Dan Millman era un atleta olímpico que sufrió un accidente que lo alejó de la competición. Conoció a un anciano llamado Sócrates que le enseñó a vivir el momento presente y aceptarse a sí mismo. A pesar de recuperarse parcialmente de su lesión, Dan siguió los consejos de Sócrates y logró clasificarse para los Juegos Olímpicos, donde compitió sin preocuparse por ganar medallas, sino por disfrutar el momento.