El documento trata sobre las minorías religiosas. Explica que en el siglo XVI, los conflictos religiosos eran una fuente importante de tensiones sociales. Las minorías étnicas y religiosas sufrían constante presión social y oficial por parte de las autoridades. La represión de la disidencia religiosa no se limitó a España o al mundo católico, y dio origen a iglesias reformadas que resultaron ser tan o más intolerantes que la Iglesia Católica. Esto provocó desplazamientos forzados y la formación