El etanol se produce principalmente a través de la fermentación de azúcares en plantas como la caña de azúcar y el maíz. También puede sintetizarse químicamente a partir de etileno. Sus principales usos son como combustible para vehículos cuando se mezcla con gasolina, e ingrediente de bebidas alcohólicas. Además, se utiliza como disolvente en industrias químicas y farmacéuticas, y como combustible doméstico e industrial.