Este documento analiza las nuevas formas de comunicación en redes sociales como Facebook y Twitter, incluyendo el uso de abreviaturas, emoticones y cómo esto afecta el lenguaje y la ortografía. Examina cómo los jóvenes se comunican en las redes sociales y cómo aunque no sigan las reglas ortográficas, aún pueden hacerse entender. Concluye que las redes sociales han debilitado el alfabeto ya que los emoticones reemplazan palabras pero facilitan expresar sentimientos.