Bryan había pasado por un periodo de escepticismo en la escuela secundaria pero regresó a la ortodoxia. Aunque se oponía a la evolución, no la consideró una prioridad y mostró generosidad hacia las ideas de Darwin, diciendo que no condenaría a otros por aceptar la teoría de la evolución aunque él no la aceptara.
Con gran entusiasmo los jóvenes del Pequeño cottolengo disfrutaron del carnaval 2009. Con el apoyo del Prof Rafael Rodriguez y Anmy Rodriguez el Aula integrada Pequeño Cottolengo celebró las fiestas carnestolendas para el disfrute de las personas especiales en Cottolengo.
1. Bryan había pasado en el instituto por un periodo de
escepticismo. (Según un relato, sin duda algo más que ligeramente embellecido,
escribió a Robert G. Ingersoll solicitando pertrechos pero, al recibir sólo una pronta
respuesta de su secretario, volvió inmediatamente a la ortodoxia.) Aún así, aunque
Bryan nunca apoyó la evolución, no situó su oposición a la misma en las primeras
prioridades de su agenda; en realidad, demostró generosidad y pluralismo evidente
hacia Darwin. En `` El Príncipe de la Paz ´´, un discurso que, en lo que respecta a
popularidad y frecuencia de repetición, sólo le va a la zaga a `` Cruz de Oro´´, Bryan
dijo:
No llevo la doctrina de la evolución tan lejos como hacen algunos; todavía no estoy
convencido de que el hombre sea un descendiente directo de los animales inferiores. No
quiero decir que os censure si queréis aceptar la teoría … Aunque yo no acepto la teoría
darwiniana os criticaré por ello.
(Bryan, quien ciertamente iba de un sitio a otro, pronunció
por primera vez este discurso en 1904, y lo describió en sus obras completas
como “una conferencia pronunciada en muchas reuniones religiosas y cursos de
verano en Estados Unidos, y también en Canadá, México, Tokio, Manila, Bombay,
El Cairo y Jerusalén”.)