El documento analiza las principales causas del desperdicio de alimentos. Estas incluyen las fechas de caducidad que obligan a desechar productos aún comestibles, los caprichos de los niños que llevan a comprar más de lo que se puede comer, y la tendencia a comprar de más "por si acaso" lo que resulta en exceso de comida. Concluye que aunque el cambio individual es difícil, solo mediante la concientización y acción colectiva se podrá reducir significativamente el desperdicio de alimentos.