El documento habla sobre el papel original de las universidades de crear y aportar conocimiento a la cultura y la ciencia, monopolizando la transmisión del saber. También discute la necesidad de que profesores y estudiantes trabajen juntos en el mismo contexto compartiendo sus conocimientos y experiencias. Finalmente, propone que los intereses curriculares y de los estudiantes deben converger dentro de la clase a través de procesos grupales, comunicación sincrónica y asincrónica, y responsabilidad individual y grupal.