Bryan se siente solo y agobiado por la escuela hasta que su amigo Kyan lo visita de improviso. Comparten una cena y se quedan dormidos viendo televisión. Al despertar ya es de noche, por lo que Kyan acepta la invitación de Bryan de pasar la semana en su departamento para hacerse compañía mutuamente.

1. Dicen que en el corazón no se manda, si esto es cierto entonces puedes enamorarte de cualquiera. Pero… ¿Qué pasa si te enamoras de alguien que no debes? ¿Eres culpable por que tu corazón eligió amar a alguien que no puede o no debe corresponderte? ¿O la culpa recae en aquella persona a quien decidiste dirigirle tu afecto? ¿Acaso hay algún culpable? ¿No seria mejor compadecer a ambos? … después de todo en situaciones así solo hay víctimas del dolor que causa el amar Capítulo 1: KoKoro no tomo - alma gemela

2. Pasaban de las seis de la tarde cuando, finalmente, Bryan llegó a su departamento con el desgano plasmado en su rostro. Con desidia lanzó su mochila hacia un rincón; dio un par de pasos y se dejo caer en el sillón de la sala. - ¡Odio el final de semestre! – Exclamó mientras se estrujaba el cabello en un gesto de hastío - ¿Qué se creen los maestros? ¿Qué no tengo nada mejor que hacer toneladas de tarea de un día para otro? - Después de dar un prolongado suspiro guardó silenció, mientras dejaba que el cansancio se apoderara de su cuerpo, adormilándolo cada vez más. Un escandaloso gruñido, seguido de una sensación de vacío en el estomago, agitó el sueño de Bryan, quien de mala gana abrió los ojos y, adormilado, dijo para si. - Se me había olvidado que tengo que comer… - y con un gesto de desinterés se volvió boca abajo y cubrió su cabeza con un cojín. Sin embargo un nuevo y mas ruidoso gruñido lo obligó a mantenerse despierto – Ya no se que es peor: no tener tiempo para comer, o no tener tiempo para dormir – Somnoliento levantó la mirada hacia la cocina; los cinco metros que lo separaban del refrigerador parecían no valer la pena el levantarse – Mejor me duermo – Concluyó – igual y así se me olvida que tengo hambre – Apenas terminó la frase, cerro sus ojos dispuesto a dormir. Capítulo 1: KoKoro no tomo - alma gemela

3. De súbito, el sonido del timbre taladró los oídos de Bryan con aquel tono agudo que le era tan familiar. Bryan intentó ignorar el timbre y con desesperación enterró su rostro entre los cojines del sillón intentando, sin éxito, aplacar el ruido. Sin embargo el visitante, a parte de inoportuno, era insistente y una segunda tanda de timbrazos se dejó oír por la casa. - ¡No estoy! – Exclamó Bryan ahogando su voz en el sillón, para después quedarse tan quieto y silencioso como podía, esperando a que el desgraciado que interrumpía su sagrado descanso se fuera. Pasaron un par de segundos y finalmente, se hizo el silencio. Bryan sonrió complacido y se dispuso a dormir de nuevo, pero un torrente de fuertes toquidos se lo impidió una vez más. - ¡Bryan! ¡Wey, ábreme! – Exclamó, como acompañamiento de los toquidos, una voz familiar desde el otro lado de la puerta - ¡Ábreme cabrón! ¡A mi no me engañas! ¡Se que estas ahí adentro! Capítulo 1: KoKoro no tomo - alma gemela

4. Al escuchar la voz que lo llamaba desde fuera de su casa, Bryan se puso en pie de un brinco, una inmensa sonrisa se plasmó en su rostro y, mientras el terrible agotamiento que lo agobiaba desaparecía como por arte de magia, exclamó lleno de alegría: - ¡Kyan! – Tan rápido como pudo abrió la puerta encontrando a su viejo amigo sonriendo - ¿Qué haces aquí? ¡Que milagro que me visitas! ¿Cómo has estado? - Estoy bien… gracias… - Respondió el muchacho, confuso por la batería de preguntas que Bryan le dirigía – Este yo… pues me sentía algo solo en mi casa y pues… como tenia mucho que no venia… pues bueno… - ¿Por qué hablas así? ¿Qué te pasa? – Inquirió Bryan mientras hacia pasar a Kyan y lo sentaba en la sala. - Perdón, pero es que mi cerebro no funciona como debería… Estoy tan cansado… - Exclamó mientras suspiraba agotado – La escuela me esta matando. - No eres el único, yo también estoy que no me aguanto – Agregó Bryan mientras iba a la cocina por un par de latas de refresco; después de darle una a Kyan continuó – Ahora que lo pienso, tenemos tanto trabajo, que a pesar de que tomamos la mitad de materias juntos a penas si hemos tenido tiempo de cruzar palabra. - Si, tienes razón - ¿Ya comiste? Capítulo 1: KoKoro no tomo - alma gemela

5. - No, ¿Qué me vas a invitar? – Preguntó Kyan, ladino. - ¡Estarás tan bueno, cabrón! - No, pero me defiendo – Exclamó Kyan riendo, y enseguida Bryan le hizo coro soltando una sonora carcajada. Se sentían tan a gusto, que la tensión y el cansancio que ambos llevaban a cuestas, pareció disolverse en la alegría del momento. Kyan, aun recuperándose del ataque de risa, se levantó del sillón y caminó hasta la cocina, donde Bryan se preparaba para cocinar. - Oye, ya en serio, no quiero causarte molestias. - No es molestia, yo tampoco he comido, de hecho, cuando llegaste me estaba decidiendo entre dormir o comer; y ya que tuviste la amabilidad de no dejarme dormir pues creo que voy a comer. - Oye wey ¿no tienes otra cosa? – Preguntó Kyan mirando las hamburguesas que Bryan había empezado a preparar - ¿Qué no ves que quiero conservar la línea? - Será la curva, por que con esa dieta de sopas instantáneas y pastelitos twinky a la que estas acostumbrado, la única forma que vas a lograr va a ser esférica – Respondió Bryan burlón antes de soltar una sonora carcajada, a la que Kyan hizo coro. Capítulo 1: KoKoro no tomo - alma gemela

6. Al escuchar como las risas de ambos llenaban el lugar, Bryan se sintió feliz. Era curioso como el estar ahí, riendo de tonterías, gozando el simple hecho de estar vivo, lo llenaba de tal manera. Con cierta nostalgia se preguntó ¿Cuánto hacia que no se sentía así?, tan feliz… tan vivo… ¿Cuánto hacia que no sonreía de esa manera? Esto hizo a Bryan reflexionar en la soledad y el silencio que reinaban en su vida; Su departamento casi siempre estaba frío y desolado; y el único sonido que se escuchaba provenía del radio o la televisión, pero no era un sonido alegre, si no mas bien estéril, o al menos así le parecía a Bryan, quien prefería mil veces llenar su casa de ese sonido, a sentir el silencio que seguramente le traería amargos y dolorosos recuerdos de su pasado. – Antes no era así – Se dijo Bryan – Cuando Héctor estaba aquí las cosas eran distintas… - Al pensar esto, Bryan sintió un vacío en el estomago que nada tenia que ver con el hambre. Sin embargo, el dulce sonido de la risa de Kyan lo reconforto; no era solo la risa, si no quien reía, lo que lo reconfortaba de tal manera; Habría hecho lo que fuera por ver esa calida sonrisa plasmada en el rostro de Kyan. Capítulo 1: KoKoro no tomo - alma gemela

7. - ¿Ya estas listo para el fin de semana? – Preguntó Kyan mientras hacia malabares con los jitomates. - Si, ¡No sabes como me hace falta! - Respondió Bryan saliendo de sus ensoñaciones - Sobre todo por que ya va a ser un año de… - Bryan sintió un nudo en la garganta mientras se daba cuenta de lo que acababa de decir; intentó continuar hablando, pero el amargo recuerdo hizo que las palabras se atropellaran en su boca. - Si, lo se – Interrumpió Kyan un tanto preocupado, mientras dejaba los jitomates en la mesa - también por eso quería venir a verte, el que estuviera solo en mi casa era solo el pretexto. - Gracias… - Dijo Bryan en un susurro casi imperceptible, para después continuar hablando en voz alta - ¿Así que tu mamá se fue de viaje otra vez? - Si, a Nueva Zelanda, y no va a regresar hasta fin de mes… Desde que consiguió ese trabajo casi nunca esta en la casa… Aunque por otro lado no esta tan mal, no la tengo todo el tiempo encima de mi… Por un momento, ambos guardaron silencio; Bryan notó la incomodidad que el tema producía en su amigo. Después de todo el no era el único que se sentía solo; y si bien era cierto que el caso de Kyan era radicalmente diferente al suyo, no pudo evitar sentirse mal por el. Capítulo 1: KoKoro no tomo - alma gemela

8. - Bueno, esto ya esta, vamos a comer o mis amibas se van a comer unas a otras – Exclamó Bryan rompiendo el silencio. La cena fue tranquila y silenciosa, pero a la vez llena de calidez y alegría. Bryan fue el primero en terminar; satisfecho, apartó su plato aun con restos de comida. - ¿Te vas a comer eso? - No, ¿Lo quieres? – Respondió Bryan mientras le tendía su plato a Kyan. Con asombro, Bryan observó como Kyan se engullía media hamburguesa de dos bocados para después proferir un sonoro eructo. - ¡Eres un cerdo! – Replicó Bryan mientras recogía los platos – De hecho comes como uno. - Perdón – Susurró Kyan apenado – Pero es que te quedan bien ricas. - Exagerado, si lo único que hago es ponerlas a cocer. - Si comieras a diario comida de lata no dirías lo mismo. - Si comes eso es por que quieres ¿Qué trabajo te cuesta meterte de vez en cuando a la cocina? ¿O que? ¿Tienes miedo de que la estufa cobre vida y clame venganza a punta de sartenazos? Capítulo 1: KoKoro no tomo - alma gemela

9. Kyan pareció molestarse por el comentario de Bryan, pero finalmente esbozó una mal disimulada sonrisa; enseguida, y no sin algo de dificultad debido a que había comido demasiado, se levantó de la mesa. - Regreso… - Exclamó Kyan. - Que todo salga bien – Agregó Bryan risueño, sabiendo de antemano que Kyan iba al baño. Bryan limpió la mesa, para después sentarse frente al televisor. Momentos después Kyan apareció por el pasillo; Bryan se ensimismo contemplando a su amigo: Los rasgos suaves y varoniles que conformaban su rostro, su cabello negro, ligeramente rizado y peinado hacia atrás, sus ojos de un café casi dorado, aquella incipiente barba que se negaba a rasurar, los movimientos llenos de vitalidad y energía; y finalmente aquella sonrisa con la que lo obsequió mientras se acercaba hasta donde estaba. - ¿Qué me ves? – Replicó Kyan abochornado por la intensa mirada de Bryan. - ¿Eh?... No, nada… Este… te estaba esperando… ¿Quieres ver tele un rato? Kyan asintió sin quitar aquella hermosa sonrisa de su rostro; moviéndose con soltura, se acomodo en el sillón mas cercano y se dispuso a ver televisión. Capítulo 1: KoKoro no tomo - alma gemela

10. - Soy muy afortunado de que al menos forme parte de mi vida… - Se dijo Bryan melancólico mientras encendía la televisión – Es una lastima que solo seamos amigos. Al poco rato, el calor vespertino, el cansancio y la abundante comida terminó por obligar a ambos chicos a quedarse dormidos. No despertaron si no hasta horas después, cuando el departamento ya estaba cubierto por la oscuridad nocturna. Bryan abrió los ojos, y con la mirada borrosa consultó su reloj, pasaba de la media noche, y en el departamento se sentía un gran frío. Bostezando se levanto del sillón y se dirigió hacia Kyan, quien roncaba fuertemente. - Kyan, despierta… Nos quedamos dormidos – Exclamó Bryan entre bostezos mientras encendía la luz. Kyan se despertó confundido; fue solo hasta después de que vio a Bryan, que recordó donde estaba y que hacia allí. - ¿Qué horas son? – Preguntó aun medio dormido. - Son más de las 12 – Respondió Bryan. Capítulo 1: KoKoro no tomo - alma gemela

11. Kyan se levantó en silencio mirando a su alrededor, quería irse, pero estaba tan cansado que no podía mover ni un dedo. - Oye estaba pensando… - Soltó Bryan de súbito - ¿Por qué no te quedas hoy? Es mas ¿Por que no te quedas el resto de la semana?, de todos modos el sábado vamos a salir de aquí para ir a la cabaña ¿no? Además, si tu mamá no esta para regañarte por que te juntas conmigo, no hay pretexto. ¿Para que te quedas solo en tu casa? - Kyan lo pensó por un momento, la idea no le desagradaba en absoluto, aunado a eso se moría de sueño y no podía haberse ido a su casa esa noche aunque le pagaran – Bueno… también hay otra razón por la que quiero que te quedes… - Continuó Bryan con voz titubeante, ante la mirada extrañada de Kyan – Yo… tampoco quería estar solo en estos días por… - ¡No se diga mas! – Interrumpió Kyan – Me quedo, ¡eso si! Me tienes que prestar algo de ropa, por que hasta mañana en la tarde podré pasar por mis cosas a mi casa – Bryan asintió algo apenado; al ver esto, Kyan cambio su expresión preocupada por una amable sonrisa mientras se acercaba a Bryan para susurrarle: – No te preocupes… entiendo, Además te prometí que iba a estar contigo - Y con esto se alejo caminando en dirección a la habitación de Bryan. Capítulo 1: KoKoro no tomo - alma gemela

12. Bryan se quedo un momento en la sala, sonriendo agradecido por contar con Kyan; Y enseguida se dio media vuelta para seguirlo. - ¿Quieres que te preste una pijama? – Preguntó Bryan mientras entraba a su cuarto solo para contemplar como Kyan, ya sin playera, empezaba a desabrochar su pantalón. Ruborizado, intentó voltear a otro lado. - No, gracias – Respondió Kyan mientras se quitaba el pantalón – Ya sabes que duermo en puro bóxer – Bryan, apenado y un tanto excitado, intentó decir algo, pero lo único que salía de su boca eran balbuceos incoherentes. Kyan, sin darse cuenta de lo que pasaba continuó hablando – Y ¿Cómo nos acomodamos? - Tu quédate en la cama – Respondió Bryan aun sin voltear. - ¿Seguro? - Si… a mi se me antoja dormir en el piso. - Oye ¿Te vas a dormir vestido? - Bryan, finalmente, se volvió y por un segundo vio a Kyan solo en boxers. La imagen hizo que un pinchazo de excitación recorriera su cuerpo; con terror noto como en su entrepierna comenzaba a formarse un notable bulto - ¿Qué pasa? – Preguntó Kyan, notando la consternación de Bryan. - ¡Nada! – Balbuceó Bryan mientras intentaba salir del cuarto. - ¡No me digas que te da pena desvestirte enfrente de mi! – Exclamó Kyan sorprendido. - No, no es eso… es que… ¡voy al baño! – Pretextó Bryan mientras salía del cuarto en dirección al baño. Capítulo 1: KoKoro no tomo - alma gemela

13. Después de cruzar el pasillo, entrar al baño y encerrarse dentro, Bryan sintió un inmenso alivio. Aun agitado, abrió la llave y dejó que el lavamanos se llenara del frío líquido; enseguida hundió la cara en el agua y se quedo así un momento. Cuando finalmente logró calmarse, se miro al espejo. Desde la plateada superficie lo miraba un Bryan francamente patético: tenía el rostro y parte del cabello empapados, unas profundas ojeras se dibujaban bajo sus azules ojos y una expresión de nostalgia enmarcaba su cara. Ignorando la imagen que el espejo reflejaba, Bryan se seco la cara, comprobó que estuviera lo suficientemente “calmado” como para regresar al cuarto y finalmente se atrevió a salir. Cuando Bryan abrió la puerta del baño, notó que la luz del cuarto estaba apagada. Con pasos lentos y pesados, cruzó el pasillo en dirección a su habitación y al llegar al marco de la puerta se detuvo un momento dirigiendo su mirada hacia la penumbra nocturna que reinaba ahí. Sus ojos tardaron un poco en acostumbrarse a la oscuridad, pero cuando finalmente pudo distinguir las formas que se fundían con las sombras no pudo evitar sonreír. Acostado en su cama, con los ojos cerrados, estaba el objeto de su afecto. Bryan contempló con fascinación como la penumbra nocturna había delineado la figura de Kyan como si fuese un dibujo al carbón. La escena, en general resultaba tranquila y acogedora. Capítulo 1: KoKoro no tomo - alma gemela

14. - Me parece imposible… ¿Cómo puedo sentirme el ser más feliz del universo y al mismo tiempo el más desdichado? - Pensó Bryan mientras apagaba la luz del pasillo y dejaba que las sombras lo envolvieran. Tan silenciosamente como pudo entró al cuarto y comenzó a desvestirse quedándose solo en bóxer y camiseta; enseguida dio unos pasos y se detuvo frente a la cama sin quitarle la vista de encima a Kyan. Una súbita corriente de aire, transmitió el frío de la noche por todo su cuerpo; dando un suspiro ignoró la sensación helada que recorrió su espalda y una sonrisa amarga se dibujo en su rostro mientras continuaba en su muda contemplación. - Es obvio - se dijo en silencio - es por el, ¿Por que siempre tiene que ser el? Esta aquí, conmigo, a mi lado; y sin embargo no soy capaz de decirle lo que siento - ¿Recuerdas el día en que nos conocimos? – Susurró Kyan sin abrir los ojos - ¿Perdón? – Preguntó Bryan desconcertado - ¿Que si recuerdas el día en que nos conocimos? – Repitió – Van ser cuatro años de eso… La mente de Bryan viajo atrás en el tiempo, y se dio cuenta de que lo que Kyan decía era cierto; Hacia poco menos de cuatro años que Kyan y el se habían conocido en la escuela. Capítulo 1: KoKoro no tomo - alma gemela

15. - Cierto – Exclamó Bryan recuperándose del estupor – Ya pasaron cuatro años... Es curioso, regularmente tienes mala memoria para estas cosas... - Las cosas importantes no se olvidan – respondió Kyan mientras abría los ojos y encaraba a Bryan. Aun en la oscuridad Bryan pudo contemplar los ojos de Kyan, aquellos ojos dorados que lo habían cautivado aquel día en que Kyan y el se encontraron en la escuela; había bastado solo una mirada para fijarse en el, pero habían sido los cuatro años subsecuentes los que habían forjado el lazo tan especial que los unía, el problema era que para Bryan ese lazo se había transformado en otra cosa; no solo sentía el gran cariño que se tiene por un amigo, no, el sentía amor, un amor profundo y verdadero que lo estaba matando por dentro. - Kyan... ¿Alguna vez te has enamorado de alguien que no debes? – Preguntó Bryan mientras sacaba unas mantas y las acomodaba en el piso, junto a la cama - Pues creo que si, pero ¿Por que preguntas? ¿De quien estas enamorado? - De nadie... solo era curiosidad... - Y en un suspiro exclamó – Pero ojalá las cosas fueran diferentes – Un silencio tenso llenó el cuarto, o al menos así lo sintió Bryan, pues Kyan se veía tan tranquilo y animado como siempre. Capítulo 1: KoKoro no tomo - alma gemela

16. - Oye ¿seguro que estas bien ahí en el suelo? – Preguntó Kyan rompiendo el silencio – No me siento cómodo sabiendo que te quito tu cama. - ¡No te preocupes! Al contrario, además cuando duermo en el piso se me acomoda la espalda… – respondió Bryan sonrojándose al recordar lo que acababa de pasar – ¡Por cierto! Quería agradecerte por quedarte... ¿Sabes? Esta época del año es muy difícil para mí... No me hubiera gustado quedarme solo... – Mientras decía esto, Bryan, comenzó a acariciar la pierna desnuda de Kyan, fue un acto de inercia sin embargo Kyan se mostró nervioso ante el contacto; Cuando Bryan se dio cuenta de lo que estaba haciendo quitó la mano apenado - ¡Perdón! ¡No me di cuenta! Yo... - No te preocupes... – respondió Kyan un tanto nervioso. - En serio perdóname… Es que a veces se me olvida... fue inercia. - ¡Ya, tranquilo! no te preocupes, mejor vamos a dormirnos… Hasta mañana Bryan. - Hasta mañana Kyan... – Exclamó Bryan apenado Bryan intentó dormir, pero no podía conciliar el sueño; el saber que Kyan estaba ahí era demasiado; prefería pasar la noche en vela contemplándolo. Mientras los minutos pasaban Bryan vio su memoria llena de todos los momentos que el y Kyan habían pasado juntos, todas las ocasiones que habían hecho que los sentimientos de Bryan se desbordaran como consecuencia de una mirada, una sonrisa... Finalmente recordó como había comenzado todo; como había conocido a Kyan, como se habían hecho amigos y como se había enamorado de el. Capítulo 1: KoKoro no tomo - alma gemela

17. Fue una situación muy complicada; primeramente estuvo el difícil problema de aceptar que se había enamorado de un hombre, y que ese hombre era su mejor amigo. Sin embargo, a fuerza de resignación había aceptado no solo lo que sentía por Kyan y lo que ello pudiera conllevar, si no también el hecho de que tal vez nunca podría llegar a nada con el y esto debido al severo trauma que Kyan padecía. - Si tan solo las cosas fueran diferentes – Dijo para si – Pero prefiero guardar silencio a perderte definitivamente. La noche pasó y las meditaciones de Bryan terminaron por vencerlo y entregarlo a los brazos de Morfeo. Fue hasta la mañana siguiente, cuando los rayos del sol convencieron a Bryan de levantarse. Adormilado y de mala gana se dirigió al baño, abrió la puerta solo para encontrarse con Kyan totalmente desnudo. La erótica imagen lo enmudeció, solo atinó a darse media vuelta y regresar al cuarto. - ¡Eres un pervertido! – Gritó Kyan mientras entraba al cuarto - ¿Por qué no tocaste la puerta? - Perdón... – Balbuceó Bryan apenado y levantó la mirada para encarar a Kyan, quien ya se había puesto una toalla alrededor de la cintura - estoy acostumbrado a que siempre que me levanto no hay nadie en el baño - ¿Sabes? Si querías verme desnudo solo tenias que pedírmelo – susurró Kyan sensualmente; Bryan se quedo anonadado ante estas palabras y más aun cuando Kyan comenzó a quitarse la toalla. Capítulo 1: KoKoro no tomo - alma gemela

18. - Kyan tu... – Balbuceó Bryan mientras veía como la toalla caía al suelo, y de inmediato el enojo llenó su rostro, Kyan llevaba puestos unos Boxers debajo de la toalla - ¡Kyan! ¡Eres un Pervertido! ¡Me asustaste! – Un ataque histérico de carcajadas invadió a Kyan mientras Bryan dejaba el cuarto para irse a bañar. Ya bajo la regadera Bryan intento calmarse, la escena que acababa de presenciar lo había puesto, nuevamente, demasiado excitado y a pesar de que estaba algo molesto no pudo evitar esbozar una sonrisa. - Me da gusto que me tenga tanta confianza. Cuando Bryan salió del baño y comenzó a buscar su ropa se llevó una gran sorpresa, pues su cajón estaba vacío, sospechosamente, Kyan tampoco estaba en el cuarto; Presintiendo lo que estaba pasando, se puso una toalla en la cintura y comenzó a buscar por toda la casa sin éxito; hasta que finalmente un cartelito en la puerta llamo su atención; se acerco con recelo y lo tomó, era la letra de Kyan y decía: “Si buscas tu ropa esta en el balcón, ¡Pervertido! PD: este es el desquite por verme desnudo” Molesto, Bryan se dirigió al balcón y, tal como decía en la nota, toda su ropa estaba colgada en una bolsa. Con hastío salio al balcón, e intentó alcanzar su ropa, pero la bolsa resbaló de sus manos; Horrorizado, Bryan vio como su ropa caía a la calle. Capítulo 1: KoKoro no tomo - alma gemela

19. - ¡Me las vas a pagar Kyan! – Gritó Bryan mientras se giraba para ir a recoger su ropa, pero Kyan ya estaba tras el sonriendo travieso. Con ágiles movimientos, Kyan le arrancó la toalla a Bryan, para después dar un par de pasos y cerrar por dentro la puerta dejándolo desnudo en el balcón Desde dentro, Kyan se carcajeaba histérico mientras veía como su amigo, desnudo y apenado, le gritaba toda clase de insultos; Sin dejar de reír, se volvió y desapareció de la vista. Al ver esto, Bryan pegó su rostro al cristal intentando localizar a Kyan, pero no se veía por ninguna parte. El apenado muchacho buscó con desesperación alguna manera de regresar al departamento; pero lo único que logro fue romper la manija de la puerta. - ¡Genial! ¿Qué otra cosa puede salir mal? – Se dijo Bryan mientras miraba la manija que tenia en la mano. Y como si de una respuesta a su pregunta se tratase; una femenina y familiar voz se dejo oír desde el balcón contiguo. - ¿Bryan? ¿Eres tu? - ¡Karen! – Exclamó Bryan al mismo tiempo que se dejaba caer al suelo escondiéndose de su vecina. - Juraría haberlo oído – Dijo para si la chica mientras salía al balcón – Debió haber sido mi imaginación. Capítulo 1: KoKoro no tomo - alma gemela

20. Hubo un segundo de silencio, seguido por el sonido de la puerta del balcón vecino abriéndose. Bryan dio un suspiro aliviado y comenzó a levantarse, cuando una exclamación de sorpresa lo devolvió al suelo. - ¡Mira nada mas lo que tenemos aquí! - Bryan bajo la cabeza imaginando lo que Karen diría; sin embargo sintió un gran alivio al oír las palabras que la chica pronuncio - ¡Que hermosa mañana! Ese paisaje es perfecto para una foto ¡Tengo que ir por mi cámara! En el rostro de Bryan se plasmo un gesto de desesperación. Ahora, gracias a Karen, estaba atrapado, arrinconado en una esquina del balcón donde el frío empezaba a calarle. - ¡Que buena toma! – Exclamó Karen mientras regresaba al balcón y preparaba su cámara – Si tan solo estuviera un poquito mas allá seria perfecta - Con tal de lograr un mejor ángulo, la chica comenzó a estirarse por sobre su balcón; incluso Bryan podía ver el cuerpo de Karen suspendido por sobre su cabeza. Tan silenciosa y lentamente como pudo, Bryan se acurruco aun mas en la esquina del balcón, ocultándose de su inoportuna vecina. - Mejor me paso al balcón de Bryan, no creo que se moleste. Capítulo 1: KoKoro no tomo - alma gemela

21. Bryan dio un respingo al escuchar a Karen; pero su miedo fue mayor cuando vio como la chica comenzaba a llevar a cabo su cometido. Bryan sabia que ya no tenia escapatoria, estaba resignado a dar el espectáculo de su vida; cuando de súbito la puerta del balcón se abrió. - Ojala no estés muy enojado… - Exclamó Kyan mientras abría la puerta, pero al ver a su amigo arrinconado en el suelo, una carcajada escapo de sus labios - ¡Pero que…! Karen, al escuchar la voz de Kyan, regreso a su balcón de un brinco. Kyan, se dio cuenta de la situación y luchaba por contener su risa. - ¿Kyan? ¡Me asustaste! – Exclamó Karen mientras se daba vuelta y encaraba al chico. - Pues no eres la única asustada – Agregó el chico mientras le dirigía una mirada a Bryan, quien, enfadado, le hacia gestos para que se quitara de la puerta – Pero mejor dime que hacías trepada del balcón. - Es que quería tomar una foto, pero desde el balcón de Bryan tengo mejor ángulo así que pensé en pasarme para allá – Respondió Karen en un tono entre sensual e infantil. - ¡Pues haberlo dicho antes mujer! Si quieres te ayudo – Exclamó cortésmente Kyan mientras se acercaba a la chica. Capítulo 1: KoKoro no tomo - alma gemela

22. Bryan aprovecho el momento para gatear rápidamente hacia la casa; apenas había entrado, cuando Karen ya estaba en el balcón. - ¡Gracias Kyancito! – Exclamó melosamente la chica – Solo será un momentito ¿Si? – Kyan asintió – Por cierto… ¿Que haces aquí tan temprano? – Pregunto la chica sin volverse, pues estaba ocupada tomando fotos. - Me voy a quedar con Bryan unos días – Respondió Kyan lacónicamente. - Por lo de su hermano ¿Verdad? – Kyan no pudo evitar sentir repugnancia ante la ligereza con la que Karen se tomaba el asunto - ¡Pero que barbaridad! – Continuó - Si ya le he dicho a Bryan que si necesita que lo consuelen que venga conmigo… Y dime ¿donde esta el galán de mi vecino? – Agregó Karen acercándose con sensualidad hacia Kyan. - Creo que… se esta vistiendo… - Respondió Kyan notablemente incomodo. - ¡Me hubieras dicho antes! ¡Le voy a sacar unas fotos! – Exclamó la chica mientras se dirigía al departamento. - ¿Sabes que chaparrita? ¡Ya estuvo! – Gritó Kyan mientras le cortaba el paso a Karen – además se nos hace tarde para ir a la escuela y estoy seguro que algo tendrás que hacer en tu casa, así que te agradecería que te fueras. Kyan, con algo de brusquedad, pasó a Karen a su balcón y tras sonreírle un tanto hipócrita dio media vuelta y entro al departamento solo para encontrarse con un enfurecido y desnudo Bryan que lo miraba totalmente fuera de sus casillas. Capítulo 1: KoKoro no tomo - alma gemela

23. - Me quieres explicar ¿¡Que demonios estabas pensando?! – Gritó Bryan molesto mientras se cubría con un cojín. - ¡Perdón…! – Respondió Kyan al borde de otro ataque de risa, y es que la imagen que le mostraba Bryan no era para menos – No era mi intención que Karen se metiera en esto – Kyan hizo una pausa, tomo aire y tras controlarse continuó – Ya, perdón, no era mi intención hacerte enojar… tanto… Además ya traje tu ropa y te salve de Karen. La mirada furiosa que Bryan mostraba comenzó a desvanecerse al tiempo que una mal disimulada sonrisa se plasmaba en su rostro; finalmente, moviendo la cabeza exclamó: - Esta bien, ¡Pero que no se vuelva a repetir!... – Bryan hizo una pausa mientras un escandaloso estornudo se le escapaba - ¡Genial! Creo que me resfrié. Me voy a vestir antes de que me de una pulmonía. ¡Y ay de ti, Si me enfermo! Tú vas a pagar el doctor – Y tomando otro cojín para cubrirse por atrás dio media vuelta y se dirigió a su cuarto. - ¡Pero apurate que se nos hace tarde! – Exclamó Kyan juguetón. - ¡Muy gracioso niño, muy gracioso! - Oye ¿Sabias que Karen te quiere tomar unas fotos desnudo…? Capítulo 1: KoKoro no tomo - alma gemela