El documento discute los desafíos de mejorar la educación. Menciona que aunque las escuelas pueden implementar cambios internos para mejorar la calidad educativa, también se necesitan reformas de políticas públicas a nivel del sistema educativo. Propone trabajar de manera articulada entre las escuelas, el gobierno y las organizaciones comunitarias, redefiniendo sus funciones y la toma de decisiones, para generar condiciones que permitan a las escuelas funcionar como centros socioeducativos y comunitarios.