La diversidad cultural no es un fenómeno reciente sino que ha existido históricamente a través de la migración entre continentes y la mezcla de culturas. La convivencia de sociedades de distintas culturas requiere valores como la tolerancia, la equidad y el respeto. Además, la diversidad cultural impulsa el desarrollo económico y social y es indispensable para reducir la pobreza y lograr el desarrollo sostenible gracias a las normas culturales establecidas.