La arquitectura romana se caracterizó por ser funcional más que estética, empleando el arco de medio punto y la sillería de piedra. El Teatro Romano de Mérida del siglo I a.C. construido en piedra y mármol es un ejemplo representativo. La escultura romana estuvo influenciada por Grecia pero representó al individuo concreto, como se ve en el Efebo de Antequera del siglo I a.C. Los mosaicos romanos como el Mosaico de Océano de Carranque del 354