Este documento discute tres niveles de preparación actoral - desinhibición, técnico y expresivo - que el autor ha utilizado en la comunicación personal y empresarial. También enumera cinco fortalezas de un actor para manejar situaciones cotidianas: buena memoria, sensibilidad, identificación con el personaje, vocalización correcta y gestos corporales. El autor ha aplicado estos aspectos a nivel inicial en exámenes, actividades orales, obras teatrales y exposiciones.