El documento argumenta que la educación tradicional se ha centrado en transmitir conocimientos de manera ciega sin considerar la naturaleza del conocimiento humano, que está sujeto al error y la ilusión. Propone que es necesario introducir en la educación un estudio de las características cerebrales, mentales y culturales del conocimiento humano, así como promover un conocimiento capaz de abordar problemas globales y fundamentales para dar contexto a conocimientos parciales y locales.