Las células se clasifican en eucariotas y procariotas, siendo las primeras animales, vegetales y hongos que poseen núcleo, mientras que las segundas como bacterias no lo tienen. Todas las células, independientemente de su tipo, comparten una membrana, citoplasma y núcleo como principales componentes, desempeñando funciones específicas como la entrada de nutrientes, albergar orgánulos y controlar las actividades celulares respectivamente.