La sociedad de la información se caracteriza por el papel esencial que juegan las tecnologías de la información en actividades sociales, culturales y económicas. La ciudadanía digital implica el uso responsable de las tecnologías siguiendo normas de comunicación, educación, derecho y ergonomía para evitar riesgos. Las TICs permiten transmitir y procesar información de forma rápida pero también pueden causar saturación e información excesiva, y su expansión se ve frenada por barreras económicas.