La historia clínica cumple dos funciones principales: asistencial y jurídica. En su función asistencial, registra la atención médica recibida por un paciente y permite la evaluación y continuidad de la atención. En su función jurídica, documenta los hechos y actos médicos y puede servir como medio de prueba. La historia clínica electrónica ofrece ventajas como la autoría, confidencialidad, integridad y orden de la información, pero también plantea desafíos iniciales como la desconfianza