El documento discute el cambio de política de Estados Unidos hacia el uso de sanciones económicas como herramienta de política exterior. Señala que el presidente Clinton ha expresado su decepción con el uso excesivo de sanciones y está buscando enfoques más multilaterales. También analiza cómo las sanciones unilaterales de EE. UU. a menudo no han logrado sus objetivos y han tenido consecuencias económicas negativas para EE. UU.