La motricidad gruesa se refiere a la capacidad de un niño para cambiar de posición su cuerpo y mantener el equilibrio. Implica el desarrollo armónico de los músculos para adquirir agilidad, fuerza y velocidad en los movimientos. El ritmo de evolución de la motricidad gruesa varía entre individuos dependiendo de factores como la madurez del sistema nervioso, la genética y el ambiente.