Los jóvenes quieren saber la verdad sobre todo sin mentiras ni manipulaciones. Para acortar las distancias entre jóvenes y adultos, se debe establecer una comunicación sencilla basada en la confianza, el afecto y el respeto mutuo. La formación en valores desde una edad temprana a través de los padres es fundamental para que los jóvenes puedan identificar lo que les hace daño.