Internet es, indiscutiblemente, el lugar al que todos acudimos para encontrar información de cualquier clase, como la sanitaria. Cuando nos surgen dudas acerca de alguna enfermedad o algún tratamiento es muy fácil teclear el nombre en un buscador como Google y pulsar el botón de “buscar”. Pero debemos saber que no todo lo que nos ofrece la red es fiable.