La vida humana comienza en el momento de la fecundación cuando el óvulo es fertilizado por el espermatozoide, formando un cigoto con su propio código genético distinto al de la madre y el padre. El aborto inducido conlleva riesgos médicos como la retención de tejido, perforación uterina e infección, así como riesgos psicológicos como culpa, tristeza y pérdida. La Iglesia Católica reconoce que la vida comienza en la concepción sobre la base de la ciencia y la