El documento discute el uso de la tecnología por niños y adolescentes y recomienda usarla principalmente para tareas escolares y mejoramiento personal en lugar de causar distanciamiento familiar. También describe un enfoque centrado en el estudiante para el aprendizaje que es autónomo, responsable y de colaboración, usando tareas contextualizadas y la imaginación. Finalmente, explica que las habilidades con tecnología de la información son importantes en el siglo 21 para mejorar el trabajo y el acceso a información desde cualquier lugar.