La industria del agua embotellada en Europa comenzó como una actividad artesanal ligada a las estaciones termales en el siglo XIX, pero luego se industrializó y consolidó como un negocio comercial exitoso. Alemania, Francia e Italia lideraron la producción y exportación de agua embotellada en Europa. Recientemente, España ha aumentado su producción, mientras que Francia ha perdido cuota de mercado. Aunque la crisis económica afectó las ventas, China y otros mercados en crecimiento han impulsado la demanda global.