Leibniz concibe el bien común como el principio básico de su concepción del derecho y la justicia, defendiendo la fraternidad y cooperación. Para Leibniz, el derecho y la justicia son inseparables, y existen principios jurídicos previos al establecimiento de los estados. Además, Leibniz promueve que las acciones individuales y políticas deben evaluarse en función de sus efectos sobre el bien común.