1. Astrolabio
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Astrolabio de al-Sahlî, del siglo XI (M.A.N., Madrid).
El astrolabio es un antiguo instrumento que permite determinar la posición de las estrellas
sobre la bóveda celeste. La palabra astrolabio procede etimológicamente del griego
ἀστρολάβιον,1 que puede traducirse como «buscador de estrellas». El astrolabio era usado
por los navegantes, astrónomos y científicos en general para localizar los astros y observar
su movimiento, para determinar la hora local a partir de la latitud o, viceversa, para
averiguar la latitud conociendo la hora. También sirve para medir distancias por
triangulación.2
Los marineros musulmanes a menudo lo usaban también para calcular el horario de oración
y localizar la dirección de la Meca. Durante los siglos XVI a XVIII, fue utilizado como el
principal instrumento de navegación, hasta la invención del sextante, en 1750.
Índice
1 Tipología
2 Historia
3 Descripción
4 Véase también
5 Notas y referencias
6 Enlaces externos
Tipología
El astrolabio a lo largo de la historia se ha ido perfeccionando y diversificando, de esta
forma, nos encontramos con diversos tipos: el astrolabio planisférico diseñado para el
cómputo y representación de las posiciones de los astros en una única latitud, el astrolabio
2. universal (válido para todas las latitudes), el astrolabio de Rojas, el astrolabio islámico, el
marinero empleado en la localización de buques y el cuadrante.
Historia
Astrolabio persa del siglo XVIII.
En realidad, no se sabe bien quien fue el inventor original. Algunas obras del astrónomo y
matemático griego Claudio Ptolomeo, como el Almagesto, ya describen en el siglo II su
construcción y fueron utilizadas por otros matemáticos posteriores como Hipatia de
Alejandría para mejorar sus cálculos. Se sabe que Hipatia trabajó con su padre, el
astrónomo Teón, para hacer correcciones en el Almagesto de Ptolomeo y construir un
astrolabio. También sabemos que Hiparco de Nicea ya construía astrolabios antes que
Ptolomeo e Hipatia.[cita requerida] El astrolabio más antiguo que se conserva en la actualidad
fue construido por el astrónomo persa Nastulus hacia el año 927 y se conserva en el Museo
Nacional de Kuwait. 3 En el siglo VIII ya era ampliamente conocido en el mundo islámico.
A Europa llega en el siglo XII a través de la España musulmana.
Descripción
Piezas del astrolabio.
El astrolabio se basa en la proyección estereográfica de la esfera celeste. Consiste,
básicamente, en una circunferencia graduada (placa madre o mater) sobre cuyo eje gira una
aguja con un punto de mira que se apunta a la estrella elegida. El borde de la madre, o
limbo, muestra una escala graduada en grados y a menudo también otra en horas y minutos.
3. En la parte superior, consta de una argolla de la que se suspende el instrumento en posición
vertical para realizar las mediciones.
La parte delantera del instrumento, o faz de la mater, es ligeramente cóncava y en ella se
insertan otros dos discos. El interno, llamado tímpano, es una placa fija grabada con las
coordenadas de la esfera celeste correspondientes a una latitud concreta, incluyendo el
cénit, el horizonte, líneas de altitud, acimut, el ecuador celeste, la eclíptica y los trópicos de
Cáncer y Capricornio. El externo, llamado araña o red, es giratorio y representa un
planisferio transparente con las posiciones del Sol, la Luna y las estrellas más brillantes del
lugar. Sobre la araña, una aguja con visor, la regla se apunta al astro buscado. Dirigiéndola
al Sol indica, por el lado del observador, la hora local.
La parte trasera de la madre sirve para saber la altura de una torre, la distancia a esa torre y
el símbolo del zodiaco que está ocupado por el Sol. Encima de esta parte sólo gira una
aguja, la alidada con dos pínulas o visores para las lecturas.
Octante
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Para la constelación, véase Octans.
Octante junto a un cuaderno.
El octante es un instrumento de reflexión inventado por el inglés John Hadley en 1731 para
observar la altura de los astros sobre el horizonte del mar.
El arco del octante consta de cuarenta y cinco grados o una octava parte del circulo, de
donde proviene su denominación. Se llama también cuadrante de reflexión y por la
propiedad de ésta puede medir ángulos de noventa grados por cuya razón cada uno de los
del arco está dividido en dos mitades que representan y valen dos enteros en la medida de
cualquier ángulo.
4. La primera idea de aplicar el principio de la reflexión a la medida de los ángulos se
debe al doctor Robert Hooke en 1684. Sin embargo, su procedimiento fue modificado
después por Newton, de modo que Hadley no hizo más que llevar estas ideas a la
práctica. Corredera
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Diagrama de una corredera de barquilla.
Para otros usos de este término, véase Corredera (desambiguación).
Una corredera, también llamada "corredera de barquilla" o "barquilla de corredera", es un
instrumento tradicionalmente utilizado por los marinos para medir la velocidad de la nave a
través del agua.
La corredera tradicional española era una tablilla de madera con forma de arco gótico (por
lo que se llamaba "corredera de barquilla" ya que la forma asemejaba una barca) y lastrada
con plomo en su borde inferior para que flotase vertical en el agua. La corredera
anglosajona tenía dos lados rectos y el lado inferior curvo de modo que asemejaba un sector
circular. Por lo demás su uso y funcionamiento eran iguales. Iba sujeta en las tres esquinas
por tres cordeles que se juntaban a cierta distancia y que iban unidos al cordel de la
corredera que iba enrollado en un carretel que se podía sujetar de forma que girara
libremente. El procedimiento era como sigue:
Un hombre manejaba la corredera y otro la ampolleta. El de la corredera la echaba por la
popa y dejaba correr la primera parte para que se estabilizara en el agua. El hombre iba
dejando correr el cordel de la corredera libremente pasando por su mano y al sentir el
primer nudo cantaba "¡marca!" a lo que el de la ampolleta la invertía y el tiempo empezaba
a correr mientras el del cordel iba contando los nudos según iban pasando hasta que el de la
ampolleta, en el momento que acababa de bajar toda la arena, cantaba "¡marca!" y el del
cordel lo agarraba fuertemente y medía la fracción de nudo que había pasado desde el
último y cantaba "¡cinco nudos y un cuarto!".
Corredera.
5. Los dos cordeles inferiores de la corredera iban bien sujetos pero el superior iba encajado
en la corredera con una cuña de forma que el súbito tirón la desprendía y la corredera
quedaba horizontal en el agua y se hacía más fácil la recuperación a bordo.
La duración de la ampolleta era de medio minuto más o menos por lo que, dado que una
hora tiene 120 medios minutos, la distancia entre nudos es de 1852 m (una milla náutica)
dividido entre 120, es decir que los nudos estaban espaciados 15,43 m (50 pies). La
distancia exacta entre nudos se calculaba para cada ampolleta en particular.
Cuerda (náutica)
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Para otros usos de este término, véase cuerda (desambiguación).
Cuerdas de hierro.
En náutica, se conoce con el nombre de cuerda, la hilada de tablones de mayor grueso o
fuerza que los demás en una cubierta, y que se coloca de popa a proa en el medio de la
misma, yendo endentados en los baos para mayor solidez. Se la llama cuerda superior.
También recibe este nombre el bao de menores dimensiones que los generales de una nave,
y que, con estos, forma el sostén de la cubierta y sus accesorios. pueden ser varios y reciben
el nombre de la cubierta que sostienen. Así se dice, cuerda de los baos de la cubierta
principal, cuerda de los baos del sollado, etc. Se usa más en plural.
Se denomina asimismo cuerda cada uno de los pedazos de madera que salen del plan de
popa formando a manera de alero, para constituir el piso de los navíos. Se usa más en
plural.
Cuerdas son también las piezas que van de popa a proa, por debajo de los baos, y en su
medianía, y que endentados con ellos, prestan mayor solidez al conjunto. Se usa más en
plural.
También son los maderos que se endentan con los baos y latas de popa a proa, en su mitad,
apoyándose en los los puntales de las cubiertas. Se usa más en plural.
6. Se llaman cuerdas de hierro a las vagras compuestas de planchas estrechas, colocadas
longitudinalmente sobre los baos de las cubiertas, contra las brazolas de las escotillas para
afirmarlas. LLevan los nombres de los baos sobre los cuales se remachan.
Cuerdas de los pasamanos son las piezas colocadas ente el alcázar y el castillo para formar
sobre ellas los pasamanos.
Cuerda durmiente es la traca escuadrada que corre de popa a proa por debajo de los baos,
con los cuales se endenta, sirviendo de curva valona y de peralto
Instrumentos de Navegación
Antiguos
Brújula
Es un instrumento
usado en la navegación
para orientarse. Indica
siempre el Norte y, por
tanto, ayuda a los
navegantes saber a
donde tenían que
dirigirse. Aunque se
cree que fue descubierta
por los chinos mucho
antes, su uso se
generalizó en Europa a
partir del siglo XIII.
La brújula consiste en
una aguja imantada que
se mueve por efecto del
magnetismo terrestre
señalando Norte y Sur.
7. Sextante
El sextante es un
instrumento que
permite medir ángulos
entre dos objetos tales
como dos puntos de una
costa o un astro -
tradicionalmente, el
Sol- y el horizonte.
Conociendo la
elevación del Sol y la
hora del día se puede
determinar la latitud a
la que se encuentra el
observador. Esta
determinación se
efectúa con bastante
precisión mediante
cálculos matemáticos
sencillos de aplicar.
Este instrumento, que
reemplazó al astrolabio
por tener mayor
precisión, ha sido
durante varios siglos de
gran importancia en la
navegación marítima,
inclusive en la
navegación aérea
también, hasta que en
los últimos decenios del
siglo XX se impusieron
sistemas más modernos,
sobre todo, la
determinación de la
posición mediante
satélites. El nombre
sextante proviene de la
escala del instrumento,
que abarca un ángulo
de 60 grados, o sea, un
sexto de un círculo
8. completo.
Astrolabio
Este instrumentos
utilizado en la
navegación
antiguamente que
servía para conocer la
distancia de las estrellas
y su posición respecto
de la Tierra. Ayudaba,
por tanto, a determinar
la posición del barco.
Por medio de ellos se
podía también calcular
la hora. Su método de
funcionamiento se basa
en los reflejos de las
estrellas sobre su
superficie.
Carta Náutica
Una carta náutica es
una representación a
escala de aguas
navegables y regiones
terrestres adjuntas.
Normalmente indica las
profundidades del agua
y las alturas del terreno,
naturaleza del fondo,
detalles de la costa
incluyendo puertos,
peligros a la
navegación,
localización de luces y
otras ayudas a la
9. navegación. Las cartas
de navegación son
instrumentos esenciales
para la navegación
náutica.
Tradicionalmente las
cartas de navegación
estaban impresas en
papel pero
recientemente se han
desarrollado sistemas
informáticos que
permiten el
almacenamiento y
tratamiento de cartas
náuticas con
ordenadores.
Representar una esfera
en una superficie plana
tiene como
consecuencia que haya
cierta deformación de la
realidad, ya que la
esfera no puede
desarrollarse de forma
exacta en el plano.
Corredera
Antiguamente, cuando
los barcos navegaban
con vela, se utilizaba un
rudimentario
velocimetro, para medir
la velocidad de los
mismos. Este aparato
de medida consistía en
una pequeña barquilla
de corredera atada a una
cuerda, recogida en un
rodillo, que presentaba
10. en toda su longitud
nudos a distancias
iguales.
Ballestilla
Ilustración sobre el uso
de la ballestilla tomada
de Navegación Práctica
por John Sellers,
(1672).
La ballestilla es un
instrumento de
navegación antiguo
utilizado para medir la
altura del sol y otros
astros sobre el
horizonte con el fin de
utilizar la información
así obtenida en la
navegación náutica.
Una descripción de la
ballestilla que hizo un
judío catalán llamado
Levi ben Gerson en
13421 parece ser la
noticia más antigua
acerca de este
instrumento.
La ballestilla es una
vara de madera sobre la
que se desliza una vara
cruzada más pequeña.
El marino aplicaba el
ojo en un extremo del
instrumento, dirigía éste
hacia la estrella cuya
posición quería medir y
deslizaba la vara
cruzada hasta que la
parte inferior de ésta
11. coincidía con el
horizonte y la superior
con la estrella. La altura
de la estrella (ángulo
que forma con el
horizonte) se leía
directamente en una
graduación grabada en
la vara principal.
Los marinos —sobre
todo los españoles y los
portugueses— usaban
la ballestilla para
determinar la latitud a
la que se encontraban
midiendo la altura de la
estrella polar sobre el
horizonte (la altura de
Polares sobre el
horizonte es una buena
medida aproximada de
la latitud)
Reloj de Arena
El reloj de arena es un
instrumento mecánico
que sirve para medir un
determinado transcurso
de tiempo, desde el
momento en que la
arena comienza a caer
del receptáculo o bulbo
superior al inferior,
hasta que termina de
hacerlo, y sólo requiere
de la energía potencial
de la gravedad para su
funcionamiento.
Dado que el período
que mide es fijo,
12. aunque con ligeras
variaciones,
actualmente está en
desuso, sustituyéndole
el reloj de pulsera para
conocer la hora, y el
cronómetro para medir
el tiempo preciso
transcurrido entre dos
sucesos.
Reloj de Agua
Los relojes de agua o
clepsidras datan del
antiguo Egipto y se
usaban durante la
noche, cuando los
relojes de sol perdían su
utilidad.
Los primeros relojes de
agua consistieron en
una vasija cerámica que
contenía agua hasta
cierto nivel, con un
orificio en la base de un
tamaño adecuado para
asegurar la salida del
líquido a una velocidad
determinada y, por lo
tanto, en un tiempo
prefijado. El recipiente
disponía en su interior
de varias marcas de tal
suerte que el nivel de
agua indicaba los
diferentes periodos,
tanto diarios como
nocturnos. Clepsidras,
relojes de agua
Egipcios - SPE
13. Astrolabio, instrumento utilizado para medir la posición de los cuerpos
celestes. Consiste en un círculo, o sección de un círculo, dividido en grados
con un brazo móvil montado en el centro de dicho círculo. Cuando el punto
cero del círculo se orienta con el horizonte, la altura de cualquier objeto
celeste se puede medir observando el brazo.
El primer astrónomo que utilizó el astrolabio fue el griego Hiparco de Nicea.
En el siglo XVI, poco antes de que se inventara el telescopio, el astrónomo
danés Tycho Brahe, que con sus observaciones asombrosamente precisas
hizo posible la formulación de las teorías actuales sobre el Sistema Solar,
construyó un astrolabio de tres metros de radio. Hasta ser sustituidos por los
sextantes, en el siglo XVIII, los astrolabios fueron los instrumentos
fundamentales que utilizaron los navegantes.
Es un instrumento muy sencillo del astrolabio. Pero la noticia más es una descripción de ese instrumento llamado Levi ben Gerson en 1342.
La ballestilla es una vara de madera cruzada vara más pequeña. El marino del instrumento, dirigía éste hacia medir y deslizaba la vara cruzada coincidía con el horizonte y la superior estrella (ángulo que forma con una graduación grabada en la vara Los marinos -sobre todo los españoles ballestilla para determinar la latitud la altura de la estrella polar sobre sobre el horizonte es una buena la bóveda celeste).
14. Brújula, instrumento que indica pilotos, cazadores, excursionistas tipos fundamentales de brújula: primitivas se utilizaban ya en el giroscópica, un dispositivo desarrollado la brújula magnética el rumbo se agujas magnetizadas que señalan influencia del campo magnético El girocompás, que no resulta afectado consiste en un giróscopo cuyo rotor al plano horizontal de forma que Sur paralela al eje de rotación terrestre, verdadero.
Se llama cuadrante porque consiste de cuarto de círculo. En uno de dirigirlo hacia el astro deseado) cuelga una plomada que indica obtiene de la posición de la cuerda graduado.
El cuadrante se aplicó a la astronomía astrónomos lo usaban para medir horizonte. Los marinos lo usaban a la que se encontraban (midiendo estrella polar o del sol del mediodía) (midiendo la altura del sol).
Un cuadrante, como cualquier instrumento mientras más grande es. Para la pequeños que un marino podía astrónomo danés Tycho Brahe, un castillo en una isla para hacer cuadrantes de hasta dos metros personas para moverlos, pero con observaciones astronómicas más entonces. Las mediciones de Tycho Kepler a descubrir que las órbitas
15. Esfera armilar, instrumento astronómico divisiones principales de los cielos celestes. Está formada por anillos los círculos celestes esenciales, ecuador, la eclíptica, el horizonte, que se cortan en los Polos formando Este instrumento fue inventado griego Eratóstenes. Las esferas XVII.
El nocturlabio o reloj nocturno Estaba basado en la observación circunferencia que en torno a la especialmente la estrella Beta de en el sentido contrario de las agujas Las reglas que utilizaban los navegantes limitaban a saber que era medianoche, Cochab estaba exactamente al norte cuando estaba quince grados más estaba treinta, y así sucesivamente.
16. El reloj de sol indicaba la hora tamaño pequeño para poderlo llevar brújula para orientar su línea central Como los relojes normales de sol latitud, a medida que la nave se cada vez más erróneas.
Para solucionar este problema se "generales", aplicables en todas tratadista de náutica Martín Cortés horas movible para que en cualquier al del ecuador. La limitación fundamental obviamente, sólo se podían utilizar Pólvora
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Formas diferentes de los granos de pólvora, cada una con su función.
La pólvora es una sustancia deflagrante utilizada principalmente como propulsor de
proyectiles en las armas de fuego y con fines acústicos en los juegos pirotécnicos.
La pólvora fabricada es la denominada pólvora negra, que está compuesta de determinadas
proporciones de carbón, azufre y nitrato de potasio. La más popular tiene 75% de nitrato de
potasio, 15% de carbono y 10% de azufre (porcentajes en masa/masa). Actualmente se
17. utiliza en pirotecnia y como propelente de proyectiles en armas antiguas. Las modernas
pólvoras(sin humo) están basadas en materiales energéticos, principalmente nitrocelulosa
(monobásicas) y nitrocelulosa más nitroglicerina (bibásicas).
Las ventajas de las pólvoras modernas son su bajo nivel de humo, bajo nivel de depósito de
productos de combustión en el arma y su homogeneidad, lo que garantiza un resultado
consistente, con lo que aumenta la precisión de los disparos.
Historia
Fórmula China de la Pólvora c. 1044
La pólvora fue inventada en China para hacer fuegos artificiales y armas, aproximadamente
en el siglo IX de nuestra era, aunque no concibieron las armas de fuego como nosotros las
conocemos. Los bizantinos y los árabes la introdujeron en Europa alrededor del 1200.
Es probable que la pólvora se introdujera en Europa procedente del Oriente Próximo. La
primera referencia a su fabricación en Europa se encuentra en un documento de Roger
Bacon, la Epistola de secretis operibus Artis et Naturae, et de nullitate Magiae (ca. 1250).
En este texto leemos:
Berthold Schwarz, un monje alemán, a comienzos del siglo XIV, puede haber sido el
primero en emplear pólvora para impulsar un proyectil, aunque parece ser que por esa
misma época los árabes ya la habían usado con ese mismo fin en la Península Ibérica,
según se desprende de las crónicas del rey Alfonso XI de Castilla. El siguiente párrafo,
transcrito y adaptado al castellano moderno, corresponde a la crónica del rey Alfonso XI
sobre el sitio de Algeciras (1343), y es la primera referencia escrita del empleo de la
pólvora con fines militares, si bien hay quien sostiene que esa misma sustancia ya había
sido utilizada, también por los árabes, en la defensa de la ciudad de Niebla (Huelva) cuando
fue sitiada por Alfonso X el Sabio, casi un siglo antes.
..tiraban [los árabes] muchas pellas [bolas] de hierro que las lanzaban con truenos, de los
que los cristianos sentían un gran espanto, ya que cualquier miembro del hombre que fuese
alcanzado, era cercenado como si lo cortasen con un cuchillo; y como quisiera que el
hombre cayera herido moría después, pues no había cirugía alguna que lo pudiera curar,
por un lado porque venían [las pellas] ardiendo como fuego, y por otro, porque los polvos
18. con que las lanzaban eran de tal naturaleza que cualquier llaga que hicieran suponía la
muerte del hombre.
Sean cuales fueren los datos precisos y las identidades de sus descubridores y primeros
usuarios, lo cierto es que la pólvora se fabricaba en Inglaterra en 1334 y que en 1340
Alemania contaba con instalaciones para producirla.
El primer intento de emplear la pólvora para minar los muros de las fortificaciones se llevó
a cabo durante el sitio de Pisa (Italia) en 1403. En la segunda mitad del siglo XVI, la
fabricación de pólvora era un monopolio del Estado en la mayoría de los países.
Fue el único explosivo conocido hasta el descubrimiento del denominado oro fulminante,
un poderoso explosivo utilizado por primera vez en 1628 durante las contiendas bélicas que
se desarrollaron en el continente europeo.
Químicamente, el carbón y el azufre arden gracias al nitrato potásico, que es el comburente,
pues suministra el oxígeno para la combustión. Se puede emplear nitrato sódico (nitrato de
Chile), pero es higroscópico (condensa sobre sí la humedad del ambiente). También hay
otra pólvora comúnmente usada, que en vez de nitrato potásico, lleva clorato potásico
(KClO3), cuyo uso es común en pirotecnia. El clorato de potasio no es higroscópico y
funciona mejor que el nitrato de potasio, pero la combustión junto al carbón y al azufre se
hace mucho más rápidamente, siendo casi explosiva; por ello se usa en pirotecnia. Las
cantidades de cada componente son: 50% KClO3, 35% carbón y 15% azufre. El azufre
ayuda en la combustión, porque cuando se quema, se produce dióxido y trióxido de azufre,
SO2 y SO3, y al juntarse con moléculas de agua procedentes, no de la combustión, sino de
la humedad, se producen ácido sulfúrico (H2SO4) y sulfuroso (H2SO3), que reaccionan
violentamente con el clorato de potasio, haciendo que se descomponga muy rápidamente.
Aunque aún se pueda encontrar este tipo de pólvora para los fines descritos anteriormente,
ésta fue desplazada por la pólvora nitrocelulósica o sin humo en la última década del siglo
XIX, substituyéndola totalmente por las notables ventajas que tenia sobre la otra.
Mosquete
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19. Mosquetes y bayonetas.
El mosquete es un arma de fuego de infantería que se empleó desde el siglo XVI hasta el
siglo XIX, la cual se caracteriza por cargarse por el cañón (avancarga). Las distintas
tecnologías de disparo incluyen, de más antiguo a más moderno, la mecha, la rueda, el
pedernal y el pistón.
Utilidad
Surgió como evolución del arcabuz y su cañón mide hasta metro y medio. Era grande y
pesado y se necesitaba una horquilla para apoyarlo si se quería apuntar de manera correcta.
Debido a esto y a su menor precio, el arcabuz siguió usándose también durante el siglo
XVII. Más tarde fue evolucionando a modelos más ligeros, que se impusieron
definitivamente con el siglo XVIII. El mosquete usaba balas el doble de pesadas que el
arcabuz, con el lógico aumento del poder de detención. Su alcance efectivo era de igual
manera mayor. Solía dispararse a unos 50 metros, aunque en teoría su alcance eficaz rozaba
los 100, frente a los 50 metros del arcabuz, que solía dispararse a 25 metros o menos.
A partir de mediados del siglo XVII, deja de usarse la llave de mecha y se emplea un
sistema de disparo en teoría muy similar, pero en la práctica mucho más moderno para la
época, puesto que incorporaba una llave de chispa asistida por un pedernal, permitiendo
una mayor velocidad de disparo y eliminando la engorrosa mecha del arcabuz.
Evolución
Aunque el arcabuz y el mosquete son armas de avancarga muy parecidas, en origen
representaban dos conceptos de guerra distintos. El arcabuz era un arma ligera, algo más
manejable que el mosquete, lo que permitía a sus usuarios operar, en términos actuales,
como infantería ligera: tropa con amplia capacidad de maniobra de uso múltiple.
20. El mosquete, en su origen, era sencillamente artillería portátil. Se utilizaba por su mayor
capacidad de detención del enemigo. Sin embargo, era más caro, muy difícil de cargar y
muy pesado -lo que exigía el uso de una horquilla para apuntarlo-, por lo que, al principio,
sólo se destinaba a su uso a los soldados más vigorosos e instruidos.
El Batallón prusiano de granaderos de la guardia atacando con mosquetes durante la Batalla
de Hohenfriedeberg (Guerra de Sucesión Austriaca), el 4 de junio de 1745. Cuadro de Carl
Röchling (1855-1920).
En formación cerrada, ambos tipos de tropa combatían en lo que se llamaban en España, en
los tercios, "mangas", y que no eran otra cosa que una agrupación de compañías en los
flancos de los batallones de picas.
El proyectil del mosquete (como el del arcabuz) debía tener un calibre más pequeño que el
de cañón que lo debía disparar para poder cargarla con cierta comodidad, por lo que gran
parte de la potencia impulsora de la deflagración se perdía. Además, en su trayecto por el
cañón, la bala iba "rebotando" por el cañón de forma que era muy difícil determinar su
trayectoria a la salida por la boca. De ahí la baja precisión y alcance de este tipo de armas.
El mosquetero, al principio, era un soldado que rara vez llevaba otra armadura que un
coleto de cuero, debido al peso de su equipo -en contraste con el arcabucero, que podía
llegar a usar cascos e incluso corazas-. Para las cargas, el mosquetero llevaba los llamados
“los doce apóstoles”, que era un cinturón de cuero en bandolera con doce pequeños
depósitos de madera con la medida precisa de pólvora gruesa necesaria para cargar la
recámara del arma. Que un soldado llevase a la batalla sólo doce cargas da una idea de la
baja cadencia de fuego de este tipo de arma.
También llevaba en bandolera una polvera, pequeño depósito de pólvora fina para cebar la
cazoleta que iniciaba el proceso de disparo, y en una bolsita al costado, las balas de plomo,
llamadas comúnmente “pelotas”. El hecho de llevar la mecha encendida por ambos
extremos provocaba no pocos riesgos, que a veces terminaban en trágicos accidentes, al
prender cargas o polveras. El mosquetero solía llevar, además, espada y daga para la
defensa cercana, aunque no era inusual usar el mismo mosquete como maza.
La principal ventaja del mosquete era su poder de penetración, y su éxito fue tal que poco a
poco las armaduras se fueron eliminando del campo de batalla por inútiles, lo que a su vez
permitió el aligeramiento del mosquete. En la segunda mitad del siglo XVII, los mosquetes
eran lo suficientemente ligeros para desprenderse de la horquilla. Esta evolución hizo que el
21. mosquetero fuera sustituyendo poco a poco al arcabucero en los ejércitos europeos,
unificando los conceptos tácticos de potencia de fuego y versatilidad en un solo soldado.
A finales del siglo XVII, el mosquete se apropia definitivamente del campo de batalla. De
las llaves de mecha y rueda de sus inicios, se pasará a la llave de chispa. La incorporación
de la bayoneta, primero encastrada -se introducía en el cañón e impedía disparar- y luego, a
mediados del siglo XVIII, de cubo –que puede calarse sin obstruir el cañón-, permitirán
prescindir de la infantería con picas en favor de más mosqueteros. Por primera vez en la
historia, los hombres en el campo de batalla no eran una mezcla de espadachines, piqueros,
arcabuceros, ballesteros, arqueros y jabalineros; casi todos los ejércitos comenzaron a
estandarizar sus fuerzas militares dejando en la lucha frente a frente solo a los mosqueteros,
por el poder de fuego que representaban y porque, si estaban entrenados y mantenían la
organización, se podían defender también de la caballería: había nacido el fusil.
El mosquetero, ahora fusilero, no se parecía en nada al mosquetero de los inicios. Su
mosquete era más estilizado, ligero y largo. Cada carga de pólvora estaba ahora embalada
con su proyectil en un cilindro de papel y estibada en una cartuchera que lo protegía con
tapas de seguridad y lo mantenía separado del sistema de ignición, haciendo su uso y
manejo mucho más seguro.
Los nuevos sistemas de disparo y embalaje de carga y bala permitían, además, reducir y
simplificar el número de movimientos necesarios para cargar el arma. Aun así, una tropa
podía considerarse muy bien instruida si conseguía que sus soldados efectuasen tres
disparos en un minuto. Las cartucheras podían tener de 20 a 40 cargas.
A finales de la época napoleónica, se empezaron a generalizar las armas con ánima
estriada que hacían que la bala girase en el cañón, lo cual procuraba una mayor
precisión y alcance. Posteriormente, la llave de chispa dejó paso a la de percusión. Así
terminaba la era del mosqArcabuz
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Arcabuz en un museo.
Arcabuz alemán.
El arcabuz es una antigua arma larga de fuego de avancarga, antecesor del mosquete. Su
uso estuvo extendido en la infantería europea de los siglos XV al XVII. A pesar de su
longitud, el disparo era de corto alcance (apenas unos 50 metros efectivos), pero letal, en
22. esa distancia podía perforar armaduras. Era fácil de manejar y desplazó rápidamente el uso
de la ballesta, que desapareció a mediados del siglo XVI. Si se comparan sus prestaciones
en combate con los arcos y ballestas, era imprecisa y de menor alcance, pero más poderosa,
intimidadora y requería mucha menos destreza para manejarla con eficacia. Aunque el
empleo del arcabuz estaba difundido antes de la invención del mosquete (su evolución), fue
contemporáneo y rival en uso de esa segunda arma, la cual le desplazó lentamente,
desapareciendo casi por completo en el siglo XVIII.
Índice
1 Etimología
2 Partes de la que consta un arcabuz
o 2.1 El cañón y cuerpo
o 2.2 Mecanismo de disparo
o 2.3 Munición
3 Variedades
4 Referencias
5 Enlaces internos
6 Enlaces externos
Etimología
Pistolas y arcabuces japoneses de la Era Edo.
Actualmente hay una discusión sobre el tema. Algunos expertos afirman que la palabra
castellana arcabuz proviene de la otra francesa arquebuse; ésta a su vez de la neerlandesa
hakebus y finalmente ésta de la alemana Hakenbüchse (vocablo compuesto por las palabras
Haken, gancho o garfio, y Büchse, arma de fuego; caja; lata), mientras que otros afirman
que proviene de la denominación árabe Al Caduz (el tubo).
Partes de la que consta un arcabuz
El cañón y cuerpo
23. El arcabuz estaba formado por un cañón de hierro de una longitud de unos 93,92 cm y un
calibre variable, entre los 15 a los 20 mm, montado sobre un madero de aproximadamente 1
m de largo que normalmente era de cerezo o nogal (se prefería la primera, pues el nogal era
más pesado). La culata (en el siglo XVI se denominaba "mocho") solía ser recta, no curva,
ya que era mejor en el uso para los soldados. El cañón tenía en su parte posterior un orificio
por el que se aplicaba en el momento del disparo la mecha encendida. En total, el arcabuz
llegaba a pesar entre unos 4 kg y 5 kg.
Mecanismo de disparo
El más corriente fue la llave de mecha, más utilizado en el siglo XVI y de pedernal
aparecido a mediados del siglo XVII.
La llave de mecha empleaba una mecha lenta encendida colocada en un trozo de hierro a
modo de palanca, llamada serpentina, que al ser accionada por el gatillo introducía la
mecha en la cazoleta llena de pólvora fina (que se encontraba al lado del oído), donde se
producía la llamarada que encendía la carga propulsora del cañón y disparaba la bala.
A mediados del siglo XVI se introduce en los arcabuces la cubrecazoleta, una tapa que
cubría en las marchas o días lluviosos la cazoleta, pues si la pólvora se mojaba, no se
produciría la explosión.
El mecanismo de pedernal no se introduce en el arcabuz hasta, más o menos, 1670. Para
entonces, el arcabuz no era un arma de fuego de infantería, puesto que el arcabuz había sido
sustituido por el mosquete, sino de caballería. El mecanismo de pedernal era más caro,
aunque más seguro y eficaz para el soldado. La llave de pedernal consistía en una piedra de
pedernal montada en el martillo, que golpeaba el pie de gato de la cazoleta, abriéndola y
produciendo una chispa. Esta encendía la pólvora fina y su llamarada pasaba por el oído,
disparando el arma.
Munición
La munición del arcabuz consistía en la pólvora y la pelota, la bala propiamente dicha. La
bala, de forma esférica, estaba hecha de plomo y solía pesar unos 10 g aproximadamente.
Las balas debían estar hechas de tal manera que entrasen holgadamente en el cañón del
arcabuz. El que existiera una distancia entre la pared del cuerpo y la bala (Cristóbal
Lechuga, maestre de campo, nos indica que se llama viento) ayudaba a que los gases que se
producían en la explosión para expulsar la bala no obstaculizasen y frenasen el disparo,
ralentizando a la bala. La bala era introducida por el cañón, como arma de avancarga. Se
metía mediante una baqueta de hierro que era usada como rascador (para limpiar la pared
interna del arcabuz) y atacador (para que llegase la bala a la recámara). Las balas eran
hechas, a veces, por los mismos soldados, quienes adquirían plomo y una tenaza con la que
se hacían las balas, pues tenían la forma.
El soldado llevaba dos tipos de recipientes para la munición: un frasco donde se llevaban
las pelotas y un frasquillo donde se llevaba la pólvora para cebar la cazoleta. En algunos
24. casos, se llevaban recipientes con la bala y la cantidad exacta de pólvora; estos frasquitos
en los tercios españoles eran doce y los soldados los llamaban comúnmente los doce
apóstoles.
Para accionar el mecanismo de mecha se llevaba una cuerda formada de lino o cáñamo,
rebozada con agua y salitre, para que, cuando prendiera, diera más fuerza en la explosión.
Pero esto ocasionaba que la cuerda se malgastara, pues ardía con rapidez.
Para accionar el mecanismo de pedernal, se llevaban varias piedras de pedernal que solían
durar bastante.
El alcance útil del arcabuz no superaba los 50 m y habitualmente se prefería disparar a
menos de 25 metros de distancia del enemigo, pero la evolución y mejoramiento del
arcabuz dio más alcance efectivo (se cree que a finales del siglo XVII, podían alcanzar unos
200 metros).
En ejércitos tan importantes como los tercios españoles, el arcabuz tenía que ser igual para
todos los soldados, con el único objetivo de que, cuando se terminase la munición, pudieran
intercambiarse la munición los compañeros, si estos eran faltos de ella.
El arcabuz, usado en combinación con la protección de picas, cambió la forma de hacer la
guerra en Europa. En 1522 los españoles, con esta arma, destrozaron a los famosos cuadros
de piqueros suizos en Bicoca. Después le llegó el turno a los caballeros con armadura
medievales franceses en Nápoles, durante la Batalla de Pavía, que fueron fácilmente
vencidos por los arcabuceros. Desde esa batalla se mostró la eficacia del arcabuz y su
empleo se empezó a propagar entre los ejércitos europeos. La infantería sería la "reina de
las batallas" hasta la Primera Guerra Mundial. Se utilizó por primera vez durante la revuelta
de los irmandiños en Galicia (para combatir a los sublevados).
Variedades
Arcabuz de gancho. Especie de cañón de mano perfeccionado con dos muñones en
el tubo, que apoyados en un gancho en forma de horquilla sobre un trípode podían
moverse dentro de la horquilla para variar el ángulo de elevación del tiro. Su
longitud era de 129 a 171 cm y su peso de 24 a 28 kg: lo manejaban dos hombres.
Un autor extranjero dice que en 1411 lo emplearon por primera vez los franceses en
el sitio de Arrás.
Arcabuz de mecha o de cuerda. Los primeros aparecieron a finales del siglo XV y
se miraron como un prodigio. Pero más tarde se vio que era muy pesada la
operación de darle fuego con la mano y se ideó hacerlo por medio de una mecha
movida por un resorte. A pesar de la aceptación que tuvo, le acompañaban
inconvenientes muy graves, pues la lluvia apagaba la cuerda que el soldado tenía
que llevar constantemente encendida y, además, era imposible intentar con los
arcabuceros una sorpresa nocturna porque la luz de la mecha se distinguía a larga
distancia.
25. Arcabuz de rueda. En Núremberg y a principios del siglo XVI, después de varios
ensayos, se inventó esta arma. Fue admitida con entusiasmo y los soldados la
adoptaron al instante arrojando con alegría la molesta cuerda-mecha que tanto les
embarazaba. Lo que hoy llamamos llave consistía en una rodaja de acero muy bien
templado, la cual movida por un resorte caía sobre una piedra metálica, asegurada
entre las quijadas de una especie de gatillo, y la colisión producía chispas que
incendiaban la pólvora. Esta se echaba en una plancha cóncava, que mejorada
después tomó el nombre de cazoleta. La pesadez de esta arma, la lentitud con que se
cargaba, la facilidad con que se iba el tiro y lo embarazoso que era el uso de la
horquilla en que se apoyaba para dispararla y otros defectos notables, hizo que los
peones lo abandonasen por algún tiempo. Desde entonces, después de aligerar su
peso, la caballería ligera la admitió como su arma favorita, por serle menos molesta
que el arcabuz de mecha.
Arcabuz de viento. Lo mismo que el de fuego, pero se carga comprimiendo el aire
por medio de un muelle y tira la bala a bastante distancia, haciendo mucho menos
ruido al dispararse que con la pólvora.1
La natación es el movimiento y/o desplazamiento a través del agua mediante el uso de las
extremidades corporales y por lo general sin utilizar ningún instrumento artificial. La natación es
una actividad que puede ser útil y recreativa. Sus usos principales son el baño, refrescarse para
combatir el calor, buceo, pesca submarina, salvamento acuático, actividad lúdica, ejercicio y
deport e.