Este documento describe el discipulado a las naciones según la Biblia. Jesús mandó a sus discípulos a hacer discípulos a todas las naciones (Mateo 28:19-20). El Reino de Dios no tiene fronteras y Dios ama a todo el mundo, no solo a Israel. Jesús murió para salvar a todo el mundo. En los últimos tiempos, el evangelio eterno debe ser predicado a toda nación, tribu, lengua y pueblo (Apocalipsis 14:6). Los cristianos deben compartir este mensaje mundial.