son de importancia ecológica, por lo anterior las cadenas alimenticias se mantienen en equilibrio. Especies de importancia económica 28
  • 40. El nombre común de las principales especies de importancia económica son: Conejo, Ardilla, Tlacuache, Liebre, Armadillo y Tejón. Zonas de Refugio Los mamíferos son la fauna principal y característica que transita por el, predio; su hábitat lo desarrollan en madrigueras bajo el suelo, en el interior de los troncos secos, derribados y en pie; así como en nidos, ejemplo de ello son: las aves diversas y las ardillas ubicadas en las ramas de los árboles, además se observan rastros de liebres y zorras que descansan en matorrales que existen en el predio; las aves habitan los árboles secos y verdes que a su vez le sirven como refugio, como es el caso de los pájaros: carpintero, primavera, coa y jilguero. Problemática La problemática que presenta la fauna existente es, principalmente el desequilibrio que existe en las asociaciones de animales, debido a la caza furtiva y sin control en el campo. En el caso de las aves particularmente del jilguero, primavera y coa, son capturadas por sus características como el canto y plumaje y son comercializadas en la ciudad de Uruapan y Apatzingán, Michoacán. 3.1.5. Aspectos socioeconómicos 3.1.5.1. Población más cercana al área de estudio La población total del Rancho El Jazmín, que corresponde a la población más cercana al predio, es de 255 Habitantes y de ellos 133 corresponden a la población económicamente activa (INEGI, 1995). 3.1.5.2. Infraestructura y servicios La infraestructura es buena contando con servicio de vehículos particulares, así como varios caminos de terracería transitables todo el año, las viviendas no cuentan con drenaje, solo con agua potable, la radio es sintonizada con las estaciones de Morelia y Pátzcuaro, no se cuenta con servicios médicos y en lo que respecta a educación solo cuentan con primaria. 3.2. Método de muestreo 29
  • 41. 3.2.1. Diseño de muestreo El diseño de muestreo elegido para la toma de datos de campo fue el de tipo “sistemático”, apoyado en sitios circulares de 1,000 m2. Este tipo de muestreo consiste en el trazo de líneas equidistantes (140 X 140 m) con rumbos francos en campo y representadas en material cartográfico. 3.2.2. Tamaño de la muestra Se levantaron 169 sitios de un décimo de hectárea cubriendo un total de 16.9 ha, muestreadas esto equivale a 4.97% de intensidad de muestra, como se presenta en el cuadro 13. Es importante mencionar que para la obtención de la intensidad de muestra se tomo en cuenta la actual normatividad, la cual menciona que para la realización de Programas de Manejo Forestal la intensidad de muestra a utilizar debe ser de 5 % en promedio. Cuadro 13. Número de sitios de muestreo por rodal. Rodal Superficie ha. No. sitios Rodal Superficie ha. No. sitios I 5.05 2.51 XIII 6.9 3.43 II 15.2 7.55 XIV 16.6 8.25 III 10.25 5.09 XV 11.9 5.91 IV 20.15 10.01 XVI 8.35 4.15 V 28.2 14.02 XVII 10.75 5.34 VI 20.6 10.24 XVIII 1.35 0.67 VII 16.25 8.08 XIX 5.6 2.78 VIII 23.85 11.85 XX 26.65 13.25 IX 19.15 9.52 XXI 5.45 2.71 X 6.8 3.38 XXII 22.55 11.21 XI 32.9 16.35 XXIII 9.2 4.57 XII 4.55 2.26 XXIV 12.45 6.19 340.7 169 3.2.3. Forma y tamaños de los sitios de muestreo Se establecieron sitios de muestreo de dimensiones fijas de 1,000 m2 en donde se consideraron todos los árboles que se encontraron dentro del círculo, cuyo radio es de 17.84m. (este radio fue compensado según el porcentaje de pendiente existente en el sitio) y a los cuales se les realizaron mediciones como diámetro (DN), altura (h), además se seleccionaron tres el árboles que presentaran características representativas del sitio, para determinar edad e incremento. 30
  • 42. 3.2.4. Material y equipo utilizado 3.2.4.1. Material de gabinete Este apartado es importante ya que de este depende la eficiencia de las actividades en campo, para esto se recomienda colectar la mayor cantidad de materiales posibles como: planos, cartas topográficas, fotografías aéreas, etc. Se utilizaron los siguientes materiales: Plano fotogramétrico Esc: 1:25,000 Carta topográfica E13B78 Tancítaro, Esc. 1: 50,000, elaborada por INEGI, fotografías aéreas Esc. 1:25,000 del vuelo de Diciembre de 1990, lápiz graso, regla graduada 3.2.4.2. Material y equipo utilizado en la toma de datos de campo En la realización del inventario se utilizo el material siguiente: fotografías aéreas Esc. 1:25,000 estas fueron utilizadas para la ubicación de los sitios de muestreo y elaboración del catastro forestal y predial con ayuda de equipo como estereoscopio de espejos y de bolsillo, una cumplidas las actividades anteriores se procedió a realizar el Plano fotogramétrico del predio, el cual contiene información básica del predio como clasificación de superficies, así como la clave de identificación de cada rodal, esta clave esta compuesta de letras y números por ejemplo: ApIII-3,3 quiere decir que se trata de un rodal con genero Abies (la primera letra se escribe con mayúsculas y corresponde al genero con mayor densidad) y Pinus, presenta una densidad 3 y una altura de 3 para Abies y 3 para Pinus. Una vez realizada las actividades anteriores se procedió realizar el plano con diseño de muestreo, el cual servirá de guía para el trazo de las líneas y ubicación de los sitios de muestreo, esto con ayuda de brújulas marca Silva Ranger , GPS marca Garmin, modelo III y una cuerda compensada de 35 m. Durante el desarrollo de las actividades de campo se utilizo equipo como clinómetros marca Suunto, los cuales sirvieron para la medición de alturas, forcípulas para la medición de diámetros, taladro de Pressler marca Suunto de 14”; auxiliar en la obtención de edades y tiempo de paso y diversos materiales como formatos de registro (se presenta en apéndice), tabla de apoyo, lápiz graso, lápiz y goma. 31
  • 43. Para el procesamiento de la información de campo se utilizaron materiales y equipo como: computadora, paquetes de software y material de gabinete. 3.2.5. Toma de la información de campo Se tomaron los datos básicos por rodal, como son; número de árboles existentes en un décimo de hectárea, incrementos de los árboles representativos (tiempo de paso y edad) del sitio de medición, pendiente, exposición, grado de perturbación del bosque, especies existentes, así como los daños presentes en el arbolado como suelen ser: Los ocasionados por incendios forestales, plagas, enfermedades y algún otro. Los datos fueron asentados en formatos de registro, para su posterior concentración y proceso en gabinete (ver Apéndice). 3.3. Métodos empleados para obtener los parámetros dendrométricos y epidométricos de la masa forestal El área mínima considerada para el presente estudio es el rodal, por lo que el cálculo de los datos del muestreo se refieren básicamente a esta unidad a través de su hectárea tipo. Estos cálculos son: Existencias Reales Totales (ERT), Incremento Corriente Anual (I.C.A). 3.3.1. Existencias reales por hectárea y totales Las existencias reales por hectárea (E.R./ha) son obtenidas en base al inventario, una vez que la información es ordenada según el rodal correspondiente, se obtiene la hectárea tipo, la cual posee información como número de árboles/ha, volumen del árbol tipo. Lo anterior da como resultado los volúmenes por hectárea y por rodal. Las existencias reales totales (E.R.T.) corresponden a los metros cúbicos de madera existente en un rodal o una superficie determinada, su determinación es sencilla, solo se necesita multiplicar la superficie arbolada por el volumen producto de la hectárea tipo. Número de árboles/ha. Se obtiene básicamente de la información del inventario, una vez que esta es ordenada por rodal, se procede a realizar este cálculo de la siguiente manera: 32
  • 44. n 10*A boles/haNo..de..ar = Donde: A= Número de árboles por categoría diamétrica por rodal. n= Número de sitios del rodal. Existencias reales/ha m3 V.T.A. Para obtener este dato es necesario multiplicar el volumen tipo por el número de árboles/ha. (El volumen tipo puede obtenerse de tablas o tarifas de volúmenes) Existencias reales totales m3 V.T.A : Se multiplica las existencias reales/ha. por la superficie del rodal. 3.3.2. Cálculo de incrementos (I.C.A) en m3 y en (%) La determinación del ICA por estrato, se obtuvo con el método de Loetsch, el cual se describe a en el cuadro 14. Cuadro 14. Metodología para el cálculo de incrementos. Descripción del método de Loetsch Columna 1 Se anotan las categorías diamétricas Columna 2 Volumen tipo por árbol regular Columna 3 Diferencias de volúmenes de categoría diamétricas sucesivas Columna 4 Volumen para cada centímetro en diámetro, generado a través de la expresión V/CM= (dv- a) + (dv.- a)/10 de donde: (dv.- a)= Diferencia de volumen entre la clase de interés a la anterior (dv.-a)= Diferencia de volumen entre la clase de interés siguiente a la posterior Columna 5 Se anotan para clase diamétrica la madia aritmética de los incrementos obtenidos en campo Columna 6 Se transforma el incremento anual en diámetro sin corteza en incremento anual en diámetro con corteza, multiplicando la columna 5 por el factor de conversión. el cual resulta de dividir el diámetro con corteza con el diámetro sin corteza nota: cuando las tablas de volúmenes se refieren a valores sin corteza no será necesario hacer esta transformación ya que directamente relacionamos el incremento con el volumen sin corteza Columna 7 Se calcula el incremento en volumen por árbol para cada clase diamétrica multiplicando el incremento anual en diámetro (columna 6) por el volumen de un centímetro de diámetro de la clase diamétrica considerada (columna 4). Columna 8 Se determina el porcentaje de incremento en volumen por árbol para cada clase diamétrica multiplicando por 100 el cociente que resulta al dividir el incremento en volumen (columna 7) entre el volumen por árbol de la misma clase diamétrica (columna 2) Columna 9 Se registra para cada clase diamétrica el numero de árboles que hay en la hectárea tipo, por estrato que se esta considerando. Columna 10 Para cada clase diamétrica se obtiene el volumen por hectárea multiplicando el número de árboles por hectárea (columna 9) por el volumen tipo de un árbol de esa clase diamétrica (columna 2) Columna 11 Para cada clase diamétrica se obtiene el incremento en volumen por hectárea 33
  • 45. multiplicando el numero de árboles por hectárea (columna 9) por el incremento en volumen por árbol (columna 7). El I.C.A, en m3 resulta de sumar los valores de la columna 11. El I.C.A en % resulta de dividir el ICA en m3 entre las E.R./ha. por 100. E.R./ha ..100*..ICA..m ICA..% 3 = 3.3.3. Cálculo de volumen de corta y residual/ ha y total Partiendo de ER/ha y totales se procede a realizar los cálculos como se indica a continuación: Posibilidad o volumen de corta en m3 /ha. Se obtiene multiplicando las existencias reales/ ha por la intensidad de corta en %. Posibilidad o volumen de corta total en m3. Es necesario multiplicar la posibilidad /ha. por la superficie del rodal o bien aplicar el porcentaje de corta (I.C) a las existencias reales totales. Volumen residual/ ha = Existencias reales /ha - Posibilidad/ha. Volumen residual total = Existencias reales totales – Posibilidad total. 3.4. Estimación del contenido de carbono Para llegar al cálculo del contenido de carbono se procedió a la determinación de existencias reales por ha y por rodal, esto con el apoyo de tablas de volúmenes elaboradas para esta región. Calculado el volumen se obtuvo el incremento corriente anual en m3 y en porcentaje (%). Posteriormente se procedió a revisar los materiales bibliográficos referentes a información sobre las metodologías para estimar el contenido de carbono a partir de existencias reales en m3 V.T.A. Se optó por utilizar el método propuesto por el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC, 1994) que sugiere la aplicación de a..b..c... variables que sirvieron para estimar el carbono almacenado en cada uno de los rodales que 34
  • 46. conforman el área de estudio, el siguiente cuadro muestra los pasos seguidos para el cálculo del carbono almacenado. Cuadro 15. Procedimiento para la estimación de carbono almacenado. Metodología para estimar carbono almacenado utilizando los factores propuestos por el IPCC (1994). Columna 1 Número de rodal Columna 2 Clave del rodal Columna 3 Existencias reales por hectárea Columna 4 Factor de densidad para coníferas 0.48 y 0.60 para latifoliadas (toneladas de materia seca/m3) Columna 5 Factor de contenido de carbono 0.45 (toneladas de Carbono /toneladas de materia seca) Columna 6 Cálculo de biomasa (col. 3)*(col. 4)*(col. 5) Columna 7 Bs Factor 1.3 (toneladas de carbono/ ha) Columna 8 Toneladas de carbono/ ha (col. 6)*(col. 7) Columna 9 Superficie por rodal en ha Columna 10 Toneladas de carbono/ rodal (col. 8)*(col. 9) 3.5. Captura de carbono Para el cálculo del potencial de captura de carbono se tomo en cuenta las especies de coníferas, debido que es posible conocer su incremento, partiendo de este parámetro (cuadro 18 y 19) se utilizó la sumatoria del ICA en m3 por especie, para posteriormente aplicar los factores utilizados en el cálculo de contenido de carbono (cuadro 15) cabe mencionar que en este caso no se utilizo el factor de expansión que corresponde al crecimiento de raíces, debido a que no se tienen estimaciones de incremento en el sistema radicular de estas especies. 35
  • 47. 36
  • 48. IV. RESULTADOS Y DISCUSIÓN 4.1. Existencias reales por hectárea y totales Las existencias reales por hectárea y totales son los metros cúbicos de madera existentes ya sea en una hectárea o en un rodal a continuación en el cuadro 16 y 17 se presenta las existencias reales por hectárea y totales en el predio. Cuadro 16. Existencias reales por hectárea m3 V.T.A. RODAL CLAVE SUPERFICIE ha Abies religiosa m3 V.T.A. Pinus pseudostrobus m3 V.T.A. Quercus laurina m3 V.T.A. Otras hojosas m3 V.T.A. E.R/ha m3 V.T.A. I PIV-3 5.05 6.684 25.271 12.972 0.000 44.927 II ApIV-3,3 15.20 122.971 13.808 0.000 0.000 136.779 III AV-3 10.25 272.844 0.000 0.000 0.000 272.844 IV ApIII-3,3 20.15 159.492 50.532 0.000 0.000 210.024 V ApV-3,3 28.20 144.156 32.308 0.000 0.000 176.464 VI ApIV-3,3 20.60 255.174 66.216 0.000 0.000 321.390 VII ApIII-3,3 16.25 154.512 118.398 0.000 0.000 272.910 VIII ApV-3,3 23.85 372.151 37.824 0.000 0.000 409.975 IX AV-3 19.15 312.745 0.000 0.000 0.000 312.745 X AIV-3 6.80 330.148 0.000 0.000 0.000 330.148 XI ApIV-3,3 32.90 251.865 86.456 0.000 0.000 338.321 XII AIII-3 4.55 265.880 0.000 0.000 0.000 265.880 XIII PIII-3 6.90 0.000 88.241 0.000 5.490 93.731 XIV ApIV-3,3 16.60 265.491 35.099 9.951 0.000 310.541 XV ApV-3 11.90 121.449 82.184 0.000 0.000 203.633 XVI AqIV-3,2 8.35 327.719 0.000 103.464 0.000 431.183 XVII PaqIV-3,3,2 10.75 82.670 90.874 45.758 0.000 219.302 XVIII PaqIV-3,3,3 1.35 152.210 152.680 64.130 0.000 369.020 XIX QpaII-3,3,3 5.60 41.334 72.513 66.371 0.727 180.945 XX PqhIII-3,2,1 26.65 0.000 78.064 106.979 36.427 221.470 XXI PqhIV-3,2,1 5.45 0.000 44.182 55.821 6.080 106.083 XXII PqV-3,3 22.55 0.000 97.729 75.915 0.000 173.644 XXIII QpIV-3,3 9.20 0.000 53.776 64.698 0.000 118.474 XXIV QpIII-3,4 12.45 0.000 101.934 92.724 0.000 194.658 TOTAL 340.70 3639.495 1328.089 698.783 48.724 5715.091 37
  • 49. El cuadro 16 presenta el volumen por ha en el predio, según los resultados se observa que la mayoría de los rodales la especie Abies religiosa presenta una densidad mayor que las especies restantes, consecuencia de esto el volumen correspondiente a esta especie es mayor. En casos como el rodal I, el volumen por ha resulta menor en comparación a el resto de los rodales, esto se debe principalmente a factores como lo es la ubicación del rodal entre otros. Cuadro 17. Existencias reales totales m3 V.T.A. RODAL CLAVE SUPERFICIE ha Abies religiosa m3 V.T.A. Pinus pseudostrobus m3 V.T.A. Quercus laurina m3 V.T.A. Otras hojosas m3 V.T.A. E.R/ha m3 V.T.A. I PIV-3 5.05 33.754 127.619 65.509 0.000 226.881 II ApIV-3,3 15.2 1869.159 209.882 0.000 0.000 2079.041 III AV-3 10.25 2796.651 0.000 0.000 0.000 2796.651 IV ApIII-3,3 20.15 3213.764 1018.220 0.000 0.000 4231.984 V ApV-3,3 28.2 4065.199 911.086 0.000 0.000 4976.285 VI ApIV-3,3 20.6 5256.584 1364.050 0.000 0.000 6620.634 VII ApIII-3,3 16.25 2510.820 1923.968 0.000 0.000 4434.788 VIII ApV-3,3 23.85 8875.801 902.102 0.000 0.000 9777.904 IX AV-3 19.15 5989.067 0.000 0.000 0.000 5989.067 X AIV-3 6.8 2245.006 0.000 0.000 0.000 2245.006 XI ApIV-3,3 32.9 8286.359 2844.402 0.000 0.000 11130.761 XII AIII-3 4.55 1209.754 0.000 0.000 0.000 1209.754 XIII PIII-3 6.9 0.000 608.863 0.000 37.881 646.744 XIV ApIV-3,3 16.6 4407.151 582.643 165.187 0.000 5154.981 XV ApV-3 11.9 1445.243 977.990 0.000 0.000 2423.233 XVI AqIV-3,2 8.35 2736.454 0.000 863.924 0.000 3600.378 XVII PaqIV-3,3,2 10.75 888.703 976.896 491.899 0.000 2357.497 XVIII PaqIV-3,3,3 1.35 205.484 206.118 86.576 0.000 498.177 XIX QpaII-3,3,3 5.6 231.470 406.073 371.678 4.071 1013.292 XX PqhIII-3,2,1 26.65 0.000 2080.406 2850.990 970.780 5902.176 XXI PqhIV-3,2,1 5.45 0.000 240.792 304.224 33.136 578.152 XXII PqV-3,3 22.55 0.000 2203.789 1711.883 0.000 3915.672 XXIII QpIV-3,3 9.2 0.000 494.739 595.222 0.000 1089.961 XXIV QpIII-3,4 12.45 0.000 1269.078 1154.414 0.000 2423.492 TOTAL 340.7 56266.423 19348.714 8661.505 1045.868 85322.509 38
  • 50. En el cuadro 17 se muestran los resultados de ERT que servirán para la estimación del contenido de carbono en el predio. Como se ha observado en los resultados de este cuadro y los del cuadro 16 la mayor concentración de volumen se encuentra en la especie Abies religiosa seguida de Pinus pseudostrobus, Quercus laurina y en menor concentración las hojosas. 4.2. Resumen de cálculo de incrementos Para poder calcular el potencial de carbono en el predio es necesario conocer el incremento de las especies de coníferas. El incremento corriente anual se obtuvo por medio del método de Loetsch, que según García (2001), menciona que es uno de los más usuales y exactos, en comparación con otros métodos. En el cuadro 18 y 19 se presentan los resultados: Especie: Abies religiosa Cuadro 18. Incremento Corriente Anual. RODAL SUPERFICIE ICA CLAVE NUMERO ha % m3/ha m3/rodal I PIV-3 5.05 2.971 0.199 1.003 II ApIV-3,3 15.2 3.03 2.464 46.056 III AV-3 10.25 5.959 2.184 61.079 IV ApIII-3,3 20.15 3.791 2.377 76.391 V ApIV-3,3 28.2 3.963 2.749 111.752 VI ApIV-3,3 20.6 5.086 1.993 104.764 VII ApIII-3,3 16.25 3.345 2.165 54.359 VIII ApV-3,3 23.85 10.837 2.912 258.463 IX PaqIV-3,3,2 19.15 9.589 3.066 183.625 X AV-3 6.8 11.625 3.521 79.047 XI ApIV-3,3 32.9 6.113 2.427 201.11 XII AIII-3 4.55 6.995 2.631 31.829 XIV ApIV-3,3 16.6 5.989 2.256 99.425 XV AV-3 11.9 4.328 3.564 51.508 XVI AqIV-3,2 8.35 8.96 2.734 74.815 XVII PaqIII-3,3,2 10.75 1.992 2.049 21.409 XVIII PaqIV-3,3,1 1.35 3.431 1.63 4.632 XIX QpaII-3,3,3 5.6 0.932 2.254 5.217 TOTALES 252.45 5.645 2.528 1465.481 39
  • 51. Los resultados que se presentan en el cuadro 18 se refieren al ICA de la especie Abies religiosa, se observa que este indicador varia significativamente en algunos casos, lo anterior puede deberse a la ubicación del rodal, ya que las condiciones físicas de cada zona pueden favorecer o no a la vegetación. Especie: Pinus pseudostrobus Cuadro 19. Incremento Corriente Anual. RODAL SUPERFICIE ICA NUMERO CLAVE ha % m3 m3/rodal I PIV-3 5.05 1.625 0.411 2.074 II ApIV-3,3 15.2 3.252 0.449 6.825 IV ApIII-3,3 20.15 2.371 1.198 24.142 V ApV-3,3 28.2 1.8 0.582 16.4 VI ApIV-3,3 20.6 1.543 1.022 21.047 VII ApIII-3,3 16.25 2.541 3.008 48.888 VIII ApIII-3,3 23.85 1.928 0.729 17.393 XI ApIV-3,3 32.9 2.511 2.171 71.423 XIII PIII-3 6.9 3.474 3.065 21.152 XIV ApIV-3,3 16.6 2.531 0.888 14.747 XV ApV-3 11.9 2.296 1.887 22.455 XVII PaqIII-3,3,2 10.75 2.615 2.376 25.546 XVIII PaqIV-3,3,2 1.35 2.321 3.544 4.784 XIX QpaII-3,3,3 5.6 2.932 2.126 11.906 XX PqhIII-3,2,1 26.65 2.908 2.27 60.498 XXI PqhIV-3,2,1 5.45 2.11 0.932 5.081 XXII PqV-3,3 22.55 3.191 3.119 70.323 XXIII QpIV-3,3 9.2 2.653 1.427 13.125 XXIV QpIII-3,3 12.45 3.025 3.084 38.39 TOTALES 291.60 2.51 1.80 496.199 El cuadro anterior muestra los resultaos obtenidos del cálculo de incremento en Pinus pseudostrobus si se hace una comparación entre los cuadros 18 y 19 se podrá observar la diferencia entre incrementos de cada especie, como se menciono se debe principalmente a que las condiciones físicas existentes en el predio resultan más favorables para la especie Abies religiosa, lo anterior da como resultado que la densidad e incremento de esta especie sea superior que en el resto de las especies. 40
  • 52. 4.3. Contenido de carbono Partiendo de existencias reales por hectárea, se calculó el contenido de carbono por especie, los resultados se presentan en los cuadros 20, 21, 22 y 23. 4.3.1. Especie: Abies religiosa Cuadro 20. Estimación de carbono almacenado. Rodal No. Clave SUPERFICIE ha E.R. m3 / ha DENSIDAD tms / m3 CONT.CARB tC / tms BIOMASA tC/ha BIOMASA tC/RODAL Bs factor tC / ha E.R. tC/ha E.R.T tC/RODAL I PIV-3 5.05 6.684 0.48 0.45 1.444 7.291 1.3 2 9 II ApIV-3,3 15.2 122.971 0.48 0.45 26.562 403.738 1.3 35 525 III AV-3 10.25 272.844 0.48 0.45 58.934 604.077 1.3 77 785 IV ApIII-3,3 20.15 159.492 0.48 0.45 34.45 694.173 1.3 45 902 V ApV-3,3 28.2 144.156 0.48 0.45 31.138 878.083 1.3 40 1142 VI ApIV-3,3 20.6 255.174 0.48 0.45 55.118 1135.422 1.3 72 1476 VII ApIII-3,3 16.25 154.512 0.48 0.45 33.375 542.337 1.3 43 705 VIII ApV-3,3 23.85 372.151 0.48 0.45 80.385 1917.173 1.3 105 2492 IX AV-3 19.15 312.745 0.48 0.45 67.553 1293.638 1.3 88 1682 X AIV-3 6.8 330.148 0.48 0.45 71.312 484.921 1.3 93 630 XI ApIV-3,3 32.9 251.865 0.48 0.45 54.403 1789.853 1.3 71 2327 XII AIII-3 4.55 265.88 0.48 0.45 57.43 261.307 1.3 75 340 XIV ApIV-3,3 16.6 265.491 0.48 0.45 57.346 951.945 1.3 75 1238 XV AV-3 11.9 121.449 0.48 0.45 26.233 312.173 1.3 34 406 XVI AqIV-3,2 8.35 327.719 0.48 0.45 70.787 591.074 1.3 92 768 XVII PaqIII-3,3,2 10.75 82.67 0.48 0.45 17.857 191.96 1.3 23 250 XVIII PaqIV-3,3,2 1.35 152.21 0.48 0.45 32.877 44.384 1.3 43 58 XIX QpaII-3,3,3 5.6 41.334 0.48 0.45 8.928 49.998 1.3 12 65 TOTALES 257.5 202.194 0.48 0.45 43.674 675.197 1.3 57 15800 Las masas forestales son consideradas como almacenes o sumideros de carbono, esto es una forma de mitigar el efecto invernadero, ya que la vegetación participa mediante el proceso de fotosíntesis en la reducción de bióxido de carbono. Por lo anterior, se estimo el carbono almacenado por especie: Abies religiosa (cuadro 20) presenta un almacén neto5 de 15800 tC, en 18 rodales con una superficie aproximada de 257.5 ha y un promedio de 57 tC/ha; Pinus pseudostrobus (cuadro 21) 5078 tC almacenadas en 279.15 ha distribuida en 18 rodales y un promedio de 19 tC/ha; Quercus laurina (cuadro 22) presenta un contenido de 3040 tC en una superficie de 124 ha, distribuida en 11 rodales con un promedio de 22 tC/ha y Otras hojosas muestra un contenido de 367 tC en una superficie de 44.6 ha distribuidas en 4 rodales con un promedio de 4 tC/ha. 5 Almacén por especie. 41