La danza contemporánea para niños se enfoca en la libre expresión corporal más que en una historia lineal, surgió como reacción a la rigidez de la danza clásica, y tiene como objetivo desarrollar la creatividad y sensibilidad de los niños a través del contacto con su cuerpo. Se recomienda comenzar a partir de los 6-7 años cuando las articulaciones están más fuertes, tomar al menos dos clases a la semana y aumentar la frecuencia conforme el niño avanza, con sesiones de 45-60 minutos.