COMPLETANDO EL CIRCULO.pdf

Thomas Poplawski has been
a staff writer for Renewal: A
Journal for Waldorf Education
for over 12 years. He is also the
author of Eurythmy: Rhythm,
Dance, and Soul. published by
SteinerBooks. He has trained
as both a eurythmist and as a
psychotherapist. He lives with
his family in Northampton,
Massachusetts.
38 Main Street
Chatham, NY 12037
Completando
el
Círculo
Thomas Poplawski

Completando el círculo
por
Thomas Poplawski
RESEARCH INSTITUTE FOR Waldorf EDUCATION

Impreso con el apoyo del Fondo curricular Waldorf Publicado por:
Waldorf Publicaciones
38 Main Street
Chatham, NY 12037
Título: Completando el círculo
Autor: Thomas Poplawski
Redactor de la edición inglesa: David Mitchell
Corrector de la edición inglesa: Ann Erwin
Portada: Hallie Wootan
Fotografía de la portada: Meg Fisher
© 2006 por AWSNA, Waldorf Publicaciones
ISBN # 1-888365-72-2
Edición en español 2016
Traducción: Eva Escrihuela Carrillo y Sonia Ordóñez Andérez a través
de la iniciativa PerMondo y con el apoyo de la agencia de traducción
Mondo Agit.
Correctora de la edición castellana: Nora Hidalgo
Producción gráfica: Ann Erwin
ISBN # 978-1-943582-02-0

Índice
La educación de los ángeles . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
Abróchate el abrigo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
Perdiendo nuestros sentidos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
Cómo dominar el monstruo de los medios de comunicación . . . . 25
El poder del juego . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
Los juguetes no somos nosotros
Cómo escapar de las fauces del consumismo . . . . . . . . . . . . . . . . 42
Los niños y deportes – Encontrar el equilibrio . . . . . . . . . . . . . . . 52
¿Etérico? ¿Astral? ¿Ego? Una visión esotérica
del ser humano y su valor en la educación del niño . . . . . . . . . . . 62
La pérdida del paraíso: El cambio a los nueve años . . . . . . . . . . . 78
Los cuatro temperamentos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87
Cómo vigilar su propio temperamento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 102
Un sendero moderno de meditación y desarrollo interior . . . . . . . 112

5
La educación de los ángeles
Un ángel desciende a la tierra, concebido y acogido en el vientre
de su madre. Es ahí donde este ser prepara las ropas de su nuevo
hogar, y de aquí en adelante, vestirá los pesados ropajes de un cuerpo
físico. Después de los meses que dura este proceso, este ser emerge a
un mundo sorprendente de luces brillantes, olores fuertes y sonidos
cacofónicos. Con ese primer soplo de aire terrestre, un visitante del
ser puro atemporal nace en la materia temporal de la tierra. Y con la
degustación de la leche materna, se inicia la formación de este ángel
que ahora llamamos niño. Pues es a través de esta dulce sustancia de la
leche donde el niño lleva por primera vez el mundo exterior dentro de
sí mismo. Entonces comienza el delicado proceso de negociación de
las necesidades de su nuevo cuerpo con los impulsos enrarecidos de su
naturaleza angelical, un proceso apoyado por alguien que ya es de este
mundo. Así como la madre se adapta al estilo de alimentación del niño
(que ya revela un atisbo de la personalidad del pequeño), así también
comienza la guía y la formación de un nuevo ser humano.
Durante los años siguientes, este niño o niña celestial asume
la doble ciudadanía de la tierra. Entonces surge la pregunta: ¿Cómo
podemos ayudar a esta niña en su viaje? ¿Cómo podemos honrar su
origen celestial a la vez que le preparamos para las vicisitudes y desafíos
de la vida en el mundo material? ¿Cómo cultivamos unas raíces fuertes y
ancladas en este mundo al mismo tiempo que protegemos las delicadas
alas que trajo consigo para este viaje? Preguntado de otra manera, la

6
pregunta sigue siendo: ¿cómo preparar a un niño para prosperar en
nuestro mundo de ritmo rápido, tecnológicamente sofisticado y
altamente competitivo respetando a la vez sus dones únicos, su destino
único, su llamada?
Una persona particularmente idónea para hacer frente a estas
preguntas fue el fundador de la educación Waldorf, Rudolf Steiner,
porque poseía el raro don de ser capaz de conocer claramente la realidad
de los dos mundos, temporal y espiritual, que el niño habita.
Steiner nació en 1861 en un pequeño pueblo en Croacia, en aquel
entonces, todavía era parte del Imperio Austro-Húngaro. Su padre
trabajaba para la red estatal de ferrocarriles. En aquellos tiempos, la
estación de tren con su oficina de telégrafo representaba la vanguardia
de la tecnología. Aquel niño con grandes dotes intelectuales estaba
fascinado por la ciencia y la tecnología. Su padre previó entonces un
futuro en las ciencias para su hijo mayor. Cuando Rudolf iba a comenzar
la escuela secundaria, su padre logró ser trasladado a un puesto cerca de
Viena, posibilitando así que su hijo asistiera una escuela mejor.
En su autobiografía, Steiner describe otro aspecto de sus
primeros años. Cuenta que siendo niño, ya tenía un don natural
para la clarividencia o visión espiritual. Experimentaba el encuentro
con parientes recientemente fallecidos, así como otros fenómenos
espirituales, pero en aquel el momento descubrió que no debía contar
muchoacercadeesto.Estasexperienciasleconmovieronprofundamente
y crearon las bases de su trabajo en el futuro.
Después de terminar la escuela secundaria, Steiner asistió a la
universidad científica en Viena, la Technische Hochschule,1
el MIT2
de Europa central en ese momento. Sus estudios lo prepararon para
________
1. Universidad técnica, en alemán en el original (Nota de la traductora).

7
convertirse en un profesor de nivel universitario de ciencias, aunque
su camino vital tomó otro rumbo. Su primer cargo importante fue en
Weimar donde fue invitado a editar las obras científicas del famoso
escritor y poeta alemán, Johann Wolfgang von Goethe. Steiner apreció
la visión de Goethe del elemento espiritual que yace dentro de la
naturaleza y encontró lo que sería una fuente de inspiración durante
toda su vida.
Durante sus siete años en Weimar, Steiner también terminó una
tesis doctoral en filosofía. Él había seguido lidiando con la polaridad de
la visión científica y espiritual de la realidad, y esta lucha culminó en
su escritura posterior de la que él consideraba su obra más importante,
La filosofía de la libertad. En este trabajo exploró cómo el pensamiento
intelectual es el primer paso hacia un pensamiento intensificado que es
capaz de penetrar la frontera en los reinos espirituales. Un ser humano
puede experimentar la libertad verdadera sólo en la claridad de
pensamiento que está inspirada no por el reino instintivo de nuestros
deseos y emociones terrenales, sino por intuiciones del espíritu. Steiner
utilizó estas ideas como base para toda su obra posterior práctica en las
artes, las ciencias y en los ámbitos social y económico. El campo por el
que es más conocido hoy en día, sin embargo, es el de la educación. En
él centró Steiner las cuestiones que hemos planteados anteriormente.
Estas preguntas son el eterno debate entre Naturaleza y
Educación. La reformulación se produce en la expansión del
significado de Naturaleza para incluir no sólo los aspectos hereditarios
del propio ser del niño, sino también su herencia espiritual. En los
________
2. Massachusetts Institute of Technology, Instituto tecnológico de
Massachusetts, universidad estadounidense de referencia mundial en
tecnología aplicada (Nota de la traductora).

8
capítulos que se presentan en este libro, comenzamos con el concepto
de “protección”. El niño en desarrollo desde el nacimiento hasta el final
de la edad adulta necesita la ayuda de los padres y maestros para formar
un círculo protector alrededor de las delicadas alas de su ser interior.
Esta protección tiene muchos aspectos. El niño obviamente necesita
ser resguardado de los elementos físicos para que físicamente pueda
florecer. Sin embargo, algunas de las características de la vida moderna
como el ritmo frenético, la visión del mundo materialista y el impacto
de las nuevas tecnologías, conllevan la introducción de nuevos peligros
que suponen un reto para el bienestar neurológico y emocional del
niño.
El niño encuentra su equilibrio en el mundo a través de la actividad
mágica del juego. Sin embargo, la vida moderna ha puesto obstáculos a
esta actividad arquetípica de los niños. Examinaremos la naturaleza del
juego y cómo las escuelas Waldorf buscan promover aquello que ayuda
al niño a crecer y, si es necesario, a sanar. También examinaremos cómo
los juguetes con los que rodeamos a los niños y la actividad deportiva a
la que les iniciamos pueden interferir con el sano instinto para el juego
en el niño.
Asimismo, la crianza y la educación de los niños no versa sólo
sobre los ángeles. También tenemos que hacer frente a los demonios.
En la segunda sección del libro vamos a explorar los desafíos de las
tres etapas diferenciadas de la infancia. Desde la perspectiva de los
“cuerpos” no físicos del niño, vamos a ver lo que sucede en estas etapas
de desarrollo y después continuaremos centrándonos en la transición
que se produce en la vida de un niño entre las edades de nueve y diez
años. También examinaremos el tema más buscado en los libros sobre
la crianza de los niños: la disciplina.

9
A continuación, exploraremos un aspecto de niños y adultos
que está conectado tanto a nuestra naturaleza espiritual y como a la
hereditaria: la de los temperamentos. El enfocarnos no sólo en el tipo
de personalidad de nuestros hijos, sino en el nuestro, es un ejercicio
que nos ayuda a poner los pies en la tierra.
Nos esforzamos por rodear a nuestros hijos de un círculo de
calidez, protección e influencias saludables. Todo esto les ofrece la
libertad para desplegar sus dones únicos, para encontrar su camino
especial. La construcción de este círculo nos requiere tomar decisiones
sabias y luego encontrar la fuerza y la perseverancia para llevarlas a
cabo, a pesar de las fuerzas en el mundo que no apoyan a los niños.
Encontramos parte de esta sabiduría y fortaleza a través del apoyo de
padres y profesores con ideas afines. No obstante, a veces nuestro círculo
también tiene que incluir a una comunidad más amplia de ángeles.
La conexión con la fuente de la creatividad humana y la inspiración
en el reino del espíritu es un principio básico de toda la obra de
Rudolf Steiner. En el capítulo final veremos cómo el desarrollo de esta
conexión es posible mediante el fomento de una práctica espiritual de
meditación. Las contribuciones pasadas, así como el futuro desarrollo de
la educación Waldorf dependen de que permanezcamos abiertos a esta
fuente de energía que sustenta la vida. Como padres, también podemos
completarnos haciendo de esta conexión una parte de nuestras vidas.

10
Abróchate el abrigo
Hay un saber popular que permanece vivo en la comunidad
Waldorf pero que cada vez se encuentra más descuidado en la sociedad
engeneral.Eselrelativoacomolosniños,endiferentesniveles,necesitan
ser protegidos. A los padres Waldorf se les anima a proteger a sus hijos
de los medios de comunicación y la tecnología, de la moda en ropa
para adolescentes y adultos y de la comida chatarra y de conveniencia
(por favor, que no haya demasiados dulces en la canasta que llevan a la
escuela).
Hay otra precaución que a menudo se descuida porque a muchos
les parece sin importancia. Sin embargo, en la parte alta de la lista de la
“sabiduría Waldorf” está el cuidado especial de mantener a los bebés y
a los niños físicamente abrigados.
El feto al nacer deja el ambiente totalmente protegido, cálido
y oscuro de la matriz. Se le empuja a un mundo relativamente frío,
lleno de luces deslumbrantes, sonidos fuertes y estímulos a menudo
caóticos. El recién nacido, expulsado del paraíso, necesita un período
de transición para acostumbrarse a su nuevo entorno. Así la madre,
instintivamente, mantiene a su bebé cerca de ella, envolviéndolo
físicamente en sus brazos. Al hacerlo, lo está envolviendo a un nivel más
sutil, dentro de su aura, dentro de la cubierta protectora de su energía
vital y de la calidez de su alma. Si tiene que dejar al bebé, necesita
envolverlo abrigado, cubrir su cabeza cómodamente con un gorro de
punto y dejarlo en un lugar cálido y seguro. Mantener abrigado a un

11
bebé es especialmente importante porque la capacidad de regular la
temperatura corporal todavía no se ha establecido. El recién nacido
tiene una cabeza muy grande en comparación con el resto del cuerpo.
Dado que la mayoría del calor corporal se pierde por la cabeza, es
crucial que la cabeza del bebé se cubra con un gorro de algodón, lana
o seda. El gorro también sirve para cubrir la tierna fontanela, ese lugar
en la parte superior del cráneo, donde los huesos aún no se han unido .
Protege también de los rayos directos del sol, que para el bebé también
pueden ser demasiado extremos.
Este envolver y cubrir al bebé, que tiene su paralelo con el niño
un poco más mayor, tiene un significado más allá del mero abrigo
físico. En muchas religiones existe la tradición de cubrirse la cabeza en
la iglesia o templo. Aquí está en juego la intuición de que proteger y
mantener la cabeza abrigada es mantener el alma “abrigada”, para evitar
que se endurezca y por lo tanto, que sea poco receptiva al espíritu. En el
niño, esta protección del “organismo de la calidez” sostiene el desarrollo
de la flexibilidad emocional y la fluidez. En un día cálido y soleado, la
madre puede sentir que el bebé no necesita cubrirse la cabeza, pero aún
así es importante para proteger al aún delicado bebé.
El recién nacido también debe ser protegido de una exposición
demasiado rápida a las luces brillantes, a la actividad y a la conmoción
del mundo cotidiano. Tradicionalmente, la madre observaba un
período de latencia, durante el cual ella y el niño permanecían en una
habitación con cortinas donde la luz era tenue y filtrada. Esto daba a los
ojos y al ser emocional del niño, tiempo para desarrollarse y ser capaz
de concentrarse (colocar una tela de seda de color rosa sobre la cuna
como un dosel puede ofrecer una protección similar.) Este período de
oscuridad y tranquilidad relativas por lo general duraba varias semanas,

12
cuarenta días en algunas culturas. Durante este período, la madre
descansaba y se unía con el niño con distracciones limitadas. Sólo los
familiares y amigos más cercanos venían de visita, y ni se planteaba
sacar fuera al bebé durante este tiempo tan sagrado.
¡Dista mucho de la situación actual! Ahora se ve un niño de dos
o tres días de edad, aturdido y vulnerable, desfilando alrededor de la
oficina o en un carrito debajo del brillo de las luces fluorescentes en un
centro comercial ruidoso. Hemos olvidado y perdido en gran parte la
vieja práctica de cobijar a los recién nacidos.
Afortunadamente muchas madres hoy conservan aún un sentido
intuitivo de que el recién nacido debe ser protegido del frío, de las
inclemencias del sol de verano, y de la sobreestimulación sensorial. Sin
embargo, pocos se dan cuenta de cuánto tiempo este “gesto de la matriz”
sigue siendo una necesidad importante para el niño, especialmente en
lo que se refiere al aspecto del cobijo.
La calidez y el niño en crecimiento
A medida que el niño madura, el cuerpo tiene una cantidad finita
de energía que utilizará para su crecimiento, tanto para el crecimiento
del cuerpo como un todo como para el desarrollo del cerebro y órganos
internos. Mantener el cuerpo caliente permite que la mayor parte de
esta energía pueda dedicarse a este cometido. Cuando el niño no está
lo suficientemente abrigado, su desarrollo puede estar comprometido
debido a que la fuerza para el crecimiento se consume tratando de
mantener el calor. Prestar especial atención en mantener a Pepito con el
gorro puesto, la bufanda enrollada y el abrigo abrochado es importante
para algo más que solo defenderse de los resfriados. Esto permite al niño
dedicar todas las energías disponibles para su crecimiento y desarrollo

13
saludables. Aunque los gorros estén o no de moda en este momento,
el niño en desarrollo debe usar uno, y si no, al menos mantenerse
abrigado.
Algunos pediatras aconsejan que debe vestirse al niño con tantas
capas como usted mismo necesita. El problema de esto es que los
adultos tienen un control mucho mayor de la temperatura del corporal
y a menudo más grasa corporal almacenada. Un niño tiende a ser más
como un anciano, que pasa por una “segunda infancia” y que ya no
retiene el calor corporal. La diferencia, sin embargo, es que un niño o
niña puede estar poniéndose azul o estar castañeteando los dientes por
el frío sin siquiera darse cuenta de que tiene frío.
El temperamento es también un factor que debe tenerse en cuenta.
El padre colérico a menudo puede ser menos sensible a la temperatura
mientras el niño melancólico tiene una necesidad mayor de capas de
abrigo adicionales, tanto para calentar su cuerpo y abrigar a menudo
parco caparazón, como para servir de amortiguador a estos niños que
con frecuencia son ansiosos y extremadamente sensibles, como una
capa de seguridad entre ellos y el mundo. Los niños hasta la edad de
trece o catorce años se pueden beneficiar, sobre todo en sus momentos
más vulnerables, de una capa adicional de ropa. No es casualidad que
hablamos del cuidado amoroso que damos a los demás como calidez,
como calor humano.
Tres arriba y dos abajo
Una helada mañana de marzo de Nueva Inglaterra mientras
llevaba a mis hijos a la escuela, uno de sus compañeros de clase se
quitó el abrigo de invierno para revelar que ¡todo lo que llevaba debajo
era una camiseta! Cuando la puerta se abrió de nuevo dejando paso

14
a la consiguiente explosión escalofriante de viento, me estremecí
interiormente, a pesar de que este pequeño no parecía darse cuenta
de nada. A continuación, una niña de siete años de edad, entró con la
falda más pequeña y delgada de todas, con las piernas desnudas y una
fina chaqueta desabrochada, ¡brrr!
Un médico de la escuela Waldorf recomienda que cuando la
temperatura está por debajo de 15 grados Celsius, todos los niños deben
usar, además de sus abrigos, al menos tres capas de ropa por encima y
dos abajo. Todas las capas, sin embargo, no se crean igual. Los europeos
han preferido siempre llevar lana como una de esas capas, especialmente
cuando se trata de ropa interior, por considerarla superior al resto de
tejidos para producir calor. Así, lo más óptimo sería que un niño use
ropa interior de algodón, seguido de una prenda de ropa interior de
lana (o mallas) y después pantalones o falda gruesos y una camisa. En
días muy fríos, sobre todo si es un niño o niña muy delgada o delicada,
se pueden usar también un chaleco o un suéter de lana. Los calcetines
y gorros deben ser de lana.
¿Qué tiene de especial la lana?, puede preguntarse. No suele estar
disponible en las tiendas locales, puede requerir un cuidado especial
en el lavado y secado, etc. Sin embargo, la lana es un tejido increíble.
Puede absorber hasta un treinta por ciento de su propio peso en
humedad sin que se sienta húmeda. Además, expulsa la humedad de la
piel y la aísla cuando está mojada. Por tanto, un niño con calcetines de
lana mojada todavía tendrá los pies calientes. El tejido Duofold, que
está ampliamente disponible y que tiene una capa interior de algodón
y otra exterior de lana, es una excelente opción.
Los tejidos sintéticos como el polipropileno y el forro polar de
poliéster tienen algunas de las características de la lana, pero tienen

15
un impacto negativo en el medio ambiente en su fabricación y
eliminación. También los tejidos artificiales (el polar está hecho de
botellas de plástico recicladas), carecen del atractivo estético natural
de la lana. Tienen un tacto peculiar y “antinatural”. En el nivel más
sutil pueden ser perjudiciales para el desarrollo de los sentidos del
niño (ver el capítulo “Perdiendo nuestros sentidos”). En la visión
totalmente no científica pero quizás profundamente intuitiva de una
terapeuta artística, “el tejido polar está muerto del todo, es portador
de vibraciones muertas ¡y no es el tejido en el que envolver al bebé, si
puede evitarlo!” Y la mayoría de nosotros lo puede evitar.
La imagen arquetípica de la Madonna envuelta en una túnica,
sosteniendo, envolviendo y protegiendo a su niño pequeño es una
imagen que todos tenemos que conservar y promover a medida que
avanzamos en nuestras propias no tan arquetípicas vidas. Mantener a
nuestros niños bien abrigados y calientes de pies a cabeza a veces es una
lucha, pero una parte muy importante de esta imagen. En palabras de
una canción popular de la década de 1940 :
Abróchate el abrigo ,
Está comenzando a helar ;
Cuídate bien,
Tú me perteneces ...

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Perdiendo nuestros sentidos
Cuando se le preguntó al actor Tony Danza sobre su visión de la
crianza de los hijos, respondió:
Contenga la marea. Mantenga a sus hijos en estado de
inocencia tanto como sea posible. Es como un dique y
usted tiene los dedos de las manos y de los pies en los
agujeros, conteniendo una inundación interminable de
información inapropiada.
La preocupación de Danza por sus dos hijas pequeñas hace eco de
los sentimientos de muchos padres de hoy en día.Tenemos que proteger
a nuestros hijos físicamente en un mundo cada vez más violento.
Pero también tenemos que protegerlos emocional y psicológicamente
del peligro de crecer demasiado pronto. Tenemos que protegerlos
de material de desarrollo inadecuado, desde el lenguaje adulto a la
sexualidad, la moda y los medios de comunicación. Nuestros hijos
están en peligro de perder prematuramente su infancia. Pero quizás
hay otro peligro mayor. Nuestros niños están en riesgo de perder sus
propios sentidos de percepción.
La Asociación de Psicología Racional (Gesellschaft fur Rationelle
Psychologic3
o GRP) en Múnich, Alemania, ha estado llevando a cabo
________
3. En alemán en el original (Nota de la traductora).

17
una investigación durante varias décadas sobre el procesamiento de
los estímulos en el cerebro y las emociones. Unos cuatro mil sujetos
han sido objeto de estudio. Hace unos veinte años, los investigadores
comenzaron a notar un fenómeno sorprendente: la receptividad de los
sentidos del olfato y el gusto se estaban deteriorando significativamente.
Según el psicólogo Henner Ertel:
El cerebro había establecido un nuevo umbral de
sensación, por así decirlo, y se negó a reconocer las
sensaciones por debajo de este nuevo límite, sensaciones
que se habrían aceptado incondicionalmente antes.
Esta tendencia al parecer aún no era considerada notable hasta la
década de 1980, cuando el deterioro de los otros sentidos comenzó a
ser evidente. Ertel informó con preocupación:
De repente, todos los sentidos se habían deteriorado. El
cerebro se negó a dar curso a una proporción significativa
de los estímulos. Se estaba haciendo más y más difícil
estimular los centros correspondientes de la corteza
cerebral.
Aún así, el equipo de investigación de la GRP no se alarmó. Al
parecer, el cerebro se encontraba en proceso de transformación. Con el
fin de reaccionar, se necesita ahora un aluvión de estímulos que antes
de 1949 habrían puesto a una persona en estado de conmoción. El
cerebro estaba, sin duda, tratando de adaptarse al ritmo, al estrés y a la
intensidad de la era tecnológica.

18
Esta tendencia, sin embargo, no ha dejado de acelerarse. Lo que
finalmente alarmó al equipo de la GRP fue la constatación de que la
sensibilidad del cerebro a los estímulos está disminuyendo actualmente
a un ritmo de uno por ciento al año. Las sensaciones sutiles y delicadas
son simplemente filtradas. En su lugar, sólo las “emociones brutales”,
como se denominan los estímulos especialmente fuertes, provocan
alguna respuesta.
Una serie de estudios muestra que la información óptica está
siendo procesada por este “cerebro nuevo” sin ser evaluada. Cuando
a un grupo de adultos se mostraron los llamados “videos Flesher”, en
los que hay personas desmembradas o mutiladas, su experiencia fue de
asco y repugnancia. La mayoría de los sujetos no pudieron acabar de
ver la película. Sin embargo, a las personas más jóvenes a las que se les
mostró el mismo vídeo, miraban sin emoción y estaban preocupados
sólo si la trama era interesante o no.
Otros estudios de la GRP indican que la capacidad de distinguir
sonidos también está disminuyendo. Hace dieciséis años, el alemán
promedio podía distinguir 300 mil sonidos, mientras que hoy esa cifra
es de sólo 180 mil. Para muchos niños el número es sólo de 100 mil.
Esto es suficiente para el rap o la música pop, pero no para la música
clásica, que incluye sonidos mucho más sutiles. Esta disminución en la
sensibilidad auditiva puede ser una razón importante que explique la
disminución del interés en la música clásica.
El sentido del olfato también se está deteriorando y puede dar
cuenta de los cambios en las preferencias olfativas. En la Alemania
rural, las proposiciones de matrimonio se hacían a menudo debajo
de fragantes castaños en flor. Hoy en día la mayoría de los jóvenes
consideran esta fragancia repulsiva.

19
Acompañando a esta disminución de la sensibilidad a los
estímulos sensoriales hay una disminución del placer derivado de
experiencias mundanas cotidianas. En 1971, los investigadores de la
GRP comenzaron a estudiar el disfrute que las personas experimentan
con ciertos alimentos. Prepararon un conjunto de alimentos básicos:
pan, pescado, pomelo, café, etc., y se pidió a los sujetos que evaluasen el
valor de disfrute de cada alimento. Repetida a intervalos de cinco años,
este estudio en curso ha demostrado que las valoraciones del disfrute
se han movido constantemente a la baja. Los investigadores señalan
que, en el caso de las mujeres, la caída no fue tan grande como con los
hombres y que los menores de cuarenta mostraron años mostraron una
mayor disminución que los mayores de cuarenta. Los únicos productos
que ahora proporcionan más placer que antes son la cerveza y las aguas
minerales. La tendencia general, sin embargo, es que el umbral de la
sensibilidad y el placer ha aumentado. Nada parece que sabe tan bien
como solía hacerlo.
Los investigadores de la GRP consideran que durante los últimos
veinticinco años, el cerebro del individuo promedio ha experimentado
cambios significativos en su organización. La disminución de la
sensibilidad a los estímulos sensoriales implica que los estímulos se están
procesando de una forma diferente. Los investigadores conjeturan que
hay menos cruces inter-neuronales o redes en el cerebro, por lo tanto, los
estímulos principalmente ópticos van directamente al centro óptico sin
necesidad de activar otros centros sensoriales o emocionales. Así, el ser
humano puede observar estímulos muy potentes que son discordantes,
sin sentido o contradictorios, sin que ello le haga sentirse molesto. El
investigador de tendencias Gert Gerken ha etiquetado este fenómeno
como “la nueva indiferencia”. La investigadora de rehabilitación

20
de drogadicciones, Felicitas Vogt, destacando este umbral más alto
necesario para obtener satisfacción, acuñó el término “turbo-cerebro”.
Los investigadores de la GRP utilizan el término más conservador “el
nuevo cerebro”.
Uno puede, por supuesto, responder a este fenómeno con la
pregunta: ¿Y qué? El cerebro ahora ha establecido el nuevo nivel en el
que reacciona. Probablemente esto ha sucedido en la historia en otras
ocasiones cuando se han producido grandes cambios. ¿No es esto sólo
la forma del cerebro de adaptarse a las realidades de un mundo nuevo,
a nuestra forma de vida moderna? Nuestro mundo actual está lleno
de estímulos poderosos y emocionantes, y para hacerles frente hemos
perdido la sensibilidad a las impresiones sutiles al final del espectro. ¿Es
esto necesariamente malo?
Obviamente, hemos cambiado. La velocidad y la intensidad de
nuestro tiempo han embotado la sensibilidad de todos. Los niños y
jóvenes se han visto particularmente afectados. La música alta, las
películas violentas, juegos de ordenador rápidos, colores estridentes y
potentes fármacos están reduciendo nuestra sensibilidad a los estímulos,
por lo que son necesarios la música más alta, juegos de ordenador más
rápidos y absorbentes, colores más estridentes, drogas legales e ilegales
más potentes, para captar y mantener la atención, el interés y para
estimularnos. Sin esta sobreestimulación estamos en peligro de no
sentir nada en absoluto.
El mundo en que vivimos es complejo y sutil. No se puede
comprender plenamente por medio de palabras, números o razón.
Podemos empezar a comprenderlo verdaderamente sólo a través de
las capacidades del alma que involucran la calma, la sensibilidad y
el refinamiento. Tradicionalmente estas capacidades se inculcaban

21
mediante la observación y el contacto con las bellezas sutiles del mundo
natural y a través de la práctica de las artes. Antes consideradas como las
más preciadas de las capacidades humanas, éstas están siendo subvertidas
y destruidas. El nuevo cerebro comienza a perder la conexión con todo
este reino. Incapaz de responder a estímulos sutiles, el cerebro debe ser
conmocionado. La delicadeza, la calma, la sensibilidad, son atributos
que no son aplicables al nuevo cerebro.
El aburrimiento y la depresión aumentan. Debido a que las
“pequeñas cosas de la vida” ya no deleitan, y porque las percepciones
y sentimientos delicados y suaves son menos probables (dejando sólo
el sentimentalismo), el mundo percibido se vuelve cada vez más vacío,
cada vez menos capaz de estimular el interés. El mundo siempre debe
ser intensificado más radical y artificialmente con el fin de proporcionar
disfrute. Ertel estima que el nuevo cerebro se establecerá por completo
en Occidente en la primera mitad de este siglo. Este nuevo cerebro
tiene implicaciones peligrosas para el futuro cercano y lejano.
¿Qué podemos hacer para detener y quizás revertir esta inquietante
tendencia? ¿Qué podemos hacer para proteger y recuperar nuestra
propia sensibilidad y la de nuestros hijos hacia el mundo?
Hoy en día muchas están a nuestra disposición muchas técnicas
para el desarrollo de la “atención consciente”, así como prácticas de
meditación basadas en las diversas tradiciones religiosas. Éstas pueden
ser una gran ayuda para los adultos para “conservar sus sentidos”.
Mientras el nuevo cerebro hará que sea aún más difícil sentarse y
practicar estos ejercicios, la variedad de técnicas, maestros y ayudas
(cintas de audio, tambores, etc.) hace posible que prácticamente todo
el mundo encuentre alguna técnica que le sea apropiada y útil.

22
La solución para nuestros niños tiene que tomar otro camino, ya
que la verdadera meditación no es posible hasta la edad adulta. Aquí les
presentamos sugerencias que puede utilizar con sus hijos y con usted
mismo.
1. Desconéctese. Mantenga la vida de su hijo libre de televisión,
videos, juegos de ordenador, y películas hasta cierta edad, y aún
después, sea muy cuidadoso acerca de qué y cuánto experimentan.
Para la mayoría de las familias se trata de una recomendación
sumamenteradical,porquesomosadictosalosmediosdecomunicación.
La justificación que se oye con frecuencia es que hay muchos programas
educativos en la televisión y que los ordenadores pueden fomentar el
aprendizaje, que es algo así como oír a un alcohólico citando los aspectos
nutricionales de la cerveza. El contenido es sólo una pequeña parte
del problema con los medios de comunicación electrónicos. Para los
adultos jóvenes, la exploración de las posibilidades de los medios y los
ordenadores puede ser deseable, pero en los años de formación cuando
el cerebro se está desarrollando esto es un anatema. La investigación
reciente muestra claramente que un niño expuesto a tales medios no
se desarrolla neurológicamente de una manera normal y saludable.
Hay excelentes libros sobre este tema, por ejemplo, el libro escrito por
Jerry Mander, Cuatro razones para la eliminación de la televisión (Four
Arguments for the Elimination of Television), o el libro de Jane Healy:
¿Por qué nuestros niños no pueden pensar y qué podemos hacer al respecto?
(Endangered Minds: Why Our Children Can’t Think and What We Can
Do About It).

23
2. Reduzca la velocidad de su estilo de vida y conceda a la vida
familiar el tiempo que necesita y merece.
El concepto de “tiempo de calidad” ha sido desacreditado durante
mucho tiempo. Ahora tenemos cada vez más claro que en la vida familiar
la “cantidad de tiempo” es crucial. Necesitamos pasar más tiempo con
nuestros hijos de una manera regular y consistente, sin prisas. Tenemos
que sentarnos a cenar en familia todos los días (y estar después en la
mesa), pasar tiempo en tardes de relax y hacer cosas juntos, salir a
hacer excursiones con la familia de fin de semana, y así sucesivamente.
El libro de Jon Kabat-Zinn, Crianza consciente (Mindful Parenting),
incluye ideas útiles en este sentido
3. Ofrezca a su hijo regularmente experiencias en la naturaleza.
Encuentre un lugar para la naturaleza en su vida familiar. Esto
significa actividades regulares y frecuentes al aire libre para usted y
su hijo. Saque a su niño del cochecito para que pasee; juegue al aire
libre con su hijo, llueva o truene; practique senderismo, piragüismo,
y vaya de acampada con su hijo mayor. Traiga la naturaleza dentro de
su casa con una mesa que celebre la nueva estación como las que se
encuentran en los salones de clase de las escuelas Waldorf, donde se
colocan elementos que representan las cualidades especiales de la nueva
estación. Utilice los ramos de flores, ramas y hierbas para decorar su
casa. Cultive un jardín o tenga plantas de interior. Tenga una mascota.
4. Lleve las artes a su casa, y hágalo sin la ayuda de la electrónica.
Todos los estudiantes de primaria Waldorf primer grado aprenden
a tocar la flauta dulce, pero los padres, hasta aquellos que no tienen
experiencia musical, también pueden aprender a tocar este hermoso

24
instrumento. Los conciertos familiares espontáneos que pueden tener
lugar proporcionarán preciados recuerdos para toda la vida. Canten
todos los días, de ser posible sin la radio o acompañamiento grabado.
Pinten, dibujen y modelen con cera de abejas o arcilla con los más
pequeños y los más mayores también. Tome clases de arte, danza, o
incluso euritmia usted misma. Tenga obras de arte en sus paredes, lleve
a la familia a conciertos de música clásica y otros conciertos acústicos,
espectáculos de danza y museos.
Los que han leído algún libro de los más vendidos en torno a la
vida del alma, libros de Thomas Moore, Robert Sardello y otros, pueden
estar familiarizados con algunas de estas sugerencias. Para recuperar la
cordura, la ecuanimidad y el sentido de plenitud en la vida, lo que
se ha denominado “alma”, implica un compromiso con la creación y
la protección de un espacio sagrado en nuestras vidas. Tenemos que
trabajar en “llegar a nuestros sentidos”, mientras aún lo tenemos.
Para un informe más detallado (en inglés) sobre la labor de la
GRP, consulte el artículo “Research into Changes in Brain Formation”
(Investigación sobre los cambios en la formación del cerebro), de
Michael Kneissle en el Research Bulletin (Boletín de Investigación) del
Instituto de Investigación en Educación Waldorf (Research Institute for
Waldorf Education, RIWE), junio de 1997.

25
Cómo dominar el monstruo de los
medios de comunicación
Hay una sensación cálida y alegre en la sala, la primera reunión
del año de los padres de los niños de guardería. Compartir historias
acerca de los pequeños provoca risas, y cuando el maestro reflexiona
sobre el gran paso que es enviar a los más pequeños a la escuela por
primera vez, hay alguna que otra lágrima agridulce. Después de un
severo minisermón sobre los piojos del pelo y alguna que otra risa más
sobre lo que los padres tienden a olvidar de poner por las mañanas, la
señora Jeffers respira hondo y continúa: “Y ahora me gustaría hablar
de otra política aquí en la escuela Waldorf, de la que todos ustedes han
oído hablar durante su entrevista de entrada, pero que es objeto de
controversia para algunos: la política de la escuela sobre la televisión y
los medios de comunicación”.
De repente, la sala se queda en un silencio tenso. Es como si un
viento ártico hubiese cortado repentinamente el ambiente cálido que
haceunosmomentoshabíallenadoelespacio.Algunospadrescruzansus
piernas o brazos, otros empiezan a retorcerse en sus asientos. La señora
Jeffers también está incómoda. El cambio repentino en la habitación es
evidente para ella también, aunque no inesperado. Sin embargo, sigue
adelante con convicción, relatando por propia experiencia la diferencia
entre los niños expuestos a los medios de comunicación y los que no
lo están. También cita los hallazgos de investigación crítica sobre la
televisión y el ordenador utilizado por niños y reparte reimpresiones de

26
artículos y estudios realizados por autoridades en la materia. Concluye
recomendando enérgicamente que los padres protejan a sus hijos de
la exposición a los medios de comunicación, en otras palabras, ni
televisión, ni videos, ni videojuegos, ni actividades en el ordenador de
cualquier índole.
Pero el buen ambiente del día ya se ha estropeado, al igual que
todos los años, cuando se trata este tema. Algunos padres tienen la
sensación de que la política de la escuela es extrema. Otros sienten que,
de alguna manera, su experiencia y compromiso como padres se están
cuestionando, ya que no están de acuerdo con esta ideología Waldorf.
“¿Por qué la maestra llegó a insinuar que si un niño habla de Plaza
Sésamo o canta melodías de una película de Disney se convocará una
reunión con los padres? Dios mío, ¿es esto una especie de Inquisición?
Otros padres que movían la cabeza en señal de aprobación en el
momento de la presentación de la maestra también se sentían molestos.
Se han indignado al ver que otros padres amenazan lo que es tal vez su
propio objetivo principal al venir a una escuela Waldorf, el de proteger
a sus niños de la cultura (¡si esa es de hecho la palabra correcta!) de la
televisión. Estos padres buscan para sus hijos un entorno caracterizado
por el juego libre y espontáneo, juegos sanos, historias y canciones, un
entorno libre de medios de comunicación desagradables, de lenguaje
vulgar, de imágenes violentas y de mal gusto, de la jerga adolescente y
lo “guay” de la llamada programación infantil. Tienen la esperanza de
que la comunidad escolar está de acuerdo con las normas que protegen
el mágico período que va desde los tres a los doce años.
La maestra vuelve a casa frustrada por el parco apoyo que ha
tenido por parte de algunas familias en esta materia. Ella ha sido testigo
de cómo los medios pueden ser perjudiciales para el delicado desarrollo
de los niños pequeños. Sin embargo, estos cuidadosos padres se cierran

27
cuando el tema de los medios de comunicación aparece. Desearía que
hubiera una manera de ayudarles a comprender.
La sociedad de los medios
Para los padres que nunca han puesto en tela de juicio el uso de los
medios de comunicación en su familia, la idea de una prohibición de
estos medios en el hogar puede parecer extrema. Esto es especialmente
cierto si ya están acostumbrados a utilizar la televisión y el DVD para
mantener a los niños ocupados cuando quieren un momento de paz.
Un padre que se gana la vida trabajando con equipos informáticos o
medios de entretenimiento es probable que reaccione peor, ¿qué quiere
decir que no es bueno para mi hijo?
Casi todos los padres de hoy han crecido con la televisión. Por
supuesto, el contenido de la programación televisiva ha cambiado,
la cantidad que ven los niños se ha incrementado, y la llegada de los
DVD, grabadoras y computadoras han echado más leña al fuego. Los
estudios demuestran que los padres que nacieron después de 1965
tienden a permitir a sus hijos una mayor exposición a los medios de
comunicación que los padres nacidos antes, presumiblemente porque
asocian ver la televisión con una acogedora y cálida vida familiar. La
televisión y progresivamente el ordenador cada vez más tienden a ser,
como el perro de la casa, las partes necesarias de un hogar. Por supuesto,
todo el mundo entiende la moderación, por lo que limitar la exposición
a de los medios de comunicación a un par de horas por la noche parece
una petición razonable. ¿Pero eliminarlo por completo? ¡Hey!
Rudolf Steiner jamás tuvo la experiencia de la televisión, pero
sí sabía acerca de las películas mudas populares en la primera parte
del siglo XX. Steiner reconoció el potencial del medio como una
nueva forma de arte y se dio cuenta de que el entretenimiento de base

28
tecnológica se desarrollaría y se propagaría. Pero era consciente de sus
efectos negativos y tenía serias reservas sobre tal entretenimiento. En
una conversación con un diseñador de escenarios de la época, Steiner
advirtió que la película corrompe la relación de la gente con el tiempo
y el espacio y echa a perder su capacidad de tener una imaginación
real. Por estas razones, le preocupaba incluso que los adultos que viesen
demasiadas películas.
Durante décadas, los educadores Waldorf se han opuesto a
todo uso de los medios por parte de los niños, especialmente niños
pequeños, pero comunicar esto a los padres es más difícil que nunca.
La situación es análoga tal vez respecto a la situación del consumo de
tabaco en los sesenta. La sociedad en conjunto aceptaba la actividad de
fumar como benigna, y a las pocas personas que advirtieron sobre los
posibles efectos negativos que podía tener, se las consideró alarmistas y
fanáticas de la salud. ¡Incluso hubo estudios científicos (pagados por la
industria del tabaco) que propugnaban algunas ventajas del consumo
de cigarrillos!
Afortunadamente, los investigadores médicos y psicológicos
comparten las mismas preocupaciones que los maestros Waldorf. Un
flujo constante de investigación ha indicado los efectos nocivos de la
exposiciónalosmediosenelniñoyeladulto.Lasconsecuenciasnegativas
son la obesidad, el deterioro del desarrollo neurológico, aumento de
la agresividad, la desensibilización a la violencia, la exacerbación de
estereotipos masculino/femenino, una deformación del sentido de
la realidad del niño, y la susceptibilidad a la comercialización y el
materialismo, todo en un par de horas al día de “tiempo de pantalla”.
Al ir aumentando las pruebas, incluso la conservadora Academia
Americana de Pediatría ha pedido a sus miembros que investiguen
cuánto tiempo están viendo medios de comunicación los niños que

29
tratan. Además, la Academia emitió una declaración de principios
instando a que los niños menores de dos años de edad no se les permita
ver televisión en absoluto y la recomendación de que ningún niño de
cualquier edad tenga un televisor en su propia habitación o verla más
de dos horas al día. Algunos pediatras consideran que esta posición
debe ser aún más enérgica y esperan que, con más investigación, la edad
en la que se considera seguro para un niño a ver la televisión, videos ,
etc. subirá. Puede verse como se está gestando una batalla que puede
llegar a eclipsar la lucha actual que rodea a la industria del tabaco.
Mientras que el consumo de tabaco hace que mucha gente muera antes
de tiempo, los efectos de la exposición a los medios son más sutiles.
Éstos incluyen el fracaso de los niños en realizar su pleno potencial
como seres humanos productivos y felices.
La investigación que más ha influido en los pediatras muestra
que los bebés y los niños pequeños necesitan interacciones directas
casi constantes con los padres y otros cuidadores. Estos son necesarios
para el crecimiento saludable del cerebro y el desarrollo de habilidades
sociales, emocionales y cognitivas apropiadas. A medida que el niño
crece, la interacción directa y práctica con otros seres humanos, con el
medio ambiente y con la naturaleza son críticos. Y son precisamente
estas interacciones, necesarias en los bebés y en la primera infancia, las
que no se producen cuando los niños están inmersos en la actividad
antinatural de permanecer sentados y viendo señales electrónicas.
Para los maestros Waldorf, sin embargo, la preocupación por el
uso de medios no se basa tanto en los estudios científicos sino en su
propia experiencia de ver la diferencia entre los niños expuestos a los
medios de comunicación y los no expuestos. Celia Riahi, una maestra
de preescolar Waldorf con muchos años de experiencia, dice que puede
reconocer a los “niños de los medios de comunicación” en su clase

30
por sus movimientos caóticos y mecánicos y los sonidos que hacen, a
imitación de lo que han visto en la televisión. El juego de estos niños
se ve afectado. Tienden a quedarse atorados en una línea de un guión
o de obsesionarse con un solo personaje, por lo general, un personaje
de televisión. Para el especialista en preescolar tal comportamiento no
presagia nada bueno para el desarrollo posterior.
Muchos maestros Waldorf creen que permitir que un niño esté
expuesto a los medios de comunicación socava lo que están tratando
de lograr en el aula. La pedagogía Waldorf se basa en gran medida en
la capacidad de los niños para escuchar, observar y absorber lo que
el profesor está diciendo y haciendo y también para responder con
sensibilidad a los estímulos artísticos. La visualización de medios de
comunicación acorta la capacidad de atención y embota la sensibilidad
sensorial. Aquí no sólo la actividad de visualización, sino también
la de escuchar la voz y la música reproducidas electrónicamente y la
música es problemática. Así, la incapacidad de los padres de eliminar la
exposición a los de medios es un problema importante.
Decir adiós a un viejo amigo
La médica suiza Elisabeth Kübler-Ross es conocida por sus
investigaciones con pacientes con enfermedades terminales. Descubrió
que tanto los pacientes como sus familias pasan por una serie de pasos
para hacer frente a la crisis de la muerte inminente. Cada etapa debe
ser atravesada y trascendida si el paciente y la familia si quieren estar en
paz antes del final. Si se quedan atascadas en alguna parte del proceso,
no habrá resolución a pesar de que se producirá la muerte. Estas etapas
se refieren no sólo a la pérdida que se produce en la muerte, sino a
cualquier cambio vital traumático.

31
A las familias que buscan tragar la que parece la amarga píldora de
desenchufarse de la estimulación mediática les espera un viaje similar a
través de las etapas de la negación, la negociación, la ira y la depresión.
En cada etapa se dan ciertos comentarios típicos:
Negación
“La televisión no es un problema en nuestra casa. Nuestros niños
nunca la ven ... bueno, quizás de vez en cuando. Sólo un poco durante
la semana y los fines de semana tal vez un poco más”.
“Todas las escuelas públicas tienen cada vez más ordenadores, por
lo que debe ser lo mejor para mantener a nuestros niños por delante. Me
encanta la escuela Waldorf, pero a veces estos maestros son demasiado
anticuados”.
Negociación
“¿Qué tal si me limito a un vídeo los fines de semana y les doy un
poco más de libertad durante las vacaciones ?”
Ira
“Que los maestros vengan aquí un día de lluvia y me digan que
hago con mis dos hijos”.
“¿Es que esperan que deje de ver la televisión, que es la única
forma que tengo de desconectarme, sólo para que los niños no la vean?”
Depresión
“Me siento tan triste. ¿Cómo puedo dejar que esos maestros
Waldorf me hagan sentir estúpido e inferior y que ya he estropeado a
mis hijos por lo que les he dejado ver?”

32
“No puedo quitarles la televisión y el ordenador a los niños.
Me van a odiar y pensarán que soy una madre horrible. Además, yo
nunca podría cocinar la cena si no tienen puesto un DVD o algo para
mantenerlos ocupados”.
Una mirada objetiva a la creciente evidencia de los efectos nocivos
de los medios de comunicación en el niño en crecimiento debería
causar que un padre o madre responsable recapacitara sobre el uso de
los medios de comunicación. De hecho, probablemente casi todos
los padres Waldorf tratan de recortar la exposición a los medios de
comunicación en el hogar. Pero se quedan atascados en una de estas
etapas o se vienen abajo ante la presión de los hijos, parientes y amigos.
Aguantar contra la obsesión de la sociedad es difícil. Además, se trata
de tiempo y energía para encontrar cosas interesantes qué hacer para un
niño y para un padre con su hijo. También se han de hacer concesiones
en torno al propio espacio y tiempo de los padres.
Hay padres que consiguen proteger al niño de los medios de
comunicación. La pregunta que surge es cuánto tiempo debe continuar
esta protección. Entre los maestros Waldorf, las respuestas a esta
pregunta reflejan un continuum que va desde una posición purista,
que para algunos es poco práctica y difícilmente aplicable, hasta ciertos
niveles de concesión respecto a lo que se considera ya como una fuerza
imparable de la cultura mediática. Casi todos los profesores coinciden
en que no debe verse ningún medio en absoluto antes de los siete años.
Algunos consideran que antes de los nueve. Muchos están dispuestos a
tolerar el uso racional de la televisión entre las edades de nueve y doce
años, siempre que los padres seleccionen los programas y, a ser posible,
vean la televisión con sus hijos. Uno de los padres que conozco le gusta

33
organizar una noche de películas el sábado viendo viejos clásicos con
sus hijos con edades comprendidas entre los diez a los dieciséis (siempre
es complicado saber qué hacer cuando tienes hijos mayores que son lo
suficientemente maduros como para hacer cosas que sus hermanos más
jóvenes no pueden aún). Muchos profesores consideran que después del
inicio de la adolescencia, alrededor de los trece años de edad, el joven
debe tener la libertad en este tema, pero dejándose guiar aún por los
padres. Las diferencias individuales deben tenerse en cuenta. Para un
niño muy sensible de nueve o diez años, o más, las películas familiares
clásicas, incluso relativamente benignas como El mago de Oz o Sonrisas
y lágrimas (The Sound of Music) pueden resultar ser aterradoras.
Los padres Waldorf que tienen problemas con la política de su
escuela acerca de los medios de comunicación y hacen concesiones
razonables tampoco deber verse superados por la culpa o el temor a
un desastre inminente. Hay muchas influencias sanas que actúan en la
vida del niño Waldorf.
Sin embargo, algo muy sutil puede verse comprometido en el
desarrollo del niño. Roberto Trostli es un maestro Waldorf y formador
de maestros Waldorf que ha dado clases en grados superiores. Y comenta
que de entre los estudiantes de octavo grado, puede decir cuáles todavía
tienen poca o ninguna exposición a los medios de comunicación. Son
los estudiantes con mayor capacidad para la imaginación. Son además
los estudiantes a los que les gusta iniciar proyectos y con más iniciativa.
Esta observación puede ser una razón más convincente para que
los padres tengan una mirada crítica a la cuestión de los medios de
comunicación.

34
El poder del juego
Todo lo que se hace en los jardines de infancia Waldorf es
jugar. Los niños no aprenden nada.
Esta visión común pero inexacta de los jardines de infancia
Waldorf apunta a una característica importante de la más temprana
educación infantil Waldorf: el énfasis en el juego. Aunque la mayoría
de los enfoques educativos actuales enfatizan el llamado “desarrollo de
habilidades” y la “preparación para la escuela” en los primeros años,
la educación Waldorf considera el juego imaginativo libre como la
actividad más importante del niño pequeño. Detrás de esto hay una
visión particular de la naturaleza y las necesidades de los niños pequeños,
una visión que está ganando el apoyo de psicólogos e investigadores.
El juego libre es un juego en el que el niño, solo o con otros niños,
utiliza objetos de su entorno inmediato, crea escenas imaginarias y
actúa en tramas imaginarias. Por ejemplo, una línea de sillas del jardín
de infancia puede convertirse en un autobús en el que los niños van de
viaje al campo, o un ladrillo puede convertirse en una excavadora que
se utiliza para crear una fila de “casas” en una caja de arena. El juego
libre es jugar sin la intromisión o la dirección de un adulto.
Hace tiempo que psicólogos y educadores han comprendido que
a través del juego el niño aprende una amplia gama de habilidades
cognitivas, sociales, físicas y lingüísticas. Este aprendizaje a través
del juego se prolonga desde los tres a los siete años de edad, pero en

35
muchos casos, el tiempo para el juego libre se está reduciendo de forma
constante, debido a las cada vez más ocupadas jornadas de los niños.
Es cada vez más común que un niño tenga el día constantemente
programado, desde la guardería al centro local, a ballet o clases de
violín Suzuki por nombrar sólo algunas de las opciones actualmente
más populares para niños en edad preescolar . Y lo que queda de tiempo
libre tiende a ser ocupado por la televisión, juegos de ordenador, DVD
o música grabada. Según un estudio de la Universidad de Michigan,
desde 1981 la parte de su tiempo que los niños pasan en el juego libre
ha disminuido de cuarenta a menos de un veinticinco por ciento.
En la escuela e incluso en casa, se ha hecho el esfuerzo sin fin
de dar al niño todas las facilidades posibles impulsando el aprendizaje
académico temprano y el desarrollo precoz de habilidades específicas,
estoapesardelhechodequelainvestigacióneducativanohaencontrado
pruebas de que tal programación de “enriquecimiento” ofrezca alguna
ventaja a largo plazo para la mayoría de los niños. Sólo los niños con
discapacidad o en entornos marginales, como los que se estudian en el
programa Head Start, se benefician claramente de esto.
Es interesante que María Montessori (1870-1952), fundadora del
movimiento educativo Montessori, comenzó su trabajo en Italia con
sólo estos dos grupos, primero con niños con retraso mental y después
con los niños de los barrios pobres de Roma. Se dio cuenta de que
los niños de estos dos grupos no estaban suficientemente estimulados
por sus entornos y que vivían demasiado en su fantasía. En su deseo
de enseñar a estos niños a “vivir en la tierra”, desarrolló un enfoque
específico basado en habilidades. Éste cuenta con un ambiente de
aprendizaje cuidadosamente preparado en el que los niños juegan o
manipulan apoyos educativos seleccionados, tales como tableros de

36
alfabeto o ábacos. La desconfianza de Montessori en torno al juego
libre se transfirió al método educativo que ellla generalizó para niños
normales. Este prejuicio contra el juego libre ha continuado hasta
nuestros días en un segmento del movimiento Montessori. En las
aulas pertenecientes a la American Montessori Internationale no hay
juguetes y hay pocos elementos para el juego creativo. En las escuelas
pertenecientes a la Sociedad Americana Montessori, rival de la anterior,
hay sin embargo una fractura respecto a la dirección de la fundadora en
este sentido y una apertura a la necesidad del juego libre de los niños.
Un artículo reciente de Psychology Today culpa a la visión puritana
de que la infancia debe ser corta y enfocada a que los niños a trabajen
lo antes posible, como una de las fuentes de los prejuicios contra el
juego libre. El artículo también cita la condena de Freud sobre el juego
como una actividad inaceptable en un mundo que debe ser dedicado
al trabajo o al amor.
En las últimas décadas, sin embargo, los investigadores han estado
estudiando cuidadosamente el papel del juego imaginativo en los años
preescolares. Están encontrando cada vez más pruebas que apoyan la
visión de Rudolf Steiner de que el juego es de hecho la herramienta más
adecuada para el aprendizaje preescolar.
Lo que los niños aprenden mediante el juego
Dos psicólogos, Jerome y Dorothy Singer han estado estudiando
“el juego de fantasía” por más de veinte años. Además de llevar a cabo su
propia investigación, han revisado toda la literatura sobre el juego y la
conclusión a la que han llegado es que la fluidez verbal, el pensamiento
creativo o divergente, y la capacidad de pensar, en general, se relacionan
directamente con la capacidad para el juego imaginativo.

37
Otra investigadora, Sandra Russ de la Universidad Case Western
Reserve, descubrió otros efectos beneficiosos del juego. Señaló que a
través del juego, el niño es capaz de afrontar sus experiencias pasivas
y trabajar sobre ellas una y otra vez hasta que puedan ser asimiladas o
digeridas. Esta es una función del juego utilizada por psicoterapeutas
infantiles en la terapia de juego o el trabajo en la bandeja de arena
junguiana, en la que al niño se le ayuda a procesar las experiencias
traumáticas a través del juego. Russ concluyó, sin embargo, que el
juego imaginativo es la herramienta que todos los niños utilizan para
aprender a lidiar con el estrés en la vida y que interferir en el sano
aprendizaje del juego en el niño, pone en peligro el desarrollo posterior
de la regulación emocional y las habilidades para afrontar el estrés.
La maestra de preescolar Waldorf , Elizabeth Moreland, de la
Escuela Hartsbrook en Massachusetts, hace eco de las conclusiones
de estos expertos. Ella explica que la posibilidad de jugar con toda la
atención posible e intensamente, es en sí misma una habilidad que el
niño debe desarrollar para que más tarde en la vida logre enfocarse y
concentrarse profundamente. En el juego libre, el niño desarrolla una
vívida conciencia imaginativa y luego transforma estas imágenes en el
hacer, en la acción, lo que desarrolla la voluntad. El contenido del juego
proviene del entorno y de los gestos, de la actividad física y del trabajo
de los adultos y de otros niños que el niño observa. Lo que la niña
experimenta y ve, lo incorpora después en su juego. El niño también
intenta en el juego imitar los sentimientos como la alegría, la ira y otras
expresiones emocionales que percibe de los padres y otros adultos. Este
es un primer paso importante hacia la comprensión y manejo de la vida
emocional. Por lo tanto, es vital que la niña o el niño tenga suficiente
tiempo, espacio y seguridad para el juego en su vida.

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El niño que no podía jugar
Debidoaqueeljuegolibreestancrucialparaeldesarrollosaludable
del niño, es preocupante cómo se está interrumpiendo o descuidando
este aspecto arquetípico de la infancia. La excesiva actividad de los
niños y el constante conducirlos un lado a otro han privado a los niños
de tiempo para jugar. Pero existen también otras presiones.
El maestro de preescolar Waldorf tiende a ser más bien un
conocedor del juego de los niños. El maestro es capaz de evaluar el
bienestar general de un niño nuevo en la clase a través de la observación
de su habilidad para jugar de forma independiente. Con los años, los
maestros han notado un aumento en la cantidad de niños que realmente
tienen dificultades para jugar por su cuenta cualquier cantidad de
tiempo. En algunos casos, incluso se han encontrado con niños de
cuatro y cinco años de edad que no saben jugar por su cuenta. ¡Imagina
que un niño que no pueda jugar!
Las conclusiones del doctor Stuart Brown son especialmente
impactantes en este aspecto. Se pidió a Brown que investigase los
antecedentes de un joven que hace algunos años disparó y mató a
diecinueve personas desde una torre en la Universidad de Texas en
Austin. Descubrió que el hombre tenía un historial de no haber jugado
en su infancia y adolescencia. Cuando Brown pasó a examinar la vida
de otros asesinos, se encontró con un tipo similar de privación en sus
primeros años. Por otro lado, cuando hizo un estudio de las personas
que habían sido galardonados con los famosos reconocimientos “Genio”
de la Fundación MacArthur, Brown descubrió, casi sin excepción, ricos
antecedentes de juego desde la niñez hasta la edad adulta. Después de
esto, contribuyó a la fundación del Instituto para el Juego en Carmel,
California, debido a su convicción de que el juego es esencial para el
desarrollo de personas sanas.

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Identificación de obstáculos para jugar
El maestro Waldorf trabaja terapéuticamente para apoyar, alentar
y proteger el delicado desarrollo del juego en los niños pequeños, para
que la multitud de habilidades de crecimiento derivadas del juego
y de lo lúdico estén disponibles para ellos. Los profesores también
trabajan con los padres para ayudarlos a comprender las influencias
que interfieren con el juego. Los principales son:
1. Los medios electrónicos
Evitan que los niños pequeños desarrollen sus propias imágenes
interiores. La creatividad posterior del niño depende del desarrollo
temprano de esta habilidad. En su lugar se llena al niño con imágenes de
fantasía artificiales, no con poca frecuencia, deformadas. En un estudio,
se observó y comprobó que hay juegos infantiles de “superhéroes” muy
poco originales y que giran constantemente en torno a la violencia.
Además, las imágenes electrónicas, tan diferentes de lo que el niño ve
y experimenta en su entorno inmediato y concreto, son difíciles de
asimilar y elaborar por el niño en su comprensión de la vida cotidiana.
En lugar de dar al niño una ventaja inicial, la formación en informática
preescolar y la “televisión educativa” impiden que el niño ejercite las
capacidades cerebrales y espirituales más importantes de esta etapa de la
vida. Afortunadamente, a menudo simplemente la eliminación de los
medios electrónicos de la vida de un niño es suficiente para restablecer
el juego sano.
Los juguetes electrónicos también presentan problemas para los
niños pequeños. También pueden ser abrumadores. Además, porque
son bastante fijos en lugar de abiertos, limitan el uso de la imaginación
de los niños. Para un niño que juega, un palo puede ser casi cualquier
cosa, pero un robot electrónico será siempre sólo un robot electrónico.

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2. La adultificación del niño
Representa un peligro especialmente en familias con un solo
hijo, en la que los padres son titulados universitarios. Un niño es, por
naturaleza, poco lógico y más inclinado hacia el instinto, y en un hogar
con un ambiente intelectual dominante, la necesidad del niño de ser
simplemente un niño puede no ser reconocida, no digamos satisfecha.
Cuando hay más niños en el hogar, los padres son más propensos a
rebajar las exigencias y tratar de entrar en el muy diferente estado
de conciencia de los niños y responder a sus necesidades reales. Por
supuesto, éste no es siempre el caso.
En un entorno orientado a los adultos, el niño es tratado como
otro adulto. Se le hacen muchas preguntas, especialmente acerca de lo
que quiere. Esto le da al niño demasiada responsabilidad, es demasiado
pronto para tomar decisiones, decisiones para las que carece aún de
la razón o el sentido moral para tomarlas. Además, el niño pequeño
es, de hecho, un pequeño ser soñador, al que se le dan demasiadas
explicaciones intelectuales o científicas acerca de cómo funcionan las
cosas. Esto sobrecarga al niño o la niña con hechos y conceptos que aún
no forman parte de su mundo y que no puede procesar. Por ejemplo,
es mucho más apropiado para explicar las fases de la luna a un niño
pequeño, pensar en un cuento que relate que una gran ballena se ha
comido la luna que darle una explicación científica de cómo funciona
realmente. El cuento anima y alienta la elaboración del proceso de
creación de imágenes (Ver el libro del psicólogo David Elkind, El niño
apresurado (The Hurried Child), para la discusión de otros aspectos de
la cuestión de la adultificación.)

41
3. Trauma emocional
En la mayoría de las culturas tradicionales, la costumbre es que
los padres no se peleen delante de los niños. La sabiduría de esto radica
en el hecho de que un niño necesita sentirse seguro y poder relajarse
para poder jugar de manera saludable. En un entorno que está cargado
de energía negativa, los niños se sienten agobiados. Algunos imitarán
los gritos y las peleas, mientras que otros (los más sensibles) se retirarán
y se volverán más pasivos. En ambos casos la capacidad para el juego
imaginativo sano disminuye e incluso puede desaparecer.
Situaciones más extremas, tales como el divorcio de los padres o
el abuso en la niñez pueden crear una interferencia de mayor duración.
El niño parece jugar, pero cuando se le observa de cerca, se observa que
tenderá a repetir una y otra vez los mismos temas, que nunca parecen
evolucionar o transformarse de la forma en la que el juego sano hace y
que debería hacer. A veces estas situaciones no se pueden evitar, pero
las tensiones que se imponen a los niños deben ser reconocidas como
lo que son.
El juego imaginativo es la cosa más importante que una niña o un
niño en edad preescolar puede hacer para desarrollar las herramientas
que necesita para su vida posterior. Nuestro estilo de vida moderno,
rehén de las máquinas y la tecnología que lo sustentan, parece que
inadvertidamente pone en peligro muchos de los ritmos y tradiciones
que hacen que la infancia sea saludable. Tenemos la esperanza que el
enfoque Waldorf, y el creciente interés que está generando fuera de sus
círculos inmediatos, puedan ayudar a restablecer la conciencia de que
a veces las cosas simples funcionan mejor. La experiencia en nuestras
escuelas, así como en un creciente cuerpo de investigación, indica
que puede ser difícil de mejorar una cosa tan simple como el juego de
los niños.

42
Los juguetes no somos nosotros
Cómo escapar de las fauces del consumismo
Vamos a empezar con dos preguntas: Cuándo usted era pequeño,
¿en cuántas habitaciones de la casa estaban sus juguetes? En su casa hoy,
¿cuántas habitaciones de la casa tienen juguetes?
Su respuesta a la primera pregunta es probablemente en “una o tal
vez dos habitaciones”. Su respuesta a la pregunta dos, sin embargo, es
más probable un rotundo “¡en todas las habitaciones de la casa!” Cielos,
¿por qué? ¿Qué está pasando?
Una explicación para este cambio puede ser que muchas madres
de hoy en día no son amas de casa a tiempo completo, por tanto la
forma de hacer las tareas de la casa se ha deteriorado desde la época
de nuestros padres y abuelos. Otra razón puede ser la actitud general
más laxa de la generación del baby-boom respecto a la limpieza. Sin
embargo, la explicación más convincente es que los niños de hoy
tienen muchos más juguetes, juguetes que llenan todos los rincones
de cada habitación, juguetes que desbordan cada caja de juguetes que
intenta contenerlos, juguetes que se extienden ¡como una plaga que se
reproduce!
Para los padres que aspiran a serlo conscientemente surgen las
siguientes preguntas: ¿Qué efecto tiene esta plétora de juguetes sobre
mi hijo? ¿Más juguetes dan proporcionalmente más elementos para la
creatividad, más estímulo para el pensamiento, o más diversión simple?
¿O es que esta superabundancia de juguetes está contra el desarrollo

43
saludable de los niños? ¿Se relaciona la semilla de hábitos no saludables
con el consumismo y el despilfarro? ¿Se está abrumando a los niños? ¿Se
está sesgando su sentido de lo que es valioso e importante en la vida?
Los juguetes fabricados y listos para usar están más presentes
en nuestras vidas y en las vidas de nuestros hijos que en cualquier
momento anterior en la historia. Este es el resultado de un desarrollo
agresivo de productos, publicidad y marketing de las grandes empresas
de juguetes. Estas empresas son los principales interesados en los
juguetes que se venderán y por los que obtendrán beneficio, no en
los juguetes que fomenten el desarrollo saludable de los niños. Están
interesados en convencer a los padres y a los niños (estos últimos son el
blanco principal de su publicidad) que “a más juguetes, más feliz será el
niño”. Muchos padres y educadores, sin embargo, están comenzando a
cuestionar este mantra de ventas aparentemente benigno.
Claire Lerner es una investigadora de desarrollo infantil en
“De cero a tres” (Zero to Three), una organización que lleva a cabo
programas de educación preescolar en todo Estados Unidos. Sostiene
que ciertos tipos de juguetes, así como un exceso de juguetes pueden
ser perjudiciales. Según Lerner, “[Los niños] se agobian y no pueden
concentrarse en nada el tiempo suficiente para aprender”. Lerner
aconseja un menor número de juguetes para todos los niños en general
y nada de juguetes electrónicos para los niños más pequeños.
Estas conclusiones reflejan las de la psicóloga investigadora Kathy
Silva, de la Universidad de Oxford. Silva ha sido una abierta defensora
de los centros para preescolares en Gran Bretaña, en los que se hace más
hincapié en el juego que en la actividad académica temprana, en directa
contradicción con la actual política del gobierno. Su controvertida
investigación (controvertida porque contradice las políticas educativas

44
actuales adoptadas por el gobierno británico) ha revelado directamente
que “los niños que tienen una educación temprana menos estructurada,
basada en el juego y el canto, tienen más probabilidades de permanecer
casados, votar, leer periódicos y permanecer fuera de la cárcel en la edad
adulta”.
Silva también destaca la preocupación por “la compleja relación
entre el progreso de los niños, los tipos de juguetes que se les da y el
tiempo que los padres pasan con ellos”. En un estudio a gran escala de
niños en edad preescolar financiado por el Consejo de Investigación
Económica y Social, verificó con que, cuando los niños “tienen una
gran cantidad de juguetes , parece que hay un elemento de distracción,
y cuando los niños se distraen no aprenden o juegan bien”. Silva
también descubrió que el tener un menor número de juguetes se asocia
con menos juego solitario y un mayor intercambio con los demás.
La investigación de Silva fue motivada por la preocupación de
que la infancia está siendo irrevocablemente alterada por padres que
prodigan juguetes, ordenadores y televisores a sus hijos en lugar de
pasar tiempo con ellos. Silva es especialmente crítica con todos los
juguetes electrónicos, ya que restringen la creatividad y la imaginación,
la capacidad que ella llama “la esencia de la niñez”.
Resume sus resultados diciendo que “los niños con relativamente
pocos juguetes, cuyos padres pasan más tiempo leyendo, cantando, o
jugando con ellos, superan a otros jóvenes, incluso de entornos más
pudientes”.
Rudolf Steiner fue claro acerca de lo que constituye un ambiente
deseable para un niño pequeño. Describió el niño hasta la edad de siete
años como un gran “órgano sensorial” que absorbe o toma todo, de su
entorno, incluidos los sonidos , colores y formas del entorno físico y

45
las emociones, pensamientos, e incluso las cualidades morales del ser
humano. Dado que los niños son susceptibles a las influencias más
sutiles, Steiner consideraba que tenemos que ser muy conscientes de lo
que ponemos y lo que permitimos que esté en su ambiente.
Steiner tenía unas ideas acerca de los juguetes que, a los padres de
hoy en día, pueden parecer radicales. Se opuso a los juguetes complejos
y detallados. Consideraba que limitaban y sofocaban la imaginación
del niño pequeño y son más adecuados para el pensamiento abstracto
de los adultos. Algunos de los juegos de los niños implican la imitación
del trabajo y las actividades de los adultos. Otro tipo de juego, más
imaginativo, consiste en la representación de historias y fantasías de
creación propia de los niños. En ambos tipos de juego, los niños no
necesitan juguetes fabricados con una función específica. En cambio,
pueden y harán uso de objetos ordinarios al alcance de la mano. Unas
cajas de cartón servirán como autobús en el que hacer un viaje; una
escoba puede convertirse en un fiel corcel; un simple trozo de tela, en
el telón de un escenario. El uso y la transformación de estos objetos
comunes en juego ejercita y fortalece la imaginación del niño.
La encantadora “muñeca Waldorf “, una simple muñeca de trapo
con rasgos faciales apenas indicados, es un excelente ejemplo de un
juguete apropiado para niños muy pequeños. La muñeca está hecha de
materiales naturales como el algodón, la lana y la seda, y tiene colores
sutiles en vez de colores chillones. Es elemental en la forma, que tiene
solamente un torso y las piernas, una cabeza con dos ojos y tal vez
una delgada línea de una boca, que es prácticamente lo que un niño
pequeño capta de un ser humano.
Las muñecas y los juguetes en general que son realistas y
detallados pueden llevar al niño demasiado pronto en darse cuenta de

46
los detalles y por lo tanto, comenzar a pensar de manera abstracta. Este
pensamiento abstracto, según Steiner, debería desarrollarse después
de la infancia. Mientras que el adolescente y el adulto deben estar
totalmente despiertos intelectualmente, el niño no tiene porqué. El
niño necesita vivir en la ensoñación tranquila de su imaginación. De
acuerdo con esto, los juguetes deben ser sencillos y tener pocos. Steiner
sostuvo que al niño que se le permite vivir plenamente en el mundo
de la imaginación, curiosamente estará en mejores condiciones para
el desarrollo de la capacidad para el pensamiento abstracto cuando
madure.
Un informe de la primera Conferencia Internacional de
Investigación del Juguete, celebrada en Suecia en 1976, señala que
desde principios del siglo XX, el ideal de conducta adecuada de los
padres se ha vuelto cada vez menos autoritaria y más permisiva. Con
este cambio, se ha producido una expectativa de que los padres sean
más generosos en términos de regalos y posesiones con sus hijos. Estas
tendencias, junto con el rápido ritmo de la vida moderna, con todas sus
tensiones que la acompañan, han dado lugar a los padres a proporcionar
a los niños más y más juguetes. Por desgracia, muchos padres compran
juguetes - y, más tarde, televisores, videos y ordenadores - para sus hijos
con el fin de ganar tiempo personal para sí mismos separados de sus
hijos y, paradójicamente, para calmar sus sentimientos de culpa por no
pasar suficiente tiempo con ellos.
El investigador Edward Melhuish del Birkbeck College, en
Inglaterra, considera sin embargo, que este patrón de los padres es
contraproducente. En su trabajo señala que “el comportamiento de los
niños se ve directamente afectado no por el número y la sofisticación
de sus juguetes, sino por la cantidad de tiempo que los padres dedican

47
a contarles cuentos, canciones de cuna y otras canciones”. Se dio cuenta
de que los niños que pasan más tiempo en estas actividades en casa
“son más cooperativos, confiados y sociables”. Se opone pues al lema
de la industria del juguete sobre más juguetes con el lema “a más libros,
mejor”.
Mientras que los juguetes afectan profundamente a los niños
más pequeños, los niños más mayores también son vulnerables. El
materialismo de nuestra cultura, manifestada en el consumismo, la
culturadecentrocomercialylosmundosdefantasíabrillantedecatálogos
de venta por correo y los carros de compras en Internet, es ubicuo y
convincente. La felicidad y el status se relacionan con la cantidad de
posesiones elegantes y caras. Los padres tienen que decidir consciente
y cuidadosamente en qué medida ellos y sus hijos participarán en la
cultura consumista. Es fácil rendirse en la pelea cuando se enfrentan
a las intensas energías de los niños mayores y dejarlos a merced de la
ética materialista. Ir contra la corriente principal en este punto requiere
de voluntad y determinación. Algunas familias se sienten atraídas por
una comunidad Waldorf como una isla de cordura. Allí encuentran los
valores espirituales contrarios a los valores excesivamente materialistas
que parecen tener influencia en casi todas partes. Buscan otras familias
cuyos valores no estén motivados por la televisión, los catálogos y los
centros comerciales.
Un artículo titulado “Simplifica” (Revista Time, 6 de agosto, 2001)
cuenta la historia del reverendo John Omer, párroco de una iglesia en
Leesburg, Virginia. El reverendo Omer reconoce que los padres en su
congregación querían ayuda para romper el hábito de consentir en
exceso a sus hijos. Como padre de tres hijos, Omer conocía muy bien
las presiones existentes, por lo que inició lo que se referiría jocosamente

48
como “movimiento de resistencia clandestina”. Dio talleres en los que los
padres pueden hacer balance de su vida familiar y de cómo se celebran
las vacaciones y entonces pueden imaginar una imagen diferente, más
satisfactoria. No en vano, sus aspiraciones implican menos deudas de
tarjetas de crédito y muchas menos “cosas”. Los padres comenzaron a
establecer límites sobre la cantidad y el precio de las vacaciones y de
los regalos de cumpleaños, si el regalo fue comprado por ellos mismos
o por amigos o familiares. Omer constató que el programa tuvo éxito
debido a que en los talleres, los padres encontraron por primera vez que
su frustración y sus preocupaciones eran válidas, y a la vez, el apoyo
para poder manejarlas y resolverlas.
El artículo de Time trataba sobre otro programa, creado por la
Universidad de Cornell, llamado Semillas de simplicidad, que ha dado
lugaralaformacióndecírculosdelasimplicidadenmásdecienciudades
de Estados Unidos . En estos grupos, los padres comparten ideas sobre
diferentes maneras de reducir las posesiones materiales y fomentar
otros valores en sus familias. Jennifer Shields, una de las madres de
Silver Spring, Maryland, decidió que en las invitaciones de cumpleaños
para la fiesta de su hija, ella pediría expresamente que los invitados
regalasen sólo materiales de arte. Asimismo, ella limita estrictamente
la exposición de su hija a los medios con el fin de mantener bjas sus
expectativas de regalos.
Otras estrategias que han surgido de los Círculos de simplicidad
incluyen: hacer fiestas de “no traer ningún regalo” con compañeros
de clase; mantener los catálogos de venta por correo para niños fuera
de la casa para disminuir el frenesí en torno a conseguir regalos y la
limitación de viajes al centro comercial para que los niños vean las
compras como una actividad planificada y no impulsiva. Con los niños

49
más mayores, a los padres les resulta útil analizar con ellos los problemas
de fondo e involucrar a los niños en la toma de decisiones acerca de la
simplificación.
Una iniciativa asociada con la anterior proviene del Centro de
Nuevos Valores Americanos en Takoma Park, Maryland. El Centro
tiene una misión ecológica y busca promover el uso sostenible de los
recursos naturales del mundo. Considera que los patrones de consumo
de la sociedad estadounidense contribuyen de manera importante a
los problemas globales. Los norteamericanos consumen y desechan un
porcentaje desproporcionado de los recursos y productos del mundo.
También ofrecemos los norteamericanos un ejemplo desafortunado
para la gente en los países menos desarrollados que tratan de emular
nuestros malos hábitos. El Centro trabaja, por tanto, para cambiar los
hábitos actuales de consumo.
El Centro ha puesto en marcha una campaña de sensibilización
a nivel nacional en relación con los niños, promoviendo la filosofía de
¡más diversión, menos cosas! Según La directora Betsy Taylor, “No se
trata de no malcriar a los niños. Se trata de recuperar a nuestros hijos de
una cultura comercial tóxica que está fuera de control”. La página web
de la organización (www.newdream.org /campaign) ofrece los folletos
on-line “Consejos para la crianza de los hijos en una cultura comercial”
y “Simplificar las vacaciones”. Éstos señalan que el marketing actual
hiere la autoestima de los niños y les da una visión del mundo y unos
valores cuestionables. Los folletos también afirman que la provisión
de una superabundancia de juguetes es el primer paso en el desarrollo
de una generación posterior de “hiperconsumidores”. Algunos de sus
“Consejos para tomar acción” en el website incluyen:

50
• Pagar por clases de música en lugar de aparatos electrónicos
de moda.
• Apagar el Discovery Channel y salir a hacer sus propios
descubrimientos.
• Retirar los logotipos de marca de la ropa de los niños y de
la suya propia. Comente con los niños por qué hace esto.
• Instar a la junta escolar que dejen de vender suscripciones a
revistas caras, papel de regalo y golosinas.
• Haga a los niños responsables de las tareas de la casa
apropiadas para su edad.
• Negarse a comprar juguetes de guerra y los muñecos
Ken y Barbie.
• Enseñar a los niños a ser hacedores y creadores, no
compradores y consumidores.
• Enseñar a los niños a administrar el dinero para que puedan
entender lo que cuestan las cosas realmente
• Respetar la idea de que siempre habrá un aspecto de
“yo quiero” en un niño.
• Apague el televisor y muestre a los niños actividades
alternativas interesantes.
Muchos padres Waldorf son cuidadosos con la calidad de lo que
compran para sus hijos. Son conscientes de que los juguetes y otras
posesiones pueden afectar al desarrollo del niño. Pero la cantidad
de juguetes, ropa, artículos deportivos, etc., también es importante.
Demasiadas cosas distraerán, confundirán y agobiarán. Y para el niño
pequeño, no hay cosas que realmente puedan sustituir el amor, la
atención y el tiempo de los padres.

51
Los niños mayores necesitan aprender acerca de dar amor y
atención a los demás, tanto en el hogar como fuera del círculo de
familiares y amigos, en círculos cada vez más amplios. Esta capacidad
de apertura paulatina del alma para compartir y dar debe ser alimentada
y alentada, no sofocada por una preocupación por la obtención y
acumulación de cosas para uno mismo.
Debido a las presiones abrumadoras del mercantilismo, es muy
difícil para un padre adoptar de repente la filosofía cuákera de que “es
un regalo ser sencillo” y resistir la intrusión de más y más cosas en la
casa. Conseguir la cooperación y el apoyo a través del diálogo con la
familia y amigos, puede no obstante, ayudar de la familia a pasar de
una forma de vida enfocada a lo externo, al estilo “Toys R Us”, a una
más íntima y espontánea interiormente, en la que se valoran los regalos
sencillos.

52
Los niños y los deportes –
Encontrar el equilibrio
En los últimos treinta a cuarenta años, la santidad y la integridad
de la primera infancia han sido objeto de continuos ataques. La
exposición al sexo y la violencia en los medios de comunicación,
la presión para lograr la competencia temprana en la lectura, en lo
académico y en informática, así como otros factores, han producido
a un “niño apresurado”. Muchos niños hoy en día se ven obligados a
tomar parte en actividades y decisiones para las que en términos de su
desarrollo físico, emocional e intelectual, aún no están preparados. Esto
ha sucedido también en el ámbito de los deportes.
En generaciones anteriores, la mayoría de los niños aprendían y
jugaban a juegos como el béisbol, el baloncesto, el fútbol americano y
el fútbol en su barrio, jugando con otros niños que vivían cerca. Los
padres participaban muy poco en esto. Las madres que estaban en casa
entonces, estaban allí si alguien resultaba herido o para proporcionar
limonada fría si los jugadores estaban sedientos.
Hoy en día, la actividad deportiva y de juego no supervisada es
muchomenoscomún.Enmuchaszonaspreocupalaseguridad.Además,
dado que en muchas familias ambos padres trabajan, no hay nadie en
casa para proporcionar supervisión de seguridad. De ahí que hoy en
día los niños suelen terminar después de la escuela en una situación de
guardería infantil supervisada o haciendo alguna actividad organizada

53
y dirigida por adultos. Y la actividad organizada por excelencia de hoy
en día es el deporte.
Por lo tanto nos encontramos con la ubicuidad de la liga de fútbol,
el equipo de natación, la liga de baloncesto, y así sucesivamente, con los
uniformes, los nombres de los equipos , competiciones programadas,
campeonatos, entrenadores, patrocinadores, etc.
Los equipos y ligas organizadas para jóvenes existían en el pasado,
pero eran mucho menos comunes y se complementaban, antes que
reemplazar, al juego espontáneo de vecindario. En su mayoría eran para
los niños que se acercaban o habían entrado ya en la adolescencia. Hoy
en día existe una tendencia a que los niños cada vez más pequeños
participen en actividades deportivas organizadas, como ligas de fútbol
para preescolares y equipos de natación, por poner dos ejemplos.
También hay una tendencia a que los niños se especialicen en un solo
deporte y que hagan ese deporte durante todo el año, y no sólo durante
su temporada en particular. Mientras que en algunas comunidades
prevalece la idea de que el deporte es un juego sano para los niños,
en lugar de competición, el creciente énfasis actual está en el éxito y
el triunfo. Por lo tanto los deportes organizados para los niños han
adquirido una existencia inquietante en sí mismos. A menudo no
sirven a la salud física y emocional del niño y debilitan en lugar de
fortalecer la vida de la familia.
El estrés en cuerpos jóvenes
Los músculos y huesos en crecimiento de los niños pequeños
no son lo suficientemente fuertes para los rigurosos programas de
entrenamiento y la práctica repetitiva utilizados por los atletas adultos.
Cuando estos programas se imponen a los niños, es cuando surgen los

54
problemas. Las lesiones por sobreentrenamiento son ya tan comunes
que la “medicina deportiva pediátrica” ahora es una especialidad médica
reconocida. La tendinitis es un problema muy común entre los atletas
jóvenes. Las fracturas por estrés, causadas por la sobrecarga repetida de
los huesos que aún no están totalmente calcificados, son también muy
comunes. Para empeorar aún más las cosas, casi un cuarto de los niños
con lesiones deportivas, según un estudio realizado por la Comisión
de deportes aficionados de Minnesota, son alentados por padres y
entrenadores a seguir jugando.
Esta transigencia en cuanto al crecimiento saludable del cuerpo de
los niños continúa a pesar de que no existan pruebas de que comenzar
en cualquier deporte de equipo organizado antes de la edad de ocho o
nueve años otorgue una ventaja duradera. Más bien, hay abundantes
pruebas de que la práctica de deportes a nivel de adulto a una edad
temprana conlleva el riesgo de lesiones de larga duración. Además,
muchos expertos en desarrollo infantil, así como un desinteresado
sentido común, nos dicen que los niños en crecimiento necesitan
experimentar una variedad de actividades físicas con el fin de crecer de
una manera equilibrada.
El estrés en las familias
El hecho de que un niño entre en un equipo deportivo tiene
un gran impacto en el horario del niño, pero también en el horario
y vida cotidiana de la familia. Los deberes, las clases de música, y
otras actividades tienen que comprimirse en un horario de repente
mucho más cargado, y hay poco espacio para el juego y para el tiempo
para relajarse y descansar. El tiempo dedicado a cenar en familia es a
menudo interrumpido. Frecuentemente se pierde el horario de dormir

55
regular y a una hora temprana. Los padres por lo general encuentran
que sus funciones de chofer se incrementan notablemente, ya que
tienen que llevar a los incipientes deportistas a los entrenamientos y
partidos. Los padres también pueden pasar mucho tiempo (voluntaria
o involuntariamente) viendo entrenamientos y partidos, y esperando a
sus hijos en los aparcamientos a que estén listos para ir a casa.
Según el psiquiatra infantil de Nueva York, Alvin Rosen, el tiempo
dedicado a actividades deportivas estructuradas se ha duplicado en la
pasada generación, el tiempo de juego no estructurado se ha reducido a
la mitad y la cena en familia, ese elemento esencial en la vida familiar,
se ha reducido a un tercio.
Especialmente problemático ha sido la proliferación de los
llamados “equipos de competición”. Estos equipos proporcionan
entrenamiento a nivel profesional y una competencia más dura y
aumenta la presión sobre el niño y la familia. Un equipo de competición
puede entrenar dos veces por semana y jugar otras dos veces a la semana.
Las competiciones lejos pueden implicar viajes de muchas horas. Tales
demandas de tiempo obviamente suponen una gran presión sobre los
niños, los padres y las familias.
El equipo de competición seduce al niño con algo de talento
y el interés de un desarrollo acelerado en el deporte y la promesa de
una mejor oportunidad de “llegar al equipo” en el siguiente nivel.
La mayoría de los equipos de competición reclutan a los niños en el
año o dos anteriores a la escuela secundaria, pero en algunas zonas el
equipo de fútbol de competición ya recluta a niños de ocho años de
edad interesados en formar parte del equipo de los niños de diez años.
Como una madre se quejó, todo esto empieza a considerarse como
“una carrera armamentística”.

56
A menudo se alienta a los niños en equipos de competición a jugar
el mismo deporte durante más de una temporada. Se les dice que van
a quedarse atrás de sus compañeros si no juegan durante todo el año.
Esta participación a tiempo completo pone mucha presión emocional
en el niño. El deporte tiene una importancia mucho más allá de lo que
una actividad recreativa debe tener para un niño.
Además, este enfoque limitado puede impedir el desarrollo físico
equilibrado, que conlleva jugar una variedad de deportes. El ex jugador
profesional de béisbol, Cal Ripken, Jr., ha sido muy crítico con que
los jóvenes hagan en un solo deporte en todo el año. Considera que
la especialización en un solo deporte antes de los quince años no tiene
ventajas y puede, de hecho, causar un perjuicio. El propio Ripken
practicó tres deportes en la escuela secundaria y atribuye parte de su
éxito a esta circunstancia. A través del fútbol aprendió el trabajo de pies
y el equilibrio, y el baloncesto le dio la explosividad y rapidez. Ripken
insta a los aspirantes a jugadores de béisbol jóvenes a que “cuelguen el
guante” cuando la temporada de béisbol ha terminado.
Precoz no significa mejor
La aparición de la filosofía de “cuanto antes mejor” en el
entrenamiento deportivo no es ninguna sorpresa. Tiger Woods que
comenzó a jugar al golf a los tres años, las gimnastas de clase mundial
de Europa del Este que inician su formación poco después de aprender
a caminar, y otros ejemplos similares han convencido a muchos padres
que sus hijos se perderán si no comienzan pronto.
La historia del deporte, sin embargo, revela que a menudo los que
se desarrollan de forma tardía, los que tuvieron que trabajar más tiempo
y más duro para ponerse al día, fueron los que más tarde se convirtieron

57
en estrellas. Lo mismo se aplica a la formación de ballet temprano e
intenso también. Rudolf Nureyev comenzó el entrenamiento formal a
los once años.
Hay varias presiones sobre los padres para que acepten la
tendencia hacia la actividad deportiva organizada precoz. Cuando un
niño de siete u ocho años vuelve a casa contando que todos sus amigos
se unen a la liga de fútbol, los padres se sienten impulsado a seguir a la
multitud. Además, muchos niños necesitan más ejercicio, y puede no
haber otras oportunidades de fácil acceso para juegos de grupo fuera de
la escuela. El deporte puede parecer la única opción.
Para algunos padres, la esperanza para su hijo de una beca
deportiva para la universidad o incluso una carrera en el deporte
profesional es un factor importante. Sin embargo, para los niños que
participan en deportes organizados, la tasa de abandono antes de la
adolescencia es alarmantemente alto y va en aumento. Un artículo del
U.S. News & World Report (7 de junio de 2004) titulado “Sanando a
los niños deportistas”, afirma que el setenta por ciento de los niños que
participan tempranamente en deportes organizados, lo acaban dejando.
Incluso para un niño aficionado a un deporte, la mejor
motivación para hacerlo es el amor por el juego. Las probabilidades
de que incluso el niño con más talento se beneficie de la persistencia
no son grandes. Dan Dayle, director del Instituto de Deportes de
la Universidad de Rhode Island, advierte a los padres acerca de sus
esperanzas sobre las becas deportivas universitarias. Su investigación
muestra que de los 475.000 estudiantes de cuarto grado que juegan a
baloncesto organizado, sólo 87.000 seguían jugando como en el 12o
grado. De éstos, menos de 3000 consiguieron becas para el primer año
de la universidad, y sólo 160 consiguieron hacerse profesionales. En el

58
fútbol, las probabilidades son mucho más lejanas, debido a que muchas
universidades reclutan jugadores extranjeros. Para otros deportes, hay
una brecha similarmente grande entre los que aspiran a obtener becas y
aquellos que las consiguen.
El Modelo Waldorf
En las escuelas Waldorf, el desarrollo físico equilibrado y saludable
del niño es lo fundamental, tal vez aún más que en cualquier otro
enfoque de la educación. Desde el jardín de infancia hasta la escuela
primaria y la escuela secundaria, los niños desarrollan actividades que
desarrollan su coordinación motora fina y general. Los juegos de dedos,
trabajos hechos a mano, juegos al aire libre, euritmia, dinámica espacial
y los deportes constituyen un enfoque integrado para el desarrollo de
cuerpos sanos que serán la base para la vida emocional e intelectual
sanas. Los deportes organizados son ciertamente importantes en el
desarrollo saludable del niño. Los educadores Waldorf no se oponen
a los deportes organizados, solamente aconsejan que comiencen a
una edad determinada y que se desarrollen de determinada manera.
La mayoría de las escuelas cuentan con equipos a partir del sexto o
séptimo grado y siguen durante la época de instituto.
Durante los primeros siete años el niño vive en un mundo de
fantasía e imaginación. Como dijo Rudolf Steiner, “El juego es el trabajo
de los niños pequeños”. El juego libre (tanto en interiores como al aire
libre) y juegos no competitivos simples son todo lo que necesita el niño
para su desarrollo físico saludable, asumiendo por supuesto que la dieta
es equilibrada, basada en una variedad alimentos integrales naturales.
En esta etapa, forzar a una actividad estructurada o competitiva
puede ser problemático. Puede conducir a un endurecimiento físico,

59
emocional y psicológico. El cuerpo del niño puede comenzar a
perder su suavidad y flexibilidad características. La agresividad y la
competitividad pueden desarrollarse junto con una timidez que no es
apropiada en este momento. El juego libre y los juegos no competitivos
deben ser predominantes en los primeros años de la enseñanza formal.
Después de nueve años de edad, el niño se vuelve menos soñador,
más consciente de sí mismo y más independiente. Además, comienza
a ser capaz de realmente entrenar, desarrollar y dominar las habilidades
requeridas en un deporte como la gimnasia o el béisbol. Ahora podría
estar listo para los deportes organizados.
Si el niño comienza una actividad deportiva organizada, se debe
hacer hincapié en la alegría del juego en vez del logro competitivo.
Además, la actividad no debe convertirse en el centro de la vida de
un niño. Debe haber otras actividades y otros deportes. Una vida
familiar saludable debe seguir siendo una prioridad. Si la participación
deportiva implica que se haga añicos programación diaria de la familia
y su tiempo juntos, esta participación debe ser examinada críticamente.
Incluso si el niño muestra interés y se compromete con un
deporte, lo mejor es proceder lentamente. Los equipos de competición,
entrenar cuatro días a la semana gimnasia o similares, es mejor dejarlos
para cuando el niño sea un poco más mayor.
Algunos padres caen en la trampa de sobresaturar la agenda de
su hijo, de la organización de muchas actividades. Algunos padres
matriculan a sus hijos en dos o más deportes en una temporada, además
deorganizarunbuffetcompletodedeportes,arteyotrasactividades.Los
niños necesitan mucho tiempo no estructurado para relajarse y hacer lo
que se les ocurra. Para los niños pequeños, el exceso de programación
puede conllevar problemas de estrés y angustia emocional. Incluso

60
después de los doce años el joven necesita tiempo libre no programado.
Para los adolescentes, el deporte y la actividad física son muy
importantes. Normalmente tienden a tener un excedente de energía
que necesita ser canalizado. Cuando esas energías no pueden encontrar
un enfoque, las tres tentaciones de “sexo, drogas y rock and roll” se
vuelven excesivamente seductoras y los peligros de depresión y obesidad
en la adolescencia se disparan. Los deportes y disciplinas físicas como la
danza, la euritmia, y las artes marciales, así como el teatro y la música
son ideales en este momento. Por desgracia, con el énfasis actual en
empezar precozmente en el deporte, muchos jóvenes ya están agotados
cuando llegan a secundaria y preparatoria.
Después de haber jugado un centenar de partidos de fútbol de
un año antes de poner un pie en la escuela secundaria, ya están listos
para tomarse un descanso. La alta tasa de abandono escolar en deportes
juveniles significa que cuando los jóvenes realmente necesitan esta
salida en sus años de adolescencia, muchos ya han renunciado a ella.
La Academia Americana de Pediatría publicó la siguiente
declaración en el año 2000:
Aquellos que participan en una variedad de deportes y se
especializan sólo después de llegar a la pubertad tienden
a ser deportistas más constantes, tener menos lesiones y se
adhieren a los deportes más tiempo que aquellos que se
especializan precozmente.
En muchas áreas de la vida moderna, el mundo de los adultos
está ocupando el mundo de la infancia. Con la disminución de las
exigencias en los criterios de clasificación en las películas, por ejemplo, el

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