El trabajo social tiene sus orígenes en filosofías e ideales humanitarios del siglo 17 en Inglaterra. Se desarrolló profesionalmente en Estados Unidos en el siglo 19 con figuras como Mary Richmond y Jane Adams. En Puerto Rico, pioneras incluyen Carmen Rivera de Alvarado, Dorothy D. Bourne y Beatriz Lasalle. El trabajo social se profesionalizó a principios del siglo 20 con la creación de escuelas de trabajo social y el reconocimiento legal de la profesión en Puerto Rico en 1940 y 1954.