Este documento resume la colonización de los Llanos Orientales colombianos a lo largo de los siglos XIX y XX. Hubo varias oleadas migratorias a la región, incluyendo españoles, santandereanos, europeos y venezolanos, quienes se dedicaron principalmente a la ganadería y el comercio. En el siglo XX, la violencia rural desplazó a muchos campesinos a los Llanos. Además, la expansión de la frontera agrícola y ganadera a través de la colonización generó conflictos
(NOTAS)
ARAUCANIZACIÓN DE LA ARGENTINA
-Historia Mapuche 1: Incas y españoles - expansión en la Pampa y en Patagonia
-LA MAPUCHIZACIÓN DE LAS PAMPAS
-El complejo Tehuelche 6 - Araucanización
-La Conquista del Desierto
La araucanización de la pampa:
A fines del siglo XVIII la frontera sur de la Intendencia de Buenos Aires pasaba por las guardias y for¬tines avanzados de Melincué, Rojas, Salto, Carmen de Areco, Mercedes, Nava¬rro, Lobos, Monte, Ran¬chos y Chas¬comús, y el grueso de la vida activa se desarrollaba en un círculo de po¬cas leguas cuyo centro obligado era el puerto. Más allá de esa línea solo existían establecimientos aislados y algunas reducciones misioneras sobre la costa atlántica, como Concepción de los Pampas y Nuestra Señora de los Desamparados. El resto era el Desierto, indomable y misterioso reducto de pampas y patagones, que se extendía hasta el estrecho de Magallanes.
(NOTAS)
ARAUCANIZACIÓN DE LA ARGENTINA
-Historia Mapuche 1: Incas y españoles - expansión en la Pampa y en Patagonia
-LA MAPUCHIZACIÓN DE LAS PAMPAS
-El complejo Tehuelche 6 - Araucanización
-La Conquista del Desierto
La araucanización de la pampa:
A fines del siglo XVIII la frontera sur de la Intendencia de Buenos Aires pasaba por las guardias y for¬tines avanzados de Melincué, Rojas, Salto, Carmen de Areco, Mercedes, Nava¬rro, Lobos, Monte, Ran¬chos y Chas¬comús, y el grueso de la vida activa se desarrollaba en un círculo de po¬cas leguas cuyo centro obligado era el puerto. Más allá de esa línea solo existían establecimientos aislados y algunas reducciones misioneras sobre la costa atlántica, como Concepción de los Pampas y Nuestra Señora de los Desamparados. El resto era el Desierto, indomable y misterioso reducto de pampas y patagones, que se extendía hasta el estrecho de Magallanes.
LA CONQUISTA SU ORGANIZACIÓN POLÍTICO-SOCIAL HASTA LA COLONIA; CRISIS DE LA S...Justice First
La conquista es un proceso de toma de territorios mediante la fuerza. En este proceso una organización política fuerza a otra a dejarlos o a someterse. A lo largo de la historia han sido muchos los procesos de estas características, pero quizá los más representativos sean los que se dieron en América cuando chocaron las primitivas sociedades aborígenes contra las sociedades europeas.
La hacienda en Nueva España colonial (Siglos XVI al XIX)Manu Pérez
El desarrollo de la hacienda en Nueva España es uno de los temas más tratados por la historiografía colonial latinoamericana. Se trataba de explotaciones rurales extensas, descapitalizadas y autosuficientes, señoriales, que sustentaban los objetivos sociales de la élite ausentista.
La encomienda en Hispanoamérica colonialManu Pérez
La encomienda fue una institución implementada por los conquistadores españoles durante la colonización en América, para sacar provecho del trabajo indígena. Consistía en la entrega de un grupo de indios a un español para que éste los protegiera, educara y evangelizara. Aquellos debían pagar un tributo como obligación de ‘‘vasallos’’ de la Corona, retribuyendo de esta manera los servicios prestados por el encomendero. Generalmente, este tributo se pagaba con trabajo, pero existieron diferencias regionales.
2. COLONIZACIÓN
Siglo XX
• 1. Una primera oleada de migrantes —principalmente españoles— durante los
siglos XVI y XVII.
• 2. Una migración de santandereanos a partir de la segunda mitad del siglo XVII
orientada hacia el cultivo del tabaco en el piedemonte de Casanare.
• 3. Una migración de europeos —en su mayoría alemanes e italianos— tuvo lugar a
partir de la segunda mitad del siglo XIX (1850), los que se dedicaron al comercio de
exportación e importación por el río Meta.
• 4. Una migración de venezolanos también tuvo lugar durante la segunda mitad del
siglo XIX; ellos escapaban de la situación política que reinaba entonces en dicho
país; se concentraron en localidades como Arauca, Orocué, Cravo, Puerto Rondón,
y en las zonas rurales circundantes. En su mayor parte los venezolanos migrantes
se dedicaron al negocio de la ganadería.
• 5. Existió una importante migración de europeos al Llano araucano durante y
después de la Primera Guerra Mundial (1914-1917). Allí llegaron especialmente
italianos, sirio-libaneses que se concentraron especialmente en Arauca y se
dedicaron al comercio local e internacional por el río Arauca. Estas migraciones
anotadas arriba lo fueron de poblaciones que se asentaron en la región y que
establecieron vínculos consanguíneos y sociales con la población local.
3. COLONIZACIÓN
Siglo XX
El período radical (1863-1885) Durante este período, el sistema federalista apoyado por los liberales permitió a
los estados de los Estados Unidos de Colombia asumir una gran autonomía política. Sin embargo, los
Estados se desentendieron de sus territorios marginados, ocasionado en gran medida por la falta de
recursos y a la crisis económica. Por tal motivo, el gobierno central sumió la tarea de fomentar el
desarrollo material y la colonización en estas zonas convirtiéndolos en territorios nacionales. En 1868, el
gobierno nacional creó los territorios nacionales de San Martín y Casanare separándolos de los Estados de
Cundinamarca y Boyacá, respectivamente. En ellos, el gobierno central se preocupó por la construcción de
vías de comunicación que permitieran vincular estas regiones con los circuitos comerciales. Producto de
esta iniciativa, se construyó el camino entre Bogotá y Villavicencio en 1869, y se desarrolló un incipiente
transporte fluvial por el río Meta en 1881.
El período regenerador (1886-1899) Luego de la guerra civil de 1885 y la promulgación de la constitución
política de 1886, los conservadores se establecieron en el poder. Este período, conocido como
regeneración, significó el retorno a las tradiciones políticas que se habían perdido con los radicales
fundamentados en un Estado central fuerte. En este nuevo régimen, en un principio, el Estado se
desinteresó por tener contacto con los Llanos Orientales y dejó esta responsabilidad a los
departamentos, unidades administrativas que reemplazaron a los estados. Sin embargo, en 1893, a causa
de las divergencias limítrofes entre Colombia y Venezuela, el Estado colombiano creó un sistema de
Intendencias Nacionales, las cuales llevaron nuevamente a la separación de Casanare y San Martín de sus
respectivos departamentos.
La importancia adquirida por los Llanos Orientales por parte del gobierno nacional permitió el mejoramiento
de las vías de comunicación, el desarrollo de la navegación a vapor y el aumento de las actividades
agropecuarias. Las vías de comunicación fueron impulsadas por la construcción de la carretera de Bogotá a
Villavicencio en 1888, al tiempo que se pensó en un proyecto de construcción de una línea férrea entre
Bogotá y un puerto navegable del río Meta en 1893. Asimismo, se instauró un servicio fluvial de vapores
por el río Meta entre 1893 y 1899. En el aspecto agrícola, las haciendas llaneras vivieron el boom de
productos agrícolas destinados a la economía mundial, como el café, el cacao, la caña de azúcar y el
caucho. finalmente, la cría de ganado se favoreció por la mejora en los pastos y el cruce de razas. El
desarrollo de estas actividades agropecuarias ocasionó la expansión de la frontera agrícola, así como
luchas por la tierra en la Intendencia de San Martín.
4. COLONIZACIÓN
Siglo XX
Entre los años de 1949 y 1965, Colombia conoció una violencia rural que algunos califican como la guerra civil más
sangrienta. Este fenómeno desarraigó tanto física como espiritualmente a una porción enorme del campesinado
colombiano y gran parte de éste migró hacia los Llanos en busca de refugio, adecuando tierras, estableciéndose
en ellas y desplazando a los grupos nativos que allí habían sobrevivido.
En los años sesenta, cuando la Alianza para el Progreso propuso el tema de las reformas agrarias, se pensó en que no
solamente el latifundio tradicional de explotación irracional de la tierra era un obstáculo para la modernización,
sino que éste latifundio tenía su complemento necesario en el parcelero minifundista. Por esta razón, el
economista norteamericano Lauchlin Currie preconizaba una política de estímulo a la emigración masiva del
campo a la ciudad con el objeto de crear una reserva de mano de obra no calificada que se emplearía en labores
de construcción.
Bajo el peso de las circunstancias antes señaladas y dentro de las cuales la violencia y la migración fueron una
constante histórica, las creencias tradicionales; las formas comunitarias de asociación; la adhesión irrestricta a la
figura paternalista de los curas e inclusive nexos más fundamentales como los de la unidad doméstica, sufrieron
una conmoción de tales dimensiones que hoy resulta difícil encontrar rastros de una sociedad tradicional en
Colombia.
Estos territorios han servido secularmente de zona de refugio y de confinamiento de “Revolucionarios” y de individuos
considerados socialmente marginales: “delincuentes”, “malhechores”, “bandidos”, “guerrilleros”, etc.
Las reducciones o pueblos de indios fundados por los jesuitas en los Llanos sufrieron las reiteradas incursiones de los
Caribes, que tuvieron el mismo propósito de proveer de piezas de esclavos a la Guayana. Las escoltas militares
destinadas originalmente a la protección de las misiones de la compañía de Jesús, cumplieron también la función
de “Tropas de rescate”, de piezas que capturaban en sus expediciones a las inmediaciones del río Meta. Estas
piezas eran incorporadas a distintas labores en las haciendas y reducciones de la Compañía, pero comúnmente
después de su captura eran vendidas “a los vecinos de los Llanos con el consentimiento de los misioneros, a
cuenta de ganado, mulas, caballos y de frutos de la tierra” (Informe Secreto. 1739, FLS. 278, 280).
5. COLONIZACIÓN
Siglo XX
En este nuevo contexto no se trataba de capturar fuerza de trabajo nativa en calidad
de esclavos, sino de ocupar tierras, establecer cultivos y de fomentar la ganadería,
lo que en síntesis fue valorizando las nuevas posesiones que progresivamente se
incorporaron al régimen de propiedad vigente y a la dinámica económica el país.
La incursión de colonos y de ganados a los territorios de habitat indígena plantearía en
consecuencia una situación de conflicto interétnico permanente. A partir de 1870,
época en la cual las relaciones de contacto entre colonos e indígenas fueron más
frecuentes, la práctica de acciones violentas y de exterminio se convirtieron en una
constante histórica regional.
Las diferencias estructurales entre los grupos indígenas sobrevivientes de los Llanos,
incidirían históricamente en la naturaleza de sus relaciones con los “Racionales”.
Los grupos “nómadas y salvajes” vivirían en guerra con los colonos, en tanto que
los grupos “horticultores y sedentarios”, dedicados a la producción de yuca brava y
a la elaboración y comercialización de cazabe y otros bienes, establecerían
relaciones de intercambio desventajosas con los colonos, comerciantes y
“aventureros”, y serían víctimas de éstos mediante los sistemas de “endeude” y las
acciones coercitivas que caracterizaron el primer período de auge cauchero en el
oriente colombiano.
6. COLONIZACIÓN
Siglo XX
En una dinámica de formación de fundos, de establecimiento de nuevos hatos, de expansión de la frontera
ganadera y, en fin, de avance colonizador ya no sólo en el pie de monte sino también en las sabanas de
Arauca, Casanare y Meta, se fue configurando un fenómeno regional importante para comprender los
conflictos que en las décadas siguientes persistieron entre colonos e indígenas. El avance de hombres y de
ganados sobre los territorios étnicos restringía cada vez más la movilidad espacial de los grupos nómades
cuyos sistemas adaptativos y de reproducción exigían el tránsito estaciona determinado por los períodos
extremos de verano e invierno.
Ese avance colonizador impedía progresivamente el acceso de los nativos a las zonas de caza y de pesca, tanto
en los bosques de galería, como en la extensión de la sabana, fenómeno éste que se tradujo para los
grupos nómades en la disminución creciente de proteína animal y vegetal y, en general, en una tendencia
escasez de bienes de consumo. Esta situación fue resuelta por los grupos Cazadores Recolectores
mediante la cacería del ganado cimarrón disperso en la sabana, lo mismo que mediante el asalto a los
hatos. En este orden de ideas, el avance de la ganadería extensiva constituía una amenaza para la
reproducción de los cazadores recolectores, en tanto que ocupaba y destruía los nicho de otras especies
de animales silvestres de la región. En consecuencia, los asaltos de los grupos nómadas a los hatos no sólo
tuvieron el propósito de la captura de reses para el consumo, sino, más aún, tuvieron por finalidad destruir
los hatos que ocupaban sus territorios, mediante la amputación de la lengua de las reses, el “desjarrete”
de éstas y a práctica de otros sistemas que impedían a los semovientes ingerir alimento o su movilización:
Ante los frecuentes ataques indígenas y en virtud de la situación de guerra planteada entre éstos y los
colonos, los representantes del gobierno regional solicitaban a la administración central la colaboración
para la defensa de los colonos, facilitándoles armas. La cacería de indios se convertiría en una práctica
común en los Llanos y ésta haría parte de un orden cultural y de una mentalidad de una sociedad regional
que allí se fue conformando en medio de una gran ausencia de los sistemas de control social del Estado.
Las quejas y memoriales enviados a la Presidencia de la República sugieren la ejecución cada vez más
frecuente y generalizada de actos de percusión a los indígenas por parte de quienes se titulan
“civilizados”: