La crisis de deuda soberana ocurre cuando un país ya no puede pagar ni refinanciar su deuda pública. Esto puede deberse a que los gastos del gobierno superan sus ingresos durante años de bonanza económica. Para cubrir la diferencia, el país toma préstamos que luego debe pagar con intereses, lo que aumenta su deuda año tras año. Finalmente, la deuda es tan grande que ya no puede ser refinanciada, llevando a una crisis que requiere subir impuestos, recortar servicios o declarar la quiebra.